Cuando su madre está agonizando en el castillo de los Karlstein, Luisa regresa y aquélla le informa que pertenece a una estirpe de vampiros, y que hay una habitación secreta dentro de la cual yace el creador del linaje. Pronto, en los alrededores comienzan a aparecer mujeres jóvenes y atractivas muertas.

Dirección: Jesús Franco [acreditado como Jess Franco]. Producción: Comptoir Français du Film Production (CFFP) (París), Interfilme (Lisboa). Productores: Victor Costa, Robert de Nesle. Guion: Jesús Franco. Fotografía: José Climent. Música: René Sylviano, [y Daniel White]. Montaje: Roberto Fandiño. Dirección artística: Carlos Viudes. FX: . Intérpretes: Carmen Yazalde [acreditada como Britt Nichols] (Luisa Karlstein), Anne Libert (Karine), Alberto Dalbés (inspector Ptuschko), Daniel White (conde Max Karlstein), Jesús Franco (Cyril Jefferson), Howard Vernon (conde Karlstein / Drácula), Fernando Bilbao (Charlie, el periodista), Carmen Carbonell (baronesa Edith Karlstein), Conchita Núñez (Margot, la camarera), Eduarda Pimenta (Dorian), Yelena Samarina (Ana Kramer)… Nacionalidad y año: Francia, Portugal 1972. Duración y datos técnicos: 82 min. – color – 2.35:1 – Eastmancolor – Techniscope – 35 mm.

 

Después de El conde Drácula / Nachts, wenn Dracula erwacht / Il conte Dracula / Count Dracula (1970), una producción del británico Harry Alan Towers que, se supone, se ceñía férreamente a la novela de Bram Stoker, Jesús Franco buscó una mayor libertad creativa y recuperó, más o menos, los mitos del terror en una trilogía que en verdad no está conectada en el aspecto argumental, sino que recupera el concepto del vampiro y lo maneja a su estilo. Esta es la segunda entrega de esa saga: en la primera aúna a Drácula con Frankenstein, aquí solo trata el mito del vampiro, y en la tercera únicamente aparece el científico (y otros elementos).

En los créditos figura que el guion está escrito y adaptado por Franco. No consta qué adapta, pero cabría conjeturar que se trata de Carmilla. De hecho, diríase que la película es una peculiar mixtura de los mitos creados por Bram Stoker y J. Sheridan LeFanu. En el título, como se ve, se cita a Drácula, y en el prólogo una voz en off lo cita de nuevo, pero después la trama se circunscribe en torno a la familia Karlstein [sic], cuyo último vástago, Luisa, regresa para averiguar que ha heredado la maldición familiar del vampirismo. Descubre que en una cripta yace el vampiro primigenio —¿el conde Drácula? ¿el conde Karlstein?— y pronto en la región comienzan a suceder ataques a jóvenes mujeres.

Se supone, porque está muy mal explicado, que desde el ataúd donde yace el no muerto (un Howard Vernon que no debió cansarse mucho, pues no sale del mismo en toda la película) sume a Luisa en una especie de trance que la convierte en una vampira de quita y pon, pues ocasionalmente se convierte y ataca a mujeres, no sin antes, desde luego, magrearse de forma efusiva con ellas. Algunas de las víctimas son llevadas a la cripta, donde son cedidas al vampiro, que se alimenta de ellas sin salir siquiera de la cama (del ataúd, quiero decir). Al tiempo, Luisa inicia un romance erótico con su prima Karine —solo hay sexo, nada de comunicación—, y las muertes son investigadas por un policía y un periodista entrometido.

Se suele referir que la presente es una especie de remake en clave femenina de La mano de un hombre muerto (1962) —en esa película también sale un par de personajes llamados Karine y Dorian, como aquí—, y con Britt Nichols tomando el rol que hacía Hugo Blanco como Ludwig von Klaus. Otras fuentes dicen que se trata de una nueva versión de Las vampiras / Im Zeichen der Vampire / Vampyros Lesbos (1971). En cierto sentido, es un poco de eso y, al mismo tiempo, es otra cosa, tampoco muy definida. Son las constantes sempiternas de Jesús Franco sobre las cuales da vueltas una y otra vez.

Aquí no hay mucha coherencia argumental. Con la excusa de que el policía, el inspector Ptuschko (un Alberto Dalbés que acaso sea el único que se toma su papel un poco en serio) es un inútil, no hay investigación que valga. Al final, quien descubre el cotarro es el periodista entrometido, Charlie (Fernando Bilbao), un poco porque se cuela en todas partes y un mucho por suerte. Por cierto que, al final, Charlie irrumpe en la cripta del vampiro, cuando se supone que Luisa tenía la única llave, por una puerta del fondo, y luego aparece el policía por la principal. Y también hay una especie de detective de lo sobrenatural interpretado por el mismísimo Jesús Franco, y al que da vida con la apatía que lo caracterizaba.

Aparte del sinsentido que es la trama, el film dispone de abundantes desincronizaciones de sonido, sombras de la cámara, planos absurdos, como un momento en que se encuadra la frente de una actriz y un trozo de pared durante un buen rato, y luego reencuadra, tomas desenfocadas, el montaje es caótico… Todo ello, servido por una cámara en mano que no para un instante, ya sea con movimientos laterales o con zooms adelante y atrás. Se supone que todo ello es una audaz experimentación, en la cual Franco se desvincula de las ligaduras de la narración tradicional para ser libre y jugar con los mecanismos audiovisuales.

El resultado es una película atroz, sin ritmo, lenta y muy aburrida, que se hace difícil aguantar en la integridad de su metraje no muy extenso. Lo único reseñable de manera positiva es una música bastante interesante, aunque muchas veces no esté acorde con las imágenes, y en otras ocasiones el montaje corta de manera abrupta. Es muy atractivo el momento en el cual el actor y músico Daniel White interpreta una hermosa pieza al piano, en paralelo con una repetitiva escena lésbica. No hay nada más.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina y Venezuela: La hija de Drácula.
  • Títulos anglosajones: Dracula’s Daughter / Daughter of Dracula.
  • Rodada en Sintra, Lisboa, Portugal.
  • La labor de fotofija del film la realizó Howard Vernon con el seudónimo de Mario Lippert.
  • Película precedente de la saga: Drácula contra Frankenstein / La malédiction de Frankenstein ou les expériences érotiques de Frankenstein / Drácula Prisioneiro de Frankenstein (1972).
  • Película siguiente de la saga: La maldición de Frankenstein / Les plaisirs de la nuit: Les expériences érotiques de Frankenstein (1973).
  • Estrenada en Francia el 14 de diciembre de 1972. 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: •

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra