Philip Winthrop llega a la Casa Usher con la intención de casarse con Madelene, a la que conoció en un viaje a Boston. Sin embargo, el hermano de ella, Roderick, se niega a que siga adelante con la relación, pues piensa que la estirpe de los Usher está maldita, y ambos están condenados a una muerte cercana. Philip insiste en quedarse, mientras es testigo del grado de decrepitud que sufre tanto la familia como la propia casa.

Dirección: Roger Corman. Producción: Alta Vista Productions para American International Pictures (AIP). Productor: Roger Corman. Productor delegado: James H. Nicholson. Guion: Richard Matheson, según el relato de Edgar Allan Poe. Fotografía: Floyd Crosby. Música: Les Baxter. Montaje: Anthony Carras. Diseño de producción: Daniel Haller. FX: Pat Dinga (efectos especiales), Albert Whitlock (pinturas matte), Sonu Mourya (artista de FX), Lawrence W. Butler (director de proceso fotográfico), Ray Mercer (efectos fotográficos). Intérpretes: Vincent Price (Roderick Usher), Mark Damon (Philip Winthrop), Myrna Fahey (Madeline Usher), Harry Ellerbe (Bristol), David Andar (fantasma en la escena onírica), Mario Bellini (fantasma en la escena onírica), Bill Borzage (fantasma en la escena onírica), Eleanor LeFaber (fantasma en la escena onírica), Nadajan (fantasma en la escena onírica), Ruth Oklander (fantasma en la escena onírica), George Paul (fantasma en la escena onírica), Géraldine Paulette (fantasma en la escena onírica), Phil Sulvestre (fantasma en la escena onírica), John Zimeas (fantasma en la escena onírica). Nacionalidad y año: Estados Unidos 1960. Duración y datos técnicos: 80 min. – color – 2.35:1 – Eastmancolor – CinemaScope – 35 mm.

 

 

«Durante todo un aburrido, oscuro y silencioso día de otoño, cuando las nubes se cernían opresivamente bajas en los cielos, yo había estado pasando solo, a caballo, a través de una extensión singularmente lúgubre; y finalmente me encontré, cuando las sombras de la tarde se acercaban, a la vista de la melancólica Casa Usher».

Desde hacía años Roger Corman llevaba haciendo películas que después distribuía la American International Pictures, o AIP. Solían ser cintas muy baratas, en blanco y negro y rozando la hora de duración, que se estrenaban en programa doble. Un día, el director se presentó en las oficinas de la compañía con una sugerencia: duplicar el presupuesto de una película, rodarla en color y estrenarla como pieza única. Consideraba que, de esa manera, la taquilla sería muy superior. Para inaugurar esa corriente optó por adaptar el cuento de Edgar Allan Poe «La caída de la Casa Usher», dado que, al ser antiguo, estaba libre de derechos y salía más barato. James H. Nicholson quedó convencido, no así Samuel Z. Arkoff, que pensaba que en la película no había monstruo, característica de sus estrenos (no siempre), pero cuando Corman le explicó que «la casa era el monstruo» parece ser que tragó[1].

Edgar Allan Poe publicó el relato en la revista Burton’s Gentleman’s Magazine en septiembre de 1849, y después, con una ligera revisión, en el volumen 1 de Tales of the Grotesque and Arabesque, por el editor Lea & Blanchard. Dentro del cuento figura también el poema «The Haunted Palace», que con anterioridad apareció en el número de abril de 1839 de la publicación Baltimore Museum, poema del que hablaremos en otro momento. Poe pareció inspirarse en una casa sita en Boston, Massachusetts, llamada Hezekiah Usher House, que fue construida en 1684 y derribada o reubicada en 1830, y cuando se demolió encontraron dos cadáveres abrazados en una cavidad del sótano. Otra fuente de inspiración puede ser una pareja real, Luke Usher y su esposa, amigos y colegas actores de su madre Eliza Poe.

El proyecto del film fue anunciado para empezar a ser rodado en febrero de 1959, pero finalmente se retrasó alrededor de un año. Como guionista se contrató al gran escritor Richard Matheson, que debía inflar un relato de pocas páginas a un metraje de ochenta minutos. En el cuento, el narrador anónimo en primera persona llega a la Casa Usher requerido por Roderick, que es amigo suyo. Al poco de estar ahí, Madeline fallece. En su guion, Matheson hace que el recién llegado, aquí llamado Philip Winthrop, llegue en busca de Madeline, a quien ha conocido en Boston; se enamoraron, y ahora viene con la intención de casarse. Ahí se percibe una circunstancia contradictoria, dado que, en teoría, la muchacha está débil y enfermiza y, pese a la sobreprotección del hermano, la dejó ir sola a la ciudad.

Mientras que, como se ha dicho, en la historia ambos hombres son amigos, aquí hay un claro sentimiento de enemistad, inclusive de rivalidad. Roderick no quiere que Philip se lleve a Madeline, y la mera idea de que tengan hijos lo pone enfermo. ¿Es por miedo de que la simiente corrompida de los Usher se expanda, o porque, en verdad, no soporta que otro hombre se acueste con su adorada hermana? En el relato, Roderick y Madeline son gemelos, y comparten una muy peculiar sensibilidad, mientras que aquí él es mayor que la hermana. Esa sobreprotección, ese intento de que ella se quede con él por siempre, semeja más bien una pulsión erótica, un deseo hacia su hermana que solo puede satisfacer teniéndola siempre a su lado, muriendo los dos en la mansión que los vio nacer.

Esa primera mitad de la película se dirime, por un lado, en plasmar el amor entre Philip y Madeline, y el intento del primero de llevársela junto a él; y, por otro, el enfrentamiento por eso mismo entre el hombre y Roderick. Hay una atmósfera lóbrega, deprimente y yerma, que va tomando cuerpo poco a poco, aunque la trama es más bien un melodrama gótico como podrían ser los de las hermanas Brontë. Pero ya en esos compases se manifiesta la idea, ya presente en el cuento, de que la casa sea un ente vivo. En el relato, se refiere que Roderick cree que la casa en la que habita está viva, y que esa sensación «surge de la disposición de la mampostería y la vegetación que la rodea». Aquí, dice que hay una malignidad procedente de la propia mansión, que ha corrompido toda la fronda circundante, así como a los mismos miembros de la familia Usher, asesinos y ladrones. La mansión, además, está atravesada por una inmensa grieta que se acrecienta, como si fuera una cicatriz de la estirpe Usher, condenada a morir de la herida que la aflige y que se va expandiendo como un cáncer.

Una vez muerta Madeline, en el relato hay un excelente momento en el cual Roderick y el narrador/protagonista leen juntos un poema, y de forma sobrenatural los hechos que se refieren en el mismo se van reproduciendo, sonoramente, en la Casa Usher; así, la caída de un escudo es en realidad la tapa del ataúd resonando en el suelo pétreo de la cripta donde la mujer ha sido sepultada viva. La intensidad dramática de esos instantes, junto al tempo poético que Poe le aplica, otorga a esa aparte un ardor literario de una poderosa fuerza. Eso, por supuesto, no puede ser reproducido en la película. Aquí, de forma consciente, Roderick permite que Madeline sea enterrada no estando muerta, quizás en un intento que, dentro de ese suplicio, este sea menor que el tormento que sufre viviendo día tras día. Pero Madeline no opina lo mismo, y sale de la tumba encolerizada y enloquecida.

Roger Corman potencia todo el tono de romanticismo exacerbado de la historia, incrementado por la bellísima fotografía en color del gran Floyd Crosby. Se sirve de elementos que semejan tópicos en este tipo de narraciones, como son las tormentas, la mansión iluminada por los relámpagos, el sonido estridente de los truenos. Pero están recreados con tal atractivo que le otorga un nivel modélico. Los sólidos decorados, diseñados por Daniel Haller —futuro realizador, de no muy inspirados vuelos—, conceden también rotundidad a las imágenes, y en el aspecto visual no puede sino decirse que La caída de la Casa Usher es una obra de primer orden, pese a ser una producción barata.

El film es diríase una pieza de cámara, con solo tres actores, en la práctica: Price, Damon y Fahey. Myrna Fahey fue una actriz de recorrido eminentemente televisivo, quien aquí efectúa una interpretación potente; los momentos finales, enloquecida y resaltando unas manos chorreantes de sangre —plano que fue censurado en el mojigato Reino Unido— son impresionantes. Mark Damon fue premiado como revelación en esta película, y lo podemos recordar también en un clasicazo del género como es Las tres caras del miedo (I tre volti della paura / Les trois visages de la peur, Mario Bava, 1963), aunque al final no logró esa carrera esperable, y cuando su apostura languidecía se refugió de manera inteligente en una importante carrera como productor. Vincent Price, en fin, está portentoso.

Cuando Price asumió el protagonismo de La caída de la Casa Usher ya era una estrella del terror. Había participado, aparte de algunas apariciones menores, en la deliciosa Los crímenes del museo de cera (House of Wax, André De Toth, 1953), y después contribuiría en unas cuantas producciones de William Castle. Previo a la presente incorporó el rol principal de un thriller de misterio con ecos terroríficos, The Bat [tv: El Murciélago, Crane Wilbur, 1959], y después se enredó en un cuarteto de intervenciones en series de televisión. Su Roderick Usher es un personaje concebido por alguien de una gran cultura y sensibilidad que proyecta sobre su creación, otorgándole una dimensión poderosa. Es alguien débil y, al mismo tiempo, fuerte, que utiliza sus temores para dar apoyo a sus decisiones, entre las cuales se encuentra enterrar viva a una hermana a la que adora. Torturado por sus aprensiones de pertenecer a una estirpe maldita, bascula de forma constante en el desequilibrio mental. La hermosísima voz del actor recita impresionantes monólogos que incrementan su encarnación.

De esta manera, La caída de la Casa Usher se erige como una joya del cine de terror, filmada con elegancia por Corman, servida con un tratamiento estético primoroso, y a la que Richard Matheson confiere un texto literario que, al tiempo, se potencia por medio de las imágenes, sin quedar sepultado en la letra. Recrea con fidelidad el universo de Edgar Allan Poe y, de manera adicional, apela a ciertos ecos lovecraftianos con ese páramo yerto que rodea la mansión, y que parecería salido de «El color que cayó del cielo» («The Colour Out of Space», 1927). El caserón semeja así anclado en otro tiempo, en otra dimensión diríase, condenado desde su creación a perecer junto a sus moradores. El clímax final es poderoso, si bien luego, de repetir Corman una y otra vez esos planos en otras películas, perdieron un poco su majestuosidad. Sin embargo, volviendo aquí, al origen, sigue percibiéndose la grandeza del hundimiento de la Casa Usher.

«…hubo un largo y tumultuoso griterío como la voz de mil aguas… Y la profunda y húmeda laguna a mis pies se cerró hosca y silenciosa sobre los fragmentos de la Casa de Usher».

Edgar Allan Poe

 

Anecdotario

  • Títulos de rodaje: Haunted House of Usher / The Mysterious House of Usher.
  • Título en Argentina: La caída de la Casa Usher. Título en México, Panamá y Perú: La pavorosa Casa de Usher.
  • En 1961 Mark Damon fue premiado con un Globo de Oro en la categoría de revelación masculina más prometedora. Ese mismo año, la película fue ganadora de un premio Laurel en la categoría de sleeper del año.
  • En 2005, la National Film Preservation Board registró la película en el National Film Registry.
  • Esta película fue uno de los primeros ejemplos de la práctica ocasional de American International Pictures de distribuir un largometraje con dos títulos diferentes. En algunas zonas, el título principal y la campaña publicitaria decían The Fall of the House of Usher, y en otras, simplemente House of Usher.

  • Los cuadros que se ven son obra del artista Burt Shonberg (acreditado como Burt Schoenberg). Las pinturas se regalaron a varios miembros del reparto y del equipo una vez terminada la película. Roger Corman se llevó el retrato de Vincent Price.
  • Roger Corman se enteró de que había un viejo granero en Orange County, California, que estaba a punto de ser demolido. Consiguió llegar a un acuerdo que le permitió quemarlo por la noche y filmarlo.
  • El paisaje desolado por el que cabalga Mark Damon era el lugar de un incendio en las colinas de Hollywood. Roger Corman tuvo conRodada con un presupuesto estimado de 270.000 dólares, en enero de 1960 a lo largo de quince días, en los Raleigh Studios, en Hollywood, Los Ángeles, California, así como en las Hollywood Hills, Los Ángeles, California, ocimiento del incendio por la radio y se desplazó al lugar al día siguiente con su equipo para realizar las tomas de Damon.
  • Vincent Price se sometió a una dura dieta para dar forma al personaje de Roderick Usher. También se mantuvo alejado de la luz solar para retratar a un hombre muy pálido y enfermizo. Además, se tiñó de rubio y se afeitó el bigote.
  • Último largometraje de Myrna Fahey. Seguiría trabajando en televisión hasta su muerte en 1973.
  • En The Trip [tv/dvd: El viaje, 1967], también de Corman, se utiliza una toma de la casa Usher. Los planos finales del incendio igualmente se han aprovechado en diversos títulos del ciclo Poe-Corman. Corman nunca se esperó que el público reconociera este metraje.
  • Una nueva versión se estrenó el 6 de agosto de 2010 en el Prospect Park Bandshell de Brooklyn, Nueva York, con una partitura en directo de Marco Benevento encargada por BRIC / Arts / Media / Bklyn. Esta versión, presentada en DVD, incluía numerosas superposiciones psicodélicas y flashforwards superpuestos e insertados, incluida una aparición temprana del famoso plano de las manos cubiertas de sangre y otros momentos del clímax anteriores en la película.

  • El ciclo Poe-Corman está compuesto por:

La caída de la Casa Usher (House of Usher / The Fall of the House of Usher, 1960).

El péndulo de la muerte (Pit and the Pendulum, 1961).

La obsesión (The Premature Burial, 1962).

Historias de terror (Tales of Terror, 1962).

El cuervo (The Raven, 1963).

The Haunted Palace [tv/dvd/bd: El palacio de los espíritus, 1963] —que, en realidad, tras unas líneas de un poema de Poe adaptaba una novela de H. P. Lovecraft—.

La máscara de la muerte roja (The Masque of the Red Death, 1964).

La tumba de Ligeia (The Tomb of Ligeia, 1964)

  • Adaptaciones del relato de Poe:

El hundimiento de la Casa Usher (La chute de la maison Usher, 1928), de Jean Epstein [Francia].

La versión de Epstein

The Fall of the House of Usher (1928), de James Sibley Watson y Melville Webber [CM; RU].

Edgar Allan Poe Centenary (1949) [telefilm; RU].

Lights Out: «The Fall of the House of Usher» (1949), de Kingman T. Moore [episodio serie TV; EEUU].

The Fall of the House of Usher (1950), de Ivan Barnett [RU].

Matinee Theater: «The Fall of the House of Usher» (1956), de Boris Sagal [episodio serie TV; EEUU].

La caída de la Casa Usher (House of Usher / The Fall of the House of Usher, 1960), de Roger Corman [EEUU].

Horror (1963), de Alberto De Martino [Italia, España].

La versión libre de De Martino

Mistery and Imagination: «The Fall of the House of Usher» (1966), de Kim Mills [episodio serie TV; RU].

Hora once: «El hundimiento de la Casa de Usher» (1970), de Josefina Molina [episodio serie TV; España].

Satanás de todos los horrores (1974), de Julián Soler [México].

Short Story Showcase: The Fall of the House of Usher (1976), de Guerdon Trueblood [MM; EEUU].

I racconti fantastici di Edgar Allan Poe (1979), de Daniele D’Anza [miniserie TV; Italia].

La caída de la Casa Usher (The Fall of the House of Usher, 1979), de James L. Conway [telefilm; EEUU].

Histoires extraordinaires: «La chute de la Maison Usher» (1981), de Alexandre Astruc [episodio serie TV; Francia].

Zánik domu Usheru (1982), de Jan Svankmajer [CM animación; Checoslovaquia].

Los crímenes de Usher / El hundimiento de la Casa Usher / La chute de la Maison Usher (1983), de Jesús Franco [España, Francia].

The House of Usher (1989), de Alan Birkinshaw [EEEU, Canadá, RU, Sudáfrica].

La chute de la Maison Usher (1992), de Marc Julian Ghens [CM; Bélgica].

Tales of Mystery and Imagination: «The Fall of the House of Usher» (1995), de James Ryan [episodio serie TV; RU, Canadá, EEUU].

Usher (2000), de Curtis Harrington [MM; Estados Unidos].

The Fall of the Louse of Usher: A Gothic Tale for the 21st Century (2002), de Ken Russell [RU].

The House of Usher (2006), de Hayley Cloake [Estados Unidos].

The Fall of the House of Usher (2006), de Robert Gummlich [Estados Unidos].

House of Usher (2008), de David DeCoteau [EEUU].

La versión «sui generis» de David DeCoteau

The House of Usher (2010), de Max Miller [CM; Australia].

The Fall of the House of Usher (2010), de Eric Fonseca [CM; EEUU].

The Fall of the House of Usher (2012), de Raúl García [CM; animación; Luxemburgo, España, Bélgica, Francia, EEUU].

Theatre Fantastique: «The Madness of Roderick Usher» (2014), de Ansel Faraj [episodio serie TV; EEUU].

The Fall of the House of Usher (2021), de James Darrah [EEUU].

The Fall of Usher’s House (2021), de Sergey A. [CM; Rusia República, Checa].

La caída de la Casa Usher (The Fall of the House of Usher, 2023), de Mike Flanagan, Michael Fimognari [miniserie TV; EEUU].

Scary Stories Around the Fire: «The Fall of the House of Usher» (2022) [episodio serie TV; EEUU].

  • Estrenada en Estados Unidos el 18 de junio de 1960 en Palm Springs, California, en una premier, y luego el 20 de julio de 1960. En España se vio por primera vez vía televisión, en un ciclo sobre de TVE2 el ciclo Poe-Price-Corman, el domingo 13 de octubre de 1976; después consiguió estreno en salas comerciales, en versión original subtitulada, el 22 de julio de 1983, en Barcelona, en la sala Casablanca 2, y el 24 de agosto de 1983, en Madrid, en la sala Alphaville 3.

 

Bibliografía

«La caída de la Casa Usher (El hundimiento de la Casa Usher)». En El pozo y el péndulo y otras historias espeluznantes; por Edgar Allan Poe; traducción de Mauro Armiño; prólogo de Agustín Izquierdo Sánchez. Madrid: Valdemar, 1995. Colección: Gótica; nº 18. T.O.: «The Fall of the Usher House» (1839). También traducida como «La ruina de la Casa Usher». 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Sin embargo, de forma significativa, en los créditos Nicholson aparece acreditado como productor, no así Arkoff.