La Muerte extiende sus alas por una región de la Italia medieval. El despiadado príncipe Prospero decide cerrar las puertas de su castillo para evitar la entrada de la plaga, y ahí, junto a sus invitados, decide abandonarse al vicio y la depravación, guiado por su culto al demonio, y el deseo que le ha despertado una joven campesina, a quien retiene en el lugar junto a su padre y su prometido.
Dirección: Roger Corman. Producción: Alta Vista Productions para Anglo-Amalgamated Film Distributors (Reino Unido), American International Pictures (Estados Unidos). Productor: Roger Corman. Productor asociado: George Willoughby. Guion: Charles Beaumont, R. Wright Campbell. Fotografía: Nicolas Roeg. Música: David Lee. Montaje: Ann Chegwidden. Diseño de producción: Daniel Haller. FX: George Blackwell (efectos especiales), Ray Caple, Bob Cuff (pinturas matte). Intérpretes: Vincent Price (príncipe Prospero / la Muerte Roja desenmascarada), Hazel Court (Juliana), Jane Asher (Francesca), David Weston (Gino), Nigel Green (Ludovico), Patrick Magee (Alfredo), Paul Whitsun-Jones (Scarlatti), Robert Brown (guardia), Julian Burton (señor Veronese), David Davies (alcalde), Skip Martin (Hop Toad), Gaye Brown (señora Escobar), Verina Greenlaw (Esmeralda), Doreen Dawn (Anna-Marie), Brian Hewlett (señor Lampredi), Sarah Brackett (abuela), John Westbrook (Muerte Roja), Michael Aldridge (Muerte Blanca), Arnold Diamond (Muerte Amarilla), David Allen, Dorothy Anelay, Gerry Atkins, Jill Bathurst, Julian Bolt, Norris Boyd, Peter Brace, Ricky Clarke… Nacionalidad y año: Reino Unido, Estados Unidos 1964. Duración y datos técnicos: 89 min. (versión USA) / 84 min. (versión RU) – Pathécolor (versión USA) / Technicolor (versión RU) – 2.35:1 – Colorscope – 35 mm.
«La máscara de la Muerte Roja» («The Mask of the Red Death: A Fantasy») es un relato de Edgar Allan Poe que, dentro de su estructura de cuento gótico, representa también una alegoría sobre la inevitabilidad de la muerte. Se centra en Prospero, un príncipe que se encierra en su abadía junto a un grupo de amigos nobles, para huir de la Muerte Roja, una plaga que asola la región; celebra un baile de máscaras en una serie de salas conectadas, cada una de ellas decorada con un único color. El relato parece estar inspirado en un gran clásico del gótico, El castillo de Otranto (The Castle of Otranto, 1764), de Horace Walpole, y el nombre del protagonista, Prospero, está tomado de La tempestad (The Tempest, 1610-1611), de William Shakespeare. Y la reunión de aristócratas ociosos podría, tal vez, recordar al Decamerón (Decamerone, 1353), de Giovanni Boccaccio, eliminando, desde luego, el consiguiente cúmulo de relatos que se despliegan a lo largo de esa obra.
«The Mask of the Red Death: A Fantasy» fue publicada originalmente en mayo de 1842 en la revista Graham’s Lady’s and Gentleman’s Magazine, y poco después, el 19 de julio de 1845, apareció una versión revisada en el Broadway Journal, eliminando el subtítulo «A Fantasy». La «Muerte Roja» del título es un mal inventado, y se ha especulado que podría ser una alegoría sobre la tuberculosis, enfermedad que afectó a gran parte de la familia del escritor, pero algunos estudiosos también la han visto como una alusión al cólera, la peste bubónica, la fiebre hemorrágica viral o incluso una metáfora sobre el pecado original[1].
Roger Corman ya había pretendido mucho antes adaptar el cuento. De hecho, tras el éxito de La caída de la Casa Usher, primera entrada del ciclo Poe, su siguiente proyecto era este, a partir de un guion de Charles Beaumont. Sin embargo, se mostró renuente debido al parecido que la historia tenía con el clásico de Ingmar Bergman El séptimo sello (Det sjunde inseglet, 1957). En esa época, además, estaba liado con otros encargos, por lo cual finalmente lo desechó.
Y, por último, decidió abordarlo. Se percibía que estaba ya cansado del ciclo, pero da la impresión de que retomó este con renovados bríos. El guion de Beaumont, escrito tiempo atrás, introdujo el elemento satanista en la historia, cosa que agradó al director; sin embargo, consideraba que necesitaba un repaso, pero en aquel entonces el escritor estaba ya muy enfermo, y trasladarse a Londres, donde se había desplazado el rodaje, era imposible, así pues Corman contrató a R. Wright Campbell, otro guionista fijo de su cantera, quien enclavó la subtrama que adaptaba otro cuento de Poe, «Hop-Frog»[2].
Por aquel entonces, la AIP había iniciado una serie de colaboraciones con la compañía británica Anglo-Amalgamated, por lo cual Nicholson y Arkoff sugirieron a Corman trasladar el rodaje al Reino Unido. De esta manera, el presupuesto se vería aumentado, gracias al aporte de la coproducción, y a una tasa de apoyos que se daba a la producción cinematográfica en el país, llamada «Eady Levy». Si las películas de la AIP se solían hacer en tres semanas, esta se filmó en cinco. Y se aprovecharon los decorados de la película histórica Becket (Becket, Peter Glenville, 1964). Todo ello ayudó a agraciar con una apabullante magnificencia visual al film, potenciado aún más por la soberbia fotografía del luego director Nicolas Roeg. Aunque, por otro lado, a Corman no le agradó filmar allí por la lentitud del personal británico: todas las tardes tenían que parar para tomarse el característico té, y para el clímax final no hubo tiempo suficiente y no quedó como él deseaba.
En realidad, el parecido con la obra maestra de Ingmar Bergman se reduce a la iconografía de la Muerte, ya establecida mucho tiempo antes en infinidad de grabados y cuadros, y en el perfil alegórico del conjunto. Por mi parte, veo en el film, en el plano estético, de mayor influencia por parte de la escuela gótica italiana, con las películas de Mario Bava y Riccardo Freda a la cabeza, algunas de cuyas muestras, precisamente, fueron distribuidas en los Estados Unidos por la AIP. Y de todos es sabido el enorme interés cinéfilo que detentaba Roger Corman, con gran inclinación hacia el cine europeo.
El príncipe Prospero es uno de esos clásicos aristócratas de la Edad Media que hacían la ley a su conveniencia y capricho. Cuando empieza el film llega a una aldea y, para su único solaz, hace detener a dos hombres; cuando una muchacha, Francesca, hija de uno de ellos y prometida del otro, clama a su favor, él se siente atraído por ella. En ese instante en la aldea queda evidente la existencia de una plaga de muerte roja, y se lleva a los dos hombres y a la muchacha a su castillo. Después, hace que todo el poblado sea reducido a cenizas por el poder purificador del fuego.
El castillo al que luego se traslada es una hermosísima pintura matte dibujada por Ray Caple y Bob Cuff. Su interior es un mundo cerrado y autónomo donde, en teoría, los horrores de la muerte roja no pueden penetrar. Allí se halla reunido un montón de gente, aristócratas decadentes amigos del príncipe, que le sirven de regocijo con los esparcimientos que montan entre un sinfín de bebidas y ágapes. Vemos un juego estúpido donde Prospero se dedica a humillar a algunos de sus invitados, haciéndoles imitar a diversos animales, entre las carcajadas de los demás. Pero, detrás de ello, adivinamos juegos más tortuosos, perversiones sexuales y ritos blasfemos e impíos.
Ello viene derivado, en cierto sentido, de que aquí, en la película, el príncipe Prospero rinde tributo al Mal, directamente, por medio de liturgias satanistas. También de esos ritos participa la esposa de Prospero, Juliana, a la que sin embargo trata como si fuera una simple concubina. Los elementos de satanismo que incorpora la trama son pertinentes, dentro de la estructura que se plantea, y son momentos interesantes, amén de introducir atributos de terror dentro de esta parábola moral. Y sirve para añadir la pertinente escena onírica innata a casi todas las entregas del ciclo Poe, por medio de un sueño que tiene Juliana.
En el castillo de Prospero también convive un bufón, Hop-Toad (esto es, el Enano Saltarín) acompañado de Esmeralda, una bella y dulce enanita[3]. El cuento de «Hop-Frog», de esta manera, es insertado dentro de la trama general por medio de tres escenas distribuidas a lo largo del metraje, aunque veremos al enano[4] en algún plano más[5]. Y, de nuevo, ha de decirse que ofrece coherencia con respecto a la narrativa global del film, y donde interviene, además de los dos personajes referidos, uno de los amigos más afines a Prospero, Alfredo, interpretado por Patrick Magee.
A lo largo de La máscara de la Muerte Roja se plantea un enfrentamiento entre dos formas de pensamiento. Prospero es cínico, escéptico, y considera que Dios murió hace tiempo, y por tanto ha volcado su mirada hacia Satán, que es quien le otorga aquello que necesita. Por su parte, Francesca es creyente, confía en Dios y en la bondad de los hombres, pese a que todas las pruebas parezcan indicar lo contrario. Sin embargo, parte de esa bondad se reflejará en los personajes de su prometido Gino (David Weston) y su padre Ludovico (Nigel Green), quienes se negarán a luchar entre sí para no matar al otro, por lo cual el desalmado Prospero ideará el reto de las cinco dagas, una de ellas envenenada.
Sin embargo, aparte del Bien y el Mal, existe un tercer elemento, la Muerte, que no sabe de ricos y pobres, y que extiende su manto escarlata sobre todos por igual. Prospero confía en que su aislamiento le salvará de la plaga; no obstante, la Muerte hace uso de Gino (¿contaminado ya?) para entrar en el castillo y esparcirse por todas las habitaciones, haciendo que, de ese modo, todos los hombres y mujeres sean iguales ante su guadaña. Como se ha dicho, Corman no quedó contento con el clímax, pero no cabe sino reconocerlo como excepcional. A los compases de una estupenda música de David Lee, la Muerte va recorriendo las estancias, y los bailarines van cayendo víctimas de la plaga que esparce. Es excelente el plano en el cual Prospero arranca la máscara a la Muerte y no ve sino su propio rostro; Corman tiene buen tino para, cuando la Muerte se gira para alejarse, no veamos entonces su cara, puesto que, para cada persona, la Muerte tiene un rostro distinto. El epílogo, con todas las Muertes, con hábitos de diferentes cromatismos, confluyendo, confirma La máscara de la Muerte Roja como una obra maestra apabullante.
«Y las Tinieblas, la Decadencia y la Muerte Roja
sostuvieron un dominio ilimitado sobre todo».
Edgar Allan Poe: «La máscara de la Muerte Roja»
Anecdotario
- Título en Argentina, México y Perú: La máscara de la Muerte Roja.
- El rodaje ocupó entre noviembre de 1963 y enero de 1964.
- La versión cinematográfica original británica sufrió importantes recortes por parte de la BBFC, que eliminó líneas de diálogo sexual implícito, el asesinato de Juliana por el halcón y escenas de personas ardiendo (incluido Alfredo disfrazado de simio), así como toda la secuencia del sueño de la misa negra. Las versiones en vídeo y DVD restituyen íntegramente los cortes de la BBFC, aunque la copia utilizada es una versión estadounidense editada en la que faltan algunos diálogos y un plano de Francesca siendo abofeteada en la cara por uno de los soldados de Próspero.
- Originalmente se anunció a Basil Rathbone como co-protagonista del film.
- Jane Asher tenía diecisiete años durante el rodaje. Cumplió dieciocho en abril de 1964.
- Cuando se estrenó la película, el productor Alex Gordon demandó a la AIP, alegando que la película se basaba en un guion que él había escrito; sin embargo, perdió el caso en los tribunales.
- En una entrevista con la revista Cinema Retro (nº 18), Roger Corman consideraba sus películas favoritas La máscara de la Muerte Roja (1964), El intruso (1962) y El hombre con rayos X en los ojos (1963).
- Para la restauración de 2018 se ofrecen gracias especiales a Joe Dante y Jon Davison.
- El film fue preservado por el Academy Film Archive en 2019.
- Dell Comics publicó una adaptación al cómic.
- En 1964, Elsie Lee escribió una novelización de la película, adaptada del guion de Charles Beaumont y R. Wright Campbell, y publicada por Lancer Books en rústica.
- Adaptaciones del relato:
Pest in Florenz (1919), de Otto Rippert [Alemania].
Prizrak brodit po Evrope (1923), de Vladimir Gardin [URSS].
Lights Out: «The Masque of the Red Death» (1951) [episodio serie TV; EEUU].
La máscara de la Muerte Roja (The Masque of the Red Death, 1964), de Roger Corman [RU, EEUU].
Maska crvene smrti / La maschera della morte rossa (1971), de Manfredo Manfredi, Branko Ranitovic, Pavao Stalter [CM animación; Yugoslavia, Italia].
La máscara de la Muerte Roja (Masque of the Red Death, 1989), de Larry Brand [EEUU].
The Masque of the Red Death (1989), de Alan Birkinshaw [Reino Unido, Canadá, Sudáfrica, EEUU].
Tales of Mystery and Imagination: «The Masque of the Red Death: Part One» / «Part Two» (1995), de Hugh Whysall [Reino Unido, Croacia, EEUU].
The Masque of the Red Death (2006), de Misagh Alami [CM; RU].
Racconti Neri: «La maschera della morte rossa» (2006), de Cristiano D’Alisera [episodio serie TV; Italia].
The Masque of the Red Death (2007), de Mat Van Rhoon [CM; Australia].
La morte rossa (2009), de Michael Maneia [CM; Italia].
The Masque of the Red Death (2010), de Daniel Woiwode [CM; EEUU].
The Masque of the Red Death (2014), de Paul Kampf [CM; EEUU].
Theatre Fantastique: «Masque of the Red Death» (2017), de Ansel Faraj [episodio serie TV; EEUU].
The Masque of the Red Death (2020), de Richard Ledes [CM; EEUU].
Relatos Clásicos de Misterio y Terror: «La Máscara de la Muerte Roja» (2020), de Horacio Ojeda Lacognata [episodio serie TV; Paraguay].
- Siguiente, y último, título del ciclo Poe-AIP-Corman (pero no del Poe-AIP): The Tomb of Ligeia [tv/dvd: La tumba de Ligeia] (1964).
- Estreno en el Reino Unido: 24 de junio de 1964 (Londres). Estreno en Estados Unidos: 24 de junio de 1964 (Los Ángeles); 16 de septiembre de 1964 (Nueva York). Estreno en España: 20 de octubre de 1976 (TV); 26 de julio de 1983 (Madrid, Alphaville 1); 24 de agosto de 1983 (Barcelona, Casablanca 2), en VOSE. Después tuvo otro pase televisivo en 1987, de donde procede el doblaje existente.
Bibliografía
«La máscara de la muerte roja». En Cuentos completos. Edición comentada; por Edgar Allan Poe; recopilación de Fernando Iwasaki y Jorge Volpi; traducción de Julio Cortázar. Madrid: Páginas de Espuma, 2008. Colección: Voces; nº 113. T.O.: «The Masque of the Red Death» (1842). También traducido como: «La muerte roja».
«Hop-Frog». En Cuentos completos. Edición comentada. [Op. cit.]. T.O.: «Hop-Frog» / «Hop-Frog, or the Eight Chained Orang-Outangs» (1849). También traducido como: «Hop-Frog o la venganza del bufón».
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] En la película aparecen otras Muertes de diferentes colores. Se supone que representan distintas plagas de la Edad Media, y según algunos estudiosos estas son: Muerte Negra (la peste negra), Muerte Dorada (lepra), Muerte Violeta (porfiria), Muerte Azul (cólera), Muerte Amarilla (fiebre amarilla), Muerte Blanca (tuberculosis), Muerte Roja (rabia).
[2] «Hop-Frog» (en su origen «Hop-Frog; Or, the Eight Chained Ourang-Outangs») apareció por primera vez el 17 de marzo de 1849 en el periódico The Flag of Our Union. Esta historia se inspiró en un incidente real ocurrido en 1393, cuando el rey francés Carlos VI y cinco de sus señores se disfrazaron y encadenaron como «hombres salvajes» en una mascarada, y sus trajes se incendiaron por una chispa perdida. Cuatro de los señores murieron, y el incidente se conoció como el Bal des Ardents (Baile de los Hombres Ardientes).
[3] Esmeralda fue interpretada por Verina Greenlaw, que entonces era una niña de ocho años, como resulta evidente, y sus diálogos fueron doblados por una actriz adulta, como también queda obvio.
[4] Interpretado por Skip Martin, que me da la impresión de que su voz también está doblada, dándole una entonación profunda y educada. Fue un actor, por cierto, que participó en gran cantidad de cintas de terror británicas.
[5] Este proceso, insertar una historia dentro de otra, también se dio en otra adaptación de Poe, la magistral El hundimiento de la Casa Usher (La chute de la maison Usher, Jean Epstein, 1928), donde también se introdujo el bellísimo cuento «El retrato ovalado» («The Oval Portrait», 1842).