En una tribu de cavernícolas, un joven se plantea el porqué de las reglas y las leyes que rigen a su pueblo. Ello le llevará, finalmente, a descubrir un sorprendente secreto, mientras lucha con dinosaurios.

Dirección: Roger Corman. Producción: Malibu Productions para American International Pictures (AIP). Productor: Roger Corman. Productores delegados: Samuel Z. Arkoff, James H. Nicholson. Guion: R. Wright Campbell. Fotografía: Floyd Crosby. Música: Albert Glasser. Montaje: Irene Morra. FX: Paul Blaisdell (diseño del hombre bestia), Roy Seawright (escenas de dinosaurios [material de archivo]).  Intérpretes: Robert Vaughn (hijo adolescente del fabricante de símbolos), Darah Marshall (doncella rubia), Leslie Bradley (fabricante de símbolos), Frank DeKova (el de la barba negra), Charles Thompson (miembro de la tribu), June Jocelyn (mujer del fabricante de símbolos), Jonathan Haze (chico del pelo rizado), Beach Dickerson (chico rubio / hombre de los Llanos Ardientes / el que toca el tam-tam / oso), Ed Nelson (miembro de la tribu rubia), Robert Shayne (el portador del fuego), Marshall Bradford (miembro de la tribu), Joseph Hamilton (miembro de la tribu), John Brinkley, Bill Clark, Richard Elmore, Chester Hayes, William McCarter, Barboura Morris, Stephanie Shayne, Ross Sturlin… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1958. Duración y datos técnicos: 65 min. – B/N – 1.85:1 – Superama – 35 mm.

 

Teenage Cave Man [tv/dvd: Yo fui un cavernícola adolescente, 1958] es un interesante film que, a pesar del estúpido título[1], nos muestra, sin ánimos de estudio antropológico (y más bien como una parábola de la sociedad actual), la existencia cotidiana una tribu de cavernícolas y cómo un joven (Robert Vaughn, casi treintañero durante el rodaje) se plantea el porqué de las reglas y las leyes que rigen a su pueblo. Este rebelde juvenil no nos es mostrado como el típico jovencito cuya rebeldía es a causa de su inmadurez, sino que es tratado como alguien con inquietudes coherentes. Así que, a diferencia de otras películas, el adolescente lleva la razón por su parte y gracias a él su tribu es capaz de salir del oscurantismo y ver la luz.

Enclavada, tal vez a su pesar, en el cine para adolescentes de finales de los cincuenta y principios de los sesenta donde, para contentar a éstos, los jóvenes protagonistas tenían la razón, como en The Blob [tv/dvd: La masa devoradora, Irvin S. Yeaworth Jr., 1958] o Invasion of the Saucer Men La invasión de los hombres del espacio, Edward L. Cahn, 1957], en la cinta de Corman hay un sincero intento de explicar y a su vez criticar, las leyes y religiones que nos gobiernan, como demuestran las estúpidas explicaciones que le dan al joven en respuesta a sus preguntas. Cuando el muchacho se atreve a desobedecer las leyes es castigado al ostracismo, nadie debe hablarle, y así se convierte en un paria.

Aunque es un interesante film, se nota la precipitación en su rodaje, pero aun así ofrece planos sugestivos y la historia está bien llevada, a pesar de algunos altibajos en el ritmo. Los actores no son excepcionales, desde luego, pero efectúan una aceptable actuación, pese a que el guion está escrito en pocos días y muchos personajes resultan estereotipados; sin embargo el protagonista, su padre y el villano se hallan relativamente bien perfilados.

Los insertos de otras cintas mostrando dinosaurios[2] u otro tipo de criaturas[3] —en uno de esos insertos vemos una idea no aprovechada por falta de presupuesto: los mutantes que habitan en ese mundo prehistórico— podrían parecer una incongruencia, ya que los humanos y estos grandes saurios no convivieron juntos, pero por lo menos en Teenage Cave Man hay una explicación —que no precisaremos—, lo que no ocurre en otros films de temática prehistórica.

Cabe resaltar que El planeta de los simios (Planet of the Apes, 1968, Franklin J. Schaffner) tiene bastantes puntos en común con esta cinta: en ambas películas existe la llamada zona prohibida y el final sorpresa y pesimista, y también la dirección ofrece puntos concordantes, con una fotografía y realización áridas —pese al uso del color en la segunda—, mostrándonos un mundo desagradable, donde los hombres son salvajes, donde la civilización no existe y es mostrada como la causante de todo el mal, y donde ésta se autodestruye, y exhibe al hombre como lo que en realidad es: un salvaje supersticioso que obedece las reglas sin cuestionarlas.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina: El joven cavernario. Título en México: Despertar del troglodita.
  • Título en Perú: El despertar del troglodita. Título en Venezuela: El adolescente de las cavernas.
  • Presupuesto estimado de 70.000 dólares.
  • Rodada en abril de 1958, en Arcadia, el Bronson Canyon y las Bronson Caves, el Griffith Park y el Iverson Ranch, en California.
  • Robert Vaughn dijo en una entrevista que la consideraba la peor película jamás rodada.
  • Los personajes carecen de nombre; son identificados como «el barbudo», «el hacedor de símbolos», «el portador del fuego» o «el chico bien peinado».
  • El actor Beach Dickerson, habitual en las producciones Corman, realiza aquí cuatro papeles distintos, incluyendo un oso. Además, muere tres veces.

  • El traje de piel del fabricante de símbolos es en realidad de material de alfombra y no de piel.
  • El disfraz de monstruo se reutilizó en Night of the Blood Beast (Bernard L. Kowalski, 1958).
  • Estrenada por AIP en programa doble con How to Make a Monster [tv: Cómo crear un monstruo / La batalla de los monstruos; dvd: Cómo hacer un monstruo, Herbert L. Strock, 1958].
  • Tuvo un supuesto remake con el telefilm Teenage Caveman [dvd: Regreso a las cavernas, Larry Clark, 2002].
  • Estrenada en Estados Unidos en julio de 1958. En España no tuvo recorrido comercial, y se vio por primera vez en un pase televisivo.

Luis Alboreca (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Títulos previos del film, sin embargo, fueron Prehistoric World, Out of the Darkness y I Caveman; no obstante, durante el pre-estreno ante la crítica, ésta se refirió al mismo como Teenage Cave Man, y los productores así decidieron rebautizarlo, para aprovechar el éxito comercial de otras películas con la palabra «teenage». Años más tarde, Roger Corman declararía: «Nunca dirigí una película llamada Teenage Cave Man». Obsérvese también la variación en España en su pase televisivo.

[2] Estos proceden de Hace un millón de años (One Million B. C. / Cave Man, 1940), de Hal Roach, Hal Roach Jr. y David Wark Griffith, y de The Land Unknown (1957), de Virgil Vogel.

[3] Uno de los mutantes procede de The Day the World Ended [tv/dvd: El día del fin del mundo, 1956], de Roger Corman, el otro de The She-Creature [tv/dvd: La criatura, 1956], de Edward L. Cahn. También aparecen los perritos malos de The Viking Women and the Sea Serpent [tv/dvd: Las mujeres vikingo y la serpiente de mar, 1957].