Alicia sueña que el conejo blanco se cuela por el agujero y ella va detrás de él. Habrá de beber de una botella para reducir su tamaño y meterse por la pequeña puerta que da al País de las Maravillas.
Dirección: Cecil M. Hepworth, Percy Stow. Producción: Hepworth. Productor: Cecil M. Hepworth. Productores ejecutivos: Herman Casler, Elias Koopman, Harry Marvin. Guion: Cecil M. Hepworth, según la novela Alice’s Adventures in Wonderland de Lewis Carroll. Fotografía: Cecil M. Hepworth, Liwayway Memije-Cruz. Intérpretes: May Clark (Alicia), Mrs. Hepworth (Conejo Blanco / Reina), Cecil M. Hepworth (Rana), Norman Whitten (Sombrerero Loco / pez), Blair (perro), Geoffrey Faithfull (naipe), Stanley Faithfull (naipe)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1903. Duración y datos técnicos: 10 B/N con tintados 1.33:1.
La primera adaptación al cine de la clásica novela de Lewis Carroll es este cortometraje de diez minutos de duración, debido a Cecil M. Hepworth y Percy Stow. Hepworth (1874-1953), además de co-dirigir, produjo, escribió el guion, hizo la fotografía e interpretó a la rana. Uno de los pioneros de la cinematografía británica, su padre fue un exhibidor de linterna mágica (1) además de escritor, y Cecil se involucró desde el inicio en el recién inventado cinematógrafo, amén de escribir el primer libro sobre cine en el Reino Unido, publicado en 1897. Fundó la compañía que lleva su nombre junto a su primo Monty Wicks, y en 1897 dirigió su primera película, el corto The Egg-Laying Man. Tuvo un gran éxito inicialmente, y fue uno de los primeros realizadores que se dio cuenta de la importancia de las “estrellas”, tanto humanas como animales. En 1923 se arruinó y vendió todas las copias de sus películas para extraer las sales de plata del celuloide, por lo cual la mayoría de sus films están hoy día desaparecidos.
Narrada en cuadros, como era costumbre en la época, muestra inicialmente a Alicia durmiendo, y luego aparece el Conejo Blanco, que se cuela en la madriguera y la niña lo persigue. La niña fue encarnada por May Clark (1889-1984), es decir, tenía catorce años cuando se rodó el film. Cuando se topa ante una puerta minúscula, habrá de ingerir el contenido de una botella que luce un letrero con el texto “Bébeme” en él. Veremos a Alicia reducirse de tamaño, por medio del trucaje de rodarla sobre un fondo oscuro y luego alejar la cámara, fusionando esa imagen con la del telón de la habitación con la puerta.
A continuación la veremos en rápidos cuadros de más aventuras (sin duda ahí desapareció gran parte de metraje), como cuando juega con un perro, o recupera su tamaño original dentro de una casa, apenas cabiendo en ella, o su intento de calmar a un bebé especialmente llorón, y que de repente se convierte en un cochinillo.
A destacar que el gato de Cheshire es encarnado por un gato atigrado de verdad, proyectado sobre un seto. Eso sí, no lo veremos sonreír en momento alguno, y hasta se le verá algo mohíno en su aspecto. Finalmente, cuando escape en el instante que la intentan cortar la cabeza, despierta y comprueba que todo ha sido un sueño.
Por supuesto que se trata de un film notablemente primitivo, que solo ofrece la curiosidad de ese trucaje de empequeñecimiento, amén de la curiosidad histórica que representa ser la primera adaptación de un clásico del género de la fantasía.
Anécdotas
- El rodaje tuvo lugar en Walton-on-Thames, Surrey, Inglaterra, Reino Unido.
- Estrenada en el Reino Unido en mayo de 1903.
- El 24 de febrero de 2010 el British Film Institute restauró un tanto la única copia que pervive, incompleta, añadiéndole los tintados originales.
Bibliografía
Alicia en el país de las maravillas. Inc. En Alicia: edición completa; por Lewis Carroll; con las ilustraciones originales de Sir John Tenniel; coloreadas por Harry Theaker y Diz Wallis; traducción de Ramón Buckley. Zaragoza: Edelvives, 2015. Contenido completo: Alicia en el país de las maravillas (Alice’s Adventures in Wonderland, 1865); A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (Through the Looking-Glass, 1871).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
(1) La linterna mágica fue uno de los predecesores del cine, desarrollado a lo largo del siglo XVII, y consistía en la proyección de imágenes sobre una pared, algo similar a las diapositivas, aunque aportando un rústico movimiento a los cuadros.