Cuando el conde Drácula viaja en diligencia por el Oeste norteamericano, una pasajera le enseña la fotografía de su hija y se queda embelesado con ella. De rebote, provoca que una partida de indios pacíficos ataque el vehículo y mate a todos sus ocupantes, y él se presenta en la población como el tío de la muchacha, también fallecido en el percance. Así, encubierto, entra en el rancho para hacerse con el control de la chica. Pero Billy el Niño trabaja allí de capataz, y está enamorado de la mujer…
Dirección: William Beaudine. Producción: Circle Productions Inc. para Embassy Pictures. Productor: Carroll Case. Guion: Carl K. Hittleman [i. e. Jack Lewis, sin confirmar]. Fotografía: Lothrop B. Worth. Música: Raoul Kraushaar. Montaje: Roy V. Livingston (supervisor). Dirección artística: Paul Sylos. FX: Cinema Research (efectos fotográficos). Intérpretes: John Carradine (conde Drácula / James Underhill), Chuck Courtney (William ‘Billy the Kid’ Bonney), Melinda Casey [acreditada como Melinda Plowman] (Elizabeth (Betty) Bentley), Virginia Christine (Eva Oster), Walter Janovitz (Franz Oster), Bing Russell (Dan ‘Red’ Thorpe), Olive Carey (Dra. Henrietta Hull), Roy Barcroft (sheriff Griffin), Hannie Landman (Lisa Oster), Richard Reeves (Pete, propietario del saloon), Marjorie Bennett (Mary Ann Bentley), William Forrest (el auténtico James Underhill), George Cisar (Joe Flake), Harry Carey Jr. (Ben Dooley), Leonard P. Geer (Yancy), William Challee (Tom, agente de la estación), Charlita (Nana, doncella india), Max Kleven (Sandy Newman), Jack Williams (Duffy)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1966. Duración y datos técnicos: 74 min. color 1.85:1.
Rodada al alimón junto a Jesse James Meets Frankenstein’s Daughter (1966), aquí tenemos a otro forajido legendario y real enfrentado a una criatura de la mitología del terror. Billy the Kid, nacido como Henry McCarty, pero más conocido como William H. Bonney (1859-1881), quedó huérfano a los quince y sufrió su primera detención a los dieciséis, por robar comida. Se convirtió en un fugitivo y asaltador, y mató a su primer hombre en 1877. A lo largo de su corta carrera asesinó a más personas, y escapó varias veces de la cárcel, y finalmente fue abatido por el sheriff Pat Garrett cuando tenía veintiún años. Ya en vida fue una leyenda, y con su muerte lo fue más; corrió el rumor de que no había fallecido y varios hombres clamaron ser él.
En Billy the Kid Versus Dracula (1966), al parecer Billy está vivo y rehabilitado; el actor que lo encarna, Chuck Courtney, en el momento del rodaje tenía treinta y seis años, así que de niño tiene bien poco. Trabaja en un rancho y está enamorado de la hija de la propietaria, quien está de regreso en una diligencia, junto a su hermano, un vendedor de licores y el conde Drácula, quien comienza la escena bostezando ostentosamente. Al rey de los vampiros lo encarna John Carradine, quien ya lo había dado no vida en el díptico Universal formado por La zíngara y los monstruos (House of Frankenstein, 1944) y La mansión de Drácula (House of Dracula, 1945), ambas dirigidas por Erle C. Kenton, y volvió a ser el Conde en el episodio de la serie televisiva Matinee Theater titulado «Dracula» (Lamont Johnson, 1958), adaptación a una hora de la obra de Stoker, y en el film Nocturna, nieta del conde Drácula (Nocturna, Harry Hurwitz, 1979); aparte de ello, en la cinta mexicana Las vampiras (1969), de Federico Curiel, fue el conde Alucard, y ya sabemos todos lo que significa eso.
El Drácula que se presenta en este filme (y que no es llamado así en momento alguno) se ve un tanto mundano. Aparte del referido bostezo, camina de un modo muy campechano, precisa de una antorcha para iluminarse en la oscuridad y no sabemos si puede salir de día, o bien la noche americana que se recrea en el film es una soberana chapuza. Se da la curiosa circunstancia de que sus víctimas lucen cuatro marcas en el cuello, por lo cual se sobreentiende que posee colmillos en las filas de dientes superior e inferior, aunque nunca se los veremos. Puede comer tradicionalmente como las personas, y solo ataca a mujeres y ovejas, y cualquier objeto punzante atravesando su corazón es capaz de acabar con él. Al final, cuando muere, vemos un murciélago abandonando la cueva donde se cobija y cayendo, mientras que dentro sigue su cuerpo «humano» que se descompone y se convierte en una calavera. Podría conjeturarse que el murciélago representa el alma vampírica del Conde. Carradine lo interpreta en ocasiones de un modo algo cansino, y otras con cierta energía, destilando fuerza en la mirada y, en un momento determinado, soltando un bramido amedrentador. Dentro de lo rutinario de la puesta en escena, queda atractivo el plano donde el vampiro intenta controlar a sus víctimas y un foco rojo ilumina su rostro.
El díptico se comenzó a rodar en junio de 1965, al mismo momento que se anunciaba oficialmente, y del presupuesto destinado a ambos sobraron 25.000 dólares. El guion, al igual que el de la otra película del doblete, está acreditado a Carl K. Hittleman, pero Jack Lewis, responsable del libreto de The Amazing Transparent Man [tv: El increíble hombre transparente, Edgar G. Ulmer, 1960], declaró que él lo había escrito, y luego se lo vendió a Hittleman por 250 dólares. Sin embargo, la presente conserva una estructura un tanto similar al de la previa, con un personaje que tiene especial desprecio por el héroe, una incursión india un tanto gratuita y una trama, en especial, que divaga en exceso, a tal punto que de la hora y cuarto que dura el film solo en los quince minutos finales por fin progresa el argumento y desarrolla algo. El resto son idas y venidas y digresiones; la inmigrante no para de hablar de «murciélagos y vampiros», como si ambas cosas fuesen lo mismo; la médico del pueblo abre un libro y lee cuatro tópicos sobre los no muertos, y de pronto se convierte en experta en la materia; Drácula aparece y desaparece de la trama sin explicaciones.
Si el guion es mediocre, la dirección de Beaudine, una vez más, se hace convencional. Como en Jesse James Meets Frankenstein’s Daughter, aquí tenemos una mezcolanza de tópicos de wéstern de serie C con convenciones del cine de terror de serie Z. En ocasiones es grato escuchar ciertas explicaciones sobre los vampiros, la fotografía es bonita (más allá de la chapuza de la noche americana, si eso es) y resulta grata la presencia de John Carradine, amén de la aparición muy breve de Harry Carey Jr. y la algo más extensa de Bing Russell y Roy Barcroft, figuras del cine del Oeste. A Billy el Niño lo encarna Chuck Courtney, figura menor del género, y que tuvo un papel semirregular en la serie El Llanero Solitario (The Lone Ranger, 1949-1957) entre 1950 y 1955. Tal como su acompañante, la presente muestra puede agradar, siendo muy benevolente, al aficionado más por sus premisas que por sus resultados.
Anécdotas
- Título en México: Billy the Kid contra Drácula.
- John Carradine considera esta la peor de todas las películas que hizo. «He trabajado en una docena de las mejores, y he trabajado en una docena de las peores. Solo me arrepiento de Billy the Kid Versus Dracula. Por lo demás, no me arrepiento de nada». Y en otra ocasión: «¿Mi peor película? Eso es fácil, una cosa llamada Billy the Kid Versus Dracula… Era una película mala. Ni siquiera la recuerdo. Estaba absolutamente aturdido».
- Durante mucho tiempo se pensó que Billy el Niño era zurdo, por las fotos que sobrevivían de él, hasta que se cayó en la cuenta que las impresiones de la época invertían la imagen. Aquí aparece como diestro, sin duda porque simplemente el actor lo es, sin más preocupaciones.
- En diversas ocasiones a lo largo de la película, Mrs. Oster es llamada Mrs. Olson. Virginia Christine interpretó a Mrs. Olson en los anuncios de café Folgers.
- Estrenada en Estados Unidos el 10 de abril de 1966. Exhibida en España el 9 de mayo de 1967 en un ciclo dentro de la Filmoteca Española, pero sin estreno oficial en el país.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra