Una noche, un cónclave secreto de cazadores de monstruos se reúne en el Templo de Piedra Sangrienta tras la muerte de su líder, Ulysses Bloodstone. En un extraño y macabro homenaje a la vida del líder, los asistentes se ven inmersos en una misteriosa y mortal competición por una poderosa reliquia, una caza que acabará enfrentándolos a un peligroso monstruo.
Dirección: Michael Giacchino. Producción: Marvel Studios para Disney+. Productores: Stephen Broussard, Leeann Stonebreaker. Co-productora: Heather Quinn. Productores delegados: Victoria Alonso, Louis D’Esposito, Kevin Feige, Brad Winderbaum. Co-productores delegados: Brian Gay, Trevor Waterson. Guion: Heather Quinn, Peter Cameron, según una historia de H. Quinn, según el cómic creado por Gerry Conway, Michael G. Ploog, Roy Thomas, Jean Thomas. Fotografía: Zoë White. Música: Michael Giacchino. Montaje: Jeffrey Ford. Diseño de producción: Maya Shimoguchi. FX: Base FX, Digital Domain, Jamm VFX, SDFX Studio, Zoic Studios (efectos visuales), The Third Floor (visualization). Intérpretes: Gael García Bernal (Jack Russell / hombre lobo), Laura Donnelly (Elsa Bloodstone), Harriet Sansom Harris (Verussa), Kirk R. Thatcher (Jovan), Eugenie Bondurant (Azarel), Leonardo Nam (Liorn), Daniel J. Watts (Barasso), Al Hamacher (Billy Swan), Carey Jones (Ted / Man-Thing), David Silverman (The Flaming Tuba [La Tuba Flamígera]), Rick D. Wasserman (narrador [voz]), Richard Dixon (Ulysses Bloodstone [voz]), Jeffrey Ford (vocalizaciones adicionales de Man-Thing [voz]), Erik Beck (marionetista), Cameron Hales (Ya Nan)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2022. Duración y datos técnicos: 52 min. – B/N-color (versión original) – color (reemisión) – 2.39:1 – Panavision – 35 mm-video.
Werewolf by Night es una línea de cómics creada dentro del Universo Marvel en los cómics. El título, en realidad, procede de una historieta de cinco páginas surgida en el período previo de la Marvel, cuando se denominaba Atlas Comics; en aquel entonces, la historieta «Werewolf by Night!»[1] apareció en el Marvel Tales nº 116 con fecha de portada de julio de 1953[2]. Un año después se formó el Comics Code Authority, que prohibía, entre otras cosas, la exposición de criaturas sobrenaturales en los tebeos. En 1971, este código sufrió cierta relajación, y se consiguió entonces publicar de nuevo este tipo de narraciones.
Conviene destacar que existen dos encarnaciones diferentes de Werewolf by Night, una la del humano Jack Russell, y otra la de Jake Gomez. El primero se hizo ver en sus inicios en el Marvel Spotlight nº 2 (febrero de 1972) basado en una idea de Roy Thomas, con el título sugerido por Stan Lee y el equipo creativo inicial formado por Gerry Conway y Mike Ploog, a partir de una historia concebida por Roy y Jeanie Thomas —esposa esta de Roy, por aquel entonces—, para esa aventura inicial. Tras este debut, se publicó ya el cómic de ese título en septiembre de 1972, que duró 43 números, hasta marzo de 1977, y Russell reaparecería más adelante en otras ocasiones. En cuanto a Jake Gomez, es de origen mucho más reciente, y debutó en Werewolf by Night nº 1 (octubre de 2020), creado por el rapero Taboo, Benjamin Jackendoff y Scot Eaton.
Por supuesto que, como de costumbre, Jack Russell se combinó con otras creaciones Marvel, tanto de carácter sobrenatural, como el Caballero Luna, como de temática superheroica, así Spider-Woman. Por tanto, al final, el personaje ha sido incorporado al MCU, esto es, el Universo Cinematográfico Marvel, que se suele mezclar con el televisivo. Ya en 2001 se planeó hacer una película, a distribuir por Dimension Films, compañía especializada en cine de terror, con variados guionistas entrando y saliendo del proyecto (Kevin Feige, Ari Arad, Hans Rodionoff, John Fasano y Robert Nelson Jacobs) y, tras diversas fases del proyecto, se esperaba empezar a rodar en 2006, pero finalmente la idea se frustró. Más adelante, Marvel tuvo la ocurrencia de incorporar al personaje en el MCU en febrero de 2019, cuando surgió un proyecto de una serie de animación sobre Howard el Pato, desarrollada por Kevin Smith, y que pensaba meter a Russell de por medio.
Fue en agosto de 2021 cuando se concibió lo que, al fin, apareció. Como director se escogió al compositor Michael Giacchino, que como realizador ya hizo un corto, Monster Challenge (2018), así como otro correspondiente a la serie Star Trek: Short Treks titulado «Ephraim and Dot» (2019). Kevin Feige invitó al músico a colaborar en algún proyecto Marvel, quien ya había hecho para ellos las bandas sonoras de Doctor Strange – Doctor Extraño (Doctor Strange, 2016), la trilogía Spider-Man dirigida por Jon Watts, y Thor: Love and Thunder (Thor: Love and Thunder, 2022), esta junto a Nami Melumad. Feige se sintió sorprendido cuando Giacchino eligió Werewolf by Night, pero tras diversas charlas sobre ideas que tenía al respecto se sintió entusiasmado.
El film arranca con un grupo de personas encerradas en una habitación y hablando sin parar durante un buen rato, algo por completo anti cinematográfico. La cosa no mejora, ni mucho menos, después. Hay una peleílla, más verborrea, así dos o tres veces, de pronto llega el clímax, con una lucha mucho más larga y, al fin, cuando parece que van a empezar a narrar algo… la película se acaba. El guion es prácticamente inexistente, con esa charla inicial eterna, que en el fondo nada aporta, y el resto de los diálogos también están saturados de líneas superfluas, mostrando los autores del texto una completa incapacidad para la concisión y la elipsis. Claro que con la escasa anécdota que sostiene este subproducto, para que llegara al metraje de 52 minutos deben meter relleno… y el resultado se hace interminable.
Giacchino ha tomado la decisión «artística» de ofrecer la película en blanco y negro. Por un lado, es un modo de disimular la sangre y así conseguir una calificación moral más amplia. Pero además tiene las ínfulas de hacer aparentar que es algo así como una cinta de la Universal de los años 30-40. El hecho de que esté rodada en formato panorámico y se inserten de continuo destellos en rojo, sin embargo, demuele esa pretensión.
Lo que más sorprende es la enorme mediocridad de los intérpretes. Incluso alguien de la solidez de Gael García Bernal está desastroso, lo cual demuestra la gran incapacidad de Giacchino como director de actores. Además, el compositor ha tenido la absurda idea de hacer que todos trabajen como si estuvieran en una parodia, o en un corto de dibujos animados, haciendo muecas y gesticulaciones. La acción, como se ha referido, transcurre inicialmente en un salón, y luego en una especie de bosque, con un diseño de cartón piedra (aunque en realidad son esquemas de ordenador) que en nada ayuda a otorgar convicción escénica a los elementos.
Solamente hay un par de detalles que resultan atractivos. Por un lado, el hecho de que el hombre lobo sea una criatura llena de energía, que le hace dar saltos increíbles de cuatro o cinco metros, lo que ayuda a brindar un aire muy de cómic de superhéroes. Ese es el único detalle que otorga a este telefilm el tono que en verdad precisa. En cuanto a la propia criatura, semeja una especie de licántropo a medio transformar, con un rostro con extraños pliegues y las facciones de Bernal bien resaltadas, para que sus fans lo puedan reconocer. Pero es sorprendente que el nivel de caracterización sea inferior al de las películas de la Universal que pretende emular, y hasta los efectos de las películas españolas de los años setenta son muy superiores.
Otro componente atractivo consiste en el personaje de Man-Thing, diseñado con el mismo aspecto que ofrece en los tebeos, y con una apariencia y actitud que en verdad reflejan el tono mágico y monstruoso del cual dispone esta criatura. Pero el guion es un desastre, y la dirección de Giacchino por completo errada, carente de ritmo, atmósfera y emoción, mostrando ser incapaz de otorgar a las imágenes una cadencia narrativa. La fotografía en blanco y negro carece de matices y contrastes, y semeja más rodada en color y luego eliminado el cromatismo. Un año después de su estreno en Disney + se ha programado otra versión en color, y ver una u otra aporta exactamente lo mismo. Es decir, nada.
Anécdotas
- Título en Argentina: Hombre Lobo por la noche.
- El rodaje tuvo lugar en Atlanta, Georgia y Arizona.
- Se muestra el logotipo «A Marvel Studios Special Presentation» como guiño al de «CBS Special Presentation» de los años setenta del pasado siglo, aunque el diseño es muy distinto.
- Entre las muchas razones creativas que se esconden tras el uso del filtro de blanco y negro en esta película, el objetivo principal era ocultar la sangre y el gore para evitar la clasificación TV-MA. A pesar de que la película tiene un aspecto de fotografía de película antigua, en realidad se rodó en digital con un filtro en blanco y negro.
- Alrededor de los 16 y 31 minutos aparece el efecto de «quemadura de cigarrillo» en la esquina superior derecha de la pantalla. Esto solía aparecer en las películas antiguas indicando el cambio entre bobinas en los proyectores de cine.
- Una posible película de Werewolf by Night estaba en desarrollo desde 2001.
- Aunque esta es la primera aparición en pantalla de Ted Sallis/Man-Thing en el MCU, ya fue mencionado previamente en un diálogo de Maria Hill en Agentes de S.H.I.E.L.D.: «Nothing Personal» (2014).
- En los cómics, Werewolf by Night y Man-Thing eran miembros de la Legión de Monstruos original, junto con Morbius y Ghost Rider.
- En los tebeos la pierda Bloodstone está incrustada en el pecho de Ulysses Bloodstone, y no es la especie de talismán lanza-rayos del telefilme.
- Estrenada, tanto en Estados Unidos como en España, el 7 de octubre de 2022, vía Internet (Disney+).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ●
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Los lápices y el entintado fueron obra de Joe Sinnott y la trama se centra en un hombre joven, que se ve obligado a ser cómplice de un hombre lobo cuando comete robos para su amada, y deja a las víctimas para el licántropo. Resulta que la chica también es una criatura de la noche, hija de un anciano que de igual modo lo es.
[2] Por lo general, la fecha de portada era orientativa, y se refería a cuando se calculaba que el cómic quedaba distribuido por todos los estados, pero solía aparece antes. El presente, por ejemplo, tuvo su distribución inicial el 10 de abril.