14 de febrero de 1929. En un almacén de Chicago se hace un descubrimiento pavoroso. El film retrocede y pone en antecedentes sobre cómo se llegó a esa situación, narrando el enfrentamiento entre Al Capone y George Clarence ‘Bugs’ Moran por hacerse con el control de los bajos fondos de la ciudad.
Dirección: Roger Corman. Producción: Los Altos Productions para Twentieth Century Fox. Productor: Roger Corman. Productor asociado: Paul Rapp. Guion: Howard Browne. Fotografía: Milton R. Krasner. Música: Lionel Newman, Fred Steiner [sin acreditar]. Montaje: William B. Murphy. Dirección artística: Philip M. Jefferies, Jack Martin Smith. FX: L. B. Abbott, Art Cruickshank, Emil Kosa Jr. (efectos fotográficos). Intérpretes: Jason Robards (Al Capone), George Segal (Peter Gusenberg), Ralph Meeker (George Clarence ‘Bugs’ Moran), Jean Hale (Myrtle), Clint Ritchie (Jack McGurn), Frank Silvera (Nick Sorello), Joseph Campanella (Albert Wienshank), Richard Bakalyan (John Scalise), David Canary (Frank Gusenberg), Bruce Dern (Johnny May), Harold J. Stone (Frank Nitti), Kurt Kreuger (James Clark), Paul Richards (Charles Fischetti), Joe Turkel [acreditado como Joseph Turkel] (Jake ‘Greasy Thumb’ Guzik), Milton Frome (Adam Heyer), Mickey Deems (Reinhold Schwimmer), John Agar (Dion O’Bannion), Celia Lovsky (Josephine Schwimmer), Tom Reese (Ted Newberry), Jan Merlin (Willie Marks), Alexander D’Arcy [acreditado como Alex D’Arcy] (Joe Aiello), Reed Hadley (Hymie Weiss), Gus Trikonis (Rio), Charles Dierkop (Salvanti), Tom Signorelli (Bobo Borotto), Rico Cattani (Albert Anselmi), Alex Rocco (Diamond), Leo Gordon (Heitler), Paul Frees, Jonathan Haze, Betsy Jones-Moreland, Dick Miller, Barboura Morris, Jack Nicholson, Mary Grace Canfield, Joan Shawlee… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1967. Duración y datos técnicos: 100 min. – color – 2.35:1 – Panavision – 35mm.
El día de San Valentín del año 1929, es decir, el 14 de febrero, en un almacén sito entre West Dickens Avenue y North Clark Street, en Lincoln Park, Chicago, Illinois, tuvo lugar a las diez treinta de la mañana una matanza entre gánsteres que ha pasado a la historia. Armados de dos subfusiles Thompson y dos escopetas, cuatro matones dispararon contra siete hombres, cinco de ellos miembros de la banda North Side , siendo los dos restantes afiliados. El suceso, por supuesto, tuvo tanta repercusión que el cine ha hecho uso de él en bastantes ocasiones, desde filmes pretendidamente históricos, como Al Capone (Al Capone, Richard Wilson, 1959) o Gangster Land (Gangster Land / In the Absence of Good Men, Timothy Woodward Jr., 2017), hasta ficciones que aprovechan la circunstancia, tales como Con faldas y a lo loco (Some Like It Hot, Billy Wilder, 1959) u Oscar, ¡quita las manos! (Oscar, John Landis, 1991). De todas ellas, que son muchas, acaso La matanza del día de San Valentín (The St. Valentine’s Day Massacre, 1967), de Roger Corman, podría considerarse como la canónica.
Corman ya había tratado el tema de los gánsteres con anterioridad, en concreto con Machine-Gun Kelly (1958), basada en un personaje real encarnado en la pantalla por Charles Bronson. Sin embargo, cuando se encaró con el presente proyectó refirió que quería abordar un film sobre el tema que «desempeñara un papel importante en el desarrollo de la cultura estadounidense». Para ello, «quería hacerlo con honestidad, no con el típico romanticismo del hombre contra el sistema»[1].
En su elección de la matanza del día de San Valentín pesó que, hasta el momento, solo había sido tratado como un elemento circunstancial dentro de películas con un tema más amplio. Sin embargo, sí había sido utilizado como motivo central en un telefilm, el episodio «Seven Against the Wall» (1958) de la serie Playhouse 90 [3ª temporada, episodio 11], dirigido por Franklin J. Schaffner y con Paul Lambert como Al Capone. El guion fue debido a David Davidson, a partir de una novela de Howard Browne, quien además era un habitual guionista televisivo, dentro de muchas series del Oeste y policíacas. Browne había efectuado una exhaustiva investigación sobre el período histórico tratado, por lo cual Corman decidió contratarle para escribir el libreto de su futura película, a tal punto que algunos estudiosos consideran el presente film un remake del citado episodio[2]. El guionista consideraba a los gánsteres «seres humanos complejos, hombres astutos y sagaces cuyas cualidades de liderazgo, de haber sido encauzadas en canales honestos, podrían haber contribuido a la historia de este país, en lugar de dejar una cicatriz»[3].
Corman seguía, por aquellas fechas, rodando producciones baratas, pero aspiraba a ascender a la «categoría A». Esta película la rodaría, por medio de su ocasional compañía Los Altos Productions[4], con destino a la 20th Century Fox, productora que le pidió ideas para hacer un film; él sugirió la presente u otra centrada en el personaje histórico del Barón Rojo, pero como la Fox acababa de estrenar la cinta de aviación Las águilas azules (The Blue Max, John Guillermin, 1966), optaron por la matanza del día de San Valentín.
Para los papeles principales Corman quería actores clásicos, así pues optó por Orson Welles como Al Capone[5], y Jason Robards como Bugs Moran. No obstante, los estudios vetaron al genial Welles, al que consideraban imposible de dirigir, y en su lugar sugirieron a Robards como Capone. Pese a la inadecuación física para el papel, Corman terminó por aceptar a Robards en tal cometido, yendo a parar el rol de Bugs Moran[6] a Ralph Meeker —el Mike Hammer de El beso mortal (Kiss Me Deadly, Robert Aldrich, 1955)—[7]. El director también quería a Jack Nicholson en un papel destacado —desconocemos cuál—, pero los estudios presionaron para poner en su lugar a un actor que tenían bajo contrato, por lo cual le dio un personaje muy secundario, al igual que a otros habituales de su compañía, que aparecen sin acreditar.
El guion de Howard Browne semeja un informe periodístico, inclusive con el hecho de la voz en off, narrando de forma constante e informando de la fecha de nacimiento de todos y cada uno de los participantes en el evento. De hecho, se hace un tanto árido, con tantos personajes que aparecen diez segundos, tantas idas y venidas de unos y otros, tantos planes de ataque de una banda contra otra y viceversa… Sin embargo, la sabia puesta en escena de Corman logra, en parte, limar esas asperezas, con una narrativa impecable, donde prevalecen solemnes movimientos de grúa que otorgan majestuosidad a una narrativa que se desliza entre largas escenas de diálogos con ocasionales estallidos de violencia que brotan de forma tan súbita como brillante. Corman consigue utilizar la cámara como medio de narración, empleando cada plano en el momento preciso para su uso, aunque hay que destacar también el brillante trabajo de montaje por parte de William B. Murphy, en especial en la escena de la matanza[8].
Puede que Jason Robards no se asemejara físicamente a Al Capone, pero hace una composición impecable del personaje, y sus accesos de furia resultan escalofriantes. De hecho, el plantel interpretativo es otra de las virtudes del film, y sorprende que aparezcan actores de renombre en roles que duran, literalmente, segundos, como es el caso de John Agar. Y confirma a Dick Miller como un sólido intérprete, quien, pese a su simpático aspecto, incorpora a uno de los autores de la matanza, y sin embargo resulta por completo convincente, en un rol que ni siquiera queda acreditado[9].
Corman quería rodar en Chicago, sin embargo la Fox le obligó a filmar en los escenarios reconstruidos de la ciudad en los estudios. Ello proporciona al conjunto cierto aire de artificio, aunque, por otro lado, sorprende la ampulosidad presupuestaria en contraste con los filmes previos del director, que basculaban entre la serie B y la Z. El presupuesto otorgado a la película se suele informar que fue entre dos millones de dólares o dos millones y medio, según sean las fuentes consultadas, mientras que el director refería que la rodó con solo un millón, y que el resto correspondía a gastos generales por parte del estudio.
Por último, cabe comentar que, aún después de ver la película, sorprende un tanto el grado de mitificación al que llegó el suceso que adapta, cuando antes y después del evento acontecieron barbaridades similares a esa en el enfrentamiento entre las bandas de gánsteres en una época que, en cualquier caso, ya es leyenda en infinidad de filmes.
Anecdotario
- Títulos en México: La masacre de Chicago 1929 / La masacre de San Valentín. Título en Perú: La masacre de Chicago 1929.
- El rodaje ocupó entre octubre y diciembre de 1966.
- Para la escena de la masacre en el garaje se mostraron fotos a los actores que interpretaban a los asesinados y se les indicó cómo caer, de modo que sus posiciones fueran idénticas a las fotos reales del asesinato. Dos actores chocaron al caer. Tras estudiar las fotografías, se dieron cuenta de que habían caído y chocado exactamente de la misma manera que los asesinados y habían aterrizado en las posiciones correctas.
- El decorado utilizado como prostíbulo también cumplió la misma función en El Yang-Tsé en llamas (The Sand Pebbles, Robert Wise, 1966).
- Planos del presente están insertos en el film Capone (Capone, Steve Carver, 1975), también con guion de Howard Browne.
- Estrenada en Estados Unidos el 30 de junio de 1967 y en España el 29 de enero de 1968, en Madrid.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Browning, Norma Lee: «”not Just Another Tinseltown Gangster Film”: MASSACRE MASSACRE MASSACRE». Chicago Tribune, 25 de junio de 1967; pág. 56. Tal como es citado en la Wikipedia inglesa.
[2] Como, por otra parte, sucedió con otros capítulos de esta serie, que dieron lugar a películas como Para ella un solo hombre (The Helen Morgan Story, Michael Curtiz, 1957), Vencedores o vencidos (Judgment at Nuremberg, Stanley Kramer, 1961), Réquiem por un campeón (Requiem for a Heavyweight, Ralph Nelson, 1962) o Días de vino y rosas (Days of Wine and Roses, Blake Edwards, 1962).
[3] Browning, Norma Lee: op. cit.
[4] Con la cual también había hecho Not of This Earth [dvd: Emisario de otro mundo, 1957], Attack of the Crab Monsters [tv/dvd: El ataque de los cangrejos gigantes, 1957] y la excelente The Intruder [tv/dvd: El intruso, 1962].
[5] También pensó en Marlon Brando.
[6] George Clarence «Bugs» Moran rivalizó con Al Capone en la época, y sus hombres fueron las víctimas de la matanza. Antes de cumplir veintiún años ya había sido encarcelado tres veces. Jason Robards, por cierto, tampoco se parecía demasiado a este personaje.
[7] Más adecuado físicamente para el rol, dicho sea de paso.
[8] Murphy fue presidente de la American Cinema Editors (ACE) desde 1952 a 1955, y en 1966 le fue otorgado el premio Eddie de la asociación por su trabajo en Viaje alucinante (Fantastic Voyage, Richard Fleischer, 1966), por el cual también logró una candidatura al Oscar. También trabajó con asiduidad en la serie de televisión Los intocables (The Untouchables, 1959-1963), y la presente supuso su penúltima película.
[9] Pese a la brevedad de su papel, en el tráiler de la película aparece de modo abundante, acaso el que más.