La familia Creed, compuesta de padre, madre, hija, hijo y gato, llega para vivir en una casa maravillosa rodeada de bosque. Dos puntos inquietantes, sin embargo, rodean la mansión: por la cercana carretera no paran de pasar camiones a toda la velocidad y, en la parte de atrás, hay ubicado un cementerio donde los niños del lugar entierran a sus mascotas. Y, más allá del cementerio, hay algo más…
Dirección: Kevin Kölsch, Dennis Widmyer. Producción: Alphaville Films, Paramount Pictures. Productores: Lorenzo di Bonaventura, Steven Schneider, Mark Vahradian. Productor ejecutivo: Mark Moran. Productor asociado: Thomas A. Giovine. Guion: Jeff Buhler, según argumento de Matt Greenberg, basado en la novela de Stephen King. Música: Christopher Young. Fotografía: Laurie Rose. Diseño de producción: Todd Cherniawsky. Montaje: Sarah Broshar. FX: Shane Shisheboran, Vague Vartanian (efectos de maquillaje), Louis Craig (supervisor de efectos especiales), Shania Gharagozlou (coordinador de efectos visuales). Intérpretes: Jason Clarke (Louis Creed), John Lithgow (Jud Crandall), Amy Seimetz (Rachel Creed), Naomi Frenette (Upset Student), Jeté Laurence (Ellie Creed), Alyssa Brooke Levine (Zelda), Maria Herrera (Marcella), Hugo Lavoie (Gage Creed), Obssa Ahmed (Victor Pascow), Lucas Lavoie (Gage Creed), Bailey Thain, Sonia Maria Chirila, Jacob Lemieux, Najya Muipatayi, Ines Feghouli Bozon, Constance St-Denis-Veilleux, Maverick Fortin, Rosalie Drouin, Ambre Dioh-Dikongué, Julia Jenni Karagioules, Lou Ferrando… Nacionalidad y año: EEUU 2019. Duración y datos técnicos: 2.39:1.
Existen tres maneras de analizar esta película: como adaptación de la novela de la que procede, comparándola con la versión previa que dirigió Mary Lambert en 1989, o como film por sí mismo. Desde ninguna de esas opciones sale demasiado bien librada. Aunque, sumando todo, el gran inconveniente del presente film es su enorme falta de distintivo, de estilo; incluso Mary Lambert conseguía transmitir cierta personalidad propia a su torpona adaptación. Aquí, la pareja profesional que forman Kevin Kölsch y Dennis Widmyer[1] se muestra muy aplicada consumando un producto de diseño al gusto de los productores, es decir, una cosita anodina, que no inquiete demasiado al público, salvo un par de sustos convencionales, y dar una textura típica de cinta de terror hollywoodiense con look digital.
La película se divide en dos partes: digamos la presentación de situación y personajes, y luego el resto. La primera parte, donde no pasa nada según el público de centro comercial actual, está narrada a trompicones, deprisa y corriendo, prescindiendo de desarrollar los personajes, para llegar cuanto antes al meollo. Ese meollo representa un punto de ruptura, donde cierto elemento del libro (y de la versión previa) es cambiado. ¿Con qué motivo? Intuyo que hay dos razones fundamentales. Una, para dárselas de originales, y que quien haya leído el libro (y/o visto la película previa) se lleve una sorpresa; y dos, porque con ese cambio se solucionan muchos problemas de dirección y de carácter técnico, y también porque de ese modo la desazón que provoca la historia original se diluye en gran medida y se hace algo más asequible para un público facilón, que es el que busca esta película.
De esta manera, todo el tono sórdido e incómodo que poseía la historia original se disipa, y se construye una cinta de terror convencional, llena de clichés y convenciones, donde, pese al cambio y, por ende, la novedad, todo se adivina desde el principio, sin deparar sorpresa alguna. Los actores son buenos, en especial Jason Clarke, pero da la impresión de que no está acostumbrado a hacer cine de miedo; al inicio del film está muy bien, pero cuando llegan los momentos de terror se le percibe totalmente perdido, no sabe cómo actuar, en suma, y realiza muecas más risibles que de pánico. Dejemos aparte a John Lithgow, que está sensacional de principio a fin.
Una lástima, porque con lo planita que era la película de Mary Lambert resultaba muy fácil hacer algo mucho mejor. Pero es evidente que el objetivo no era hacer buen cine, sino meramente un producto comercial a consumir por el espectador poco exigente, que deglute el resultado igual que una hamburguesa llena de grasa. Abstenerse, pues, gourmets.
Anécdotas
- Título en México: Cementerio maldito.
- El título original de la película (y del libro) es «Pet Sematary» y no «Pet Cemetery», como sería lo correcto, dado que está escrito por niños que no usan la ortografía pertinente. En ese sentido, el título español habría de haber sido “Semanterio de mascotas” (la edición mexicana de Edivisión se titula Semeterio de mascotas).
- Adaptación previa de la novela: Cementerio viviente (Pet Sematary, Mary Lambert, 1989), que a su vez tuvo una secuela, Cementerio viviente 2 (Pet Sematary II, Mary Lambert, 1992).
- La novela de Stephen King es, más o menos, una variación del relato “La pata de mono” / “La mano de mono” / “La zarpa de mono” / “La garra de mono” (“The Monkey’s Paw”, 1902), de W. W. Jacobs.
- Estrenada en Estados Unidos y en España el 5 de abril de 2019.
Bibliografía
Cementerio de animales; por Stephen King; traducción de Ana Mª de la Fuente. Barcelona: Debolsillo, 2003. Colección: Bestseller; nº 102/1 — Biblioteca Stephen King; nº 1. Traducción de: Pet Sematary (1983).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Ambos han colaborado dirigiendo un corto, un documental, episodios televisivos y varios largometrajes.