Un grupo de documentalistas y ecologistas llega a una isla de Sudamérica para documentar el vertido de residuos nucleares en un río. Se topan con que allí habita un cocodrilo gigante y devorador de personas. Intentan que el juez de la localidad cercana tome medidas, mas este está sobornado…
Dirección: Larry Ludman [Fabrizio De Angelis]. Producción: Fulvia Film. Productor: Fabrizio De Angelis. Productor delegado: Camillo Teti. Guion: Fabrizio De Angelis, Dardano Sacchetti. Fotografía: Federico Del Zoppo. Música: Riz Ortolani. Montaje: Vincenzo Tomassi. FX: Jeff Goodwin (efectos especiales de maquillaje), Paolo Ricci (efectos especiales), Giannetto De Rossi (creación del cocodrilo). Intérpretes: Anthony Crenna [Richard Anthony Crenna] (Kevin), Julian Hampton [Pietro Genuardi] (Mark), John Harper (Bob), Sherrie Rose (Pamela), Ann Douglas (Jennifer), Thomas Moore [Ennio Girolami] (Joe), Van Johnson (juez), Wohrman Williams [Bill Wohrman] (Foley), Gray Jordan, Marte Amilcar [Amilcar Martins], Franklin Dominguez (patólogo), Dionicio Castro, Nic Gavin, Pat Starke (Jennifer; voz), Frank von Kuegelgen (Foley [voz])… Nacionalidad y año: Italia 1989. Duración y datos técnicos: 89 min. – Telecolor – 1.85:1 – 35 mm.
Fabrizio De Angelis es un productor que trabajó en la industria italiana cuando la moda del cine de género estaba languideciendo. Si bien parte de su obra aún gozó de estreno en salas comerciales, poco a poco sus películas se sumaron a la corriente de estrenos en videoclubs, intentando hacerse pasar por series Z norteamericanas, aunque no colaban lo más mínimo. También trabajó como director, habitualmente bajo el seudónimo de Larry Ludman.
La presente película es la enésima imitación de Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, 1975). Tenemos al juez y a ese hipotético periodista implicados en un asunto de vertidos nucleares, y que no se preocupan mucho por el hecho de que haya un animal asesino suelto por los alrededores, lo cual rememora los tejemanejes del alcalde para proteger el período vacacional. Y el personaje de Joe vendría a ser la traslación del Quinn del clásico de Spielberg, con Anthony Crenna (hijo de Richard Crenna, con una escasa carrera en cine y algo más extensa en televisión) haciendo más o menos las veces del policía y/o el ictiólogo.
El guion escrito entre De Angelis y el ocasionalmente interesante Dardano Sacchetti expone a un grupo de ecologistas con una mentalidad ingenua e infantil, para, más adelante, a medida que se enfrentan con la realidad, madurar y hacerse unos hombres por medio del enfrentamiento con la bestia y su exterminio. El plano de Crenna viéndose salpicado por sangre mientras se regodea es claro ejemplo del elemental y primario mensaje que expone la película.
Todo es muy elemental y primario, cierto es, desde un guion que parece escrito por un niño de siete años, con diálogos risibles, hasta unas interpretaciones a la altura, con los actores perdidos y desconcertados la mayoría de las veces, inclusive un veterano de la talla de Van Johnson. El cocodrilo es un muñeco de plástico, muy mal hecho, y De Angelis lo rueda del modo menos inquietante que pueda haber, metiéndolo en el plano sin buscar el menor intento de inquietud. Solo hay unos pocos planos con cierta inventiva, al ser de carácter subjetivo, desde la mascarilla de un personaje, un perrito o el mismo interior de la boca del reptil.
El montaje es un desastre, habiendo planos que inclusive no casan entre sí, o de uno o dos segundos con un encuadre que no se distingue qué es. Posiblemente se liarían con el metraje rodado para la secuela, de ahí que la historia tampoco se desarrolle mucho. Inclusive la música del prestigioso Riz Ortolani es incapaz de capturar un poco de atmósfera, y da la impresión de que la compuso en horas bajas o, más posiblemente, que se tratara de excedentes compuestos para otras películas —de ahí su nula adecuación— y que debieron ser pagados a precio de saldo.
En todo caso, el resultado es una serie Z insultante, chapucera y sin inquietud, y donde lo que más incomoda es el momento en el que a una estrella como Van Johnson la mandan a tomar por culo.
Anécdotas
- Título alternativo: Murder Alligator.
- Esta película y su secuela, Killer Crocodile II (Giannetto De Rossi, 1990), se rodaron simultáneamente.
- Filmada en la República Dominicana.
- La marioneta de cocodrilo estaba hecha de látex y fibra de vidrio, y para moverla se utilizaron grandes tenazas de hierro.
- Richard Anthony Crenna tuvo que proveerse de su propio vestuario. Además, contrajo disentería mientras actuaba en la película.
- Estrenada en Italia el 30 de julio de 1989. En España se estrenó el 20 de febrero de 1989 en Sevilla, en los Alameda Multicines, y el 8 de junio de 1990 en Madrid, en los cines Bilbao, Velázquez, Vergara (del circuito de estreno), y Consulado, Ciudad Lineal, Liceo, Montera y Victoria (del circuito de sesión continua, y en solitario).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: •
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** excelente ***** obra maestra