El profesor Xavier cree que los sentidos humanos están demasiado limitados, en especial el de la visión, así que desarrolla sus estudios para potenciar este último en un rango lumínico más amplio. Decide utilizarse a sí mismo como conejillo de indias, una vez que un simio que emplea muere conmocionado ante lo que ve. Poco a poco, la visión de Xavier va ampliándose, dotándole de rayos X en los ojos, pero cada vez va a más…

Dirección: Roger Corman. Producción: Alta Vista Productions para American International Pictures (AIP). Productor: Roger Corman. Productores delegados: Samuel Z. Arkoff, James H. Nicholson. Productor asociado: Bartlett A. Carre. Guion: Robert Dillon, Ray Russell, según una historia de R. Russell. Fotografía: Floyd Crosby. Música: Les Baxter. Montaje: Anthony Carras. Diseño de producción: Daniel Haller. FX: John Howard (consultor de efectos visuales: Spectarama), Butler-Glouner (efectos especiales). Intérpretes: Ray Milland (Dr. James Xavier), Diana Van der Vlis (Dra. Diane Fairfax), Harold J. Stone (Dr. Sam Brant), John Hoyt (Dr. Willard Benson), Don Rickles (Crane), Morris Ankrum (Mr. Bowhead), Lorrie Summers (chica en la fiesta), Dick Miller (John Trask), John Dierkes (predicador), Kathryn Hart (Mrs. Mart), Jonathan Haze (Heckler), Vicki Lee (niña enferma), Barboura Morris (enfermera), Budd Albright, Leon Alton, Benjie Bancroft, George DeNormand, Bobby Gilbert, Stuart Hall, Ed Haskett, Harvey Jacobson, Mathew McCue, Cathie Merchant, Hans Moebus, Cosmo Sardo, Jeffrey Sayre, Norman Stevans, Bert Stevens… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1963. Duración y datos técnicos: 76 min. – Pathécolor – 1.85:1 – 35 mm.

 

Durante la década de los cincuenta Roger Corman rodó películas en blanco y negro (también algunas en color) de muy bajo presupuesto, y de consumo rápido. En 1960, el realizador se presentó a los prebostes de la AIP con la idea de rodar con una financiación del doble de las previas, para duplicar también los beneficios. Ese proyecto se lanzó con La caída de la Casa Usher (House of Usher, 1960), la cual supuso un éxito extraordinario, y también el inicio del ciclo de adaptaciones del director de obras de Edgar Allan Poe. Por supuesto que, a lo largo de ese ciclo, también rodó otras cintas: la presente la filmó después de The Haunted Palace [tv/dvd: El palacio de los espíritus, 1963] ―que en realidad era más de Lovecraft que de Poe― y antes de La máscara de la Muerte Roja (The Masque of the Red Death, 1964).

Según refiere el director en una de sus muchas entrevistas, la idea de la película fue suya. Al parecer, originalmente se trataba de un científico, pero luego le pareció «demasiado obvio», así que cambió el protagonista por «un músico de jazz que había tomado demasiadas drogas, y llegué a unas cuatro o cinco páginas, y pensé: “¿Sabes? No me gusta esta idea”, así que la deseché por completo y volví a empezar con el científico, que era la idea original». Esto podría coincidir con el detalle de que, a lo largo del film, el uso por parte de Xavier de la droga de rayos X podría equipararse a una adicción de la que no puede escapar. Téngase en cuenta que, por aquellos años, el consumo de LSD estaba muy de moda, y de hecho Corman rodaría pocos años después una película centrada en ello, The Trip [tv/dvd: El viaje, 1967].

Sin embargo, en los créditos el guion aparece acreditado a «Robert Dillon y Ray Russell, según una historia de Ray Russell». Russell (1924-1999) fue un interesantísimo escritor de género fantástico (también editor), cuya única novela publicada en España es Juicio a Satán (The Case Against Satan, 1962), sobre exorcismos. También es autor de Incubus (1976), que después daría lugar a la curiosa película Incubus [tv: Incubus, John Hough, 1982]. Russell trabajó para Corman en el guion de La obsesión (The Premature Burial, 1962), una versión libérrima del cuento corto que ofrece también tono de artículo periodístico, de Poe, y después para la presente. En cuanto al tal Robert Dillon, fue muy activo en cine y televisión, y colaboró en un par de ocasiones con William Castle, aunque destacó sobre todo en el género del thriller.

El hombre con rayos X en los ojos (X, 1963) es una película de ciencia ficción por los elementos que en ella comparecen, aunque desde ese punto de vista el planteamiento es por completo absurdo. En realidad, se vería más bien como una parábola o alegoría, de trasfondo religioso: al inicio, cuando Xavier explica a su colega, el doctor Brant, sus intenciones, este le responde que busca un poder similar «al de los dioses». Justo al final de la película, cuando el protagonista huye y vaga por el desierto, va a parar a un tenderete donde un predicador está aborregando a sus discípulos, y ese predicador le dará la respuesta a todo con una cita bíblica: «Si tu ojo te hace pecar, sácatelo» (Mateo 18:9-10).

En su muy escaso metraje (hora y cuarto), el film atraviesa los diversos estados anímicos por los que transcurrirá la experiencia del profesor Xavier: comienza con el entusiasmo de poder ver más, no solo por curiosidad científica, sino para ayudar a los demás, elemento este caracterizado por una niña que se halla enferma en el hospital donde trabaja. Por cierto que, con respecto a esa niña, hay una detalle curioso y no explicado: cuando él va a verla, ya tomada una dosis del líquido de rayos X, ella despierta, le mira y exclama: «Doctor, sus ojos». Él no le hace caso, y esa idea queda colgada ahí, como si la criatura, acaso por el estadio de la enfermedad, sea capaz de percibir algo en la mirada de él que delate su extraña capacidad, pues en apariencia nada se distingue, de momento, en los globos oculares del médico y científico.

Después, su soberbia le impulsará a herir a un colega durante una operación, para tomar él las riendas de la misma, «para salvar a la niña», y eso precipitará un caudal de acontecimientos que terminarán por hacerle huir de la policía y refugiarse en una feria, actuando como vidente. Este capítulo sirve para exponer sobre el tapete la condición de avaricia del ser humano, a través del personaje del dueño de la feria, Crane, con quien después se aliará para desarrollar otro trabajo de curanderismo.

Roger Corman dirige la película con sencillez, siguiendo rigurosamente el guion que tiene entre manos, apoyándose en la espléndida fotografía del mítico Floyd Crosby. Cuando manifiesta, en plano subjetivo, lo que Xavier experimenta, lo hace con cierta puerilidad, mostrando los colores distorsionados, y una especie de círculo erizado encuadrando todo. Ese elemento lo llaman pomposamente Spectarama, pero es una simpleza que trivializa una enormidad la película. Más efectiva resulta, pues, cuando se pone del lado de Xavier para explorar, junto a él, la odisea a la que se va viendo expuesto, a lo cual ayuda mucho la excelente interpretación de Ray Milland.

El hombre con rayos X en los ojos, en cierto modo, es como una especie de versión paralela de El increíble hombre menguante (The Incredible Shrinking Man, Jack Arnold, 1957), componentes filosóficos incluidos, aunque aquí notoriamente simplificados. En resumen, se trata de una película sencilla y efectiva que se sigue con interés, demostrando cómo Roger Corman podía superar presupuestos paupérrimos y otorgar unas apariencias industriales más competentes a sus productos.

 

Anecdotario

  • Títulos alternativos: The Man with the X-Ray Eyes / X: The Man with the X-Ray Eyes.
  • Títulos en Argentina: El hombre con vista de rayos X / El hombre con ojos de rayos X [TV]. Título en Chile, Colombia, Ecuador, Venezuela: El hombre con visión de rayos X. Títulos en México: El hombre con visión de rayos X / X, el hombre con ojos de rayos X. Título en Perú: El hombre con ojos de rayos X.
  • La película ganó el premio Astronave d’argento en 1963 en el primer Festival internazionale del film di fantascienza celebrado en Trieste (Italia).
  • Rodada con un presupuesto estimado de 250.000 dólares (otras fuentes indican que 300.000), a lo largo de tres semanas.
  • Última película de Morris Ankrum.
  • Dick Miller y Jonathan Haze interpretan a los dos tontos del público en la feria; se trata de dos actores habituales en la filmografía de Corman en el período.
  • Para crear el efecto de poder ver a través de un edificio, el director filmó el edificio mientras estaba en construcción, que era el Edificio de Oficinas Generales del Departamento de Agua y Energía, en el centro de Los Ángeles. Se empezó a construir hacia 1963 y se terminó en 1965.
  • Esta película tenía originalmente un prólogo de cinco minutos sobre los sentidos humanos. Este prólogo se eliminó de todas las copias de la película posteriores a su estreno en cines, y es posible que también de algunas de las copias de estreno. Esto redujo la duración a 79 minutos (76 en los pases televisivos, a 25 fotogramas por segundo de proyección). El metraje puede encontrarse en el Blu Ray de Second Sight.
  • La escena final de la persecución en la que Ray Milland conduce erráticamente tuvo lugar en Soledad Canyon Road, entre las ciudades de Santa Clarita y Acton, en California, el mismo lugar donde se rodó casi toda la película El diablo sobre ruedas (1971).

  • Los primeros planos de las manos de James durante la operación de la niña son en realidad imágenes de las manos de un cirujano real, que muestran una gran facilidad y pericia con los procedimientos.
  • Durante la fiesta de baile «desnuda», una mujer que mira de espaldas a la cámara se gira lo justo para dejar ver el borde de un body sobre los pechos. En la copia para cines, en formato 1.85:1, se ve apenas, pero en la televisiva en open matte se percibe con toda claridad.
  • Gold Key publicó una versión en cómic de la película en septiembre de 1963.
  • Roger Corman consideró en un tiempo la posibilidad de actualizar la película con efectos especiales modernos, o de rehacerla por completo.
  • Tim Burton desarrolló un guion para un remake de la película con el escritor Bryan Goluboff, pero quedó sin producir. Desde 2017 hay otro proyecto de remake para la MGM que no termina de definirse.
  • En Estados Unidos se estrenó en programa doble con Dementia 13, mientras que en el Reino Unido lo hizo con La máscara de la Muerte Roja.
  • Estrenada en Estados Unidos el 18 de septiembre de 1963, en Miami, Florida, en una premier, y después masivamente el 19 de septiembre; en España ese acto tuvo lugar el 24 de enero de 1966, en Madrid, y el 2 de abril en Barcelona.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra