Desde distintos puntos se irán reuniendo Owen Grady, Claire Dearing, Ellie Sattler, Alan Grant e Ian Malcolm, con el fin de acabar con una malvada empresa multinacional que está sacando provecho económico de la presencia de dinosaurios en todo el mundo.
Dirección: Colin Trevorrow. Producción: Amblin Entertainment, Latina Pictures, Perfect World Pictures, Universal Pictures. Productores: Patrick Crowley, Frank Marshall. Productores delegados: Alexandra Derbyshire, Steven Spielberg, Colin Trevorrow. Productores asociados: Charlie Endean, Annys Hamilton, Tim Wellspring. Productor ejecutivo: Winston Azzopardi. Guion: Emily Carmichael, Colin Trevorrow, según una historia de Derek Connolly y C. Trevorrow, a partir de personajes creados por Michael Crichton. Música: Michael Giacchino. Fotografía: John Schwartzman. Diseño de producción: Kevin Jenkins. Montaje: Mark Sanger. FX: Industrial Light & Magic (efectos visuales), Clear Angle Studios (ciberescaneo), Lidar Lounge (escaneo lidar), Proof (servicios de visualización), Double Negative (conversión en 3D), Snow Business International (efectos de nieve), Stereo D (conversión en 3D). Intérpretes: Chris Pratt (Owen Grady), Bryce Dallas Howard (Claire Dearing), Laura Dern (Ellie Sattler), Sam Neill (Alan Grant), Jeff Goldblum (Ian Malcolm), DeWanda Wise (Kayla Watts), Mamoudou Athie (Ramsay Cole), Isabella Sermon (Maisie Lockwood / Charlotte Lockwood de joven), Campbell Scott (Lewis Dodgson), BD Wong (Dr. Henry Wu), Omar Sy (Barry Sembène), Justice Smith (Franklin Webb), Daniella Pineda (Dra. Zia Rodriguez), Scott Haze (Rainn Delacourt), Dichen Lachman (Soyona Santos), Kristoffer Polaha (Wyatt Huntley), Caleb Hearon (Jeremy Bernier), Freya Parker (Denise Roberts), Alexander Owen (Angus Hetbury), Ahir Shah (Sundar Kumar), Elva Trill (Charlotte Lockwood de adulta), Teresa Cendon-Garcia, Manuela Mora, Bastian Antonio Fuentes, Jasmine Chiu, Varada Sethu, Ben Ashenden, Enzo Squillino Jr., Glynis Davies, Mo Brings Plenty, Emilie Jumeaux, Aisling Sharkey, Joel Elferink, Elan Ross Gibson… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2022. Duración y datos técnicos: 146 min. color 2.00:1 – 2D – 3D.
La novela de Michael Crichton Parque Jurásico (Jurassic Park, 1990) dio lugar a una película dirigida por Steven Spielberg, Jurassic Park: Parque Jurásico (Jurassic Park, 1993), y su gran éxito comercial selló el origen de la primera secuela, El mundo perdido: Jurassic Park (The Lost World: Jurassic Park, 1997), también obra del realizador; ninguna de las dos se encuentra entre lo mejor del autor de Tiburón (Jaws, 1975), pero han marcado un hito dentro de la temática de los dinosaurios en el cine, en especial en el aspecto industrial. Le siguió otra cinta, que cerraba una trilogía, Jurassic Park III: Parque Jurásico III (Jurassic Park III, 2001), y como no estaba dirigida por Spielberg, sino por Joe Johnston, se cargó duramente contra ella, aunque no estaba nada mal…
Pasados bastantes años se procedió a realizar Jurassic World (Jurassic World, 2015), dirigida por Colin Trevorrow, que venía a ser una especie de re-arranque, con nuevos personajes, pero sin olvidar todo lo precedente. Esta divertida y desinhibida cinta dio lugar a una secuela, la muy mediocre Jurassic World: El reino caído (Jurassic World: Fallen Kingdom, 2018), dirigida por nuestro Juan Antonio Bayona, aunque parte del desastre no corresponde del todo a él, sino al concepto de «obra industrial manufacturada para el éxito comercial sin fisuras». Ahora, con Jurassic World: Dominion (Jurassic World: Dominion, 2022), vuelve a la dirección Trevorrow en lo que supone el cierre de esa segunda trilogía, y que ofrece, además, el regreso de los protagonistas de la primera.
Llegados a esta altura, la ubre de los dinosaurios ha sido exprimida hasta la extenuación. Por un lado, las ideas se agotan, y por otro se busca desesperadamente un éxito comercial con el menor gasto posible (aunque aquí se ha llegado hasta los 165 millones de dólares). En el aspecto argumental, la película es una especie de remedo blando del cine de James Bond con animales prehistóricos de por medio; en el ámbito industrial, se busca concentrar la acción en un coto cerrado (pese a los aires cosmopolitas que da la trama en su primera mitad) con el fin de que el presupuesto en efectos especiales no se dispare. Resulta curioso, en ese sentido, los años de evolución técnica que han pasado y, sin embargo, tal como en 1993 en la primera película, se insiste con escenas nocturnas para disimular los [d]efectos.
La trama, con diferencia, es lo peor de la película. Es sorprendente constatar cómo en parte del cine comercial actual se descuida tanto la fase de guion, cuando en gran medida representa el esqueleto dramático donde se sustenta el resto de la producción. El libreto de la película es algo deslavazado, sin cuerpo, que va dando saltos de un lado a otro (tanto geográfica como argumentalmente) para disimular la inexistencia de nada que contar. Tenemos una nueva empresa ambiciosa y sin escrúpulos, que está sacando provecho económico a la existencia de dinosaurios. Han creado una especie nueva de langostas, grandes y voraces, que se les han escapado, literalmente, de las manos y están creando una catástrofe ecológica. Además, intentan estudiar a Maisie, la niña clonada que conocimos en la película anterior, y no dudan en secuestrarla. Una parte del reparto irá en busca de ella, mientras que la otra intenta desmantelar y denunciar el negocio referido.
Aparte de reunir a los protagonistas de las dos sagas, se nos ofrecen unos cuantos más, con lo cual hay una saturación de personajes que dispersa aún más la trama. Además, los nuevos carecen por completo de dimensión y atractivo, y están encarnados por actores pésimos; el único que destaca del conjunto es el personaje de Ramsay Cole, por su ambigüedad moral, y además está servido por el mejor intérprete de todos los nuevos, Mamoudou Athie. Hay también tímidos coqueteos con la sexualidad de los personajes: la tensión sexual que siempre había entre Ellie y Alan se vuelve a plantear de nuevo; hay una piloto negra que dice sentir atracción por las pelirrojas, pero eso es todo lo que se le permite sentir; la madre de la niña engendró a esta sin participación de un hombre ―más bien se auto-clona, al igual que algunos lagartos que son capaces de poner huevos sin tener machos, técnica llamada partenogénesis, en el film se menciona a lo varanos―; la sospecha de que la chica también lo sea puede que se aclare con el hecho de que está en la pubertad y comienza a mostrar interés por la relación entre Ellie y Alan, por lo cual cabe conjeturar que su organismo está respondiendo a un interés sexual «bipartito».
Cabe destacar, a nivel anecdótico, que la relación «familiar» entre Owen Grady y Claire Dearing con Maisie Lockwood, que la adoptan a modo de «hija», recuerda mucho a la que se presenta en Ojos de fuego (Firestarter), la novela de Stephen King que recientemente ha tenido una nueva versión cinematográfica; hasta está la cabaña en medio del bosque, además de la gente que quiere a la niña a toda costa.
Tenemos escenas de conmoción, como la de Owen en moto perseguido por dos monstruos, que está concebida con los parámetros del cine de acción actual, resultando agotadora y carente de la tensión que debería tener. Dentro de todo este tipo de secuencias, solo hay una, demasiado breve, que ofrece la emoción que habrían de poseer todas: aquella en la cual un grupo de personajes vaga por una oscura mina y comienzan a aparecer bichos, la cual destila una esencia que hace recordar joyas de la aventura fantástica como el Viaje al centro de la Tierra de Jules Verne.
Una vez más, pues, tenemos la típica película comercial efectuada sin el menor esfuerzo de crear una obra de cierta consistencia dramática, supeditando todo a los elementos más básicos y confiando en el nulo nivel de exigencia de gran parte del público. A nivel industrial, por supuesto, el film es impecable. La música de Michael Giacchino, alguien que está siendo sobreexplotado en todas las franquicias como sustituto de los compositores originales, y que mereciera una atención más centrada en sus propias capacidades, resulta excelente; los dinosaurios están tan bien resueltos como cabría esperar; y uno conjetura que, a nivel paleontológico, todo es impecable: parece ser que ahora se plantea que el T-Rex fuera también carroñero, algo que se muestra aquí. Sin embargo, todo ello no resulta suficiente para aportar algo satisfactorio. Sospecho, no obstante, que, si el film tiene la suficiente taquilla, puede que próximamente veamos una nueva trilogía, acaso llamada Jurassic Planet, y ahora con protagonismo de la negra, el negro y la niña, así como los intereses amorosos que les surja a cada uno de ellos. Ya veremos.
Anécdotas
- Título en Argentina, Ecuador y México: Jurassic World Dominio. Título en Chile y Colombia: Jurassic World Dominion.
- Rodada con un presupuesto estimado de 165 millones de dólares. Los lugares de rodaje fueron Malta, la Columbia Británica, en Canadá, Atlanta, en Georgia, Hawaii y los estudios Pinewood de Londres.
- Joseph Mazzello y Ariana Richards declararon que estarían abiertos a volver para la película, si se les pidiera un cameo o algo más.
- Estrenada en Estados Unidos el 10 de junio de 2022; en España se adelantó un día, el 9 de junio.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: *½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra