Un científico descubre algo que denomina la “gravedad reversa”, con lo cual puede hacer flotar los objetos. Tras realizar experimentos con diversos objetos de su casa, se vuelca el producto encima y sale volando por la ventana hasta llegar a Marte.
Dirección: Ashley Miller. Producción: Edison Manufacturing Company. Nacionalidad y año: Estados Unidos 1910. Duración y datos técnicos: 5 min. B/N 1.20:1.
A Trip To Mars es una de las primeras películas de ciencia ficción de la historia del cine, si bien se trata de una narración muy elemental, como es lógico dada su fecha de producción (si bien para entonces ya D. W. Griffith efectuaba films mucho más complejos). Realizada por la compañía de Edison, este intentaba cubrir el mercado con producciones sencillas, basadas más en el espectáculo del propio invento, con historias muy básicas, aunque a él pertenece una adaptación del Frankenstein de Mary Shelley. En todo caso, la película no iba destinada a los cines tradicionales, sino para ser exhibida por medio del kinetoscopio (un aparato con un visor para poder ver las películas a través de él un único espectador).
La presente cinta es obra de Ashley Miller (1867-1949), uno de los pioneros del Séptimo Arte, que realizó un total de 132 producciones listadas, de las cuales solo nueve son largometrajes de cierta extensión. Debutó como director en 1909 con el corto Laddie, y su última labor fue otro corto, Sky Splitter, en 1923. También fue un pionero de la animación, rodando siete cortos en esta modalidad. Cuando abandonó el cine se dedicó al teatro. Nacido en Cincinnati, Ohio, murió a los 82 años en Nueva York.
Aquí tenemos a un científico que inventa algo que denomina la “gravedad reversa”, semejante a unos polvos que, tras emplearlo con diversos objetos de su entorno, como una silla, con lo cual consigue efectos antigravitatorios, se lo arroja sobre sí mismo, tras lo cual sale volando por la ventana y va a parar a Marte. Allí se encuentra con una serie de sorprendentes criaturas: árboles de unos cinco metros que se mueven, que disponen de rostro en su copa y unas manos que extienden golosas hacia él. Al final va a parar en las garras de un marciano gigantesco, pues él parece tener solo diez centímetros a su lado. El marciano exhibe una inmensa calva, largas orejas puntiagudas y rasgos muy pronunciados, con unas cejas arqueadas. El alienígena lo mira sorprendido unos instantes y después sopla sobre él algo parecido a un aliento gélido (como Superman), hasta convertirlo en un puñado de nieve, que moldea convirtiendo en pelota y después descongela. Ello le provoca al científico caer de nuevo, hasta llegar al interior de su casa a través de la ventana. Al fin, arroja su invento al suelo, provocando que su residencia se ponga a girar sin parar.
Como puede apreciarse, una narración muy elemental, aunque ofrece como elemento de interés ese producto que inventa el científico, y que recuerda enormemente a la cavorita del protagonista de Los primeros hombres en la Luna (The First Men in the Moon, 1901), de H. G. Wells. De igual modo, el efecto del producto es similar al de una posterior película como es Un sabio en las nubes (The Absent-Minded Professor, 1961), producción Disney dirigida por Robert Stevenson y protagonizada por Fred MacMurray.
En todo caso, viendo este corto, aunque al final no muestra al protagonista despertando o algo así, como es norma –la misma Aelita (Aelita, 1924), de Yakov Protazanov, por ejemplo–, da la impresión de tratarse de una metáfora sobre el consumo de narcóticos (la palabra inglesa «trip», además, arroja ese doble sentido). Al principio el producto que crea el científico es como unos polvos mágicos, que arroja sobre sí provocando el viaje a Marte. Y luego, una vez allí, el marciano hace con el científico algo que muchos espectadores han denominado como “fumárselo”, de un modo que semeja a un porro.
Anécdotas
- La copia que puede verse en YouTube posee copyright de la compañía Golden Age Publishing LLC.
- Estrenada el 18 de febrero de 1910, en programa doble, dentro de una bobina única, junto a The Miniature (1910), otra producción Edison, esta acerca de un duelo.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
La película entera la puedes ver aquí: