En la ciudad de Regent Park un bebé de aligátor ha sido arrojado por el retrete. Con el tiempo ha crecido, y ahora se dedica a devorar personas. Un policía, cuya esposa es científico, procederá a investigar. Pero el alcalde, compinchado con un especulador inmobiliario, hace que lo retiren del caso. En unión a su mujer, otro policía novato y la hija del alcalde intentará impedir que la bestia siga atacando.

Dirección: Jon Hess. Producción: Golden Hawk Entertainment para New Line Cinema. Productor: Brandon Chase. Co-productor: Cary Glieberman. Productor ejecutivo: John Ross Bush. Guion: Curt Allen. Fotografía: Joseph Mangine. Música: Jack K. Tillar. Montaje: Christopher Ellis, Marshall Harvey. Diseño de producción: George Costello. FX: John Eggett (coordinador de efectos especiales), Sam McCain (efectos especiales y maquillajes). Intérpretes: Joseph Bologna (David Hodges), Dee Wallace [acreditada como Dee Wallace Stone] (Christine Hodges), Richard Lynch (Hawk Hawkins), Woody Brown (Rich Harmon), Holly Gagnier (Sheri Anderson), Bill Daily (alcalde Anderson), Steve Railsback (Vincent ‘Vinnie’ Brown), Brock Peters (jefe Speed), Trevor Eyster [acreditado como Tim Eyster] (J. J. Hodges), Vojislav Govedarica [acreditado como Voyo Goric] (Carmen), Buckley Norris (Doc), Julián Reyes (Reuben Ruiz), Deborah White, Bill Anderson, Jack ‘Wildman’ Armstrong, Harlan Arnold, John Asker, Christine Avila, Ray Bickel, Elkanah Burns, Bob Cady, Dorothy Ching, David Correia, Nicolas Cowan, Raquel Elizondo, Ramón Estévez, Carmen Filpi, Chavo Guerrero Sr… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1991. Duración y datos técnicos: 93 min. – color – 1.85:1 – 35 mm.

 

La bestia bajo el asfalto (Alligator, 1980) fue una deliciosa película de monstruos dirigida por Lewis Teague a partir de un guion del gran John Sayles. Once años después, uno de los productores de aquélla, Brandon Chase, decide regresar[1] para explotar los huevos de oro del aligátor. En la dirección pone esta vez a alguien mucho menos interesante, Jon Hess, responsable también de una cinta que, en su día, gozó de cierta popularidad, Proyecto: Terror (Watchers, 1988), basada en una novela de Dean R. Koontz; y como guionista nos colocan a alguien menos sugestivo aún, Curt Allen, en su última labor en el medio, y quien, entre lo poco que ha hecho, por ejemplo escribió el guion de la comedia criminal Hollywood Harry (1986), protagonizada y dirigida por Robert Forster, quien es justo el intérprete de La bestia bajo el asfalto.

    

Aquí no se andan con disimulos, y la trama es prácticamente la misma del anterior film. Se dan ciertos cambios, a tal punto que podría considerarse la presente un remake lejano de la obra de Teague. Tenemos, pues, de nuevo, un policía al que se aparta del caso, una científica, un experto cazador, un alcalde que mira a otro lado, y un empresario corrupto. Ah, y un aligátor. De nuevo, pues, se plantea la leyenda urbana de los saurópsidos (aligátores, cocodrilos o caimanes) viviendo en las alcantarillas de una ciudad. En el film previo se daban ciertos datos al respecto, alegándose que un animal de tales características y tamaño no podría sobrevivir alimentándose en un entorno tan limitado, y aquí, desde luego, se vuelve a copiar, tal cual, ese dato, así como los de los cambios genéticos provocados por una compañía científica, de ahí lo de «mutación» en el título, aunque ese elemento apenas se explora, pese a su atractivo, siendo más desarrollado el del especulador inmobiliario.

Lo más sorprendente de este film, que al fin y al cabo es la secuela de una película de serie B, es lo apañado que resulta su reparto: Joseph Bologna, Dee Wallace [Stone], Richard Lynch, Steve Railsback y Brock Peters. Por lo demás, esto es lo único positivo que podemos comentar de esta muy mediocre secuela-remake-copia o como quiera denominarse. Vuelve a utilizarse de nuevo un cierto humor, que aquí termina por resultar cargante. Y, lo peor de todo, es que la película se hace atrozmente aburrida: las escenas con el aligátor apenas tienen ni presencia ni relieve, y la intriga criminal resulta por completo superflua y carente de interés. El que todo esté servido por actores con cierto nivel —a pesar de la casi nula aportación de Dee Wallace en el argumento, que se supone importante por ser la científica—, no ayuda a que se otorgue solidez a un producto muy mediocre que carece de brío, personalidad ni ingenio. Además, cabe señalar un fallo de continuidad tremendo: del equipo del cazador interpretado por Richard Lynch solo sobreviven él y un compañero (ambos vestidos con la misma camisa hawaiana), pero en la escena siguiente, que es continuación directa de la previa, el compañero ha desaparecido y nunca más se sabe de él.

Al menos, y en cierta manera, vuelve a aparecer Ramón. En una insoportable escena en un club de campo, donde se celebran campeonatos de lucha libre, aparecen dos contendientes, y uno de ellos responde, precisamente, al nombre de Ramón. Quien no se consuela es porque no quiere.

Anecdotario

  • Título en Argentina y México: Alligator II: La mutación.
  • Rodada con un presupuesto estimado de tres millones de dólares.
  • El productor Brandon Chase iba a dirigir la película antes de que Jon Hess fuera contratado como director.
  • Ramón Estévez, que hace un pequeño papel, es de la familia de los Estévez, o Sheen.
  • Hay varias imágenes de archivo rescatadas de la película original La bestia bajo el asfalto (1980), en concreto los planos del caimán acechando los soportes del túnel de alcantarillado, de la de la saliva bajo el microscopio, el primer plano del ojo del animal abriéndose y la toma aérea cuando entra en el agua para atacar a Vincent Brown.

  • Aparte de esos reciclados, de la anterior entrega solo repite el director de fotografía.
  • Estrenada en Estados Unidos el 6 de julio de 1991. En España se editó directamente en vídeo, en 1991, por parte de Filmayer Video, con el título escueto de Alligator; después se ha vuelto a sacar en video, emitido por televisión y editado en blu-ray como La bestia bajo el asfalto 2: La mutación. 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] También propietario de una empresa relojera suiza, aparte de disponer de diversas compañías de producción cinematográfica, en el medio fue productor delegado del biopic Harlow (Alex Segal, 1965), y también participó en Cromwell, el rey de los bárbaros (The Sword and the Sorcerer, Albert Pyun, 1982), entre otros pocos títulos más, menos destacados.