El cohete K-1 está a punto de ser lanzado. Los responsables dan una rueda de prensa para informar de la misión de vuelo a la Luna. Una vez el cohete despega, una serie de problemas en cadena hace que la nave varíe el rumbo y acabe llegando a Marte…

Dirección: Kurt Neumann. Producción: Lippert Pictures. Productor: Kurt Neumann. Productor delegado: Murray Lerner. Guion: Kurt Neumann, [Dalton Trumbo, sin acreditar], con diálogos adicionales de Orville H. Hampton. Fotografía: Karl Struss. Música: Ferde Grofé Sr. Montaje: Harry Gerstad. Diseño de producción: Theobold Holsopple. FX: Jack Rabin (creador de efectos fotográficos), Irving Block (pinturas matte), Don Stewart (efectos especiales), Tom Scherman (diseño y miniaturas de cohete). Intérpretes: Lloyd Bridges (coronel Floyd Graham), Osa Massen (Dra. Lisa Van Horn), John Emery (Dr. Karl Eckstrom), Noah Beery Jr. (comandante William Corrigan), Hugh O’Brian (Harry Chamberlain), Morris Ankrum (Dr. Ralph Fleming), Patrick Aherne (primer reportero), Sherry Moreland (chica marciana), John Dutra (médico), Kathy Marlowe (reportera), James Conaty (doctor), Sam Harris (reportero), Judd Holdren (reportero), Stuart Holmes (reportero), Bert Stevens (reportero), Barry Norton (reportero), Cosmo Sardo (reportero)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1950. Duración y datos técnicos: 77 min. – B/N-tintados en rojo – 1.37:1 – 35 mm.

 

Cohete K-1 (Rocketship X-M, 1950) es una película histórica. Es la primera película significativa de ciencia ficción estrenada en la década de 1950, la edad de oro del género. Vista hoy día se percibe que muchos elementos que aquí aparecen fueron después imitados infinidad de veces en películas posteriores.

Como precursora, y centrándose en el tema de la conquista espacial, ofrece una parte documental bastante estimable, adelantándose por poco a la más conocida Con destino a la Luna (Destination Moon, 1950), con la cual comparte una primera mitad un tanto en similar onda, como es la de efectuar una crónica lo más realista posible referente a un vuelo espacial. Sin embargo, al contrario que la producción de George Pal, la presente película de Kurt Neumann[1] aporta algo más de fantasía al conjunto. Y eso que, vista hoy día, puede parecer algo «sosita» en ese aspecto, dada la escasez de incidencias.

En efecto, una vez llegados a Marte, los expedicionarios exploran el lugar y divisan a lo lejos unas ruinas marcianas, y en la arena desértica restos entre los cuales echan una ojeada a una especie de máscara ritual muy parecida a las africanas. Amén de ello, en el lugar perviven los supervivientes de una hecatombe atómica de lo que debió ser una civilización avanzada, y que ahora están abocados a la Edad de Piedra. Neumann los filma en planos muy lejanos, otorgándoles un aura extraño, casi sobrenatural, salvo la chica que los expedicionarios van a rescatar tras una caída, de la cual nos ofrece un impactante primer plano, con unos ojos inquietantes.

Este tono diríase minimalista para con los elementos fantásticos otorga sin embargo una gran potencia al conjunto, narrando Neumann la película con contundencia y convicción, centrándose en los pequeños detalles. A la vez, el desarrollo de los personajes (en un guion en el que colaboró anónimamente el blacklisted Dalton Trumbo) es sencillo pero rotundo, destacando el personaje del ingeniero tejano (encarnado por Noah Beery Jr., un clásico del wéstern), personaje que sería después imitado hasta la saciedad reduciéndolo a arquetipo. También se muestra el sempiterno elemento femenino, justificado por su importancia científica, aunque luego diversos personajes no tengan escrúpulo alguno en soltarle comentarios machistas.

Volviendo al tema del uso de los referentes fantásticos, concluyamos que si estos son escasos, sin embargo la película en su totalidad está envuelta de un cierto aura de fantasía por el uso de la planificación, como es esa maravillosa pintura matte de la pista de lanzamiento del cohete, los escasos planos de vuelo de éste, o incluso las interioridades del motor del mismo (amén, por supuesto, de las incidencias marcianas, subrayadas admirablemente por la banda sonora compuesta por Ferde Grofé haciendo uso de un theremín), así como el empleo del tintado rojo cuando llegan a Marte, en especial un primer y brevísimo inserto, absolutamente impactante. Una película que, en definitiva, demuestra que la fantasía no está tanto en lo que se cuenta sino en cómo se cuenta. Y que, además, cuenta con un apabullante y sorprendente final.

 

Anecdotario 

  • Títulos de rodaje: Journey into the Unknown / None Came Back / Rocket to the Moon / Rocketship Expedition Moon. También se la conoce como Expedition Moon.
  • Título en México: De la Tierra a la Luna.
  • En 1951 fue nominada a un Hugo como mejor representación dramática.
  • En 1978 Wade Williams adquirió los derechos del film y se rodaron nuevos planos de efectos especiales, que se incorporaron al metraje original, en especial los destinados al cohete, que rehizo Mike Matney, con el famoso Dennis Muren como consultor. Después, en los noventa, se restauró la película y se reincorporaron los planos originales en su mayoría, pero no en todos; la versión original, intacta, parece que ya no se conserva.

  • Hay otra copia que ofrece las escenas en Marte tintadas en un verde pálido.
  • El presupuesto fue de 95.000 dólares.
  • La partitura musical de Ferde Grofé Sr. fue la primera vez que se utilizó un theremín en una película de ciencia ficción.
  • El concepto original de Neumann ofrecía dinosaurios en Marte, pero el productor Lippert lo desestimó. Cuando se anunció el rodaje de Con destino a la Luna (Destination Moon, 1950), se cambió la acción para centrarla en nuestro satélite, pero el productor de ésta, George Pal, ejerció acciones legales y la trama se varió hacia Marte, tal cual estaba previsto al inicio. También esa guerra con la producción de Pal aceleró el rodaje de la presente para estrenarla antes.
  • El método gravitatorio para alcanzar la velocidad de escape es similar al utilizado en 2013 por la misión Mars Orbiter de la India para abandonar la Tierra en dirección a Marte.
  • Planos de esta película se repicaron para Lost Continent (1951), de Sam Newfield, y Spaceways (1953), de Terence Fisher, ambas producciones Lippert, la segunda en colaboración con la Hammer. Y también en Fire Maidens from Outer Space (Cy Roth, 1956) y Missile to the Moon [dvd: Invasión a la Luna, Richard E. Cunha, 1958].

  • Estrenada en Estados Unidos el 26 de mayo de 1950, en Nueva York, y luego a nivel global el 2 de junio de 1950, y en España hacia septiembre de 1954.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Kurt Neumann (1908-1958) fue un director de cierta influencia en el género fantástico, y aún hoy día no se le ha valorado lo suficiente, salvo por una única película, La mosca (The Fly, 1958). Aparte de ésta y la que aquí comentamos, también fue responsable de Tarzán y las intrépidas amazonas / Tarzán y las amazonas (Tarzan and the Amazons, 1945), She Devil [dvd: La diabla, 1957] y la magnífica Kronos [dvd: Kronos, 1957]. Aparte de ello, otorgó los argumentos de base para La hija de Drácula (Dracula’s Daughter, 1936), de Lambert Hillyer, y The Return of the Vampire [dvd: El retorno del vampiro, 1944], de Lew Landers. Murió a los cincuenta años, se dice que de muerte natural…