Una pareja recibe cada día un video con la misma grabación incompleta que va ampliándose paulatinamente, mostrando a ambos durmiendo en la cama, para, por fin, verse el marido reflejado en la película… ante el cadáver descuartizado de su mujer.
Dirección: David Lynch. Producción: CiBy 2000, Asymmetrical Productions, Lost Highway Productions LLC. Productores: Deepak Nayar, Tom Sternberg, Mary Sweeney. Guion: David Lynch, Barry Gifford. Fotografía: Peter Deming. Música: Angelo Badalamenti. Montaje: Mary Sweeney. Diseño de producción: Patricia Norris. FX: Lynne Burnett (efectos de maquillaje). Intérpretes: Bill Pullman (Fred Madison), Patricia Arquette (Renee Madison / Alice Wakefield), John Roselius (Al), Louis Eppolito (Ed), Jenna Maetlind (chica de la fiesta), Michael Massee (Andy), Robert Blake (hombre misterioso), Henry Rollins (guarda Henry), Michael Shamus Wiles (guarda Mike), Mink Stole (encargada del jurado [voz]), Leonard Termo (juez [voz]), Ivory Ocean (guarda Ivory), Jack Kehler (guarda Johnny Mack), David Byrd (doctor Smordin), Gene Ross (guardián Clements), Balthazar Getty (Pete Dayton), F. William Parker (capitán Luneau), Guy Siner, Alexander Folk, Gary Busey, Lucy Butler, Carl Sundstrom, John Solari, Al G. Garrett, Heather Stephens, Giovanni Ribisi, Scott Coffey, Natasha Gregson Wagner, Amanda Anka, Richard Pryor, Robert Loggia, Jack Nance, Marilyn Manson, David Lynch… Nacionalidad y año: Francia, Estados Unidos 1996. Duración y datos técnicos: 134 min. color 2.39:1.
Carretera perdida (Lost Highway, 1996) irrumpía en la carrera de David Lynch, uno de los más importantes directores de cine de la época, tras Corazón salvaje (Wild at Heart, 1989) y Twin Peaks: Fire Walk With Me [tv/dvd/bd: Twin Peaks: Fuego camina conmigo, 1992], que en nuestro país se pudo ver de un modo muy esquinado, como puede comprobarse. La presente película tiene todo el aspecto de haberse planteado como una suma de diversos enfoques previos. Vuelve a colaborar con Barry Gifford, autor de la novela en que se basó Corazón salvaje, ahora como co-guionista de una idea original de nuestro realizador, pero otorgándole un tratamiento más equilibrado estilísticamente. Sin embargo, no ha renunciado a sus constantes y, de hecho, Carretera perdida, a mi juicio, es una de las más grandes obras que ha creado David Lynch, junto a El hombre elefante (The Elephant Man, 1980) y Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986).
Esta carretera no está perdida, posee un rumbo fijo y claro que es su propio inicio, pese a los vericuetos por los cuales se bifurca. De hecho, la construcción de la película supone una cinta de Moebius, con una estructura de bucles, entrecruzando historias y personajes e interpolándolos, para reconducirlos al momento en que todo se inició. Es un mundo donde no hay un antes y un después, siempre transcurre en un ahora perenne.
La primera media hora de la película supone lo mejor que había podido verse en cine de terror desde la subvalorada En la boca del miedo (In the Mouth of Madness, 1995), de John Carpenter, con una edificación de atmósfera agobiante, a partir una idea argumental que parece propia de un relato de Fredric Brown: una pareja recibe cada día un video con la misma grabación incompleta que va ampliándose paulatinamente, mostrando a ambos durmiendo en la cama, para, por fin, verse el marido reflejado en la película… ante el cadáver descuartizado de su mujer. Pero eso solo es el inicio, pues de pronto el hombre es juzgado y encarcelado; un día, en su ronda, el celador comprobará que en la celda hay otro hombre totalmente desconocido, y a partir de ahí la historia seguirá el itinerario de ese otro personaje, que al parecer nada tiene que ver con el del inicio.
Sin embargo, una vez presenciada la película y reflexionada (algo a lo que el gran público no suele estar muy dispuesto hoy en día) se comprueba que todo posee una coherencia interna y las pequeñas pistas que han quedado teóricamente dispersas en la trama encajan como un juego de muñecas rusas, pese a su narración atemporal. De hecho, parece como si David Lynch hubiera visto Pulp Fiction (Pulp Fiction, 1995), de Quentin Tarantino, y hubiera querido hacer algo similar, situándola dentro del género fantástico, en una serie de viajes temporales en que se ven sumergidos los protagonistas por medio de la injerencia de un lugosiano taumaturgo (magistral Robert Blake), quien maneja los hilos de sus existencias sin permitirles el menor albedrío, y que representa un reflejo de otros personajes similares dentro de la filmografía de Lynch.
Tratamiento narrativo fascinante y magistral, pues, aunado con un sentido atmosférico angustiante, donde los silencios y los ruidos poseen una importancia similar a la de un personaje, donde las sombras adquieren corporeidad, insinuando acechanzas ocultas entre sus repliegues, donde los pasillos son nuevas carreteras perdidas hacia lo desconocido, lo inquietante, lo insondable. En fin, una carretera perdida hacia el arte, hacia la maestría más absoluta.
Anécdotas
- Título en México: Por el lado oscuro del camino.
- En los premios The Stinkers Bad Movie de 1997 fue nominada a peor película y peor sentido de la dirección (¡Detenedles antes de que vuelvan a dirigir de nuevo!). En los premios Fangoria Chainsaw de 1998 fue premiada como mejor película de estreno limitado o directa a vídeo, música y actor secundario (R. Blake), y candidata al mejor guion.
- Rodada con un presupuesto estimado de quince millones de dólares.
- Estrenada en Francia el 15 de enero de 1997 y en Estados Unidos, de manera limitada, el 21 de febrero. En España se estrenó el 17 de marzo.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra