Una casa en las afueras de Londres está siendo vigilada por la ley. Un agente que se ha infiltrado ha descubierto que en el lugar se celebran ceremonias satánicas, y que altas figuras de la sociedad británica están implicadas. Dado que el caso involucra elementos rituales, los agentes contactan con Scotland Yard, y en concreto con el inspector Murray, que ya estuvo complicado en un caso similar. Este, a su vez, vuelve a contar con la colaboración del profesor Lorrimer Van Helsing.
Dirección: Alan Gibson. Producción: Hammer Films para Columbia-Warner Distributors. Productor: Roy Skeggs. Productor asociado: Don Houghton. Guion: Don Houghton. Fotografía: Brian Probyn. Música: John Cacavas. Montaje: Chris Barnes. Dirección artística: Lionel Couch. FX: Les Bowie (efectos especiales). Intérpretes: Christopher Lee (conde Drácula), Peter Cushing (profesor Lorrimer Van Helsing), Michael Coles (inspector Murray), William Franklyn (Torrence), Freddie Jones (profesor Julian Keeley), Joanna Lumley (Jessica Van Helsing), Richard Vernon (Mathews), Barbara Yu Ling (Chin Yang), Patrick Barr (Lord Carradine), Richard Mathews (Porter), Lockwood West (Freeborne), Valerie Van Ost (Jane), Maurice O’Connell (Hanson), Peter Adair (doctor), Maggie Fitzgerald (mujer vampiro), Pauline Peart ((mujer vampiro), Finnuala O’Shannon ((mujer vampiro), Mia Martin (víctima de sacrificio / mujer vampiro), John Harvey (comisionado), Marc Zuber (guarda 1), Paul Weston (guarda 2), Ian Dewar (guarda 3), Graham Rees (guarda 4)… Nacionalidad y año: Reino Unido 1973. Duración y datos técnicos: 87 min. color 1.85:1.
Warner había encargado a la Hammer la realización de dos películas de Drácula ambientadas en un entorno contemporáneo. La primera fue Drácula 73 (Dracula A.D. 1972, 1972), a la que siguió Los ritos satánicos de Drácula (The Satanic Rites of Dracula, 1973), vinculada en el aspecto argumental con la previa. Como guionista y director volvieron a asumir el cargo Don Houghton (este, además, se añadió el cargo de productor asociado) y Alan Gibson, respectivamente, y en el plantel interpretativo tenemos de nuevo a los grandiosos Christopher Lee como Drácula y Peter Cushing como Van Helsing. También repite Michael Coles como el inspector Murray, y se intentó que Stephanie Beacham volviera a interpretar a Jessica Van Helsing, pero como estaba comprometida con otros trabajos no pudo ser, así que fue reemplazada por Joanna Lumley.
Como productor esta vez contamos con una figura más vinculada a la Hammer como fue Roy Skeggs, quien era miembro del consejo de administración de la compañía. Entre 1971 y 1976 fue supervisor de producción y productor de unas cuantas cintas de la empresa, y después abandonó para fundar su propia empresa, Cinema Arts. Cuando Hammer entró en suspensión de pagos en 1979, tanto él como Brian Lawrence regresaron a petición de la dirección de la empresa para dar un nuevo rumbo a la compañía. Skeggs trasladó Hammer Films a Hampden House, en Buckinghamshire, y desvió la producción hacia antologías y series de televisión. Los plazos de producción se acortaron y los nuevos largometrajes se rodaron de forma fundamental en Buckinghamshire, en lugar de en los costosos estudios.
La trama de esta cinta mezcla, diríase, espionaje y terror, componiendo un pastiche que a mucha gente no contentó, pero que personalmente me resulta muy atractivo. Como en la cinta anterior, la trama se dilata en exceso para aportar, en realidad, pocos elementos vampíricos, y la realización de Gibson vuelve a ser televisiva, escueta, y anegada de encuadres que en aquel entonces se querían mostrar modernos. Al menos, en esta ocasión, la muy inadecuada música de Michael Vickers que destrozaba la atmósfera de Drácula 73, aquí es reemplazada por una partitura mucho más adecuada por parte del norteamericano John Cacavas, quien había arrancado con la composición de bandas sonoras en la coproducción entre España y el Reino Unido Pánico en el transiberiano / Horror Express (Eugenio Martín, 1972).
Si en la anterior película Drácula había muerto, aquí lo vemos vivo de nuevo, sin que se explique cómo ha resucitado: donde estuvo la iglesia desconsagrada de St Bartolph se ha construido un edificio, y se supone que, removiendo el terreno, fue desenterrado y devuelto a la vida, aunque hay muchas lagunas en ello. Houghton evita el problema y está vivo, sin más, y bien[1].
Como hemos referido, en la trama vuelve a aparecer la nieta de Van Helsing, Jessica. Si en Drácula 73 solo se dedicaba a la juerga, ahora es socia y colaboradora de su abuelo, «y sabe más de mis investigaciones que yo mismo», en palabras de este. Se supone que, tras el trauma que pasó con anterioridad, se puso las pilas y se convirtió en estudiosa de los fenómenos sobrenaturales junto a Lorrimer. Vuelve a aparecer también el inspector Murray, que en los altos estamentos está ya considerado un experto en el tema: aunque en la película previa todo se hizo de tapadillo, y se intentó ocultar la cuestión sobrenatural del asunto, ahora parece que todos están enterados de lo que sucedió, así que utilizarlo es de sentido común. Como Jessica está al día de los asuntos, Murray cuenta con ella, pero solo como asesora, si bien ella intentará implicarse más activamente.
Hay muchos elementos dispares dentro de la trama: una mansión donde se celebran ritos satánicos, mujeres vampiro, científicos que desarrollan una cepa mucho más mortífera (aún) de la peste bubónica, magnates a lo Howard Hughes, macarras en moto… Y Drácula y Van Helsing, claro, que salen muy poco, una vez más. Pero el resultado no es desagradable, si se sabe entrar en una fórmula con tantos ingredientes heterogéneos, y ofrece una de las muertes del no muerto más impactantes, con los brazos en cruz y corona de espinos. Se rumorea que, en tiempos, ese fue el motivo de que el film no se estrenara en España en su día, y solo apareciera tras la muerte del dictador, pero bien cierto es que la película fue un fracaso comercial, y además incluía abundantes elementos eróticos[2].
Aquí de nuevo se plantea el tema del agua como elemento destructor de vampiros, y se utiliza, pero se añade también el motivo de los espinos, por la remembranza al martirio de Jesucristo. Esta vez sí tenemos mujeres vampiro, que aparecen en el sótano de la mansión, encadenadas, es posible que para que no se desmanden y Drácula pueda seguir ejerciendo en la sombra. Y es que esta vez el Conde no es un elemento dispar dentro de la civilización en la que no puede afiliarse, sino alguien integrado del todo, que dirige un gran emporio industrial y se relaciona con altos cargos sociales. La escena en la cual Van Helsing va a verle lo recibe en un despacho, con luces por delante para ocultarle en sombras, aunque Christopher Lee es claramente identificable, pese a que, inclusive, el actor disfrace muy bien su propia voz.
La película, como se ha referido, fue un fracaso, y el propio Lee estuvo muy disgustado con los resultados. No volvió a encarnar al Conde en una cinta de la Hammer, y en la próxima entrega del personaje, Kung Fu contra los siete vampiros de oro (The Legend of the 7 Golden Vampires, Roy Ward Baker, Cheh Chang, 1974) ―que volvía a establecer una nueva continuidad―, lo interpretaría otro actor. Y es que con Los ritos satánicos de Drácula moría, aparte del rey de los no muertos, toda una forma de entender el cine de terror.
Anecdotario
- Título de rodaje: Dracula Is Alive and Well and Living in London.
- Título de reposición en Estados Unidos: Count Dracula and His Vampire Bride.
- Títulos alternativos: Dracula and His Brides / Dracula Is Dead… and Well and Living in London / Rites of Dracula.
- Título en Argentina y Venezuela: Los ritos satánicos de Drácula. Títulos en México: Los ritos satánicos de Drácula [cine] / Los rituales satánicos de Drácula [DVD].
- El rodaje tuvo lugar entre el 18 de noviembre y el 30 de diciembre de 1972.
- La copia original para cine en el Reino Unido fue recortada por la BBFC para editar fuertemente la escena inicial del sacrificio, dos escenas con estacas y la electrocución de un guardia (los recortes propuestos para el tiroteo de Torrence nunca se hicieron). Para el lanzamiento en vídeo se presentó la misma copia recortada y se redujo un segundo más para eliminar una toma del pecho expuesto de Jane atravesado por una estaca.
- Christopher Lee afirmó más tarde que, para la escena de la muerte de Drácula, tuvo que abrirse paso a través de verdaderos arbustos de espino, derramando sangre real sobre las afiladas espinas.
- Última película Hammer donde Christopher Lee y Peter Cushing aparecen juntos, y también última película Hammer de Lee como Drácula. Volvería a interpretar al personaje en la comedia francesa Dracula père et fils [vd/tv: Drácula, padre e hijo, Édouard Molinaro, 1976].
- Esta fue la última película de la Hammer realizada bajo los auspicios del presidente de la compañía, James Carreras.
- Como broma interna, la guarida de Drácula se llamó Pelham House, en referencia a la casa de James Carreras en Pelham Place, Londres.
- Secuela de Drácula 73 (Dracula A.D. 1972, A. Gibson, 1972). La siguiente, y última, película Hammer con aparición de Drácula fue Kung Fu contra los siete vampiros de oro (The Legend of the 7 Golden Vampires, Roy Ward Baker, Cheh Chang, 1974).
- Estrenada en el Reino Unido el 13 de enero de 1974, y luego en Londres el 17 de enero, y en España el 10 de agosto de 1976.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] El horroroso título de rodaje era Dracula Is Alive and Well and Living in London, es decir, «Drácula está vivo, y bien, y vive en Londres», que era alusión a una revista musical titulada Jacques Brel is Alive and Well and Living in Paris, sobre canciones del gran intérprete belga, de gran éxito en la época.
[2] En el sacrificio inicial de la muchacha, la oficiante le retira una sábana que la cubre, dejándosela hasta la cintura. Sin embargo, después, según los planos, se verá el lienzo o no, y habrá momentos que se la verá completamente desnuda.