Michael y Josh forman juntos un equipo que se dedica a investigar fenómenos paranormales por el estado de Indiana. Después de una entrevista catastrófica por radio Michael decide romper el negocio, pensando que ha quedado arruinado, pero una nueva llamada con un caso le reactiva el interés.

Dirección: Toni Comas. Producción: Broadway Stage, Rollin Studios, Uoon Productions. Productor: Anthony Argento. Productores ejecutivos: Andrés Torres, Farshid Hamidi, Amir Korangy, Yoav Barilan. Co-productor: Ricardo Vilar. Productores asociados: Andrés Torres, Chris Thompson, Amir Korangy, Miguel Arjona. Guion: Toni Comas, Charlie Williams. Fotografía: Anna Franquesa Solano. Montaje: Charlie Williams, Marti Roca. Diseño de producción: Yong Ok Lee. Intérpretes: Gabe Fazio (Michael), Bradford West (Josh), Stuart Rudin (Sam), Noah McCarty-Slaughter (Peter), Sophie Auster (Linda, esposa de Michael), Suzanne DiDonna (Alice), Kadah Binkley (Jenny), John D. Carver (Stuart), Vanessa Gally (Elena), Mike Jansen (Jack, locutor de radio), Moli Hall (Mary, la camarera), Dave O’Brien (Alan Pinkus, el escéptico), Joann White (Annie), Lec Zorn (hombre de la oficina), Rambo (Brownie)… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2017. Duración y datos técnicos: 77 min. Color 1.85:1.

Hace unos años exhibían por televisión un programa acerca de unos cazadores de fantasmas que recorrían Estados Unidos para explorar casas encantadas, y demostraban fehacientemente la realidad del fenómeno por medio de un reflejo en la cámara, un sonido casual o una pareidolia. La serie ni siquiera era divertida en su imbecilidad e irritaba el descaro de su presentador.

Los dos protagonistas de este film son más o menos de esta categoría. Se dedican a recorrer el estado de Indiana, donde viven, para engañar a pobres paletos o desvalidas ancianitas. Nunca se les ve cobrar, por cierto, aunque al menos Michael vive en una casa impresionante. El equipo, por lo demás, tiene una apariencia chocante: Michael va muy repeinado y con una barba muy arregladita, a lo James Brolin, pero viste un constante chándal poligonero; Josh, por su parte, es un rockero desfasado, con vaqueros y colgantes. Michael parece ser el cerebro del grupo, y es el que organiza los engaños, y Josh es el cándido que aparenta creer en lo que hacen. A veces, en sus correrías, les acompaña Pete, hijo adolescente de Josh, y que mira todo con ojos maravillados. Resulta bastante interesante el ambiente familiar de ambos personajes. Michael está casado, y su mujer se halla embarazada, pero no se hablan. Sin duda ella está harta del modo en que se gana la vida y espera que reconduzca de una vez su existencia. Josh, por su parte, está divorciado, y al menos su hijo le mira con algo de admiración.

En un programa de radio donde les entrevistan Josh pierde los nervios con un escéptico y mete la pata, y Michael teme que eso les arruine el negocio, así que decide dejarlo, al fin. Pero una nueva llamada le demuestra que hay cándidos para rato, y que pueden seguir adelante.

Existe un momento muy divertido en el cual Michael y Josh se encuentran en el salón de una casa, exorcizando una muñeca encantada y, mientras, Pete entra en la vivienda con la niña que allí habita para explorar el primer piso; los ruidos que cada uno de los grupos realiza asustan al otro, haciéndoles creer que son producidos por fantasmas.

Indiana (Indiana, 2017) es una película independiente, de muy bajo presupuesto, y que ha tardado años en estrenarse. Es un tanto al estilo, para entendernos, de I Am a Ghost [dvd: Soy un fantasma, H. P. Mendoza, 2012] o A Ghost Story (A Ghost Story, David Lowery, 2017) en el sentido de que se basa en silencios y planos largos para crear una atmósfera de inquietud. Pero, a diferencia de las dos joyas citadas, en este caso, aquí no hay nada paranormal en lo que narra, y en su lugar busca contrastar esa irrealidad en la cual viven los protagonistas con la auténtica realidad que acontece, donde el verdadero horror no son unos sonidos misteriosos, sino el llanto de una mujer que ha sido maltratada.

La idea es más interesante sobre el papel que sobre las imágenes, y creo que el concepto se le escapa un tanto al director, Toni Comas, que se apoya en demasía en ese tempo calmo, muy calmo, con que narra los escasos incidentes. Tiene, además, la suerte de contar con unos actores tan desconocidos como excelentes, del primero al último, que dan cierta autenticidad a todo; de hecho, el film comienza y acaba con unas imágenes en blanco y negro con actores declarando a la cámara, a modo de documental, con lo cual ese tono documentalista se contagia al resto de la cinta.

Es curioso constatar que, al final, parece que la película justifique un crimen. Y que, además, también defienda el modo de actuar de los protagonistas, engañando a la gente, por el mero hecho de que, en ocasiones, acierten a paliar algún dolor por medio de un acto de empatía.

 

 

Anécdotas

  • Rodada con un presupuesto estimado de 470.000 dólares, entre el 7 de septiembre y el 8 de octubre de 2013.
  • Todos los exteriores están rodados en la localidad de Kokomo, Indiana.
  • En Estados Unidos se exhibió en los festivales MidWest Weird Fest (4 de marzo de 2017) y Alhambra Theatre Film Festival (6 de abril de 2017). En España se exhibió en Sitges el 12 de octubre de 2017, y se estrenó en cines de forma muy limitada el 8 de junio de 2018. 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra