En un pequeño pueblo norteamericano es abierto un museo de cera. El dueño invita a dos muchachas que pasan ante la puerta a visitar la inauguración esa noche a las doce, y que se traigan a algunos amigos. Esa noche, ante las figuras, los chavales verán cómo se abre una puerta interdimensional hacia el interior del cuadro que se reproduce, y los monstruos que ahí se representan cobran vida.

Dirección: Anthony Hickox. Productores: Staffan Ahrenberg, Eyal Rimmon para Vestron Pictures, Electric Pictures, Contemporary Films, HB Filmrullen, Palla. Productores ejecutivos: Gregory Cascante, Dan Ireland, William J. Quigley, Mario Sotela. Guion: Anthony Hickox. Fotografía: Gerry Lively. Música: Roger Bellon. Montaje: Christopher Cibelli. FX: Bob Keen. Intérpretes: Zach Galligan (Mark), Jennifer Bassey (Mrs. Loftmore), Joe Baker (Jenkins), Deborah Foreman (Sarah Brightman), Michelle Johnson (China), David Warner (Lincoln, el hombre de las figuras de cera), Eric Brown (James), Clare Carey (Gemma), Dana Ashbrook (Tony), Micah Grant (Johnathan), Mihaly ‘Michu’ Meszaros (Hans), Jack David Walker (Junior), John Rhys-Davies (hombre lobo), Miles O’Keeffe (Conde Drácula), Charles McCaughan (inspector Roberts), Patrick Macnee (Sir Wilfred), Kenneth Campbell (Marqués de Sade), Anthony Hickox (príncipe inglés), James D.R. Hickox (ayudante del cazador de licántropos), Nelson Welch, Christopher Bradley, Irene Olga López, Julian Forbes, Edward Ashley, Kendall Conrad, Buckley Norris, Staffan Ahrenberg, Gabriella Dufwa, Gary M. Bettman, Candi, James Lincoln, Merle Stronck, Joanne Russell, Ann Sophie Noblet, Paul Badger… Nacionalidad y año: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania 1988. Duración y datos técnicos: 95/93 min. color 1.85:1.

 

Anthony Hickox y James D. R. Hickox (quien aquí aparece en un breve papel) son hijos del director Douglas Hickox (y de la montadora Anne V. Coates, y bisnietos de J. Arthur Rank). Douglas dirigió películas de muy diversos géneros, pero hoy día es mítico, en especial, por la deliciosa Matar o no matar, este es el problema (Theater of Blood, 1973). Sin duda por ello, ambos se han convertido en fanáticos del terror, y directores del género. En lo que respecta a Anthony, debutó precisamente con la presente, y aunque no fue siempre fiel a la temática, hay cierta constancia en ella, siendo su última aportación Infamous Six (2020), de pegadizo y sonoro título. Después rodó un cortometraje Alice (2021), y a su muerte, acontecida el 9 de octubre de 2023, tenía finalizada Underdogs Rising, una aventura deportiva, y tenía en preproducción Silent Kill, una de acción con Jean-Claude Van Damme.

El amor por el género es muy obvio para quien se enfrente con Waxwork [tv/vd: Museo de cera, 1988], un pastiche genérico con una estructura muy curiosa, pues casi es una película de sketches y, al mismo tiempo, va más allá de ello. Cuando un personaje se aproxima a una de las piezas que reproducen en cera alguna escena mítica del terror, es «absorbido» e incorporado a un universo real donde acontece lo que ahí se ve.

El arranque del film es temible, y hace presagiar un absoluto desastre, al asistir al encuentro entre diversos adolescentes descerebrados y sus muy pueriles diálogos. Por suerte, de inmediato aparece David Warner, y a partir de ahí todo se anima. Los guiños, como se decía, al género son constantes, y son reproducidos con cariño y conocimiento de causa en las imágenes. El episodio del hombre lobo es una especie de mezcla entre Aullidos y En compañía de lobos, el de Drácula es una mixtura del universo Hammer, con un Conde no muy efectivo (el soso Miles O’Keeffe, previo Tarzán), y ofrece algunos efectos gore apabullantes (y aún así censurados), hay un capítulo de cierta originalidad centrado en el Marqués de Sade, otro sobre la momia de la Universal[1] y, al fin, con zombis a lo Romero, un capítulo, además, rodado en blanco y negro, para acrecentar el homenaje. Se perciben otras posibles recreaciones que, por desgracia, no llegan a acontecer, como la del Fantasma de la Ópera.

Después aparece, en otro guiño, Patrick Macnee, en un papel que recuerda al de Aullidos, precisamente, aunque sea un investigador de los sobrenatural en silla de ruedas y afiliado a las huestes del Bien. Todo el film es un desmadre muy divertido, que resultará gozoso a todo friki del género, y Hickox incluso mostró cierta inventiva en la composición formal de los planos, aunque el guion fuera simple si bien funcional, y se ve ayudado por los económicos pero funcionales efectos de Bob Keen. Cabe destacar, por otro lado, que el diseño de producción ofrece cierto aire retro, con un vestuario y unos automóviles que no parecen muy acordes con la época de rodaje.

El resultado es lo que su autor pretende: un divertimento desinhibido dedicado a los fans del género, como él mismo y su hermano son, y solo se echa de menos (dentro de los límites que se imponen) que no se desarrollen más sketches en vista de los muy atractivos engendros que se vislumbran en el clímax final.

 

Anécdotas

  • Título en México: La mansión del horror. Título en Argentina: Museo de cera.
  • En 1989 fue premiada como mejor película en los festivales de Avoriaz y de Bruselas. En 1990, fue candidata por parte de la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films en las categorías de mejor película de terror, director, maquillaje y vestuario.
  • Hickox conoció al productor Stafan Ahrenberg cuando tuvieron un accidente de coche en Fairfax. Arruinado entonces, Anthony le dijo que le pagaría escribiéndole un guion por solo tres mil dólares, y fue redactado en tres días.
  • Bob Keen pasó dieciocho horas diarias durante ocho semanas creando los monstruos de la película.
  • Muchos de los planos más sangrientos del episodio vampírico fueron eliminados por la censura.
  • Entre las dieciocho figuras de cera protagonistas exhibidas están el conde Drácula, el Fantasma de la Ópera, una bruja, el Marqués de Sade, un hombre lobo, una momia, un sacerdote vudú, un zombi, un asesino con un hacha, el hombre invisible, el monstruo de Frankenstein, una vaina de La invasion de los ladrones de cuerpos, un bebé diabólico, un alienígena, un hombre-cobra, Jack el Destripador y Mr. Hyde.

  • En el guion originario también constaban Jason Vorhees, los niños de El pueblo de los malditos, el Golem y El enigma de otro mundo, pero hubieron de ser eliminados por cuestión de derechos. Jason fue reemplazado por el Fantasma de la Ópera.
  • En los créditos finales consta: “Dedicado a la Hammer, Argento, Romero, Dante, Landis, Spielberg, Wells, Carpenter, mamá y papá, y muchos más…
  • Secuela: Waxwork: El misterio de los agujeros negros (Waxwork II: Lost in Time, 1992), también de Anthony Hickox.
  • Estrenada en Estados Unidos el 17 de junio de 1988. En España se editó directamente en vídeo, por parte de Intervideo, en 1989, y luego por Vestron Video International / TriPictures en 1990. Por televisión se emitió hacia 1989 en diversos canales autonómicos, y luego ha sido repetida en diversas ocasiones.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **⅟₂

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Aquí, para potenciar el guiño, las imágenes se acompañan con la música de El lago de los cisnes de Tchaikovski, tal como acontecía en los créditos del clásico de Karl Freund.