Noa es un joven e idealista simio que pertenece a una tribu que se dedica a criar águilas, y con las cuales han forjado toda una cultura. La incursión de una facción simia agresiva, así como la aparición de una muchacha humana, aportará nuevos rumbos a su existencia.
Dirección: Wes Ball. Producción: Disney Studios Australia, Jason T. Reed Productions, Oddball Entertainment, Twentieth Century Fox. Productores: Wes Ball, Joe Hartwick Jr., Rick Jaffa, Jason Reed, Amanda Silver. Productores delegados: Peter Chernin, Jenno Topping. Guion: Josh Friedman, basado en personajes creados por Rick Jaffa y Amanda Silver [a partir de la novela de Pierre Boulle]. Fotografía: Gyula Pados. Música: John Paesano. Montaje: Dirk Westervelt, Dan Zimmerman. Diseño de producción: Daniel T. Dorrance. FX: Erik Winquist (supervisor de efectos visuales), Weta Workshop, Wētā FX. Intérpretes: Owen Teague (Noa), Freya Allan (Mae / Nova), Kevin Durand (Proximus Caesar), Peter Macon (Raka), Lydia Peckham (Soona), Travis Jeffery (Anaya), William H. Macy (Trevathan), Sara Wiseman (Dar), Neil Sandilands (Koro), Eka Darville (Sylva), Ras-Samuel [acreditado como Ras-Samuel Welda’abzgi] (Lightning), Karin Konoval (Maurice), Dichen Lachman (Korina), Kaden Hartcher (Oda / Rust), Andy McPhee (Honorable Anciano), Nina Gallas, Samuel Falé, Zay Domo Artist, Frances Berry, Kagga Jayson, Anastasia Miller, Dmitriy Miller, Olga Miller… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2024. Duración y datos técnicos: 145 min. – color – 2.39:1 – D-Cinema.
El reino del planeta de los simios (Kingdom of the Planet of the Apes, 2024) es una secuela directa de la trilogía previa dentro de la franquicia, pero, al mismo tiempo, busca aportar nuevos rumbos. En el aspecto de lo primeramente referido, el inicio expone en pocos minutos un encadenamiento directo con cómo finalizaba La guerra del planeta de los simios (War for the Planet of the Apes, Matt Reeves, 2017)[1]; después, aparece un rótulo que indica «Muchas generaciones después» ―algunas gacetillas publicitarias anuncian que acontece trescientos años más tarde―, y nos presenta a un nuevo protagonista, Noa, un joven e idealista simio que pertenece a una tribu que se dedica a criar águilas, y con las cuales han forjado toda una cultura. La incursión de una facción simia agresiva, así como la aparición de una muchacha humana, aportará nuevos rumbos a su existencia.
Se percibe ese nuevo rumbo a la propia franquicia nada más arrancar el film, y el inicio hace temer lo peor, pues tenemos seguidas dos escenas terribles: una, en la que se nos presenta a un trío protagonista ―el «héroe», Noa, la simia que le gusta, Soona, y un amigo algo bobo, Anaya― tratando de hacerse con unos huevos de águila, que aporta convencionales perfiles psicológicos por medio de humor y una cámara mareante, junto a un abuso de los planos digitales; y le sigue una secuencia de acción apabullante, confusa y, también, mareante, así como un nuevo exceso informático.
Por suerte, cuando finalizan esas dos secuencias el film se calma un poco y empieza a narrar cosas y a profundizar en ellas. Aquí, los simios han aprendido a hablar, aunque de vez en cuando siguen utilizando el lenguaje de signos. Noa se embarca en un viaje iniciático para salvar a los suyos, y en el proceso irá evolucionando interiormente. La película es valiente en el aspecto de que tarda mucho en mostrar personajes humanos, que es con quienes, se supone, el espectador podría sentirse identificado, y cuando al fin lo hace no muestra el mejor perfil que tiene nuestra especie.
Se ha referido que la cinta es una secuela directa de la trilogía previa, por medio de ese prólogo. Además, César es citado en bastantes ocasiones (no siempre de un modo adecuado), y el símbolo que él pintó, y que reproducía los perfiles de la ventana de su casa que aparecía en la primera cinta de la nueva saga, se utiliza como emblema en muchas ocasiones, por parte de ambos «bandos». Pero amén de ese enlazamiento directo, también hay otros detalles a nivel argumental que encadenan con esa franquicia. Se plantean instantes que retrotraen a situaciones ya presentadas con anterioridad en esas tres películas previas, no tanto como guiño sino como un intento de aprovechar las ideas narrativas y apoyarse en ellas.
Pero también se perciben ecos de la primera saga, la de Arthur P. Jacobs. El director Wes Ball ―responsable anterior de la curiosa trilogía de «El corredor del laberinto»― ha declarado que esta cinta intenta representar el primer eslabón que conduciría a la película originaria, El planeta de los simios (Planet of the Apes, Franklin J. Schaffner, 1968), con Charlton Heston. Y se percibe con claridad, pues hay tres o cuatro alusiones directas a ella, con elementos argumentales e iconográficos, y, por si hubiera dudas, incluso se repiten algunos compases de la partitura musical de Jerry Goldsmith.
Pero la cosa no queda ahí, sino que también se detectan elementos que remiten a otras películas de la saga APJAC, de hecho, diríase de todas salvo de Huida del planeta de los simios (Escape from the Planet of the Apes, Don Taylor, 1971), que es la que menos encaja en la continuidad. Pero existen detalles que reconfiguran situaciones de Regreso al planeta de los simios (Beneath the Planet of the Apes, Ted Post, 1970), de La rebelión de los simios (Conquest of the Planet of the Apes, J. Lee Thompson, 1972) y de Battle for the Planet of the Apes [tv: Batalla por el planeta de los simios; vd/dvd/bd, La conquista del planeta de los simios, J. Lee Thompson, 1973]. Y aunque en momentos se detecta cierto intento de conexión, a veces también semeja un caso similar como con la trilogía reciente, y toda la película transcurre con una sensación de déjà vu constante.
Dejando a un lado todo ello, tal como se ha referido, tras esas dos escenas iniciales, construidas sin duda para epatar al espectador, y que a mí me ha producido justo el efecto contrario, después queda un film resultón, del que se ha buscado rebajar el tono oscuro de las previas, aunque también hay elementos sombríos. Se intenta hacer algo más accesible, más comercial, más de cara a un público de mayor amplitud, lo cual tampoco es malo intrínsecamente, desde luego, aunque se detecta una falta de poso al conjunto, que se supone irá condensándose a lo largo de las siguientes entregas. Justo en el momento de escribir estas líneas las informaciones indican que ahora la idea es hacer una saga de nueve películas. Tenemos, pues, simios para rato.
Anecdotario
- Título de rodaje: Planet of the Apes Ride.
- Título en Argentina, Chile, Ecuador y México: El planeta de los simios: Nuevo reino.
- El desarrollo comenzó en abril de 2019 y el rodaje arrancó el 9 de octubre de 2022 para finalizar en febrero de 2023, y se produjo en Australia, con un presupuesto estimado de entre 160 a 165 millones de dólares.
- Wes Ball propuso la idea para la película como «Apocalypto (Apocalypto, Mel Gibson, 2006) con simios».
- Tras conseguir el papel protagonista de Noa, Owen League pasó unos días en un santuario de simios de Florida, donde pudo conocer de cerca a los primates.
- Noa tiene la misma marca de nacimiento en el pecho que César en las tres películas anteriores.
- El símbolo del collar que lleva Raka es el diseño de la ventana del dormitorio de César en El origen del planeta de los simios (Rise of the Planet of the Apes, Rupert Wyatt, 2011).
- En junio de 2022 se informó de que Disney y 20th Century planeaban que Kingdom fuera la primera de una nueva trilogía de películas. Ball lo confirmó en diciembre de 2023, explicando que este film había sido concebido como el comienzo de una trilogía que «encajara en el legado» de las tres películas anteriores.
- Película previa de la saga: La guerra del planeta de los simios (War for the Planet of the Apes, Matt Reeves, 2017).
- Estrenada en Estados Unidos y en España el 10 de mayo de 2024.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] De ahí que reaparezca Maurice, en un breve cameo.