Mientras viaja de noche en su automóvil, un matrimonio se topa con una niña vagando en medio de la carretera. Una moto en dirección contraria está a punto de provocar un accidente, pero al final nada sucede, aunque la cría es trasladada al hospital. Allí determinan que está físicamente bien, no obstante le detectan una extraña forma de introversión. Acaban por establecer, mientras se intenta localizar a sus padres, que una estancia en un entorno familiar puede serle beneficioso, por lo que la trasladan a casa de sus salvadores.
Dirección: Ignacio Tatay. Producción: Pokeepsie Films. Productores: Carolina Bang, Álex de la Iglesia, Ignacio Salazar-Simpson, Ricardo Marco Budé. Productora ejecutiva: Araceli Pérez-Rastrilla. Guion: Isabel Peña, Ignacio Tatay. Fotografía: Oriol Barcelona. Música: Snorri Hallgrímsson. Montaje: Mapa Pastor, Cristina Laguna. Dirección de arte: José Tirado. FX: Antonio Naranjo (efectos de maquillaje), Juan Antonio Gómez, Ignacio Miguel (supervisores de efectos especiales), Tucho Lorenzo (coordinador de efectos visuales). Intérpretes: Elena Anaya (Paula), Pablo Molinero (Simón), Eva Tennear (Clara, la niña), Carlos Santos, Eva Llorach, Esther Acebo, Eloy Azorín, Jazmín Abuín (enfermera), Rachel Lascar, Tara Marie Linke (madre de Ingrid), Javier Cristanch Visbal… Nacionalidad y año: España 2022. Duración y datos técnicos: 106 min. color 1.66:1.
Ignacio Tatay ha dirigido y escrito dos cortometrajes, Novio (2007), en colaboración con Leanne Welham, y Mano a mano (2013), ya en solitario. También ha trabajado en el departamento de casting del afamado film de ciencia ficción Eva (2011), de Kike Maíllo. Ahora, Álex de la Iglesia presenta este su primer largo, Jaula, que fue presentado anteriormente con el título de La casa de la tiza (que me gusta más y, una vez vista la película, le otorga más riqueza).
Se trata de un film que bascula entre el suspense psicológico y el terror, donde lo mejor es su primera parte, en la cual se van situando los elementos de la intriga y debemos intentar discernir, no solo qué pasa con la niña, sino también entre los demás personajes. Paula y Simón forman un matrimonio que, de alguna manera, tienen cosas sin decir, ni a la cámara ni a ellos mismos, y eso enriquece una relación ambigua. Ella, por ejemplo, se encierra en el cuarto de baño, donde procede a hacer algo a escondidas de su marido.
Todo ello tiene gran importancia de cara a lo que está sucediendo. Podría decirse que la película trata sobre la falta de comunicación: la niña no es capaz de establecer contacto con su familia de acogida, pero esa ausencia de relación también acaece entre la pareja protagonista, de esta con los médicos o la policía, o inclusive de sus extraños vecinos. Quedan cosas sin decir, y eso es lo mejor de un film en el que debemos ir buscando las piezas de un inmenso puzle, como el que Clara, la niña, intenta componer en un momento determinado.
Otro de los temas de la cinta es el de la maternidad. A todas luces, Paula y Simón crean un nuevo modelo de familia cuando acogen a Clara, y eso comienza a producir roces y resquebrajamientos en una relación ya de por sí dañada. Es en particular Paula, por motivos que luego conoceremos, quien se abruma de manera obsesiva con la niña y lo que pueda haberle sucedido, alienándose de su relación matrimonial y del resto de los personajes que la rodean. En un momento determinado le preguntará a la doctora francesa «¿Es usted madre? Si es así, debiera entenderme», lo cual es una diáfana muestra de por dónde se baten sus obcecaciones.
Pasados como dos tercios del film este da un giro en el enfoque de la narración, muy interesante a nivel de construcción dramática, pero que representa un modo de ir explicando las situaciones, lo cual, de alguna manera, trivializa el conjunto. Todo es demasiado misterioso y complejo al principio para, al final, resultar luego tan convencional. Se busca que todas las piezas encajen de cara al espectador, y ahí es donde, hasta cierto punto, la edificación tan cautivante que se había establecido hasta el momento se derrumba un tanto. El plano final de la película, cuando ella está hablando por medio del ordenador y se levanta para llamar al marido es la confirmación de que algo que estaba hasta ese punto tan bien cimentado deriva en la obviedad y la simpleza. Ignacio Tatay se desvela como un realizador atento a la creación de atmósferas, aunque acaso sea algo frío para una trama tan emocional como la que aquí presenta. La dirección de actores se centra sobre todo en una Elena Anaya que soporta todo el peso de la cinta, descuidando acaso al resto de los intérpretes.
Anecdotario
- Título de rodaje: La casa de la tiza.
- El rodaje de la película fue pospuesto por la crisis sanitaria debido a la pandemia por el COVID-19. Tras el parón, en julio de 2020, fue reanudado, teniendo lugar en distintas localizaciones de la Comunidad de Madrid, entre ellas San Lorenzo de El Escorial, Boadilla del Monte y Villaviciosa de Odón, y prolongándose durante siete semanas.
- Estrenada en España el 9 de septiembre de 2022.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra