El capitán América, junto a un reducido grupo de Vengadores, actúa en Nigeria contra un enemigo, provocando una explosión que produce muertes de civiles. La protesta mundial no se hace esperar, y se decreta que los Vengadores han de ser controlados por un comité de las Naciones Unidas. Parte del grupo está a favor de este voto de censura, pero otros no…
Dirección: Anthony Russo y Joe Russo. Producción: Marvel Entertainment, Marvel Studios, Studio Babelsberg. Productor: Kevin Feige. Co-productores: Mitchell Bell, Christoph Fisser, Henning Molfenter, Charlie Woebcken. Productores ejecutivos: Victoria Alonso, Louis D’Esposito, Alan Fine, Stan Lee, Nate Moore, Patricia Whitcher. Productores asociados: Ari Costa, Trinh Tran, Lars P. Winther. Guion: Christopher Markus, Stephen McFeely, basado en el cómic de Mark Millar, según los personajes creados por Joe Simon y Jack Kirby. Fotografía: Trent Opaloch. Música: Henry Jackman. Montaje: Jeffrey Ford, Matthew Schmidt. Diseño de producción: Owen Paterson. Efectos especiales: Animal Logic, Base FX, Cantina Creative, Capital T, Cinesite, Direct Dimensions, Double Negative, Exceptional Minds, Industrial Light & Magic, Legacy Effects, Lola Visual Effects, Luma Pictures, Method Studios, Method Studios, Plowman Craven & Associates, Prime Focus World, RISE Visual Effects Studios, Scroggins Aviation, The Third Floor, Trixter Film. Intérpretes: Chris Evans (Steve Rogers / Capitán América), Robert Downey Jr. (Tony Stark / Iron Man), Scarlett Johansson (Natasha Romanoff / Black Widow), Sebastian Stan (Bucky Barnes / Winter Soldier), Anthony Mackie (Sam Wilson / Falcon), Don Cheadle (teniente James Rhodes / War Machine), Jeremy Renner (Clint Barton / Hawkeye), Chadwick Boseman (T’Challa / Black Panther), Paul Bettany (Vision), Elizabeth Olsen (Wanda Maximoff / Scarlet Witch), Paul Rudd (Scott Lang / Ant-Man), Emily VanCamp (Sharon Carter), Tom Holland (Peter Parker / Spider-Man), Daniel Brühl (Zemo), Frank Grillo (Brock Rumlow / Crossbones), William Hurt (Secretario de Estado Thaddeus Ross), Martin Freeman (Everett K. Ross), Marisa Tomei (May Parker), John Kani (rey T’Chaka), John Slattery (Howard Stark), Alfre Woodard (Miriam), Kerry Condon (Friday, voz), Stan Lee (mensajero), Michael A. Cook, Laughton Parchment, Gene Farber, Florence Kasumba, Cornell John, Sven Hönig, Josh Peck, Brent McGee, Be Satrazemis, Blair Jasin, Oliver Bigalke, Rafael Banasik, David De Vries, John Curran, Katie Amess, Austin Sanders, Brett Gentile, Matthew Anderson… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2016. Duración y datos técnicos: 147 min. color 1.90:1 (versión IMAX, algunas escenas) 2.35:1 (versión cines) 2D – 3D.
Los hermanos Anthony y John Russo dirigieron, con gran éxito de público, la entrega anterior del Capi, Capitán América: El Soldado de Invierno (Captain America: The Winter Soldier, 2014)[1]. Pese a cierta tendencia a la desmesura —inherente, de todos modos, a este tipo de productos—, el resultado no fue malo, así pues parecía buena idea contar de nuevo con ellos para esta tercera aventura del soldado congelado. Directores sin personalidad como estos son los más adecuados para unos productores que desean manejar las riendas completas de la película, que ofrezcan los elementos comerciales que busca el público masivo y no se entretengan con pretensiones de autoría. A veces, las piezas del mecanismo encajan. Otras no sucede así, y es lo que ha acaecido en esta ocasión.
El mayor problema es un guion de gran torpeza, que parece hecho a remiendos, que divaga en exceso y no logra la necesaria homogeneidad narrativa. Además, confía demasiado en la ambigüedad decisoria de los personajes, es decir, las cosas suceden porque así lo desean los protagonistas —esto es, los guionistas—, no por una evolución lógica de los acontecimientos. Todo es muy gratuito, empezando por el propio punto de partida de la idea: si los Vengadores no hubiesen actuado, la Tierra ahora sería un bastión de los Chitauri, por poner un ejemplo. Las muertes de civiles y la destrucción de Nueva York es solo algo consecuencia del ataque de los extraterrestres, no de la intervención de los superhéroes. Sostener la tesis del film haciendo que ellos sean los causantes de todo es, como mínimo, absurdo.
La primera mitad de la película —hasta que llega el enfrentamiento en el aeropuerto— ofrece un tono de cinta de espionaje de los setenta muy agradecido. Es una lástima la referida flojedad del guion, que va dando saltos de una situación a otra, y que no logra encauzar la narración en momento alguno, consiguiendo un resultado disperso y frío, una película sin alma, sin emoción. Además, las escenas físicas entre los actores, las peleas donde se les distingue el rostro, están rodadas de un modo pésimo, acelerando la imagen y efectuando trucos de montaje mediante la eliminación alterna de fotogramas. Teóricamente, eso otorga un gran ritmo a las escenas, pero resulta mareante —no quiero imaginarme cómo será verlas en 3D—, amén de apenas distinguirse lo que sucede. Las secuencias donde intervienen masivamente los efectos especiales, por el contrario, ofrecen una planificación más visible.
La escena en la cual Tony Stark va a visitar a Peter Parker supone un punto de inflexión en la cinta, por fin las cosas se calman un poco y aparece algo de alma en la película, gracias a la estupenda dinámica que se establece entre Robert Downey Jr. y Tom Holland. Este último, además, aparte de adecuarse, al fin, en edad al personaje, logra conferir el tono preciso al mismo para que resulte simpático y no cargante. Cuando luego lo veamos en acción como Spider-Man será el clásico guasón de los tebeos, pero de nuevo bien integrado en la situación; en este sentido (y en otros) supera con creces a sus dos inmediatos predecesores.
A continuación viene la referida escena del aeropuerto, la del enfrentamiento entre los dos grupos de Vengadores y, sencillamente, es una maravilla. Todo el esfuerzo parece haberse concentrado ahí, y la dinámica, la emoción, la diversión, todo ello brota con dinamismo, con sorpresa, y la secuencia entera supone un gozo enorme para el aficionado a los superhéroes.
Lástima que después todo se derrumbe de nuevo, y la parte final carece de potencia, resultando inclusive anti-climática. Los momentos últimos en la fortaleza siberiana parecen más propios de un telefilm barato que de una película de alto presupuesto, y cuando se desvelan las motivaciones del malo —estupendo Daniel Brühl— resultan de lo más risibles. De nuevo aquí se desvela la flojedad de un guion que, como es habitual también, ofrece un planteamiento muy elemental, pero construido de un modo algo lioso para aparentar una complejidad inexistente.
Cabe resaltar, con todo, que en el aspecto interpretativo la película eleva el nivel desde títulos anteriores. Tony Stark aquí no es el payaso incontrolable de otras entregas y se muestra huraño e irascible, lo cual posibilita que Robert Downey Jr. demuestre que, cuando quiere, es un excelente actor. Personalmente, me cautiva el tono con el cual Paul Bettany enfoca su rol de la Visión. Todo un descubrimiento ha sido la incorporación de los dos nuevos personajes, Spider-Man y Pantera Negra, interpretados respectivamente por Tom Holland y Chadwick Boseman con gran convicción. Incluso Paul Rudd está algo más soportable como Ant-Man que en la cinta que lo presentó. William Hurt, como siempre, con su sola presencia llena la pantalla. Y ya se ha mencionado el gran cometido que realiza nuestro Daniel Brühl con un personaje de una pieza, descrito con cuatro brochazos y cuatro tópicos, y que él llena de humanidad y lo hace, hasta cierto punto, cercano. El resto del reparto también funciona con habilidad.
En definitiva, Capitán América: Civil War (Captain America: Civil War, 2016) es el clásico producto realizado para entusiasmar a los previamente convencidos, pero que no efectúa el mínimo esfuerzo por aportar algo que eleve los resultados del mero producto de consumo masivo. Solo la escena de Stark y Parker y la del aeropuerto hacen concebir lo que hubiera podido ser si esa voluntad se hubiera aplicado al film en su totalidad.
Anécdotas
- Título en Argentina y México: Capitán América: Guerra civil.
- Títulos falsos de rodaje: Captain America: Serpent Society / Sputnik.
- Títulos de rodaje: Captain America 3 / Captain America: The Fallen Son.
- El dron que usa el Halcón, llamado Redwing, en el cómic es un halcón de verdad.
- Con diecinueve años de edad, Tom Holland es el Spider-Man más joven que ha aparecido en cine o televisión, en imagen real.
- Entre los finalistas para el papel de Spider-Man quedaron Tom Holland, Asa Butterfield, Judah Lewis, Matt Lintz, Charlie Plummer y Charlie Rowe.
- El disfraz de Pantera Negra es una mezcla de traje real y efectos visuales.
- William Hurt interpreta a Ross, papel que ya hizo en El increíble Hulk (2008).
- Entrega nº 13 de la saga cinematográfica de Marvel.
- Joe Russo, uno de los directores, ha citado como influencias para esta película Seven y Fargo [!].
- Inicialmente, estaba previsto que en el film apareciera Hulk, pero finalmente fue eliminado y trasladado al film de Thor.
- Para el papel de Pantera Negra fue considerado Chad L. Coleman (The Walking Dead).
- A mitad de los créditos finales hay una escena más, y al final, otra.
- La inmediata secuela a la presente será Thor: Ragnarok (Thor: Ragnarok, 2017), aunque también hay vías que conducen a Vengadores: La guerra del infinito – 1ª parte (Avengers: Infinity War – Part I, 2018), Ant-Man and the Wasp (2018) y sendas películas con Spider-Man —Spider-Man: Homecoming (2017)— y Pantera Negra —Black Panther (2018)—.
- Estrenada en Estados Unidos, en una premiere de Los Ángeles, el 12 de abril de 2016, pero no se estrenará masivamente hasta el 6 de mayo. En España se estrenó el 29 de abril.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
[1] Su siguiente participación en el Universo Cinematográfico Marvel será rodar la próxima entrega de la saga de Los Vengadores, que se segará en dos partes.