Los padres de un bebé con poderes especiales lo envían a la Tierra. Allí cae en un terreno cuando los López pasan por la zona y es adoptado por ellos. Pronto demuestra poseer poderes especiales, y sus padres le instan a disimularlos. Un día, cuando hay un accidente en el metro, detiene el convoy y las imágenes se hacen virales en Internet…
Dirección: Javier Ruiz Caldera. Producción: La Gran Superproducción, Mediaset España, Mogambo, Movistar+, Telecinco Cinema, Zeta Cinema. Productores: Álvaro Augustin, Ghislain Barrois, Francisco Ramos. Productor delegado: Rafael López Manzanara. Productores asociados: Ricardo Marco Budé, Ignacio Salazar-Simpson. Guion: Borja Cobeaga, Diego San José, según los personajes creados por Jan [Juan López Fernández]. Fotografía: Arnau Valls Colomer. Música: Fernando Velázquez. Montaje: Alberto de Toro. Diseño de producción: Balter Gallart. FX: Pablo Perona (efectos de maquillaje), Esteban Lluís Castells (supervisor de efectos visuales). Intérpretes: Dani Rovira (Juan López / Superlópez), Maribel Verdú (Agatha Muller), Alexandra Jiménez (Luisa Lanas), Pedro Casablanc (Juan Alberto López), Julián López (Jaime González Lidenbrock), Ferrán Rañé (almirante Skorba), Nao Albet (clon), Gracia Olayo (madre de López en la Tierra), Alejandro Serrano (Superlópez de niño), Gonzalo de Castro (Jan, padre biológico de López), Josep Marc Rodríguez, Carlos Zabala (Baserritarra), Mireia Portas (madre biológica de López), Teresa Rodríguez (Ágatha de niña), Biel Montoro (Cani 1), León Martínez (Cani 2), Maria Alejandre (cliente del taller), Aureli del Pozo (pasajero del metro), Óscar Dorta (Flamenkity), César Riola (Mudanzero), Carles Quero (arbitro), Berto Romero (el Señor de los Chupetes)… Nacionalidad y año: España 2018. Duración y datos técnicos: 108 min. color 2.33:1.
Cuando Jan creó el personaje de Superlópez tuvo problemas con DC, que le obligó a cambiar el escudo de su personaje, que se parecía en exceso al de Superman, por una simple “S”. A la hora de hacer esta película, sospecho, se han hecho otros cambios con el fin de no asemejarse tanto a ese clásico del cómic norteamericano, como es todo lo que transcurre al inicio, en el planeta Chitón, y el motivo del envío del bebé a la Tierra, o el hecho de fusionar a Jaime —evidente alusión a Jimmy Olsen— con el jefe de la oficina, aunque esto puede obedecer a las habituales economías de guion.
Es curioso que, pese a todo ello, gran parte del libreto recuerda en estructura y trama a Superman. El film (Superman. The Movie, Richard Donner, 1978), como es precisamente el arranque en el planeta originario, el viaje por el espacio durante los créditos, el estrellarse en un campo de maíz, la furgoneta con los padres, el que el malo de la película se comunique con el héroe por medio de un infrasonido… Por un lado, pues, evita la alusión directa, para por otro lado caer en ella de manera constante.
Por lo demás, lo que más destaca en esta producción es el protagonismo de Dani Rovira, figura mediática que comenzó como proclamador de monólogos, teóricamente humorísticos, y después pasó a “actor” de cine. Todo el mérito que ofrece Rovira es conectar con determinado público por medio de esa forma de hablar característica suya, su desparpajo, su “conexión” a un nivel primario. Como humorista es mediocre, como actor ni hablemos: carece del suficiente oficio para desarrollar mínimamente un personaje, dotarlo de una psicología, un trasfondo. Podría decirse que aquí tampoco hace mucha falta, para el tipo de personaje que es, pero recordemos que incluso lo hicieron protagonista de un dramón donde interpreta a un enfermo de esclerosis múltiple, 100 metros (Marcel Barrena, 2016). En el momento de escribir estas líneas tiene una película completada —Miamor perdido (Emilio Martínez Lázaro, 2018)—, tres en postproducción —Taxi a Gibraltar (Alejo Flah, 2019), Los Japón (Álvaro Díaz Lorenzo, 2019) y Jungle Cruise (Jaume Collet-Serra, 2020)— y una en preproducción —La mujer de al lado (Mariano Cohn, Gastón Duprat, 2019)—. Algún día se pasará de moda, como lo hacen algunos cantantes o determinadas frases hechas.
¿Y qué es lo que ofrece Dani Rovira aquí? Pues lo que cabría esperar de él, ni más ni menos. Su desparpajo, su interpretación plana y convencional de “un tío normal”, su falta de matización e incapacidad de aportar un matiz algo distinto a cada uno de sus personajes… Pero justo es reconocer que no se esperaba otra cosa de él, conociéndolo, y que ha habido muchas críticas que se han cebado en exceso sobre él —esta también, sí—. Y es que el resto del plantel tampoco está demasiado brillante, ofreciendo unas interpretaciones impostadas, sobreactuadas, con el eterno recurso fácil de los gestos y muecas que tan habituales son en esta clase de películas. Ahí está una actriz que ha verificado su capacidad como Maribel Verdú, ofreciendo una labor pésima, una interpretación de tebeo, en el mal sentido de la expresión, demostrando el escaso respeto que le ofrece el material con el cual trabaja. En el aspecto interpretativo, pues, quien mejor está es Alexandra Jiménez como Luisa Lanas, que se muestra espontánea y simpática y, sobre todo, Mireia Portas como la madre biológica de López, que le da el matiz exacto a un personaje de esas características, y que podría semejar salida de una película de los años cincuenta o sesenta de Berlanga.
Dirige Javier Ruiz Caldera, responsable de otro clásico del cómic español como fue Anacleto: agente secreto (2015), que era una pésima adaptación del original pero una buena película. En este caso está más cerca del texto (e imagen) que se apropia, aunque el resultado es inferior en el aspecto cualitativo. En gran cantidad de ocasiones es incapaz de aprovechar los gags, que se desinflan a la mitad, y otras muchas estos carecen del estilo concreto de tipo de humor al que debiera remitir; es como hacer una película de los hermanos Marx con chistes propios de Jerry Lewis.
En todo caso, el resultado no es deleznable, sino una película de entretenimiento pequeña, sencilla, para ver en un rato de holganza, aunque si se quiere disfrutar de verdad es mejor acudir a los originales de Jan —a quien se homenajea en el film poniendo su nombre al padre auténtico de Superlópez— y sumergirse en ellos. Y ojo, que los efectos especiales de la película tampoco están nada mal, aportando en especial un robot gigante de un look muy adecuado, y con los efectos de vuelo de nuestro superhéroe que parecen remitir al Superman de los Fleischer nada menos.
Anécdotas
- Hubo un proyecto anterior a dirigir por Álex de la Iglesia y con José Mota de protagonista. Durante mucho tiempo también se habló de Santi Rodríguez (el frutero de 7 vidas) para hacer de Superlópez, pero nunca se concretó nada.
- Anteriormente a la película presente hubo un excelente corto de animación, Superlópez (2003), dirigido por Enrique Gato.
- Exhibida en el Festival de Sitges el 11 de octubre de 2018, en la Sección Oficial Fantàstic, fuera de competición.
- Estrenada en España el 23 de noviembre de 2018.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra