El matrimonio Ashby pereció tiempo atrás, dejando tres niños huérfanos, al cuidado de la tía Harriet. Más tarde, uno de ellos, Tony, se suicidó arrojándose por un acantilado. Ahora, pasados ocho años, Eleanor vive presa de traumas y cuidada por una enfermera, y Simon ahoga sus penas en alcohol. Pero un día, Tony vuelve…

Dirección: Freddie Francis. Producción: Hammer Films para Rank Film Distributors, Universal Pictures. Productor: Anthony Hinds. Productor asociado: Basil Keys. Guion: Jimmy Sangster, [según la novela Brat Farrar de Josephine Tey]. Fotografía: Arthur Grant. Música: Elisabeth Lutyens. Montaje: James Needs (supervisor). Diseño de producción: Bernard Robinson. FX: Les Bowie, Kit West (efectos especiales). Intérpretes: Janette Scott (Eleanor Ashby), Oliver Reed (Simon Ashby), Sheila Burrell (tía Harriet), Maurice Denham (John Kossett), Alexander Davion (Tony Ashby), Liliane Brousse (Françoise), Harold Lang (individuo de la RAF), Arnold Diamond (público), John Bonney (Keith Kossett), John Stuart (Williams), Sydney Bromley (vagabundo), Laurie Leigh (mujer 1), Marianne Stone (mujer 2), Colin Tapley (vicario), Jack Taylor (marinero)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1963. Duración y datos técnicos: 80 min. – B/N – 2.35:1 – CinemaScope – 35 mm.

 

El alucinante mundo de los Ashby (Paranoiac, 1963) —alucinante título español, en verdad— forma parte del ciclo de «suspenses psicológicos» que concibió la Hammer entre finales de la década de los cincuenta y principios de los setenta. En concreto, entre El sabor del miedo (Taste of Fear, Seth Holt, 1961) y Maniac [tv: Maníaco, Michael Carreras, 1963]. Está basado, muy lejanamente, en la novela Patrick ha vuelto (Brat Farrar, 1949), de Josephine Tey; aunque los Ashby aparecen en la narración (con otros nombres de pila), dispone de una historia más cercana al género policial, y el film elimina algunos personajes y circunstancias. Ya con anterioridad, en 1952, la Hammer tuvo intención de adaptar la novela.

   

Fue la primera película del ciclo que realizó el también director de fotografía Freddie Francis, y cuenta con guion del habitual Jimmy Sangster. Y la historia, aunque basada en una novela (no acreditada), sigue la tónica habitual de las tramas que Sangster solía crear. Presenta a la familia Ashby, bastante peculiar toda ella, pues está abrumada por traumas que no consigue superar. Eleanor es débil y enfermiza, llena de aprensiones, y necesita el cuidado de una enfermera. Su hermano Simon no para de beber, e hiere a la gente de forma constante con sus comentarios y acciones. Tuvieron un hermano, Tony, que al parecer se suicidó arrojándose por un acantilado. Ese suceso aún tiene marcados a ambos, y de hecho todas sus acciones se rigen por esa ausencia que no pueden cubrir.

Hasta que un día Tony vuelve. ¿Es él o un impostor? Justo en pocos meses, se resolverá el testamento de los padres muertos, y su legado pasará legalmente a los hijos. Resulta curioso que Sangster, en ese sentido, ponga las cartas sobre la mesa al poco tiempo, desvelando esa circunstancia, puesto que, en realidad, le interesa más explorar los traumas que rodean a los Ashby, donde se percibe un constante hálito incestuoso surcando en diversas direcciones. No sé cómo la censura española lidió con ese elemento en su día, o quizás ni se dio cuenta, dada la perspicacia que le caracterizaba.

¿Cine de terror? Puede que no. Es una intriga de suspense, con mucho de melodrama familiar, y unas gotas, eso sí, de terror en algunos instantes, como la de una criatura vestida de monaguillo, con una máscara atroz, y que usa un gancho de acarrear paquetes de heno, o algo así, para amenazar a los personajes. Freddie Francis se aplica en rodar el guion de un modo sobrio y efectivo, apoyado, sobre todo, en una fotografía magistral en blanco y negro, obra del habitual Arthur Grant, donde hay planos en verdad magníficos, como el de Oliver Reed reflejado en el estanque de patos, en una escena por lo demás excelente. Y, también, unos actores variados, que figuran entre los que simplemente cumplen hasta los que están excelentes, destacando entre estos Sheila Burrell como la tía Harriet y, sobre todo, Oliver Reed como Simon Ashby.

Es precisamente el personaje de Simon sobre el cual pivota gran parte de la trama, y Oliver Reed lo sirve de un modo desmesurado, grandioso. Simon aprendió a tocar el órgano, y en ocasiones lo hace en la iglesia del pueblo, así como en un lugar apartado de la finca de la familia. Esos instantes, diríase, le sirven de relax. En otros momentos no para de beber, soltar comentarios hirientes o provocar a todos los que comparten la casa con él, pinchándoles o haciendo alarde de un egoísmo infantil. No ha superado la desaparición de Tony y, cuando este reaparece, tras una primera reacción de sorpresa, su comportamiento no variará en absoluto. Solo que su narcisismo en realidad oculta un gran dolor.

Paranoiac —olvidemos piadosamente el título español— es una película tan sencilla como efectiva, que cumple su misión de entretener por medio de una intriga inquietante, con varios giros de guion simpáticos y un clímax emocionante. Merece la pena.

 

 

Anecdotario

  • Títulos en Argentina: Paranoico [estreno] / El círculo de la locura [reestreno]. Título en México: Paranoico.
  • El rodaje tuvo lugar en la isla de Purbeck, en Dorset, Inglaterra, durante agosto de 1962.
  • El Jack Taylor que aparece haciendo de marinero no es el actor norteamericano afincado en España, sino un secundario británico, que colaboró varias veces con la Hammer.
  • La voz de Liliane Brousse está doblada por Christine Finn.

  • Adaptaciones de la novela:

The Philco Television Playhouse: «Brat Farrar» (1950), de Gordon Duff [episodio serie TV; EEUU].

El alucinante mundo de los Ashby (Paranoiac, 1963), de Freddie Francis [RU].

Brat Farrar (1986), de Leonard Lewis [miniserie de TV de 6 episodios; RU].

  • La película se estrenó en programa doble con The Kiss of the Vampire [tv/dvd/bd: El beso del vampiro, Don Sharp, 1963].
  • Estrenada en el Reino Unido el 13 de enero de 1964, y en España hacia enero de 1966.

 

 

Bibliografía

Patrick ha vuelto; por Josephine Tey; traducción de Pablo González-Nuevo. Xixón, Asturies: Hoja de Lata, 2018. Colección: Sensibles a las letras; nº 44. T.O.: Brat Farrar (1949).

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra