Un hombre se cree culpable de la muerte de su esposa, a causa de su alcoholismo. Al fin, halla una segunda mujer, pero ni su cuñada ni la criada parecen aceptar a la nueva intrusa…
Dirección: Alfonso Balcázar. Producción: Balcázar Producciones Cinematográficas, International Apollo Films. Productor: Antonio Liza. Guion: Alfonso Balcázar, Giovanni Simonelli, según argumento de José Ramón Larraz y A. Balcázar. Fotografía: Jaime Deu Casas. Música: Piero Piccioni. Montaje: Teresa Alcocer. Decorados: Alberto Boccianti. Intérpretes: José Antonio Amor (Oliver Bromfield, el marido), Daniela Giordano (Ruth, la esposa), Nuria Torray (Sara, la madrastra de Oliver), Teresa Gimpera (Jenny, la hermana de Oliver), Gioia Desideri (Helen, la ex mujer de Oliver), Alicia Tomás (Clara, la doncella), Oswaldo Genazzani (detective privado), Carlo Gentili (Dr. Roberts)… Nacionalidad y año: España, Italia 1972. Duración y datos técnicos: 80 min. / 87 min. – Eastmancolor – 2.35:1 – Techniscope – 35 mm.
La barcelonesa familia Balcázar fue la más destajista de las empresas trabajadoras del cine de la época. Si en los sesenta abordaron un spaghetti-wéstern a la española (esto es, el calçot-wéstern) desde el ámbito más ramplón, en los setenta decidieron apuntarse al éxito que detentaba el cine de terror made in Spain.
Este producto exhibe un título que lo podría asemejar a los fantaterrores de Paul Naschy, pero sus objetivos son muy distintos. Aquí, el calificativo de muertas vivientes tiene un significado de unos personajes encerrados en un mundo propio del cual no pueden salir, existiendo en una muerte en vida. Es, de hecho, La casa de las muertas vivientes un pomposo ejercicio hitchcockiano en el cual confluyen sórdidas pasiones incestuosas —elemento este sin duda debido al enigmático José Ramón Larraz, uno de los argumentistas del film—, con ecos que casi podrían emular el arte escénico de un Tennessee Williams o un Eugene O’Neill. Muy pretencioso, desde luego, pero el resultado se equipara más a una adaptación —estilística, narrativa…— de un bolsilibro de Joseph Berna al contorno de la fotonovela característica de la época.
El excelente libro El giallo italiano: La oscuridad y la sangre (Ediciones Nuer, 2001, edición a cargo de Antonio José Navarro) califica el presente film como un giallo a la española, pero el firmante de esto no acoge tal calificación. Se trata de un melodrama sórdido, con ingredientes criminales, con un espeso —que no profundo— desarrollo psicológico de los personajes, donde cada motivo oculto es remachado con un agreste zoom, y en el cual los personajes se relacionan por medio de unos diálogos imposibles.
El protagonista es un tal José Antonio Amor, una especie de mezcla entre Jack Taylor y Carlos Estrada, lo cual casi equivaldría a una metáfora de lo que el film pretende ser: una fusión entre el fantaterror español más característico y los ejercicios de autor de Vicente Aranda o Gonzalo Suárez de la época. Claro que ello lo intenta uno de los directores más incapaces que jamás abordaron este tipo —cualquier tipo— de cine. El resultado no es siquiera el clásico subproducto divertido de la época, pero, desde luego, puede resultar una rareza a estudiar.
Anecdotario
- Rodada en Barcelona y sus alrededores, y Roma y sus alrededores…
- En su primer estreno en Italia, a principios de 1972, la película se estrenó con el título Il cadavere di Helen non mi dava pace, que cambió por Una tomba aperta… una bara vuota en la segunda mitad del mismo año.
- En España, los títulos de rodaje fueron La noche de una muerta que vivió y La noche del escorpión. Este último título fue usado para una edición en vídeo.
- Título anglosajón: An Open Tomb… An Empty Coffin.
- En las copias internacionales el director figura como Al Bagran.
- Voces de doblaje: José María Amor (él mismo, castellano; Cesare Barbetti, italiano). Daniela Giordano (Rosa Guiñón, castellano; Vittoria Febbi, italiano). Nuria Torray (ella misma, castellano; Maria Pia Di Meo, italiano). Teresa Gimpera (Glòria Roig, castellano; Anna Miserocchi, italiano). Gioia Desideri (Enriqueta Linares, castellano; Benita Martini, italiano). Alicia Tomás (ella misma, castellano; Flaminia Jandolo, italiano). Osvaldo Genazzani (Francisco Garriga, castellano). Carlo Gentili (Joaquín Díaz, castellano).
- Estrenada en Italia el 7 de enero de 1972. En España su debut fue algo vago: En Bilbao se vio el año de su producción, el 8 de julio de 1972. En Barcelona se retrasó hasta 1974, y en Madrid, hasta 1975.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra