La ciudad de Serifos sufre el acoso de la de Argos, que cerca sus caravanas para impedir que pueda comerciar, y les obliga a pasar junto a un lago donde habita un monstruo y después junto a un valle en el cual está la Medusa. La princesa de Serifos, Andrómeda, en una busca de tratar la paz, pide conocer al príncipe de Argos, Galenore, para juzgar la posibilidad de un pacto casándose con él. Aunque en realidad está enamorada de Perseo, un pescador al que suele visitar de incógnito.
Dirección: Alberto De Martino. Producción: Cineproduzione Emo Bistolfi, Copercines Cooperativa Cinematográfica. Productor: Emo Bistolfi. Directores generales de producción: José Jerez Aloza, Renato Tonini. Guion: Mario Guerra, Luciano Martino, Ernesto Gastaldi, Alberto De Martino, Vittorio Vighi, según una historia de Mario Guerra, Luciano Martino, José Mallorquí, a partir de una idea de Edoardo G. Conti. Fotografía: Dario Di Palma, Eloy Mella. Música: Carlo Franci (versión italiana), Manuel Parada (versión española)). Montaje: Mercedes Alonso (versión española), Otello Colangeli (versión italiana). Diseño de producción: Franco Lolli. FX: Carlo Rambaldi (efectos especiales), Amando de Ossorio (efectos visuales), Emilio Ruiz del Río (pinturas matte), Eugenio Bava (consultor técnico y maquillaje). Intérpretes: Richard Harrison (Perseo), Anna Ranalli (Andrómeda), Arturo Dominici (Acrisio), Leo Anchóriz (Galenore), Antonio Molino Rojo (Tarpete), Roberto Camardiel (Cefeo), Ángel Jordán (Alceo), Elisa Cegani (Dánae), José Sepúlveda (consejero de Cefeo), Rufino Inglés (un ministro), Lorenzo Robledo (un príncipe), Frank Braña (un guardia), Bruno Scipioni (un teniente de Alceo), Fernando Liger, Osiride Pevarello, Rafael Cortés, Miguel de la Riva, José Luis Ferreiro, Miguel González, Enrique Navarro, Ángela Pla… Nacionalidad y año: España, Italia 1963. Duración y datos técnicos: 80 min. – Eastmancolor – 2.35:1 – Totalscope – 35 mm.
En la mitología, Perseo era hijo del dios Zeus y de Dánae, hija de Acrisio, rey de Argos. A este, el oráculo de Delfos le vaticinó que sería muerto por su nieto, y para evitar que su hija conociera hombre, la encerró en una cámara de bronce abierta al cielo, desde donde Zeus la inseminó en forma de lluvia dorada. Acrisio abandonó a madre e hijo a la furia de los mares, y así llegaron a la isla de Serifos, donde ambos fueron acogidos por un pescador. Ya de mayor, Perseo fue enviado por Polidectes, que pretendía a su madre, a por la cabeza de Medusa. Más tarde, Perseo salvó a Andrómeda del monstruo marino Cetus y desposó con ella.
Pese a que durante la época del cine mudo los italianos hicieron algunas películas de «espada y sandalia», la edad de oro del género llegó a mediados de los cincuenta del pasado siglo. Ulises (Ulisse / Ulysse, Mario Camerini, 1954) tuvo éxito, pero la que realmente desató la furia del péplum fue Hércules (Le fatiche di Ercole / Les travaux d’Hercule, Pietro Francisci, 1958), generando un aluvión de películas de similar onda, hasta, más o menos, mediados de los sesenta. Acaso por proximidad geográfica y de sentimiento, gran parte de las cintas que conformaron este ciclo sería de romanos, con héroes como Maciste, pero la mitología griega también fue objeto de adaptación, principalmente por medio del personaje de Hércules, dado que fue él quien abrió el camino.
Aparte del largo ciclo de filmes con el hijo de Zeus y Alcmena[1], también tenemos otros títulos a destacar, como el presente, cuyo tema después volvería a ser abordado por Ray Harryhausen en Furia de titanes (Clash of the Titans, Desmond Davis, 1981), o también habría que citar Los gigantes de la Tessaglia / I giganti della Tessaglia (Riccardo Freda, 1960), con enfoque propio también del genio del stop-motion con Jasón y los argonautas (Jason and the Argonauts, Don Chaffey, 1963).
Si Harryhausen se tomó ciertas libertades con el mito de Perseo, aquí esas variantes son aún mayores, cambiando personajes, situaciones y áreas geográficas. No criticaremos eso, pues en toda la historia del cine (y la televisión) ello se ha hecho con profusión. La trama en este caso se simplifica al máximo, teniendo a Perseo enfrentándose con dos únicas criaturas fantásticas (un monstruo acuático y la Medusa) y haciendo frente a la típica intriga conspiratoria de intentar tomar el trono de una ciudad.
Perseo es interpretado por el estadounidense Richard Harrison (n. en 1935). Desde muy joven asistía a un gimnasio, y allí conoció a no poca gente de la industria del Séptimo Arte, alguno de los cuales le recomendó probar con el mundo del cine. Poco a poco, comenzó a trabajar en obras teatrales, cine y televisión, debutando en el Séptimo Arte con la joya de la ciencia ficción Kronos (Kurt Neumann, 1957), y se estrenaría en el péplum con El gladiador invencible / Il gladiatore invincibile (Alberto De Martino, Antonio Momplet, 1961), interpretando a un héroe llamado Recio. Más adelante se pasó al cine de género europeo en general, en especial al spaghetti-wéstern, e incluso dirigió cuatro películas, sin especial relieve.
Al frente del film tenemos a Alberto De Martino, uno de los realizadores más representativos del cinema Bis italiano, quien debutara como director precisamente por la cinta antes referida, siendo la presente la tercera de su carrera. Amén del péplum tocó el terror, el spaghetti-wéstern o el cine de espías, siendo su mejor película, acaso, la turbadora El anticristo (L’anticristo, 1974), «imitación» de El exorcista (The Exorcist, William Friedkin, 1973) impregnada de un sentimiento puramente latino. La obra que nos ocupa, en una etapa aún debutante, resulta algo indecisa, con las escenas de batallas rodadas con notable torpeza. Además, padece el inconveniente de un flojo reparto.
El guion, redactado por un ingente caudal de colaboradores, aunque en los créditos de la copia española solo figura el estupendo escritor de novela popular José Mallorquí, creador de El Coyote, tiene el buen tino de no ofrecer a Perseo como un héroe de una pieza, y al principio es incluso vencido en una lucha contra Galenore, quien lo deja exhausto y humillado en la orilla del lago. Sin embargo, pese a esa concepción del personaje, la interpretación de Harrison es muy mediocre. De hecho, casi todo el reparto se percibe torpe e incómodo en sus papeles, incluso actores de la solvencia de Roberto Camardiel. Solo destacan de forma positiva Arturo Dominici como el pérfido Acrisio, así como nuestro Leo Anchóriz como su hijo Galenore, aunque debiera haber controlado tanta sonrisita de suficiencia.
En el equipo de efectos especiales asoma un primerizo Carlo Rambaldi, acompañado de nada menos que Amando de Ossorio, posterior realizador de clásicos del fantaterror, pero también especialista en trucajes artesanales. Y de igual modo hay que añadir al espléndido Emilio Ruiz, quien proporciona unas bellas pinturas matte. Resaltar, por otro lado, al veterano Eugenio Bava, un especialista que debutara en tiempos del cine mudo. Según el propio De Martino «se ocupó de todo el maquillaje realizado en el set y perfeccionado en el laboratorio» y colaboró junto a Rambaldi[2].
El monstruo del lago, una especie de mezcla entre dragón y dinosaurio, está concebido con habilidad, pese a cierta flacidez del cuello, si bien cuando sale del agua se distingue un vientre colgante para ocultar las ruedas que desplazan el ingenio, y cuando retrocede lo hace marcha atrás. Emite una especie de hálito fétido que mata a los que se le enfrentan y en laboratorio se añadieron unas brumas que ayudan a disimular las limitaciones técnicas.
En cuanto a la Medusa, esta ofrece un diseño fascinante. Se la suele describir como una mujer con cabellos de serpiente, y así aparece en la película de Harryhausen, así como en esa obra maestra que es La Gorgona [tv: La Medusa; vd/dvd: La leyenda de Vandorf] (The Gorgon, Terence Fisher, 1964), pero aquí es una especie de árbol viviente, con las ramas superiores semejando esas serpientes que azotan como látigos y con un único ojo, que es el que despide el rayo que convierte a los hombres (y los caballos) en piedra.
El tema de la mitología griega no era bien visto por la censura española, pues los dioses eran percibidos como una especie de contraposición a nuestra cultura católica. Precisamente, Jasón y los argonautas no llegó a estrenarse en su día en nuestro país, debido a que Zeus y los demás tenían un papel importante en la trama, y solo pudo verse en salas comerciales tras la muerte del dictador y del éxito comercial de Furia de titanes. Aquí no se ve dios alguno, y no hay mención alguna al origen semidivino de Perseo. Y una voz en off al principio se ocupa en dejar bien claro que esto no es sino una fantasía.
Anecdotario
- Título alternativo en Italia: Perseo e Medusa.
- Título en Argentina: Perseo el invencible. Título en México: Perseo y Medusa.
- Títulos anglosajones: Perseus the Invincible / Valley of the Stone Men / Perseus Against the Monsters / Medusa vs. the Son of Hercules / The Medusa Against the Son of Hercules.
- Rodada en los estudios Cinecittà, en Roma, Lacio, Italia, así como en las cercanías de Madrid y en Tor Caldara.
- En la copia española está acreditado como único guionista José Mallorquí, célebre escritor, creador de El Coyote.
- Tanto el montaje como la música son diferentes en las versiones española e italiana.
- El consultor técnico fue Eugenio Bava, padre del mítico realizador Mario Bava.
- Apariciones de Perseo en el cine y la televisión:La vida nocturna de los dioses (Night Life of the Gods, 1935), de Lowell Sherman [EE.UU.].
El valle de los hombres de piedra / Perseo l´invincibile (1963), de Alberto de Martino [España, Italia].
Persej / Persey (1973), de Aleksandra Snezhko-Blotskaya [URSS; CM animación].
Unterwegs nach Atlantis (1977), de Siegfried Kühn [Alemania].
Furia de titanes (Clash of the Titans, 1981), de Desmond Davis [EE.UU., Reino Unido].
El cuentacuentos: Mitos griegos: «Perseo y la Gorgona» (The Storyteller: Greek Myths: «Perseus & the Gorgon», 1991), de David Garfath [EE.UU.; episodio serie TV].
Mythic Warriors: Guardians of the Legend: «Andromeda: The Warrior Princess» (1998), de Jim Craig [Canadá; episodio serie TV animación].
Mythic Warriors: Guardians of the Legend: «Perseus: The Search for Medusa» (1998), de J. Craig [Canadá; episodio serie TV animación].
Rebirth of an Opera: Persée in the Court of Atelier / Persée (2004), de Marc Stone [Canadá; telefilm; ópera].
Furia de titanes (Clash of the Titans, 2010), de Louis Leterrier [EE.UU.].
Ira de titanes (Wrath of the Titans, 2012), de Jonathan Liebesman [EE.UU.].
Mad: «Class of the Titans» / «Zeke and Lex Luthor» (2010) [EE.UU.; episodio serie TV animación].
Mad: «Betty White & the Huntsman» / «Ancient Greek Mythbusters» (2012) [EE.UU.; episodio serie TV animación].
Hercules: The Brave and the Bold (2013), de David A. Malone [EE.UU.].
El eterno dilema de Perseo / The Eternal Dilemma of Perseus (2020), de Carlos Puruncajas [Ecuador; CM].
- Estrenada en Italia el 7 de febrero de 1963 y en España el 30 de agosto de 1965, en Madrid.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] A la ya citada surgió una inmediata secuela, Hércules y la reina de Lidia (Ercole e la regina di Lidia / Hercule et la reine de Lydie, P. Francisci, Mario Bava, 1959). De ese largo ciclo que surgió, ya sin conexión con el díptico Francisci (con Steve Reeves como el héroe), al menos, hay que mencionar por su valía, al menos, dos: Hércules en el centro de la Tierra (Ercole al centro della Terra, M. Bava, 1961) y La conquista de la Atlántida (Ercole alla conquista di Atlantide, Vittorio Cottafavi, 1961), ambas con Reg Park como el héroe.
[2] «Entrevista a Alberto de Martino», por Diego López. En el blog La abadía de Berzano: Entrevista a Alberto de Martino – La abadía de Berzano (wordpress.com)