Aegeus es un joven enfermizo que sufre de una monomanía, mientras que su bella prima Bérénice es toda vitalidad, hasta que desarrolla una epilepsia. Poco a poco, Aegeus, al tiempo que se enamora de ella y la muchacha va languideciendo, él se va obsesionando con sus dientes perlados.
Dirección: Éric Rohmer. Guion: Éric Rohmer, según el relato de Edgar Allan Poe. Fotografía: Jacques Rivette. Montaje: Jacques Rivette, Éric Rohmer. Intérpretes: Teresa Gratia (Bérénice), Éric Rohmer (Aegeus)… Nacionalidad y año: Francia 1954. Duración y datos técnicos: 22 min. B/N 1.37:1 16 mm inflado a 35 mm.
Dicebant mihi sodales,
si sepulchrum amicae visitarem,
curas meas aliquantulum fore levatas[1]
Éric Rohmer (1920-2010) fue uno de los directores franceses más aclamados por la crítica especializada. Nacido como Jean-Marie Maurice Schérer (o Maurice Henri Joseph Schérer), era muy celoso de su intimidad, e incluso su fecha de nacimiento no es nada clara; al parecer, quería guardar en secreto su profesión ante su madre. Se dice que su seudónimo proviene de un doble homenaje a Erich von Stroheim, el mítico director y actor, y a Sax Rohmer, el autor de las novelas de Fu Manchú. Esto último sorprende bastante, en vista del tono que desarrollaría su posterior carrera como cineasta. Comenzó trabajando de maestro, y luego pasó a ser periodista freelance, al tiempo que publicaba una novela (con el seudónimo de Gilbert Cordier). Se dedicó a frecuentar las proyecciones de la Cinémathèque Française, donde estableció contacto con posteriores cineastas de la nueva ola francesa, tales como Jean-Luc Godard, François Truffaut, Claude Chabrol o Jacques Rivette. Sin mucho interés inicial por el cine, desplegó esa pasión, y se puso a escribir análisis fílmico en publicaciones como Révue du Cinéma, Arts, Temps Modernes o La Parisienne, hasta cofundar en 1950, junto a Godard y Rivette, La Gazette du Cinéma, que duró poco, y al año siguiente se unió a la plantilla de Cahiers du Cinéma.
Por esos mismos años abordó el rodaje de cortometrajes. El primero de ellos sería Journal d’un scélérat (1950), que coescribe junto a Paul Gégauff, y al que hace protagonizar; hoy día el film se halla desaparecido. Llegaría a dirigir doce cortometrajes hasta 1968, más uno que dejó inacabado (de lo que tengamos constancia, al menos), pero ya había debutado en el largo por medio de El signo del león (Le signe du lion, 1959). Después, su carrera se caracterizaría por una serie de películas que englobaba en ciclos, como «Seis cuentos morales», «Comedias y proverbios» y «Cuentos de las cuatro estaciones», aunque también ofreció bastantes filmes «sueltos». Seis veces fue premiado en el Festival de Venecia y siete en el de Berlín, ganó el premio Louis Delluc por La rodilla de Claire (Le genou de Claire, 1970), y la revista Cahiers du Cinéma, en la que participó, recordemos, le galardonó tres veces, y nominó en nueve ocasiones.
Gran amante de la literatura antes de que descubriera el cine, no abandonó nunca a aquélla. Rodaría el documental televisivo Les histoires extraordinaires d’Edgar Poe (1965), pero ya antes lo había adaptado por medio de un cortometraje, Bérénice [tv[2]: Berenice, 1954], que se basa en el cuento homónimo. Este fue publicado inicialmente en marzo de 1835, dentro de la revista Southern Literary Messenger. Hubo quejas de muchos lectores debido a su morbosidad, de resultas de lo cual se editaría con posterioridad una versión abreviada, para no conmocionar sus sensibilidades, en 1840; los cuatro párrafos eliminados describen una escena en la que Egæus visita a Berenice antes de que la entierren y ve con claridad que sigue viva, ya que mueve un dedo y sonríe.
Para su adaptación, Éric Rohmer rodó en blanco y negro y 16 mm, que luego se infló a 35. La fotografía la realizó un amigo ya mencionado aquí, Jacques Rivette, quien asimismo efectuó el montaje junto al propio Rohmer. Rivette (1928-2016) ya había dirigido sus propios cortos desde 1949, y saltó al largo con Paris nous appartient (1961); su film más prestigioso acaso sea La bella mentirosa (La Belle Noiseuse, 1991). El guion lo escribió Rohmer por medio de un condensado del propio texto de Poe; se recita con una voz en off, y se ilustra a través de imágenes rodadas sin sonido, que luego fueron sonorizadas con esa locución y un acompañamiento melódico de música clásica. Solo hay unos efectos de sonido al final, muy interesantes.
Como protagonistas tenemos al propio Rohmer en el papel de Aegeus (o también Egæus, como aparece citado en la edición original del texto de Poe, o Egeo), un lánguido personaje, muy propio de Poe, enfermizo y que posee una monomanía que lo hace quedarse embelesado durante horas en los objetos más insignificantes. Vive en una casa de campo junto a su prima Berenice, de la cual está enamorado, y que se muestra siempre vital y entusiasta. Esta es interpretada por Teresa Gratia, de la cual no conocemos otra contribución fílmica. También aparecen una niña, que se supone podría ser la hermana menor de Berenice, y un criado, pero ninguno de los dos está identificado en las fuentes. De hecho, apenas hay créditos en la película: una voz en off recita al principio «Berenice, de Edgar Poe», y al final hay un rótulo pintarrajeado con la palabra «Fin».
El discurso redactado por Rohmer es denso, prolijo y sobre explicativo. Describe gestos y acciones que vemos efectuados por los propios actores, por lo cual resulta superfluo en muchas ocasiones. Leído de forma impresa puede que se mostrara efectivo (aunque preferimos el texto de Poe), pero el cine se articula por medio de la narración visual. Además, comete el error de anunciar con la voz en off la muerte de Berenice antes de que esta sea constatada a través de la imagen. El tono obsesivo, enfermizo y macabro del cuento se ve muy difuminado, y semeja más un corto surrealista de Buñuel, carente de surrealismo, o acaso un melodrama de los que rodaba Griffith en su etapa muda. A ello ayuda en gran medida la fotografía de Rivette, de gran belleza plástica pero que no se queda en el mero adorno, sino que otorga intensidad a unas imágenes que no terminan de cuajar por la forma en que Rohmer lo narra (tanto en la imagen como en el audio).
Anecdotario
- La película fue filmada en la casa de André Bazin, co-fundador de Cahiers du Cinema en 1951. A partir de 1957 el editor fue Éric Rohmer
- Adaptaciones del relato de Poe:
Bérénice [tv: Berenice, 1954, de Éric Rohmer [Francia; CM].
Berenice (1959), de Marta Reguera [Argentina; telefilm].
Berenice (1985), de Chumilla-Carbajosa [España; CM].
Bérénice (1988), de Georges Mourier [Francia; CM].
Tales of Mystery and Imagination: «Berenice» (1995), de Dejan Sorak [Reino Unido, Canadá, Estados Unidos; episodio serie TV].
Berenice (2004), de Geoffrey Ciani, Christian Twiste [Estados Unidos; CM video].
Berenice (2005), de Bruno Duarte, Luciana Penna [Brasil; CM].
Berenice (2007), de Alejandro Aguilera [México; CM].
E.A. Poe’s Berenice (2012), de Michael D. Stern [Estados Unidos; CM].
Edgar Allan Poe’s Berenice (2014), de Travis Mills [Estados Unidos; CM].
Berenice (2015), de Thenia Emmanouil [Grecia; CM].
Bibliografía
«Berenice». En Cuentos completos. Edición comentada; por Edgar Allan Poe; recopilación de Fernando Iwasaki y Jorge Volpi; traducción de Julio Cortázar. Madrid: Páginas de Espuma, 2008. Colección: Voces; nº 113. T.O.: «Berenice» (1835).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] «Decíanme mis amigos que si visitaba la tumba de mi amada encontraría algún alivio a mi dolor». Con esa cita en latín comienza el relato escrito por Edgar Allan Poe.
[2] En los momentos de escribir estas líneas está siendo programado por la plataforma Filmin, junto a gran parte de la filmografía de Rohmer.