Linda, la novia de Jim, empieza a sentirse obsesionada con una ouija que una antigua pareja de ella, Brandon, se dejó en su casa un día que montó una fiesta. Al parecer, ha contactado con el fantasma de un niño. Misteriosos sucesos, seguidos de algunas muertes, parecen conectarse con ese hecho.

Dirección: Kevin Tenney [acreditado como Kevin S. Tenney]. Producción: Paragon Arts International, Blue Rider Pictures. Productor: Gerald Geoffray. Productor delegado: Walter Josten. Productores asociados: Roland Carroll, Patricia Bando Josten, Donna Reynolds, Bolton Sullivan. Supervisor de producción: Ron Mitchell. Guion: Kevin Tenney. Fotografía: Roy H. Wagner. Música: Dennis Michael Tenney. Montaje: Daniel Duncan, Stephen J. Waller. Dirección artística: Sarah Burdick Stone. FX: Mark Shostrom (escultor de efectos de maquillaje), Tassilo Baur (efectos especiales). Intérpretes: Todd Allen (Jim Morar), Tawny Kitaen (Linda Brewster), Stephen Nichols (Brandon Sinclair), Kathleen Wilhoite (Zarabeth), Burke Byrnes (teniente Dewhurst), James W. Quinn (Lloyd), Rose Marie (Mrs. Moses), Judy Tatum (Dr. Gelineau), Gloria Hayes (Wanda), J. P. Luebsen (Carlos Malfeitor), Susan Nickerson (Chris), Ryan Carroll (Roger), Kenny Rhodes (Mike), Clare Bristol (presentadora), Ty Copeman (hombre en la fiesta)… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Reino Unido 1986. Duración y datos técnicos: 98 min. – color DeLuxe – 1.85:1 – 35 mm.

 

La década de los ochenta fue una época muy activa en lo que a cine fantástico se refiere, y definió la afición de muchos seguidores de cierta edad en esas fechas, devoción que conduce, muchas veces, a valorar estas películas muy por encima de su auténtico mérito. Kevin Tenney fue uno de los realizadores característicos del período, cuyos filmes eran habituales en los videoclubes del momento, si bien la presente tuvo el mérito de ser estrenada en salas españolas en la época y, si no me equivoco, sería la única de su autor que gozara de esos honores. Recuerdo haberla visto en el cine Azul de la Gran Vía, y lo cierto es que me decepcionó bastante, y el revisionado actual que le he hecho me ha convencido más. Por supuesto, tengo bien claro el motivo: a mis veintipocos años de edad, iba buscando caña, emoción, efectos especiales, y me encontré con un drama que se ocupaba en extenso de los personajes; ahora, precisamente eso es lo que hace que la cinta sobresalga.

Witchboard – Juego diabólico (Witchboard, 1986) supuso el debut como director de Tenney, tras el corto Book of Joe (1984), y desde entonces ha rodado alrededor de una quincena de películas, permaneciendo fiel casi en su totalidad al género. En 2009 dirigió la comedia familiar Bigfoot, y desde entonces ha permanecido inactivo hasta el presente, pero tiene en preproducción dos filmes desde 2017, Don’t Let Them In, una cinta de sketches terroríficos, y Sins of 7, también de miedo.

Tenney escribió el guion de Witchboard mientras estudiaba en la Universidad del Sur de California. La idea surgió a partir de un amigo que llevó un tablero a una fiesta. Se puso a documentarse sobre el hecho, y descubrió el concepto de «atrapamiento progresivo», un elemento que figura brevemente en El exorcista (1973), en la que un individuo queda «atrapado» de forma progresiva por un espíritu mientras utiliza el instrumento. Otras historias que conoció en el proceso de documentación fueron incorporadas a la trama. El personaje del portugués Carlos Malfeitor, el malo de la película, fue interpretado por J. P. Luebsen, un fotógrafo, que ciertamente tiene un aspecto inquietante, aunque según Tenney era un encanto de persona.

El film se centra en particular en el triángulo sentimental que se establece entre Linda, Jim y Brandon. Tiempo atrás, Jim y Brandon eran muy amigos; Brandon era novio de Linda, pero Jim no lo sabía (sorprendente, si eran tan íntimos), empezó a salir con ella y se acabaron enamorando. Desde entonces, entre Brandon y Jim se ha establecido una fuerte rivalidad, y cuando comienza la película, en la fiesta, ambos no paran de lanzarse desagradables pullas, que incomodan a Linda, como es lógico. Linda y Jim ahora viven juntos, y ella está en el trance de que le informen si está embarazada, tal como sospecha. Brandon sigue enamorado de ella y no parece perdonar a Jim el que se la quitara.

En medio, pues, de esa situación, la ouja se introduce, por un lado, como un elemento desestabilizador, y por otro de unión de los dos ex amigos, que han de aliarse para solucionar el problema que representa la presencia fantasmal que ronda a Linda, con fenómenos telequinéticos alrededor y, después, muertes inexplicables. Los efectos especiales son casi inexistentes, y son suplidos con imaginación. Además, los asesinatos de la maligna aparición espectral podrían pasar por accidentes, por lo que no hay constancia de que nada sobrenatural acontezca, en apariencia. Tenney rueda la aparición por medio de una fluida cámara subjetiva que ayuda a aportar la atmósfera necesaria, y eso es casi todo en un film que juega con la sugerencia antes que con la explicitud.

El trío protagonista funciona bastante bien, tienen química entre ellos y ofrecen interpretaciones superiores a lo que es norma en este tipo de cintas, donde se suele supeditar todo a jovencitos inexpresivos. En ese sentido, Todd Allen (Jim), Tawny Kitaen (Linda) y Stephen Nichols (Brandon) ofrecen unos personajes con perfiles poliédricos que llegan a interesar, sin prescindir de mostrar los contornos imperfectos de los «héroes». Más incómodos resultan los personajes de la médium Zarabeth (Kathleen Wilhoite) o del teniente de policía Dewhurst (Burke Byrnes), cuyas aportaciones «humorísticas» dejan bastante que desear. Es obvio que el retrato guasón de la primera se introduce para, después, por contraste, percibamos que algo atroz debe estar pasando cuando ella se lo toma en serio, pero aguantar a esa psíquica que masca chicle y hace chistes de forma constante se hace algo pesado.

Es un film inherente a la época en que se rodó, donde destacan los horribles peinados tanto de ellos como de ellas, los pantalones ceñidos y la planota música por sintetizador, compuesta por Dennis Michael Tenney, hermano del director. Son una estética y un sonido característicos de aquellas fechas, con su parte positiva y su parte negativa. Se trata de un terror que, dentro de su modestia, intenta ofrecer algo más que los consabidos sustos.

 

Anecdotario

  • Títulos en Argentina: La ouija [cine] / Juego de los brujos [TV] / Embrujo ouija [TV]. Título en México: La ouija asesina.
  • Comenzó a filmarse con el título de Ouija, pero fue cambiado por motivos de derechos.
  • En 1988 la película compitió en el Festival de Cine Fantástico de Avoriaz.
  • Rodada con un presupuesto estimado de dos millones de dólares.
  • El elenco y el equipo tuvieron extrañas experiencias en el set. Algunos de los miembros del equipo, sobre todo los que llegaron antes, sufrieron problemas significativos en el interior de la casa del 637 de Lucerne Blvd., como chocar con cosas que no estaban allí, así como objetos que se habían movido sin que nadie pudiera hacerlo durante ese periodo de tiempo. Wagner sintió especialmente una fuerte presencia en la escalera donde alguien caminaba detrás de él, y hubo numerosos sucesos donde el reparto y el equipo escucharon susurros y conversaciones.
  • La casa de la película también se utilizó en La revolución de las ratas (Willard, Daniel Mann, 1971) y Waxwork [vd/tv/dvd: Waxwork: Museo de cera, Anthony Hickox, 1988]. Desde entonces, esta residencia de Los Ángeles ha sido descartada como lugar de rodaje.

  • El rodaje de la escena de la ducha fue difícil para Tawny Kitaen, ya que se sentía nerviosa al estar totalmente desnuda delante del equipo. Para que se sintiera más cómoda, todos los miembros del equipo, excepto el director y el ayudante de la segunda cámara, fueron expulsados del plató una vez que los efectos estaban preparados y listos para rodar. En todo caso, justo cuando sale de la ducha se percibe que lleva puesto una especie de tanga.
  • Secuelas:

Witchboard 2: The Devil’s Doorway [vd: Witchboard 2, Kevin Tenney, 1993].

Witchboard III: The Possession [vd: Witchboard 3: La posesión, Peter Svatek, 1995].

Spin-off: Witchtrap [vd: Witchtrap: El espíritu de la mansión de los Lauter, Kevin Tenney, 1989].

  • Remake: Witchboard (Chuck Russell, 2024) [en post-producción].
  • Estrenada en Estados Unidos el 31 de diciembre de 1986 de forma limitada, y luego a nivel más general el 13 de marzo de 1987, y en España el 19 de octubre de 1987 (en Madrid, en los cines Azul y Minicines).

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra