Kong no murió tras su caída de las Torres Gemelas. Han pasado diez años y sigue vivo, mantenido por un equipo de especialistas, pero cada vez está más débil y necesita una transfusión de sangre. Cuando en las junglas sudafricanas se localiza una gorila gigante, se cree que ella puede ser la solución para su salvación.

Dirección: John Guillermin [y Charles McCracken]. Producción: De Laurentiis Entertainment Group. Productora: Martha Schumacher. Productores delegados: Dino De Laurentiis, Ronald Shusett. Guion: Ronald Shusett, Steven Pressfield. Fotografía: Alec Mills. Música: John Scott. Montaje: Malcolm Cooke. Diseño de producción: Peter Murton. FX: Barry Nolan (supervisor de efectos visuales), David Jones (supervisor de miniaturas), Carlo Rambaldi (efectos de la criatura). Intérpretes: Linda Hamilton (doctora Amy Franklin), Brian Kerwin (Hank Mitchell), John Ashton (coronel Nevitt), Peter Elliott (Kong), George Yiasomi (Lady Kong), Peter Michael Goetz (dr. Ingersoll), Frank Maraden (dr. Besnon Hughes), Bernard Addison, Jeff Beninghoffen, Robin Cahall, Michael Forest, Margaret Freeman, Jimmy Wiggins. 101′ C 2.35:1.

 

Durante un cierto tiempo De Laurentiis planeó una secuela de su King Kong. En un momento determinado, inclusive anunció que la continuación ofrecería al simio en lucha con la acuática protagonista de otro de sus éxitos previos, la comentada Orca. Al fin, diez años después, se atrevió con un producto que mejor hubiera sido no viera la luz nunca, pues su resultado es prácticamente del mismo nivel que las imitaciones que surgieron de su primera película sobre el simio.

Para el guion, esta vez De Laurentiis contó con dos hombres, Ronald Shusett (éste también productor delegado) y Steven Pressfield. Shusett debutó escribiendo la historia del film W – Suspense más allá de las palabras (W, 1974), de Richard Quine, pero saltó a la fama con su trabajo para Alien – El octavo pasajero (Alien, 1979), de Ridley Scott. Antes de su labor en la presente cinta, escribió también el libreto de un simpático y enérgico film de terror, Muertos y enterrados (Dead & Buried, 1981), de Gary Sherman, y otro más, el fallido The Final Terror [vd: El terror final, 1983], de Andrew Davis. Tras King Kong 2, su labor más prestigiosa es el guion para Desafío total (Total Recall, 1990), de Paul Verhoeven. Pressfield, por su parte, debutó con la presente, y amén de algún policial volvió a colaborar con Shusett en la fallida cinta de ciencia ficción Freejack – Sin identidad (Freejack, 1992), de Geoff Murphy. Es decir, se trataba de profesionales experimentados, por lo cual no se comprende el paupérrimo nivel de una historia que parece pergeñada por colegiales.

Por su parte, para la realización se volvió a contar con John Guillermin, quien ciertamente otorga a la película una atmósfera muy similar a la previa. De todas maneras, el rodaje resultó conflictivo, dado que, durante la filmación de su anterior film, Sheena, reina de la selva (Sheena, 1984), falleció su hijo Michael, y eso provocaba que, en ocasiones, abandonara repentinamente el rodaje para irse a navegar y reflexionar. En una ocasión, inclusive discutió con alguien de producción y desapareció durante días, por lo que para terminar el film se contrató a Charles McCracken, un documentalista de veintiún años.

Destaquemos, también, que Kong era de nuevo un actor disfrazado, pero en esta ocasión no se contó con Rick Baker, sino que quien estaba bajo las pieles era Peter Elliott, un habitual en estos cometidos, y su novia, Lady Kong, también fue interpretada por un hombre, George Yiasoumi, que ya en Greystoke, la leyenda de Tarzán, señor de los monos (Greystoke, the Legend of Tarzan, Lord of the Apes, 1984), de Hugh Hudson, hiciera un papel similar.

El arranque de este segundo film muestra las imágenes finales del previo, con Kong ascendiendo una de las Torres Gemelas. La escena se ofrece un tanto resumida y con la música cambiada: ahora la partitura se debe a John Scott, quien desempeña una composición efectiva pero de carácter más aventurero. Sin embargo, este resumen finaliza antes de que la película previa acabara; de ese modo, se elimina la magnífica secuencia en la cual el corazón de Kong se oye cada vez con más lentitud y, finalmente, se detiene, al tiempo que el brillo de sus ojos se extingue. Así pues, antes de que esto acontezca, hay un fundido a negro, y pasamos a un plano de un edificio que nos anuncia «Atlanta Institute, Georgia – 10 años después». En ese tiempo, Kong ha sido mantenido con vida por medio de los más sofisticados aparatos médicos y por un gran equipo comandado por la doctora Amy Franklin (Linda Hamilton, algo perdida). Pero ahora hay problemas: el corazón de Kong no puede más, y una operación es inviable, pues sería preciso un suministro de sangre nueva, esto es, una transfusión.

Al momento, se nos muestra una jungla sudamericana, y un aventurero insufrible que habla con sus mulas (Hank Mitchell: Brian Kerwin) se topa de súbito con una gran gorila, que es dejada fuera de combate por indígenas provistos de cerbatanas impregnadas en algún líquido adormecedor. No tarda en elaborarse el plan de trasladar a Lady Kong para ofrecer su sangre al macho, y después proceder a una operación en la cual a King Kong se le aplicará un corazón artificial.

Pronto, éste despierta, y aunque separados en hangares diferentes, ambos simios se huelen. Kong escapa y llega hasta donde está la hembra, a la cual libera y se la lleva… cogida en brazos, como una novia. Eso no es casual, pues luego descubriremos que se han ido a la montaña, a un lugar llamado… Honeymoon Ridge, esto es, algo así como Risco de la Luna de Miel. Sí, ahí pasan su luna de miel, él le ofrece una serpiente de aperitivo, ella lo rechaza arisca… Se acarician, él pasa el brazo sobre el hombro de ella, se preparan la cama… En verdad que Pressfield y Shusett, antes que verse un documental sobre la vida de los gorilas para preparar su guion, debieron visionar alguna comedia romántica. A partir de aquí, la sensación de asistir a una auto parodia no abandonará al espectador en casi ningún momento.

Evidentemente, el idilio no podía durar mucho, y el ejército hace acto de aparición, gaseando a la novia y dando por muerto al novio cuando éste se arroja al río y se golpea con una piedra. La gorila es encerrada en un silo, donde ésta dará muestras de un gran pesar; la doctora dice que debe presentir que Kong aún vive, cosa que ella también cree. Nueva búsqueda por los bosques del animal, quien subsiste comiendo caimanes, y cuando se le descubre, una partida de caza, los clásicos paletos montañeses norteamericanos cargados de alcohol, van en su busca, organizan un derrumbe de una montaña y sepultan al gorila, comenzando a hostigarlo, hasta que éste enfurecido se libera de las rocas. En ese cometido mata algunos de los cazadores, a otro lo atrapa y lo parte por la mitad, como un palillo (insólito plano gore) y a otro lo devora, debiendo hurgarse entre los dientes para quitarse la gorra que se le ha quedado prendida entre ellos…

Kong inicia una vez más la búsqueda de Lady Kong, quien ya está en avanzado estado de buena esperanza, y juntos huyen, pero cuando pasan por un pajar ella cae sobre éste, pues ha llegado el momento de dar a luz. Estas mujeres, siempre tan inoportunas… Mientras ella está pariendo, el ejército dispara contra Kong y lo acribilla. Agónico, asistirá al nacimiento de su hijo (un bicho horroroso, y absurdamente diminuto) y tras acariciarlo perecerá. Pero su simiente seguirá viva para recordarlo… En fin, tras este resumen, ¿qué más se puede añadir? ¿Qué pauta crítica se puede aplicar a esta nadería sin sentido del ridículo? Pasemos un tupido velo.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina y Uruguay: King Kong II. Título en México: King Kong 2.
  • Premios: Razzie (1987): peores efectos especiales.
  • El rodaje ocupó entre el 8 de febrero y el 27 de mayo de 1986.
  • De un presupuesto de 18 millones de dólares solo recuperó cinco.
  • A Peter Weller se le ofreció un papel, pero en su lugar optó por interpretar el papel principal en RoboCop (1987). Hizo bien.
  • En España la película se estrenó amputada de sus planos gore con el fin de convertirla en un film apto para todos los públicos.
  • Tras esta película, Dino De Laurentiis se puso en contacto con Lou Scheimer, de Filmation, para desarrollar un spin-off animado protagonizado por el hijo de Kong. No llegó a hacerse.
  • Estrenada en Estados Unidos el 19 de diciembre de 1986 y en España el 24 de julio de 1987, en Madrid.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra