Tres amigos, jugadores de fútbol profesional, viajan de vacaciones a una isla, para relajarse y cazar, cuando uno de ellos es atacado y muerto por una avispa gigante. Investigando, Morgan se topa con la señora Skinner; ella y su marido descubrieron una extraña sustancia brotando del suelo que, mezclada con la comida de sus animales de granja, los hace crecer de forma desorbitada. Un grupo de ratas accede al alimento…

Dirección: Bert I. Gordon. Producción: American International Pictures (AIP). Productor: Bert I. Gordon. Productor delegado: Samuel Z. Arkoff. Guion: Bert I. Gordon, basado en una parte de la novela de H. G. Wells. Fotografía: Reginald H. Morris. Música: Elliot Kaplan. Montaje: Corky Ehlers. Dirección artística: Graeme Murray. FX: Thomas R. Burman (efectos de maquillaje), Tom Fisher, John Thomas, Keith Wardlow, Rick Baker (efectos especiales), Bert I. Gordon (efectos visuales), Jody Richardson (coordinator de efectos visuales), Erik von Buelow (diseño de miniaturas). Intérpretes: Marjoe Gortner (Morgan), Pamela Franklin (Lorna), Ralph Meeker (Jack Bensington), Jon Cypher (Brian), Ida Lupino (Mrs. Skinner), John McLiam (Mr. Skinner), Belinda Balaski (Rita), Tom Stovall (Thomas), Chuck Courtney (Davis), Reg Tunnicliffe (asistente del transbordador), Kevin Schumm (niño en la clase)… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Canadá 1976. Duración y datos técnicos: 88 min. Color 1,37:1 (relación original de negativo/open matte) 1,85:1 (formato de exhibición en cines).

 

En 1904 H. G. Wells publicó la novela El alimento de los dioses (The Food of the Gods and How It Came to Earth), a la que denominó «una fantasía sobre el cambio de escala en los asuntos humanos». Al año siguiente, por cierto, el autor publicó en The Strand Magazine un relato titulado «El imperio de las hormigas» («The Empire of the Ants»)[1], donde vuelve a plantear el tema del gigantismo. El alimento de los dioses se halla estructurada en tres libros y es una obra compleja, con cierto tono de sátira y crítica social, desarrollándose a lo largo de mucho tiempo. Por supuesto, adaptarla al cine es inasumible en su integridad, y para ello sería necesario mejor el formato de una miniserie televisiva.

Bert I. Gordon, director especializado en películas del tema del gigantismo, tanto animal como humano, ha adaptado la novela dos veces. La primera fue en Village of the Giants [tv: El pueblo de los gigantes, B. I. Gordon, 1965], donde adapta lo que podría considerarse la segunda mitad del libro primero, mientras que en la presente aborda la primera mitad de él, donde incluso comparece el matrimonio Skinner.

La acción se traslada a la época actual, y como protagonista tenemos a un jugador de fútbol americano, interpretado por Marjoe Gortner, un actor televisivo del momento al que también podemos recordar por la película Star Crash, choque de galaxias (Starcrash, Luigi Cozzi, 1978), quien, junto a dos compañeros de trabajo y amigos, se traslada a una isla boscosa con el fin de liberarse de tensiones, montar a caballo y cazar. Ahí es donde se verán implicados en el desaguisado que provocan una serie de animales gigantes. En la novela, el «alimento de los dioses» era un producto artificial elaborado en laboratorio, pero aquí es una sustancia ignota que brota del suelo. Ello origina que la señora Skinner refiera que le ha sido otorgado por Dios, y que es decisión de él lo que hagan con el producto. Ese fanatismo religioso es un ligero telón de fondo que Gordon, autor también del guion, filtra en la película.

Pero la base de El alimento de los dioses (The Food of the Gods, 1976) es exponer sobre el tapete los efectos especiales tan caros a Gordon, Mr. BIG, como era llamado. En ese sentido, el film no engaña, y no sucede como en otras cintas de esas características, que tienen una primera mitad farragosa y aburrida, exponiendo el arranque, hasta que al fin se desatan los sucesos «maravillosos». Aquí, prácticamente no hay tiempos muertos: los personajes se exponen con linealidad, las incidencias se acumulan, y los monstruos aparecen sin descanso.

En esa parte referida del libro tienen aparición pollos, avispas, tijeretas y ratas. Las protagonistas del film son, indudablemente, las ratas, con una cierta aparición de avispas, como ya vimos, y los pollos gozan de una pequeña participación, como guiño, cuando en la novela disfrutan de una importancia crucial en la trama. Gordon es consciente de que las ratas son un animal que provoca miedo y asco en muchas personas, por lo cual hacerlas parte importante de la narración es un buen truco para inducir las reacciones esperadas en el público.

Dado que los efectos especiales son parte importante del film detengámonos un tanto en ellos. Las avispas gigantes son realizadas con animales reales cuando vuelan, sobreimpresionadas en las imágenes con actores, y el resultado no es del todo convincente, apareciendo transparentes en algunos momentos. También hay un modelo a tamaño «natural», cuando está encima de los actores, bastante bien resuelto. Comparecen también unos gusanos gigantes, de nuevo muñecos animados a escala real, también con efectos convincentes. Los pollos son mostrados en trucajes de pantalla partida, donde la diferente textura fotográfica es muy evidente, o muñecos que representan solo la cabeza del animal, de mirada en exceso fija. Pero, por supuesto, las ratas son lo esencial.

Por un lado, tenemos animales reales, que se hacen desfilar entre maquetas, como son la de la caravana o la casa en los momentos finales. Hay unos pocos planos sobreimpresionados, con los actores a un lado y los roedores al otro. Y también muñecos recreados a tamaño real, seis cabezas de rata mecanizadas diferentes y cuatro disfraces de rata, que se alternan a lo largo del film. El resultado es bastante sólido, salvo el detalle de que el hocico es un tanto redondeado, lo cual otorga a las bestias un aspecto un tanto adorable, más que temible.

Gordon se dedica a crear personajes primarios. Ya hablamos de los tres deportistas, con uno de ellos como protagonista, así como del matrimonio que desarrolla el producto. Junto a ellos aparecen Jack Bensington, el «malo» del film, un industrial que busca el beneficio económico de la sustancia, y al que las personas le tienen sin cuidado; lo encarna Ralph Meeker, actor clásico de muchos filmes bélicos y criminales de los cincuenta. Le acompaña Lorna, su ayudante y científica, a la que da vida la encantadora Pamela Franklin, que transmite esa ternura a su rol. Y luego tenemos un matrimonio de vacaciones en una caravana, con ella embarazada. Escasos personajes (véase la ficha técnica), que Gordon debe administrar e ir matando poco a poco, pero que mientras están vivos, al menos, no desarrollan unos diálogos demasiado elementales y pueriles, y aportan cierta funcionalidad.

Gordon, pues, se ocupa en hilvanar unos personajes sencillos con las escenas de efectos especiales. La narración es tan efectiva como humilde. No nos encontramos, desde luego, ante «una obra genial de ciencia ficción», como refería el póster cuando el film se estrenó en España, ni tampoco ante la «peor película de roedores de la historia», como clamaría algún crítico. Simplemente es una cinta de monstruos convencional, ni muy memorable ni muy detestable. Nada más. Y nada menos.

 

 

Anecdotario

  • Título en Argentina y Perú: La plaga asesina. Títulos en México: La plaga asesina / El día que atacaron las ratas.
  • En 1977, la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films la nominó a un premio Saturn en la categoría de mejor película de terror.
  • Muchos creen que realmente dispararon a las ratas (con algo parecido a pistolas de perdigones) para esta película. Pero si se mira fotograma a fotograma, está claro que lo que se hizo en realidad fue disparar un chorro de sangre falsa de alta intensidad, aturdiendo a la rata.
  • Cuando el ferry devuelve a los dos amigos, los mismos coches —un Ford LTD Wagon, un Chevy Vega y un Pontiac LeMans— también salen del transbordador. En el siguiente viaje, los mismos coches aparecen en el ferry y salen de nuevo.
  • The Food of the Gods se adaptó por primera vez al cómic en enero de 1961, para Classics Illustrated nº 160, con portada de Gerald McCann, guion de Alfred Sundel e ilustraciones interiores de Tony Tallarico. Las avispas gigantes solo aparecían en dos viñetas y las ratas gigantes no aparecían en absoluto. Después apareció otra en Marvel Classics Comics nº 22 (Marvel Comics 1977), con guion de Doug Moench e ilustraciones de Sonny Trinidad. «Deadly Muffins», en Secrets of Sinister House nº 13 (DC Comics 1973) es una versión no acreditada de la historia, escrita por John Albano y dibujada por Alfredo Alcalá.
  • Secuela:

Food of the Gods II [vd: Roedores: La comida de los dioses II, Damian Lee, 1989].

  • Otras adaptaciones de la novela:

Village of the Giants [tv: El pueblo de los gigantes, B. I. Gordon, 1965].

Dan-dan han changugi gyo in (1970) [Corea del Sur].

  • Estrenada en Estados Unidos el 18 de junio de 1976, y en España el 15 de septiembre de 1977. Más adelante, en nuestro país se editaría en vídeo en 1984, en DVD en 2007 y en BD en 2015.

 

Bibliografía

El alimento de los dioses; por H. G. Wells; traducción, A. Laurent; presentación, Francesc Ll. Cardona. Barcelona: Edicomunicación, 2001. Colección Cultura; nº 112. T.O.: The Food of the Gods and How It Came to Earth (1904). 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Bert I. Gordon también rodó una adaptación libre de ese relato con Empire of the Ants [tv/vd: El imperio de las hormigas, 1977].