Las autoridades comunistas expropian el castillo a Drácula para convertirlo en un gimnasio, y el vampiro emigra a Nueva York, acompañado de su sirviente Renfield, aprovechando que allí vive Cindy Sondheim, una modelo de la que se ha enamorado viéndola en las revistas de moda. Pero el ex prometido de ella es psiquiatra y descendiente nada menos que del profesor Van Helsing.
Dirección: Stan Dragoti. Producción: American International Pictures (AIP), Melvin Simon Productions. Productores: Joel Freeman, Melvin Simon. Productores delegados: Samuel Z. Arkoff, George Hamilton, Robert Kaufman. Productor asociado: Harold Vanarnum. Guion: Robert Kaufman, a partir de una historia de R. Kaufman y Mark Gindes. Fotografía: Edward Rosson. Música: Charles Bernstein. Montaje: Mort Fallick, Allan Jacobs. Diseño de producción: Serge Krizman. FX: William Tuttle (maquillaje), Allen Hall, Robert G. Willard (efectos especiales), Harry Walton (supervisor de efectos visuales). Intérpretes: George Hamilton (conde Drácula), Susan Saint James (Cindy Sondheim), Richard Benjamin (Dr. Jeff Rosenberg), Dick Shawn (teniente Ferguson), Arte Johnson (Renfield), Sherman Hemsley (reverendo Mike), Isabel Sanford (jueza), Barry Gordon (vendedor de linternas), Ronnie Schell (tipo en ascensor), Bob Basso (técnico de televisores), Bryan O’Byrne (sacerdote), Michael Pataki (mafioso), Hazel Shermet, Stanley Brock, Danny Dayton, Robert Ellenstein, David Ketchum, Lidia Kristen, Eric Laneuville, Susan Tolsky, Robin Dee Adler, Jack Baker, Paul Barselou, Laurie Beach, Jacque Lynn Colton, Charlie Dell, John Dennis, Kay Dingle, Shelly Garrett, Alan Haufrect, Michael Heit, David Landsberg… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1979. Duración y datos técnicos: 96 min. color 1.85:1.
Amor al primer mordisco (Love at First Bite) se estrenó en 1979, el mismo año en que vio la luz el Drácula de John Badham, derivado del enorme éxito de la reposición de la versión teatral. Y también en esa fecha aparecieron otras cintas con presencia de la creación de Bram Stoker, como Nosferatu, vampiro de la noche (Nosferatu: Phantom der Nacht, Werner Herzog), Nocturna, nieta del conde Drácula (Nocturna, Harry Hurwitz), Drakula Tok (Lor Tok) y hasta Muérdeme abajo, Drácula (Graf Dracula in Oberbayern, Carl Schenkel), e igualmente otras producciones vampíricas: Thirst [vd/tv: Sed, Rod Hardy], Arrebato (Iván Zulueta), Fascination [dvd/tv: El castillo de las vampiras, Jean Rollin]… Fue, sin duda, una buena añada para los chupasangres.
El presente film de Stan Dragoti suele ser calificado como una especie de imitación de El jovencito Frankenstein (Young Frankenstein, Mel Brooks, 1974), pero en realidad la única relación que tienen es inspirarse en un clásico del terror de los años treinta y que muchos de sus responsables sean de etnia judía. La producción parte de la AIP, que tiempo atrás se forró rodando cine de terror, pero hacia mediados de los setenta decidió dar la espalda a este tipo de obras y buscar la comercialidad en otros territorios. Amor al primer mordisco, al parecer, nació de una reunión entre George Hamilton (estaban en la piscina del actor), el productor Harold Vanarnum y el guionista Robert Kaufman, e idearon una parodia sobre Bela Lugosi, y qué sucedería si Drácula estuviera en la Nueva York contemporánea. A partir de ahí, Kaufman redactó un guion, por el que se le pagó 25.000 dólares, y el director Stan Dragoti llegó a través de Peter Sellers, un amigo del escritor.
La producción de la AIP se nota, en cierta medida. El breve arranque en Transilvania recuerda mucho a las películas de Roger Corman sobre Poe, e incluso el plano en contrapicado del castillo con el que comienza el film semeja repicado de ahí. Después, el ambiente callejero de Nueva York remite a otras cintas de la compañía del estilo blaxploitation, y hasta se emula el encuentro del vampiro con los pandilleros de Drácula negro (Blacula, William Crain, 1972). Pero también se busca emular otro tipo de cine, como Fiebre del sábado noche (Saturday Night Fever, 1977), precisamente de John Badham.
Lo más llamativo es que, para ser una comedia, en realidad tiene muy poca gracia. Por un lado, se insuflan unos cuantos chistes malos sobre la figura del vampiro que ya eran viejos cuando Drácula fue concebido. Y luego, también hay cierta tendencia hacia el humor políticamente incorrecto, con unas cuantas bromas machistas, alguna homófoba o, sobre todo, muchas racistas, todas dirigidas contra los negros, puesto que las de carácter judío son más bien ironías o planteadas con cierta complicidad.
Más o menos, lo más interesante es la concepción del film como secuela del Drácula (Dracula, 1931) de Tod Browning. En ese sentido, mientras el conde y Renfield están recordando amores pasados del primero, hacen una alusión al año 1931, en Londres, y su encuentro con Mina y el enfrentamiento con Van Helsing. Un sorprendente detalle se da en el hecho de que el Renfield de esta película parece ser el mismo que el de la Universal, pese al mucho tiempo pasado, pues ambos personajes mencionan experiencias compartidas juntos. Pero Renfield también comenta sucesos de hechos vividos por Drácula siglos atrás y, o bien memoriza lo que su amo le cuenta con una precisión asombrosa, o inclusive los conoció, pese a no ser una criatura sobrenatural, en apariencia. Para acentuar la similitud, el actor Arte Johnson emula la risa de Dwight Frye.
Al ser una parodia, los poderes de Drácula se centuplican. Puede convertirse en un murciélago gordote y lustroso, pero también tiene capacidades mágicas, como abrir puertas con la mente, levitar objetos o expulsar vapor por la boca. Muchas de sus capacidades están destinadas a desarrollar gags de escaso vuelo. El choque cultural que representa la irrupción de Drácula en medio de la sociedad norteamericana contemporánea se plantea por medio de unos pocos chistes también muy mediocres. De hecho, se perciben situaciones muy prometedoras en el sentido de poder dar lugar a escenarios muy divertidos, pero después, el guion de Robert Kaufman[1] se ve incapaz de desarrollarlas e interrumpe el gag a la mitad de su desarrollo una y otra vez y, en general, la película avanza de un modo mustio y desangelado, y asombra que tamaña sosería fuera tan tremendo éxito de público.
La dirección de Stan Dragoti[2] dispone de unos modales muy televisivos y carece de brío y tempo para la comedia. Sorprende también lo muy mediocres que son gran parte de los actores y actrices que intervienen en el film, en particular todos los secundarios (atención a la espantosa agente de la modelo). Arte Johnson fue un célebre cómico televisivo, en especial por sus participaciones en el programa Laugh-In (1967-1973), pero tiene las típicas características del humor americano más zafio. George Hamilton intenta desesperadamente transmitir chispa a su personaje, pero carece de timing para la comedia, y se le percibe estirado y tenso buscando ser gracioso (su intento de imitar el acento de Bela Lugosi es pésimo). Richard Benjamin sobreactúa de un modo espantoso, pero Susan Saint-James, sin ser Katharine Hepburn, al menos tiene chispa y gracejo y es la única que se salva un poco de la función de esta muy floja parodia del universo de Drácula.
Anecdotario
- Título de rodaje: Dracula Sucks.
- Título en Argentina: Drácula: Amor al primer mordisco. Títulos en México: Amor a la primera mordida / Amor a la primera mordida: los amores de Drácula / Amores prohibidos de Drácula.
- En los Globos de Oro de 1980 George Hamilton resultó nominado en la categoría de mejor actor en comedia o musical. Ese mismo año, la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films premió el film en las categorías de mejor actor, mejor actor secundario (A. Johnson) y mejor maquillaje, y lo nominó en las de mejor película de terror, actriz y guion. George Hamilton también fue galardonado con el «Diente de Vampiro de Oro» por los clubes de fans de vampiros franceses, «porque nunca antes un vampiro había representado a su gremio de manera más ingeniosa y adorable en la pantalla de cine» (ejem).
- El título de rodaje era Dracula Sucks, el mismo de una versión porno del año previo, estrenada en España como Drácula chupa eliminando los planos hard.
- El rodaje tuvo lugar a partir del 12 de junio de 1978.
- Todo el argumento es casi una copia directa de la película de bajo presupuesto Guess What Happened to Count Dracula (1971).
- Durante muchos años fue una de las películas independientes más taquilleras de todos los tiempos; con un presupuesto de tres millones de dólares alcanzó una recaudación de 43.900.000.
- Dick Shawn (el teniente Ferguson) interpretaría más tarde al conde Drácula en Mr. & Mrs. Dracula (1980).
- Se dice que la edad de Drácula (George Hamilton) es de 712 años.
- La película incluía en la escena de la discoteca la canción «I Love the Nightlife» de Alicia Bridges, pero por razones de derechos, en muchas emisiones televisivas y ediciones en DVD, ha sido reemplazada por una versión cover de «The Man That I Love».
- Una versión televisiva estadounidense incluye una escena en la que Vlad es seducido por un ama de casa solitaria en el metro. Otra de esas copias (o la misma) cambia la frase «Yo no bebo vino, ni fumo mierda» por «Yo no bebo vino, ni fumo mmmmm».
- Se habló de una secuela, Love at Second Bite, pero nunca llegó a materializarse. En 2009, tras la popularidad de la serie de novelas Crepúsculo, el actor George Hamilton mencionó una secuela propuesta, Matrimony: Love at Second Bite.
- Estrenada en Estados Unidos el 13 de abril de 1979, y en España lo hizo el 8 de octubre de 1979.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Para la AIP participó en el guion de Doctor G y su máquina de bikinis (Dr. Goldfoot and the Bikini Machine, Norman Taurog, 1965), y también colaboró en parodias como Una extraña pareja de polis (Freebie and the Bean, Richard Rush, 1974) y Harry y Walter van a Nueva York (Harry and Walter Go to New York, Mark Rydell, 1976).
[2] Había debutado con una interesante aproximación sórdida al personaje de Billy el Niño con Dispara, Billy, dispara (Dirty Little Billy, 1972), pero luego rodó la presente y, más adelante, se especializó más o menos en la comedia, con títulos como Las locas peripecias de un señor mamá (Mr. Mom, 1983), El hombre con un zapato rojo (The Man with One Red Shoe, 1985), La locura de papá (She’s Out of Control, 1989) y Un héroe en la universidad (Necessary Roughness, 1991), completándose de tal manera su breve filmografía.