La policía investiga la desaparición de un actor que habitaba una mansión que tiene muy mala fama en el vecindario. El inspector Holloway repasa algunos casos anteriores, como el de un escritor que ve cómo uno de sus personajes se le aparece, un hombre retirado descubre en el pueblo un museo de cera con una imagen representando a Salomé que se parece a un antiguo amor, un hombre de negocios que trata duramente a su hija pequeña y, al fin, la del propio actor, que estaba rodando en la zona una película de vampiros.

Dirección: Peter Duffell. Producción: Amicus Productions para Cinerama Releasing. Productores: Max Rosenberg, Milton Subotsky. Productores delegados: Paul Ellsworth, Gordon Wescourt. Guion: Robert Bloch, a partir de relatos propios. Fotografía: Ray Parslow. Música: Michael Dress. Montaje: Peter Tanner. Dirección artística: Tony Curtis. Intérpretes: «Framework»: John Bennett (inspector Holloway), John Bryans (A. J. Stoker), John Malcolm (sargento Martin); «Method for Murder»: Denholm Elliott (Charles Hillyer), Joanna Dunham (Alice Hillyer), Tom Adams (Richard/Dominic), Robert Lang (Dr. Andrews); «Waxworks»: Peter Cushing (Philip Grayson), Joss Ackland (Neville Rogers), Wolfe Morris (dueño del museo de cera); «Sweets to the Sweet»: Christopher Lee (John Reid), Nyree Dawn Porter (Ann Norton), Chloe Franks (Jane Reid), Hugh Manning (Mark), Carleton Hobbs (Dr. Bailey); «The Cloak»: Jon Pertwee (Paul Henderson), Ingrid Pitt (Carla Lynde), Geoffrey Bayldon (Theo von Hartmann), Jonathan Lynn (Mr. Petrich); Ann Barrass, Roy Beck, Richard Coe, Roy Evans, Bernard Hopkins, Joanna Lumley, Winifred Sabine… Nacionalidad y año: Reino Unido 1971. Duración y datos técnicos: 102/93 min. color 1.85:1.

 

La Amicus había dirigido tiempo atrás Doctor Terror (Dr. Terror’s House of Horrors, 1965), un filme de sketches dirigido por Freddie Francis y con guiones «originales» del productor Milton Subotsky (aunque eran bastante arquetípicos). Poco después, volvió al formato episódico con Torture Garden [tv/dvd: El jardín de las torturas, 1967], también realizado por Francis, pero ahora a partir de un libreto del autor norteamericano Robert Bloch, basándose en diversos relatos suyos. Bloch había sido contratado por la Amicus tiempo atrás; inicialmente, un cuento escrito por él fue la base para la película La maldición de la calavera (The Skull, 1965), una vez más a cargo de Francis, y con Subotsky adaptando la historia. Y después ya Bloch se puso al frente de El psicópata (The Psychopath, 1966), un guion propio y original puesto en imágenes por, adivinen quién, Freddie Francis.

En La mansión de los crímenes (The House That Dripped Blood, 1971) Bloch volvió a la fórmula de versionar relatos previamente escritos por él, y se inventó una historia que envolviera todo, la del referido inspector Holloway; de hecho, en la citada El psicópata ya aparecía un inspector así también llamado, y en aquel entonces interpretado por Patrick Wymark, aquí por John Bennett. Y ha de decirse que esa forma de ligar las diferentes narraciones es lo más débil del film, pues en realidad solo el primer episodio pudiera interpretarse que tiene como influencia la propia mansión del título, y de los otros, en dos de ellos el motivo central proviene de un factor externo a la casa, y en la otra la causa precede a la llegada a la misma. En todo caso, veamos esas historias dentro de la historia con un poco más de detenimiento.

El primer sketch se titula «Method for Murder», que podría traducirse como «Método para el asesinato». En ella, un escritor alquila la casa para estar tranquilo con el fin de redactar su próximo libro, aunque su esposa no queda muy contenta con la decisión. Es experto en terror, y su novela presenta un personaje siniestro llamado Dominic, que se dedica a estrangular gente. Pronto, él comienza a ver por las inmediaciones, y dentro de la mansión también, a su creación[1]. El ambiente tétrico y ominoso está muy bien creado, y ello se acrecienta debido a la excelente composición que del autor hace Denholm Elliot. Acaso cuando se resuelve el asunto la supuesto sorpresa resulta un tanto anticlimática, y Bloch parece no saber aprovechar el excelente punto de partida.

Continuamos con «Waxworks», que vendría a ser algo así como «Figuras de cera»[2]. En ella, un hombre maduro, ya retirado (el gran Peter Cushing), se aísla en la mansión con el fin de relajarse, leer, escuchar música… En uno de los paseos ocasionales que efectúa a la localidad cercana descubre un museo de cera, y en él una figura que representa a Salomé, con la cabeza del bautista en una bandeja. La imagen le deja hechizado, porque es muy parecida a un antiguo amor que aún lo mantiene obsesionado. Por un lado, el episodio es grato de ver por presenciar a Peter Cushing desenvolverse en un entorno «normal», viéndolo habitando una casa y conducirse como una persona cualquiera. Después, el misterio en torno al museo de cera va haciéndose más intenso y condiciona los movimientos, no solo de ese personaje, sino también de un amigo que llega a visitarle y que igualmente bebió los vientos por aquella mujer.

Después tenemos «Sweets to the Sweet», es decir, «Dulces para la dulce»[3]. En ella, un seco y estólido hombre de negocios (Christopher Lee) llega a la mansión en unión de su pequeña hija, de unos diez años. Es viudo, y como estará ocupado con el trabajo decide contratar a una institutriz (Nyree Dawn Porter, a la que los espectadores veteranos recordarán por la serie Los protectores). Ella se apercibe de la dureza con la que el hombre trata a la adorable niña, y pronto observa que detrás de esa inflexibilidad se oculta un enorme temor. De nuevo, las soberbias interpretaciones otorgan una gran fuerza al episodio, inclusive la cría, interpretada por Chloe Franks[4]. Aunque la historia está censurada con respecto al relato original, aun así tiene potencia y, si bien resulta predecible, consigue que el espectador se halle tenso en espera de la conclusión que sabe llegará.

Por último, está «The Cloak», o lo que es lo mismo, «La capa». En ella, un actor de cine de terror, interpretado por Jon Pertwee ―que dijo haberse inspirado para encarnarlo a su amigo Christopher Lee[5]―, alquila la casa mientras está rodando por las inmediaciones. Va a filmar una película de vampiros en unión de la estrella Carla (interpretada por Ingrid Pitt, que recuerda a sus papeles para la Hammer, incluso hay un plano hacia el final que se diría idéntico). El actor se queja de lo falso que parece todo, y él mismo sale a buscar una capa de vampiro que considere auténtica. Y vaya si lo consigue. El actor que interpreta al vendedor, por cierto, es el clásico Geoffrey Bayldon, que aparece caracterizado de tal forma que recuerda al doctor Pretorius de La novia de Frankenstein (Bride of Frankenstein, James Whale, 1935). A este episodio se le añade un cierto matiz de humor, pero no termina por estropear un sketch que se pretende más simpático que aterrador.

Y tenemos, claro está, la nueva historia que envuelve todo, la llamada «Framework» o «Marco». En ella interviene el referido inspector, un sargento, que le va relatando algunos de los sucesos, y el agente inmobiliario, que responde al nombre de A. J. Stoker (el actor al que encarna Pertwee se apercibirá de las connotaciones del apellido). Estas apariciones tienen lugar al inicio, en medio de cada sketch y al final, donde se resuelve todo y se cierra esa historia también. Es lo más débil del conjunto, pero tampoco merece muchas diatribas debido a todo lo demás.

Dirige el conjunto Peter Duffell (1922-2017), que con la presente debutaba en el cine[6]. Con anterioridad había hecho unos cuantos cortos y realizado episodios de diversas series de la pequeña pantalla. Viendo la película, la verdad es que sorprende que no se le vea viciado con modales televisivos, y en algunos momentos muestra encuadres de gran potencia, en particular durante el episodio sobre la niña, donde juega muy bien con las composiciones de los personajes, ofreciéndolos en diversas profundidades de campo. No volvió a reincidir en el género fantástico, pero en televisión sí ofreció algo, y se trata del clásico realizador británico con solidez pero bastante ninguneado. Lo más famoso que hiciera, acaso, fue la miniserie Pabellones lejanos (The Far Pavilions, 1984), que tendría un condensado para cines, y donde volvía a coincidir con Christopher Lee.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina y México: Mansión embrujada.
  • Rodada con un presupuesto estimado de medio millón de dólares, entre el 29 de junio y el 28 de julio de 1970.
  • La mansión del título era Yew Tree House, una casa de campo situada en el solar trasero de los estudios Shepperton que fue demolida a principios de los años setenta.
  • Milton Subotsky, el jefe de Amicus Productions, decidió hacer otra película de antología después de Scream and Scream Again [tv/dvd: La carrera de la muerte, Gordon Hessler, 1970], una coproducción entre American International Productions (AIP) y Amicus, que no le convenció demasiado.
  • Se buscó a Freddie Francis como director, pero tenía compromisos previos con una película en Hollywood que finalmente no se llevó a cabo.

  • Cuando Peter Duffell fue contratado, la participación de Lee, Cushing y Pitt ya había sido decidida por los productores. Todos los demás actores fueron elegidos por él.
  • Originalmente, Duffell quería que el film se titulara «La muerte y la doncella» («Death and the Maiden»), pero el productor Milton Subotsky se decidió finalmente por el título que, traducido, es La casa que chorreaba sangre. «La muerte y la doncella» es un segmento del primer movimiento («Allegro») del Cuarteto de cuerda nº 14 en re menor de Franz Schubert, que está escuchando Peter Cushing en su episodio.
  • Los libros de la biblioteca de la casa procedían de la colección privada de Peter Duffel.
  • Se le ofreció a Vincent Price el papel de Paul Henderson, pero tenía un contrato de exclusividad con American International Pictures en esa época y no pudo, aunque el proyecto le gustaba.
  • Se puede ver a Christopher Lee (John Reid) leyendo su libro favorito, El Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien, treinta años antes de interpretar a Saruman.

  • Peter Cushing intentó librarse de su contrato para no estar lejos de su esposa enferma Helen, pero tuvo que seguir adelante.
  • La actriz de la fotografía en el segmento «Waxwork» es Nicola Pagett.
  • Entre las fotos del marco del espejo de Paul Henderson hay una de Jon Pertwee conduciendo Bessie, el coche que tenía como el Doctor en Doctor Who (1963-1989). Cuando Pertwee rodó esta película, interpretaba al Doctor (en concreto, durante el período 1970-1984).
  • Joanna Lumley aparece en un pequeño papel en el episodio «The Cloak», como una actriz que aparece rondando por los escenarios de rodaje. Fue uno de sus primeros cometidos en el cine.
  • La película fue un éxito menor en el Reino Unido, pero obtuvo muy buenos resultados en Estados Unidos.
  • «Waxworks» se adaptó con anterioridad en Thriller: «Waxworks» (8 de enero de 1962 [2.16.53]), de Herschel Daugherty, con guion del propio Bloch.
  • « Sweets to the Sweet» se adaptó con anterioridad en Historias para no dormir: «El muñeco» (1 de abril de 1966 [1.9.9]), escrito y dirigido por Narciso Ibáñez Serrador, mezclándolo con la novela corta Otra vuelta de tuerca (The Turn of the Screw, 1898), de Henry James.

  • Se ha anunciado que se producirá un remake, pero todavía no hay fecha de lanzamiento.
  • Sigue a Torture Garden. La siguiente película de sketches de la Amicus fue Condenados de ultratumba (Tales from the Crypt, 1972), de F. Francis.
  • Estrenada en el Reino Unido el 21 de febrero de 1971, y en España lo hizo hacia junio de 1976, en Madrid.

 

Bibliografía

«Method for Murder»; publicado originalmente en la revista Fury, número de julio de 1964. Inédito en España.

«Figuras de cera». En El que abre el camino. 24 historias macabras del maestro del horror; traducción de José Luis Moreno-Ruiz. Madrid: Valdemar, 2007. Colección: Gótica; nº 67. T.O.: «Waxworks» (Weird Tales, enero de 1939).

«Dulces para lo dulce». En Dulces sueños… 15 historias macabras del maestro del horror; traducción de José Luis Moreno-Ruiz. Madrid: Valdemar, 2005. Colección: Gótica; nº 61. T.O.: « Sweets to the Sweet» (Weird Tales, marzo de 1947). También traducido como «La brujita» y «Dulces para esa dulzura».

«La capa». En El que abre el camino… [op. cit.]. T.O.: «The Cloak» (Unknown, mayo de 1939). También traducido como «La capa negra» y «La auténtica capa del vampiro». 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] El bolsilibro El personaje, obra de Vic Logan (seudónimo de María Victoria Rodoreda Sayol), publicado en la colección «Selección Terror» nº 21 de Editorial Bruguera (julio de 1973), está obviamente inspirado en este sketch.

[2] «Waxworks» fue también el título con el cual en Estados Unidos se estrenó la película El hombre de las figuras de cera (Das Wachsfigurenkabinett, 1924), de Paul Leni [y Leo Birinsky], un representante del movimiento de cine expresionista alemán (y también de sketches), que a Robert Bloch entusiasmaba. Precisamente, en varios momentos de este film se ve un ejemplar del libro La pantalla diabólica (Die dämonische Leinwand, 1955) de Lotte H. Eisner, centrado en esa cinematografía.

[3] Se trata de una cita procedente de Hamlet, de William Shakespeare, acto 5, escena 1, 242-246: «Sweets to the sweet, farewell! / I hop’d thou shouldst have been my Hamlet’s wife: / I thought thy bride-bed to have deck’d, sweet maid, / And not have strew’d thy grave». Que suele traducirse como «Dulces dones a mi dulce amiga. / A Dios… Yo deseaba que hubieras sido esposa de mi Hamlet, / graciosa doncella, y esperé cubrir de flores tu lecho nupcial…, / pero no tu sepulcro».

[4] Había debutado con un papel pequeño, pero importante, en Trog (1970), de Freddie Francis. Volvería a trabajar para la Amicus en El monstruo (I, Monster, Stephen Weeks, 1971) y Condenados de ultratumba (Tales from the Crypt, F. Francis, 1972), y tiempo después Subotsky volvería a contar con ella en otro film de episodios que montó en Canadá, The Uncanny [tv/dvd: Las garras del infierno, Denis Héroux, 1977]. También volvería a coincidir con Porter en un episodio de Los persuasores.

[5] En un momento determinado, el actor alaba la película de Drácula, y añade: «Pero la de Bela Lugosi, no ese individuo que hay ahora». En el sketch «Waxworks» también se puede vislumbrar en varias ocasiones una figura de cera que representa a Christopher Lee como el conde.

[6] Tiene otra película estrenada con anterioridad, Desafío a Scotland Yard: Compañeros de crimen (Partners in Crime, 1961), pero en realidad es un refundido de varios episodios de la serie Edgar Wallace (The Edgar Wallace Mystery Theatre, 1959-1965).