En una pequeña población portuaria africana, un bar es conducido por un europeo llamado Webb Fallon. En realidad, es un vampiro, y lleva soportando esta maldición desde cuatrocientos años atrás, cuando condujo a una mujer a la muerte. Ahora, en la zona comienzan a acontecer muertes muy características, y los habitantes locales saben cuál es la causa.
Dirección: Lesley Selander. Producción: Republic Pictures. Productor asociado: Rudolph E. Abel. Guion: Leigh Brackett, John K. Butler, según un argumento de L. Brackett. Fotografía: Robert Pittack, Bud Thackery [acreditado como Ellis Thackery]. Música: Richard Cherwin (director musical). Montaje: Tony Martinelli. Dirección artística: Russell Kimball. FX: Howard Lydecker, Theodore Lydecker (efectos fotográficos), Gordon Schaefer (transparencias). Intérpretes: John Abbott (Webb Fallon), Charles Gordon (Roy Hendrick), Peggy Stewart (Julie Vance), Grant Withers (padre Gilchrist), Emmett Vogan (Thomas Vance), Adele Mara (Lisa), Roy Barcroft (capitán Jim Barrett), Martin Wilkins (Simon Peter), Frank Jaquet (el doctor), Jimmy Aubrey (el holgazán), George M. Carleton, Fred Howard, Frank O’Connor, Arlyn Roberts, Constantine Romanoff, Floyd Shackelford, Tom Steele, Charles Sullivan, Jim Thorpe, Ralph Volkie, Zack Williams… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1945. Duración y datos técnicos: 59 min. – B/N – 1.37:1 – 35 mm.
El vampirismo, sea de una u otra manera, es una leyenda que impera prácticamente en todas las partes del mundo. En África occidental, el pueblo asante habla del asanbosam con dientes de hierro y que habita en los árboles, y el grupo étnico ewé del adze, que puede tomar la forma de una luciérnaga y caza niños. La región del Cabo Oriental de Sudáfrica dispone del impundulu, que toma la forma de un gran pájaro con garras y puede invocar truenos y relámpagos, y los betsileo de Madagascar hablan de la ramanga, un forajido o vampiro vivo que bebe la sangre y come los recortes de las uñas de los nobles[1]. Sin embargo, en The Vampire’s Ghost (1945) el vampiro que aparece es llamado por esta palabra, sigue ciertas características muy propias a los del folklore europeo (de hecho, ese es su origen) y, sin embargo, los habitantes locales del lugar lo identifican por sus características sin la menor duda.
Lo más interesante de esta película es la incorporación como guionista de la gran Leigh Brackett (1915-1978), mítica escritora pulp y guionista especialmente vinculada con Howard Hawks. Es famosa la leyenda de que Hawks admiraba la rudeza varonil que desprendían los textos de Brackett para revistas como Mammoth Detective, y en especial su novela No Good from a Corpse (1944), así pues solicitó la comparecencia de «ese tipo» para ayudar a William Faulkner en la redacción del guion para El sueño eterno (The Big Sleep, 1946). El resto es historia. Sin embargo, la presente cinta surgió a partir de su representante, Hugh King, que había entrado a trabajar en la Republic como editor de historias, y le consiguió un contrato a Brackett como guionista. Al respecto, la escritora después declararía: «Hicieron esta película de terror. Decidieron sacar provecho de la escuela de monstruos Universal, y yo había estado haciendo ciencia ficción, y para ellos todo parecía lo mismo: “monstruos con ojos de insecto”[2]. No había ninguna diferencia [para ellos]. Hice The Vampire’s Ghost allí, y al margen del claro cielo azul sucedió esto otro, simplemente por la fuerza de una novela hard boiled que yo había publicado»[3]. También declararía: «Filmaron la película en diez días y eso fue dos días más de lo previsto (risas). Despidieron al camarógrafo después del segundo día porque se tomaba demasiado tiempo. Pero no fue la mejor película jamás realizada»[4].
Como director se eligió a Lesley Selander (1900-1979). Había comenzado como ayudante de dirección, oficio en el que trabajó con gente como Howard Hawks, W. S. Van Dyke o Fritz Lang, y luego llegó a dirigir 134 películas, desde la primera, Ride ‘Em Cowboy (1936), hasta la última, Arizona (Arizona Bushwhackers, 1968)[5]. Fue, sobre todo, especialista en wésterns, género en el cual se especializó profusamente[6], aunque también dirigió algún film de aventuras, y era el tradicional asalariado efectivo y práctico. La presente película tuvo tal éxito que en 1946 el realizador volvió al género con The Catman of Paris, y la productora, la Republic, especialista en wésterns y seriales, reincidió también con la película Valley of the Zombies [vd: El valle de los zombis, Philip Ford, 1946].
Y en realidad, el tratamiento que le confiere Selander a la historia es similar al de un film del Oeste. Inclusive se da el hecho poco habitual de que, en un momento dado, los indígenas atacan provistos de rifles, en lugar de arcos y lanzas. Precisamente, si una vez vista la película se hace el ejercicio mental de trasladarla a los moldes del wéstern, se comprobará que en la práctica no hay que hacer cambios. Y uno duda si el proyecto inicial no estaría ambientado en el Oeste norteamericano en lugar de una población ignota de África.
Diversos aspectos resultan curiosos en el film. Por un lado, la forma en que está bosquejado el vampiro. Este adquiere su condición por una maldición por causar la muerte de una mujer. De cuatrocientos años de edad, sigue costumbres muy humanas, así pues, fuma, y mucho, y duerme como los demás; sale de día, y el sol le hace daño a la vista, por lo cual usa gafas en consonancia. Solamente, de vez en cuando, ataca a personas para alimentarse, aunque parece ser que su personalidad le conduce a traer la desdicha a aquellos que conoce, sin poder evitarlo. Se da la circunstancia de que cuando el sacerdote del lugar se le aproxima, este le transmite una gran debilidad. Es herido por unos africanos con una lanza recubierta con plata fundida, lo cual le hiere de gravedad, pero reposando la cabeza sobre un cofrecillo que contiene la tierra en la cual fue enterrado se recupera, gracias también a la luz de la luna.
Lo peor es el actor que la productora decidió contratar para el papel, John Abbott, un individuo de aspecto lánguido y ojos de pescado, y por su apariencia podría ser más adecuado para comedias, aunque ha desarrollado una carrera amplia y con papeles sólidos, si bien como vampiro no da muy bien el tipo. Uno se imagina en su lugar a Bela Lugosi, sin cambiar un ápice todo lo demás, y no hay color.
Precisamente la fotografía es en blanco y negro, y puede decirse que es lo mejor de la película. Debida a Robert Pittack y Bud Thackery ―este último acreditado como Ellis Thackery―, otorga una densidad asombrosa a las imágenes, proporcionándole una excelente atmósfera. Hay un par de grandes momentos, como cuando el vampiro ataca al jugador de cartas, donde solo se vislumbra la sombra del no muerto, con las manos conduciéndose hacia su cuello, lo cual remite en cierta manera al Nosferatu (Nosferatu, eine Symphonie des Grauens, 1922) de F. W. Murnau. O aquel otro momento en el cual se le enfrenta el sacerdote provisto de una cruz, y la sombra de esta se ve resaltada en el rostro del vampiro.
Por lo demás, la historia es tan sencilla como simpática, la duración llega raspada a la hora y el ritmo, por tanto, es trepidante. La referida brillantez visual, así como instantes atmosféricos, no conducen, desde luego, a «la mejor película jamás realizada», tal como refirió Leigh Brackett, y lo cual, por otra parte, es absurdo. Pero tampoco es una atrocidad, tal como se ha referido en otras partes. El amante del género encontrará suficientes alicientes para acercarse a este pequeño (en todos los sentidos) film.
Anécdotas
- Título en Argentina y México: El espectro del vampiro.
- Jim Thorpe, que aparece en un papel muy breve, era un nativo americano, campeón olímpico. Burt Lancaster le dio vida en la biopic Jim Thorpe — All-American (1951) de Michael Curtiz.
- Rodada en octubre de 1944.
- Estrenada en Estados Unidos el 21 de mayo de 1945, en programa doble con The Phantom Speaks, de John English.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Tal como se menciona en la entrada de la Wikipedia inglesa «Vampire folklore by region». La entrada española posee curiosas variaciones con lo citado.
[2] «Bug-eyed monsters» en el original, un arquetipo de la literatura pulp de ciencia ficción de la época.
[3] En «How They Write A Script: Leigh Brackett», por Scott Myers. En https://gointothestory.blcklst.com/how-they-write-a-script-leigh-brackett-7eb1d1a2f9c5
[4] En «Classic Leigh Brackett & Edmond Hamilton Interview». Web Tangentonline, 12 de diciembre de 2009. Citado en la Wikipedia inglesa, en la entrada de la película. Link ya no disponible.
[5] Título de emisión televisiva, Pioneros de Arizona.
[6] De las 134 películas citadas, 107 son del Oeste.