Stefan y Valerie se acaban de casar y están de luna de miel por Europa. Por un problema con el transporte quedan varados en un vacío hotel de Ostende, en Bélgica. Al poco llega al alojamiento otro cliente, la condesa Elizabeth Báthory, acompañada de su «secretaria», Ilona Harczy. La noble se siente interesada por la pareja y comienza a rondarla, mientras Ilona sufre unos celos terribles.
Dirección: Harry Kümel. Producción: Showking Films, Maya Films, Roxy Film, Ciné Vog Films, Gemini Pictures International, Cinépix. Productores: Paul Collet, Henry Lange, Luggi Waldleitner. Productores delegados: John Dunning, Alain C. Guilleaume, Zack Norman. Productores asociados: Pierre Drouot, Alain C. Guilleaume. Guion: Pierre Drouot, Jean Ferry, Harry Kümel, [Manfred R. Köhler, Joseph Amiel, sin acreditar]. Fotografía: Eduard van der Enden. Música: François de Roubaix. Montaje: Denis Bonan, August Verschueren, [Hans Zeiler, sin acreditar]. Dirección artística: Françoise Hardy. FX: Thierry Hallard, Eugene Hendrickx (efectos especiales). Intérpretes: Delphine Seyrig (condesa Elizabeth Báthory), John Karlen (Stefan), Danielle Ouimet (Valerie), Andrea Rau (Ilona Harczy), Paul Esser (recepcionista del hotel), Georges Jamin (policía retirado), Joris Collet (mayordomo), Fons Rademakers (madre de Stefan)… Nacionalidad y año: Bélgica, Francia, Alemania 1971. Duración y datos técnicos: 100/87 min. color 1.66:1.
Harry Kümel (nacido en Amberes en 1940) es uno de los más famosos realizadores de la cinematografía belga. Su carrera es breve, con solo once películas, también ha dirigido teatro y ópera, y es profesor de cine en diversas instituciones de su país. Su debut fílmico se produjo con Erasmus (1962), y gran parte de su obra se basa en adaptar creaciones literarias; sus dos películas más famosas, con todo, son la presente (a partir de un guion original) y la que rodó justo después, Malpertuis [tv: Malpertuis, 1973], basada en una novela del gran Jean Ray. Su film previo al que nos ocupa fue Monsieur Hawarden (1968), adaptación de un relato y de una novela de diferentes autores; se presentó como candidato a los Oscar para su país, pero no fue aceptado, y además supuso un gran fracaso. Así pues, optó por que su siguiente cinta fuera un éxito más o menos consolidado, optando por un género comercial, el terror, y asegurándose la contratación de una figura de prestigio internacional, la actriz francesa de origen libanés Delphine Seyrig.
La acción se centra principalmente en un hotel fuera de temporada, por lo cual está casi vacío. Es muy posible que ello se concibiera con el fin de ahorrar presupuesto, pero el caso es que le otorga una atmósfera muy singular, que se contagia a la película en su totalidad. En algunos planos, mientras los personajes pasean por las calles de Ostende, también estas se ven casi vacías del todo. El interior del hotel era el Astoria, en Bruselas, antiguo, elegante, lo cual brinda al film un tono decadente que casa muy bien con el aspecto que ofrece la condesa Bathory, vestida como una musa del cine de los años treinta, en concreto Marlene Dietrich. Delphine Seyrig la interpreta con gran elegancia, susurrando los diálogos y marcando un fuerte acento, con el cual da a entender sus orígenes húngaros.
La historia que nos narra El rojo en los labios es la de una seducción. La Bathory está interesada por la pareja que componen Stefan y Valerie, pero particularmente por la mujer. Se aloja en el hotel con la que llama su secretaria, Ilona, pero queda bien claro que son amantes, y que parece haberse aburrido un poco de ella, y necesita sangre fresca. Ilona lo detecta y comienza a sentir celos ―aunque esta también desea liberarse de la condesa, ser libre―, mientras Elizabeth comienza a tejar la telaraña para atrapar a los recién casados en sus garras. Stefan parece notar cierta atracción hacia Ilona, y Elizabeth se aprovecha de ello, aunque en principio Valerie experimenta una repulsa hacia la condesa.
Kümel y sus coguionistas utilizan el personaje histórico de Erzebeth Bathory. La condesa la menciona como una antepasada suya, pero todo da a entender que es ella misma, la Bathory histórica, que de algún modo, tras su muerte en los muros de su residencia, devino en una mujer vampiro. Han pasado los siglos; ella, de alguna manera, sigue anclada en el pasado, y ese hotel decadente le sirve como refugio. Cuarenta años atrás ella ya estuvo allí, y el recepcionista la reconoce, mencionando que no ha cambiado en todo ese tiempo; ella explica: «Debió ser mi madre».
La mujer vampiro de esta película es un tanto atípica. Huye de la luz del sol, y se alimenta de la sangre humana, aunque da la impresión de que lo que más la colma, diríase, es la compañía, el disfrutar de una persona en todos los aspectos, desde el lúdico al sexual. Carece de colmillos, y aprovecha una herida (o la provoca) para succionar la sangre. Su «secretaria» parece ser también vampiro, pues muestra un repentino terror cuando Stefan la propone ducharse juntos, pues, según algunas tradiciones, un no muerto rechaza el agua corriente.
Kümel dirige el conjunto con un estilo distinguido en diversos aspectos. La caracterización de la Seyrig llena el film, y las escenas de sexo transmiten de igual modo esa elegancia, hasta refinamiento. El ropaje de los personajes los define de alguna manera. Harry Kümel declaró que diseñó deliberadamente el personaje de Delphine Seyrig a imagen de Marlene Dietrich y el de Andrea Rau como Louise Brooks para profundizar en la resonancia intertextual. También diseñó el vestuario de Seyrig de negro, blanco y rojo, como la bandera nazi. En cuanto al joven matrimonio, ella viste de blanco, reflejando de alguna manera su inocencia, mientras que él suele llevar siempre algo rojo, señalando que está marcado por el estigma de la sangre. Y para subrayar aún más ese carmesí que cita el título, no hay en la película fundidos a negro, sino a rojo.
El rojo en los labios representa una aproximación algo intelectual al mito del vampiro, muy europea y muy de su tiempo. A los seguidores del género más tradicionales puede que resulte algo ardua, y que se impaciente con tanta languidez y ausencia de colmillos. Sin embargo, supone una visión diferente y sumamente atractiva de la imaginería vampírica que, en cierta manera, constituye un precedente en determinados aspectos de la posterior El ansia (The Hunger, 1983), de Tony Scott, y tuvo una obvia imitación con The Velvet Vampire (1971), de Stephanie Rothman.
Anecdotario
- Título paralelo en Bélgica: Dorst naar bloed ou Met jouw bloed op mijn lippen (flamenco).
- Títulos paralelos de coproducción: Les lèvres rouges [Francia] / Blut an den Lippen [Alemania].
- Título alternativo: Erzebeth.
- Título alternativo en España: Criaturas de la noche [vídeo].
- Título en Argentina: Hijas de la oscuridad.
- Títulos anglosajones: Daughters of Darkness / House of Shame / Blood on the Lips / Children of the Night / The Promise of Red Lips / The Red Lips / The Redness of the Lips.
- Rodada con un presupuesto estimado de 750.000 dólares, en julio de 1970. El rodaje tuvo lugar en Brujas, Bruselas, Meise y Ostende.
- Ante la insistencia de una de las compañías cinematográficas, Maya Films, el título de la película para la distribución francesa fue cambiado del original belga, Le rouge aux lèvres a Les lèvres rouges.
- La canción «Daughters of Darkness» fue interpretada por Lainie Cooke.
- Filmada íntegramente en inglés, aunque la mayoría del reparto era francés, alemán y flamenco. A diferencia de gran parte de las películas europeas de género de los años setenta, aquí ninguno de los actores fue doblado por otros. A todos se les oye con su propia voz (lo que da lugar a algunos acentos).
- La elección original de Harry Kümel para el papel de Stefan era Malcolm McDowell, que rechazó el papel.
- Durante el rodaje, el director Harry Kümel golpeó a la actriz Danielle Ouimet durante una disputa. El actor John Karlen se enfureció tanto por este comportamiento que golpeó a Kümel en el rostro. El ambiente posterior en el plató era comprensiblemente tenso.
- A principios de la década de 2010, Time Out realizó una encuesta con varios autores, directores, actores y críticos que han trabajado en el género de terror para votar por las mejores películas de terror. El rojo en los labios se ubicó en el puesto 90 de su lista de las 100 mejores.
- Estrenada en Francia el 25 de noviembre de 1971 y en Alemania el 3 de diciembre de 1971. En España se vio desde el 27 de junio de 1980 en Barcelona.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra