Brett Fletcher, un profesor de historia, debe abandonar Nueva Inglaterra para trasladarse al oeste, donde el clima seco será bueno para sus pulmones. Allí se topa con “Beauregard” Bennet, un forajido mestizo que lo retendrá como rehén. Entre los dos se dará una relación cautivante, a tal punto de que ambos intercambiarán personalidades, como si dijéramos: “Beau” Bennet, un criminal sin escrúpulos, irá adquiriendo conciencia e integridad; por su parte, el profesor Fletcher se repondrá en su salud, acaso por el clima, o más bien por la sensación de poder que lo va alimentando, y se convierte en un cruel dictador, fraguado por los conocimientos de historia que el personaje detenta.
Dirección: Sergio Sollima. Producción: Arturo González Producciones Cinematográficas, Produzioni Europee Associati. Productores: Arturo González, Alberto Grimaldi. Guion: Sergio Donati, Sergio Sollima, según argumento de S. Sollima. Música: Ennio Morricone. Fotografía: Emilio Foriscot, Rafael Pacheco. Diseño de producción: Carlo Simi. Montaje: Eugenio Alabiso. Intérpretes: Tomas Milian (Solomon ‘Beauregard’ Bennet), Gian Maria Volonté (profesor Brett Fletcher), William Berger (Charley Siringo), Jolanda Modio (María), Gianni Rizzo (Williams), Carole André (Cattle Annie), Ángel del Pozo (Maximilian de Winton), Aldo Sambrell (Zachary Chase), Nello Pazzafini (Vance), José Torres (Aaron Chase), Rick Boyd [Federico Boido] (sheriff de Purgatory City), Guy Heron, Linda Veras, Antonio Casas, Frank Braña, Rossella D’Aquino, Giovanni Ivan Scratuglia, Lidia Alfonsi, Lorenzo Robledo, Francisco Sanz, Antonio Gradoli, John Karlsen, Calisto Calisti, Andrea Fantasia, Nicoletta Machiavelli, Filippo Perego, Osiride Pevarello, Domenico Ravenna, Alfonso Rojas, Goffredo Unger… Nacionalidad y año: Italia, España 1967. Duración y datos técnicos: 112/107/93 min. Color 2:35:1.
En el momento de estrenarse Cara a cara / Faccia a faccia (1967), el spaghetti-western ofrecía una amplia diversidad de perspectivas, y la presente cinta se integra en lo que pasó a ser el spaghetti-western social de izquierdas, una más de las diversas manifestaciones que por aquel tiempo hubo, reflejo de una época, y que también se dio en otros géneros latinos, como fue el poliziesco o, directamente, el cine social de autores como Francesco Rosi, por poner un ejemplo.
El film arranca con Brett Fletcher (Gian Maria Volonté, precisamente representante de gran parte de ese cine social de izquierdas referido), un profesor de historia que debe abandonar Nueva Inglaterra para trasladarse al oeste, donde el clima seco será bueno para sus pulmones. Allí se topa con “Beauregard” Bennet (el cubano Tomas Milian), un forajido mestizo que lo retendrá como rehén. Entre los dos se dará una relación cautivante, a tal punto de que ambos intercambiarán personalidades, como si dijéramos: “Beau” Bennet, un criminal sin escrúpulos, irá adquiriendo conciencia e integridad; por su parte, el profesor Fletcher se repondrá en su salud, acaso por el clima, o más bien por la sensación de poder que lo va alimentando, y se convierte en un cruel dictador, fraguado por los conocimientos de historia que el personaje detenta.
Sollima, pues, se cobija dentro de los parámetros del (spaghetti)-western para realizar un ejercicio de análisis político-social. Sin embargo, lo positivo de Cara a cara no supone eso, sino el grado de equilibrio que consigue entre dos opciones, la ideológica por un lado, y la artística por otro, y la lúdica en su totalidad. ¿Cuántas películas hay que tratan grandes temas, pero luego ofrecen una caligrafía cinematográfica de parvulario?
El director de El halcón y la presa toma dos personajes antitéticos y los enfrenta, y el resto de los roles pivota alrededor de ambos, en un reflejo de la ley de la acción y la reacción. Sollima sigue los moldes estéticos de Leone, aún con su personalidad propia (el preciosismo de algunos planos, como la toma final de Siringo herido y su revólver enclavado en la arena), pero también se percibe la influencia de los clásicos norteamericanos, en especial de la estupenda Río Conchos (Rio Conchos, 1964), de Gordon Douglas, con la revelación de Piedras de Fuego, el territorio aislado donde se cobija la banda de “Beau” Bennet, la Camada Salvaje, trasunto del auténtico Wild Bunch que se dio históricamente.
Brett Fletcher contrapone testimonialmente el concepto del homicida solitario y el colectivo, que de esta manera entra en la historia. Parafraseando a Guy de Maupassant: “Quien mata a unas pocas personas es un asesino, quien mata a muchas es un héroe”. Este concepto es puesto en entredicho a lo largo del film, en especial cuando, hacia el final, se compone una legión de “vigilantes” que organizarán una masacre en Piedras de Fuego: un hombre muerto vale cien dólares, una mujer cincuenta, y un niño veinticinco. Siringo compara estas actividades con las masacres de indios perpetradas por el ejército norteamericano (comentario eliminado en la versión española).
“Beau” Bennet, por su parte, comienza siendo un asesino desalmado. “La diferencia entre él y yo es que yo sé lo que hago”, refiere Fletcher, a modo de justificación, cuando tal actitud lo hace resultar más sanguinario, más inhumano. Bennet, al principio, es un perro rabioso que se revuelve constantemente, mordiendo incluso la mano que lo intenta ayudar; de modo paulatino, irá descubriendo su humanidad, y el punto de inflexión representará la muerte del muchacho mexicano.
Como un eje que une a ambos personajes tenemos a Charlie Siringo, individuo que existió en realidad, un detective de la Pinkerton. Siringo sufrirá una evolución similar a la de Bennet, solo que, en este caso, él en teoría representa a la justicia. Los instantes finales en el desierto, entre los tres personajes, ofrecen una fuerza impresionante, en la derivación final de un viaje en el que Sollima se ha tomado su tiempo en presentar a los personajes, estudiarlos y acompañarlos en su evolución. Las escenas de acción son escasas pero enérgicas, y el director nos evita presenciar las masacres que acontecen, narrándolas por medio de elipsis. Conviene destacar, por la fuerza de su planificación, la muerte del segundo espía que es enviado a integrarse en la Camada Salvaje, y que Sollima muestra simplemente por medio de una mano crispada en un plano detalle, con el rostro agonizante del sacrificado al fondo, desdibujado.
Anécdotas
- Título anglosajón: Face to Face.
- La versión íntegra italiana dura 112 minutos; la española está recortada a 107 (amén de lo mencionado, es especialmente sangrante en la escena de la violación); hay una versión inglesa aún más recortada, a 93 minutos.
- Rodada en Almería, Alto de la Morcuera, Colmenar Viejo, Hoyo de Manzanares, La Cabrera y La Perdriza, todo ello en Madrid, y los Elios Studios en Roma.
- Estrenada en Italia el 23 de noviembre de 1967. En España se estrenó el 14 de octubre de 1968.
Carlos Díaz Maroto
CALIFICACIÓN: ****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra