Alucarda nace de la unión entre una mujer y un sátiro y es dejada en un convento. Cuando, quince años después, llega una novicia llamada Justine, Alucarda se siente atraída hacia ella. Pero como hija del diablo que es, esa pasión traerá la locura y la corrupción al convento.
Dirección: Juan López Moctezuma. Producción: Films 75, Yuma Films. Productores: Max Guefen, Juan López Moctezuma, Eduardo Moreno. Productor ejecutivo: Eduardo Moreno. Guion: Alexis Arroyo, Juan López Moctezuma, según una historia de A. Arroyo, Tita Arroyo, J. López Moctezuma, Yolanda López Moctezuma. Fotografía: Xavier Cruz. Música: Anthony Guefen. Montaje: Maximino Sánchez Molina. Dirección artística: Kleomenes Stamatiades. FX: Abel Contreras (efectos especiales). Intérpretes: Claudio Brook (Dr. Oszek / gitano jorobado), David Silva (padre Lázaro), Tina Romero (Alucarda / madre de Alucarda), Susana Kamini (Justine), Lili Garza (Daniela Oszek), Tina French (hermana Angélica), Birgitta Segerskog (madre superiora), Adriana Roel (hermana Germana), Martín LaSalle (hermano Felipe), Manuel Dondé (conductor del carromato), Edith González (aldeana), Antonia Guerrero, Adriana Riveroll, Susan Inman, Alejandra Moya, Agustín Isunza, Paloma Woolrich, Marina Isolda, Sonia Rangel, Beatriz Martínez, Colombia Moya, Damián Dueñas, Tito Novaro, Carlos Guisa Hohenstein, Victorio Blanco, Rosa Furman, Juan López Moctezuma, Michael F. O’Toole, Kleomenes Stamatiades… Nacionalidad y año: México 1977. Duración y datos técnicos: 78 min. – color – 1.37:1 – 35 mm.
Alucarda, por supuesto, es la «feminización» del nombre Alucard, anánimo de Drácula, motivo por el cual en algunas fuentes la presente película es calificada erróneamente como de vampiros. Se da también el hecho de que, en una breve parte del metraje, la trama recuerda a la novela corta Carmilla de Sheridan Le Fanu, pero tampoco es una adaptación de esta, como se ha llegado a afirmar. Puestos a buscar antecedentes, el más notorio es el de la película Los diablos (The Devils, 1971), de Ken Russell, tanto en tema como en tratamiento, así como el caso real de las brujas de Salem, con el ambiente de histerismo que se desató, pero enclavado en una inflexión por completo fantástica, donde se conjuran posesiones satánicas, bacanales y culto a la sangre. Hay una escena en la cual un personaje porta un libro, y de él diversas monjas comienzan a recitar casos reales de posesiones en conventos, como el caso de las poseídas de Loudun, en 1634, que diera lugar a la excelente Madre Juana de los Ángeles (Matka Joanna od Aniolów, Jerzy Kawalerowicz, 1961), así como al film de Russell antes mencionado.
Juan López Moctezuma (1932-1995), el realizador, gozó en su día de un gran prestigio entre los círculos especializados, aunque en realidad su filmografía es escasa, habiendo dirigido solo seis películas: La mansión de la locura (1973), una adaptación de Poe, el psycho-killer Mary, Mary, Bloody Mary (1975), la presente, To Kill a Stranger (1984), otro psycho-killer, el drama sobre inmigración Welcome Maria (1986) y El alimento del miedo (1994), sobre satanismo. En todo caso, etiquetar el cine de Moctezuma es algo osado, puesto que se aparta de los cánones establecidos en muchos sentidos. Aparte de estas cintas que dirigió, también fue actor en las obras de otros realizadores, locutor de radio, director para Televisa y productor para Alejandro Jodorowsky. En 1993 ingresó en una institución mental debido al Alzheimer y murió dos años después.
Alucarda, la hija de las tinieblas [vd/tv/dvd: Alucarda, 1977] se rodó en inglés (como la mayoría de las películas de Moctezuma), aunque también existe una copia doblada para el público mexicano e hispanoparlante. Arranca en 1850, aunque algunos estudiosos lo han definido como una Edad Oscura perpetua, en un México dominado por la superstición y la ignorancia. Allí nace Alucarda, y al parto asiste un misterioso gitano jorobado, que tiene el aspecto de un sátiro, y que acaso pudiera ser también el padre. El extraño individuo (que reaparecerá en momentos clave del film) deja la criatura en un convento y, quince años después, ingresa en él una novicia llamada Justine, de la cual Alucarda se enamorará.
Como puede verse, las referencias son infinitas. El amor entre las dos muchachas está inspirado sin lugar a dudas en el Carmilla de Le Fanu, como se dijo; el nombre de Justine remite al marqués de Sade; en una de las tumbas que descubren las muchachas luce el apelativo de Lucy Westenra[1]; el gitano jorobado, con sus barbas de chivo, semeja un sátiro de la mitología helénica, y es un aspecto que también se podría asociar al diablo… Además, visualmente Moctezuma conecta la película con pinturas, como el Goya de la época negra o algunos grabados de la serie «Los Caprichos», o la «Ofelia» de John Everett Millais[2], o también esculturas como «La Piedad» de Miguel Ángel; en este último caso, el sentido religioso se invierte aquí. Y también debe resaltarse el vestuario, con los extraños hábitos que portan las monjas, como trajes de época blancos tintados en sangre —acaso representación del pecado que todos portamos— y una toca desprovista de cofia.
El convento donde habita Alucarda parece situado a las puertas del infierno. Dispone de una arquitectura tortuosa, con grutas naturales que se aprovechan para alojar en ellas Cristos de aspecto aterrador. La propia Iglesia es representada como un ente castrador, colérico y terrible, que castiga todo acto que se aparte del camino que esta considere como recto. Cuando Alucarda y Justine den campo libre a su amor, la Iglesia responderá para reprimirlo y, en respuesta, las fuerzas del Mal se desatarán. Al lugar asiste de forma asidua un doctor, que vendría a representar la cordura y el raciocinio en un lugar donde impera la sinrazón. El hecho de que el personaje esté interpretado por Claudio Brook, quien da también vida al sátiro jorobado, es bastante significativo sobre la intencionalidad de Moctezuma: un constante enfrentamiento entre oscurantismo y modernidad, donde ni uno ni otra tienen solución para resolver el conflicto, y se destruyen mutuamente.
En un momento determinado, el film se convierte en un desvarío, y las monjas gritan, se azotan y corren de un lado para otro, y el médico, que hasta entonces había sido una voz de sensatez en el lugar, se suma a la locura colectiva convirtiéndose en una especie de Van Helsing colérico, arrojando agua bendita, que quema como ácido, sobre las pecadoras. Alucarda invoca a Satán, Belcebú, Astaroth y Belphegor, y en respuesta las fuerzas del Mal se desatan. Existen algunas curiosas contradicciones, como el hecho de que un pequeño crucifijo que cuelga del cuello de una monja asuste a Alucarda, mientras por otro lado las enormes cruces clavadas en las paredes parecen no ejercer efecto alguno sobre ella. Pero, al fin y al cabo, coherencia no es lo que busca un film desmesurado, desmañado e histérico, sino solo plasmar un estadio de histerismo que sería un reflejo de un fin de los tiempos que ya aconteció tiempo atrás.
Anecdotario
- Títulos anglosajones: Alucarda / Innocents from Hell / Mark of the Devil 3 / Mark of the Devil Part 3: Innocence from Hell / Sisters of Satan.
- Rodada en los Estudios América, en Coyoacán, Ciudad de México Distrito Federal, México.
- Exhibida en Francia, el 10 de marzo de 1977, en el Festival de Cine Fantástico de París, y en España en octubre de 1977 en el Festival de Sitges, aunque no gozó de estreno oficial en nuestro país.
- La escena en la que Alucarda y Justine están en la cripta por primera vez, el nombre de la persona del ataúd que abre la primera es Lucy Westerna.
- López Moctezuma hace un cameo como uno de los monjes, y el director artístico Kleomenes Stamatiades también ofrece una pequeña aparición.
- Estrenada en México el 26 de enero de 1978. En España se editó en vídeo por la compañía DIVSA, Difusora Internacional de Vídeo, en 1985; después se ha editado en DVD por Naimara en 2005 y por DVD Spain en 2007.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Algunas fuentes teorizan que se trata de la madre de Alucarda.
[2] Este cuadro también es utilizado por Lars von Trier en su película Melancolía (Melancholia, 2011), donde el personaje que lo representa se llama Justine, igual que aquí.