Título: Cuerpos descosidos

Autor: Javier Quevedo Puchal

Edición: Móstoles, Madrid: NGC Ficción!, 2011

Colección: Terror; nº 2

Diseño cubierta e ilustración: Felideus

Tamaño: 14,5 x 21,5 cm.

238 págs. | PVP: 16€

ISBN: 978-84-937801-4-2

 

Javier Quevedo Puchal (nacido en 1976) es una joven promesa de la literatura de terror española contemporánea. Y lo defino como “promesa” por ser este el primer libro suyo que cae en mis manos, y sabiendo que ya fue finalista al Premio Vórtice de Relato (2005), al Shangay de Novela (2009), al Scifiworld de Novela y de Relato (2012) y al Ignotus de Novela (2012), y ganador al Premio Nocte de Novela (2012). No es que los premios signifiquen mucho, pero en concursos tan faltos de pompa mediática como estos la valía de los galardones es más meritoria.

Pasando a la novela, nos narra (en presente continuo) las existencias de tres personajes, Lucio, Eva y un tercero innominado a través de las páginas de su diario. A lo largo de gran parte de la historia los caminos de los tres no confluirán, y uno diría que se trata en realidad de tres relatos interfoliados pero sin relación entre sí. Sin embargo, en determinado momento, las conexiones se irán estableciendo, las cuales no precisaré, desde luego.

El autor

¿Novela de terror? Sí, sin duda. Si bien se trata de, ante todo, una novela de personajes, donde lo que prevalece es la existencia vital de estos, de su discurrir a través de la historia, y de cómo ésta les afecta internamente. Lucio es un chapero en Ámsterdam que se enamora de una enigmática mujer que efectúa un número a mitad de camino entre el espectáculo de cabaret y la experimentación parapsicológica; Eva es una mujer torturada por los recuerdos y que utiliza la violencia sobre su propio cuerpo; y el muchacho innominado del diario se enamorará de un chico asilvestrado, una especie de mezcla entre Huckleberry Finn y Carrie (y pese a lo absurdo que suena descrito así, en el libro funciona a la perfección).

Javier ha mencionado en no pocas ocasiones que los escritores que más lo han influido son Angela Carter, Ray Loriga y Clive Barker. El espectro de este último se halla oculto en las páginas de estos Cuerpos descosidos, pero cabe referir que la plasmación no es tanto de literatura de género: los lectores habituales de esta quizás puedan decepcionarse, al no haber explicitud narrativa (pese a momentos de no poca incomodidad) y, tal como dije, centrarse el autor más en las vivencias afectivas de los personajes.

Una prosa pulida, exquisita, un tempo mantenido a la perfección, unos personajes cautivantes y un final estremecedor componen esta joya literaria (independientemente de que sea o no de terror), desasosegadora, inquietante y terrible, que obliga al lector a seguir buscando otras obras del autor. Yo, por supuesto, ya lo estoy haciendo.

 

Carlos Díaz Maroto