A punto de salir en unas vacaciones, Kate Davis es secuestrada y trasladada a un extraño centro médico. Se le informa de que los allí reunidos son una especie de vampiros que se alimentan de la sangre de un ganado humano que se ordeña en la propia institución. Ella es descendiente de la condesa Bathory y, como tal, tiene privilegios de casta. La misión de esa organización es hacer que recupere sus instintos naturales de depredador.
Dirección: Rod Hardy. Producción: New South Wales Film Corporation, F.G. Film Productions, Film Victoria. Productor: Antony I. Ginnane. Productor delegado: William Fayman. Productora asociada: Barbi Taylor. Guion: John Pinkney. Fotografía: Vincent Monton. Música: Brian May. Montaje: Philip Reid. Diseño de producción: Jon Dowding. FX: Chris Murray, Conrad Rothmann (efectos especiales), Roger Cowland (efectos visuales). Intérpretes: Chantal Contouri (Kate Davis), Shirley Cameron (Mrs. Barker), Max Phipps (Mr. Hodge), Henry Silva (Dr. Gauss), Rod Mullinar (Derek), David Hemmings (Dr. Fraser), Rosie Sturgess (Lori), Robert Thompson (Sean), Walter Pym (Ditcher), Amanda Muggleton (Martha), Lulu Pinkus (enfermera), Chris Milne (David), Jacqui Gordon (Leah), Val Christensen (Toni), Glenys O’Brien, Benny Nightingale, Stephen Clark, Stewart Faichney, David Vella, Paddy Burnet, Yvette Rees, Vicki Andonopoulos, Rod Dorin, Roy Edmunds, Marina Jonathan, Greg Keyes… Nacionalidad y año: Australia 1979. Duración y datos técnicos: 95 min. . color – 2.35:1 – Eastmancolor – Panavision – 35 mm.
Durante la década de los setenta del pasado siglo el cine australiano y, en general, el procedente de Oceanía, logró un interesante despunte en las pantallas de todo el mundo y, dentro de esa corriente, el género fantástico consiguió muy atractivos resultados. Nombres como Peter Weir, George Miller, Bruce Beresford, Fred Schepisi, Ted Kotcheff o Richard Franklin, por citar solo unos pocos, adquirieron fama y prestigio, y algunos de ellos, por no decir todos, fueron contratados por la industria de Hollywood que, en determinados casos —por no decir casi todos—, anuló su personalidad y les hicieron solo efectuar películas grises y comerciales.
Rod Hardy nació en 1949 en Melbourne, Victoria, Australia y, ya desde niño, como muchos, mostró interés por el mundo del cine, a tal punto que a los doce años comenzó a rodar películas con la cámara de 8 mm de su hermano. A finales de los sesenta entró a trabajar en la televisión australiana como ayudante de producción, y se puso a dirigir capítulos en 1974 con la serie policiaca Division 4 (1969-1975), a la que siguieron otras muchas, la mayoría desconocidas en España, salvo Brigada especial (Special Squad, 1984), Posición Eureka (Eureka Stockade, 1984), la muy popular Retorno a Edén (Return to Eden, 1986), Los australianos (Australians, 1988)…
Sin embargo, ya antes había debutado en el cine con esta peculiar Thirst [vd: Sed; tv: Sedientos, 1979][1], una visión distinta del mito del vampiro. Aquí, los no muertos da la impresión de que son seres vivos, pero de una especie paralela a la humana. Pueden existir como cualquier otra persona, pero la sangre de la gente desarrolla al máximo todas sus capacidades (¿mayor tiempo de vida?). Carecen de colmillos, pero en unos rituales que celebran se ponen una dentadura postiza para efectuar la ceremonia de la vampirización, momento en el cual acontece el único fenómeno sobrenatural, a lo que parece: los ojos del vampiro se iluminan en rojo. El trucaje parece llevarse a cabo colocando en el actor unas lentillas especiales, que, iluminadas con un foco en una posición concreta, hace relumbrar ese color.
Todo arranca cuando Kate Davis es secuestrada y trasladada a un centro especial, donde hay establecida una especie de sociedad: están los vigilantes, los médicos y el ganado, siendo estos últimos personas sedadas que pasean por el lugar para, en los momentos necesarios, ser colocados en un tipo de ordeñadora que les extrae la sangre. Informan a Kate de su condición e intentan que ella misma se acepte tal cual es. Cuando no sucede así, procurarán someterla a diversas «terapias» para que vaya sometiéndose, aunque en realidad son distintas variantes de lavado de cerebro o de imposición a la fuerza.
El autor de esta idea es John Pinkney, que posiblemente sea el mismo que, algo más de diez años antes, escribió un episodio de la serie australiana Aventuras del capitán Wells (Adventures of the Seaspray, 1966), así como otro de Bellbird (1967). Qué más haya hecho, antes, durante y después de esas referencias de que disponemos es muy posible que sean trabajos en la televisión de aquellas latitudes de nula repercusión internacional. El concepto para esta película es sin duda interesante, y es de las pocas veces en las que el cine australiano ha tocado, de alguna manera, el mito del vampiro, junto a las parodias Barry McKenzie Holds His Own (Bruce Beresford, 1974), con Donald Pleasence encarnando al conde Erich von Plasma, Pandemonium (Haydn Keenan, 1987) o el telefilm Esos alegres vampiros (Outback Vampires, Colin Eggleston, 1987), o la cinta de horror Bloodlust (Jon Hewitt, Richard Wolstencroft, 1992)[2].
Para la presente cinta Pinkney se basó en variadas historias que había escrito para un libro más extenso titulado Instant Terror, y también se inspiró hasta cierto punto en la película Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, Richard Fleischer, 1973), en el concepto de una elaboración empresarial de seres humanos, en este caso, su sangre. De hecho, los planos de la finca, con los vigilantes uniformados, y el ganado vestido de forma etérea y como en trance, recuerdo mucho al cine de ciencia ficción de los setenta. El arranque del film es intrigante e interesante, con el microcosmos que se crea en esa granja, y el modo en que se organiza toda la función, aunque el método de convencer a las bravas a los futuros adeptos parece un poco traído por los pelos.
Sin embargo, llega un momento en el cual el guionista parece ya no saber qué más contar, y comienza a dar vueltas sobre la misma idea, jugando con una diversidad repetitiva de variantes, y luego introduce ciertos dispositivos que podrían ser una especie de mezcla de alucinaciones de la protagonista, encubiertas a modo de imágenes surrealistas para epatar al espectador, pero que en realidad son unos métodos muy sofisticados de las técnicas que tienen los cerebros de la Hermandad para hacerla claudicar. De esa manera, la trama se va dispersando y el interés inicial se pierde de manera paulatina.
Hacia el final hay un clímax con algo de acción, sin duda para animar un poco la función, y donde se plantea un elemento sorpresa que, sin embargo, se puede presagiar con muchísima antelación. Los personajes son meros instrumentos para mover a conveniencia del guionista, y Rod Hardy dirige con cierta funcionalidad, pero sin destacar de un modo especial que lo haga distinguirse, en este caso, como un realizador a considerar en el futuro. De todas maneras, sin duda por su atipicidad y originalidad del punto de partida, este Thirst tuvo cierto éxito en su época. Hoy día es una curiosidad para completistas del tema.
Anecdotario
- Título en Argentina: Espanto. Título en México: Sed.
- Exhibida en España en octubre de 1979 dentro del Festival de Cine Fantástico de Sitges, donde logró alzarse con la Medalla Sitges Plata de Ley a los mejores efectos especiales. También participó en el Festival de Cine Fantástico de Avoriaz en 1980. Ese mismo año igualmente consiguió el premio a mejor película en Asia Pacific Film Festival.
- Rodada con un presupuesto estimado de 750.000 dólares australianos hacia febrero de 1979 en las localidades de Melbourne y Montsalvat (Eltham), en Victoria, Australia.
- La colonia de artistas de Montsalvat, al norte de Melbourne, se utilizó como cuartel general de la secta.
- Tanto los actores David Hemmings como Henry Silva se mostraron entusiasmados con su participación en esta película y la profesionalidad del equipo. Hemmings, además, se estableció en Australia durante una temporada e hizo algunas películas, como actor o director.
- June Allyson fue elegida originalmente para el papel de la señora Barker, pero la Australian Actor’s Equity se opuso al uso de un número excesivo de actores importados, por lo que el papel recayó en Shirley Cameron.
- Rod Mullinar fue seleccionado para el papel del Dr. Fraser hasta que David Hemmings estuvo disponible, por lo que se le asignó el papel.
- Estrenada en Australia el 28 de septiembre de 1979, y en España salió directamente en formato vídeo en 1983 por parte de Video España.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] La labor en cine de Hardy fue escasa, pues a la presente se suman Robinsón Crusoe (Robinson Crusoe, 1997), codirigida con George Miller —no el de Mad Max, sino el de El hombre de Río Nevado—, Route 52 (2002) y Los chicos de diciembre (December Boys, 2007). Por lo demás, en su profusa carrera en televisión tocó bastantes veces el fantástico: la serie Bajando de la galaxia a la izquierda (Halfway Across the Galaxy and Turn Left, 1993), la miniserie 20.000 leguas de viaje submarino (20,000 Leagues Under the Sea,1997), el telefilm Nick Furia: Agente de S.H.I.E.L.D. (Nick Fury: Agent of Shield, 1998), las series Expediente X (X-Files), entre 2000 y 2001, y Galáctica, estrella de combate (Battlestar Galactica, 2004-2009), y un episodio de las series Dollhouse (2009), Sobrenatural (Supernatural, 2010), The Librarians (The Librarians, 2015) y Powers (2016), y dos de Marisa Romanov (2019).
[2] En la etapa del cine mudo también tendríamos The Twins (Leslie McCallum, 1923), una «farsa que incluía a «una vampiresa», que se suicida tras «una vida de intrigas, maldad y cigarrillos»».