La Federación de Planetas se enfrenta a un enemigo desconocido que ha causado varios desastres en la Tierra. El capitán Kirk es asignado para capturar al responsable de los ataques, pero éste y la tripulación de la Enterprise descubrirán que hay algo más detrás de este poderoso enemigo…

Dirección: J. J. Abrams. Producción: Paramount Pictures, Skydance Productions, Bad Robot. Productores: J. J. Abrams, Bryan Burk, Alex Kurtzman, Roberto Orci, Damon Lindelof. Productores delegados: Jeffrey Chernov, David Ellison, Dana Goldberg, Paul Schwake. Guion: Roberto Orci, Alex Kurtzman, Damon Lindelof, basado en la serie creada por Gene Roddenberry. Fotografía: Daniel Mindel. Música: Michael Giacchino. Montaje: Maryann Brandon, Mary Jo Markey. Diseño de producción: Scott Chambliss. FX: Atomic Fiction, Digital Caliber, FotoKem, Giant Studios, Industrial Light & Magic, Kelvin Optical, Pixomondo. Intérpretes: Chris Pine (Kirk), Zachary Quinto (Spock), Zoe Saldana (Uhura), Karl Urban (Bones), Simon Pegg (Scotty), John Cho (Sulu), Anton Yelchin (Chekov), Benedict Cumberbatch (John Harrison), Bruce Greenwood (Pike), Peter Weller (Marcus), Alice Eve (Carol Marcus), Leonard Nimoy (Spock Prime), Noel Clarke (Thomas Harewood), Nazneen Contractor (Rima Harewood), Amanda Foreman (alférez Brackett), Jay Scully (teniente Chapin), Jonathan Dixon (alférez Froman), Aisha Hinds, Joseph Gatt, Jeremy Raymond, Tony Guma, Kimberly Arland, Sean Blakemore, Nick Tarabay, Beau Billingslea, Deep Roy, Anjini Taneja Azhar, Jack Laufer, Katie Cockrell, Kellie Cockrell… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2013. Duración y datos técnicos: 132 min. color 2.39:1 (versión cines) 1.66:1 (versión 70 mm IMAX, algunas escenas) 1.78:1 (IMAX Blu-Ray, algunas escenas) 1.90:1 (IMAX Digital, algunas escenas) 2D – 3D.

 

De forma sucesiva, la película Star Trek Némesis (Star Trek Nemesis, 2002), de Stuart Baird, y la serie Star Trek: Enterprise (Enterprise/Star Trek: Enterprise; 2001-2005) fueron sendos fracasos comerciales. Daba la impresión de que el público ya no estaba interesado en el Universo Trek. Desde entonces, hubo rumores del retorno de la franquicia, pero nada se concretaba, hasta que, al fin, el 8 de mayo de 2009 se proyectaba en los cines de todo Estados Unidos Star Trek (Star Trek), dirigida por J. J. Abrams, y que suponía un reboot de la franquicia y, al mismo tiempo, por medio de un inteligente quiebro argumental, una continuación de todo lo previo. La película tuvo un éxito clamoroso.

¿A que obedecía este cambio en los gustos del público? Resultaría largo y complejo analizar los factores que conducen al éxito o fracaso de una película, independientemente de su calidad intrínseca. Star Trek 2009 se organizó de un modo muy sagaz como un blockbuster que contentara a una gran parte de los espectadores, no solo a trekkers y trekkies. Para ello se utilizó un método un tanto en la vena de la franquicia Ultimate del Universo Marvel, esto es, reformular todo para captar la atención de los espectadores juveniles (la mayor parte del público cinematográfico actual), con el grado de atención que este parece prestar a todo hoy en día, esto es, poco diálogo y mucha acción. Eso derivaba en una simplificación de todas las constantes narrativas, así como la definición de los personajes de una forma casi caricaturizada, centrada en los rasgos más obvios y reconocibles.

Para esta segunda entrega los responsables debían determinar este universo, y dejar ya bien a las claras por dónde transitarían las aventuras de esta nueva tripulación. Fue en junio de 2008, es decir, antes del estreno de la película previa, cuando Paramount manifestó su interés por efectuar una secuela con el mismo equipo, y en marzo de 2009, esto es, un mes antes del estreno del primer film, el hecho se confirmaba. Kurtzman y Orci comenzaron a escribir un guion preliminar en junio de 2009, con vistas a tenerlo listo en navidades de ese año, y en un principio se planteó hacer una entrega dividida en dos partes. Damon Lindelof, polémico guionista, se incorporó a la elaboración del libreto en 2010, quien comparó esta secuela con El Caballero Oscuro (The Dark Knight, Christopher Nolan, 2008). Por aquel entonces apareció un rumor de que el villano sería Khan, el protagonista de la segunda película de la saga original; más tarde, se desmintió, y luego hubo un que si sí que si no hasta el mismo estreno. También se habló de aparición de los klingons en la trama.

Al fin, en enero de 2012 comenzó el rodaje, con la idea de estrenar el film el 16 de mayo de 2013, lo cual se consiguió, si bien a lo largo de todo el tiempo previo, Abrams refirió que quería priorizar la calidad del guion y el desarrollo de personajes a una fecha concreta de estreno. De hecho, ni siquiera aceptó dirigir hasta que viera el libreto terminado. Simultáneo al estreno del film se sacó un cómic a modo de precuela del mismo, Star Trek: Hacia la oscuridad, con guion de Mike Johnson y Roberto Orci, dibujo de David Messina, entintado de Marina Castelvetro y David Messina y color de Claudia Scarlet Gothica[1].

Para la Enterprise de esta película el equipo creativo intentó ofrecer un aspecto de novedad y limpieza al mismo tiempo que le daba a la nave una sensación de gran escala. Debido al hecho de que los decorados permanentes utilizados para la serie NCIS: Los Ángeles estaban en los Paramount Stages 8 y 9, la película debería filmarse en los Sony Studios de Culver City, en concreto en el Sony Stage 15, que era el escenario más grande de Sony y más grande que los de Paramount, lo cual permitió construir interiores interconectados para la Enterprise, similar a la serie original.

Finalmente, Roberto Orci Alex Kurtzman y Damon Lindelof han pergeñado una historia “nueva” pero anclada de forma palpable en el Universo Trek previo. Da la impresión de que, esta vez, intentan satisfacer algo más a los conocedores de esta franquicia. También se tiene la sensación de que se han tomado un esfuerzo algo superior en coordinar todos los elementos de la película, concediendo un guion algo más equilibrado, dentro de lo que cabe, aunado todo ello a una puesta en escena por parte de Abrams más calmada, que se preocupa en otorgar un resultado menos aparatoso y verbenero y más asentado y meditado, pese a que tanto unos como otros tienen de nuevo alguna salida de todo.

Lo más llamativo es el modo en que se relacionan los personajes habituales. Pese a que la trama se centra particularmente en la relación entre Kirk y Spock, eliminando casi del todo el tercer vértice del triángulo que supone el doctor McCoy (el equilibrio entre el corazón y el cerebro que suponen los otros dos personajes), toda la interactuación entre la tripulación se percibe más “suelta”, más dinámica, sin duda también producto del paso del tiempo y de cómo habrán intimado entre sí los actores. Una de las muchas virtudes que tenía la franquicia televisiva clásica fue el sentido de compañerismo que se estableció entre todos sus intérpretes, y cómo ello quedó reflejado en la pantalla. Aquí, desde luego, aún falta mucho para que se establezca esa dinámica, pero la enorme frialdad que destilaba en ese sentido la película previa ha quedado mermada en gran medida.

Chris Pine sigue siendo un actor sin excesivos registros y carente del carisma que precisa un personaje como Kirk, pero se le ve algo más suelto en su cometido, y en ocasiones incluso sorprende. Zachary Quinto, aparte del pasmoso parecido físico que ofrece con Leonard Nimoy, es un actor mucho más capacitado, y confiere a su Spock el perfil que precisa sin formalizar una imitación de Nimoy. Karl Urban, excelente actor, por desgracia en esta entrega tiene un quehacer tan restringido como el resto de los personajes fijos. Simon Pegg, por desgracia, sigue exponiendo sus limitaciones interpretativas y, aunque el guion ha limitado en gran cantidad sus patéticas gracietas que desgranaba en el anterior film, parece incapaz de interpretar sin hacer gestos absurdos, así incluso para pilotar una lanzadera debe hacer muecas. Los demás actores, con sus personajes reducidos a unos pocos instantes, realizan una labor correcta.

A ello ha de sumarse la inclusión de un malo con enjundia, de muchos más perfiles e interés que el que ofrecía el arquetípico Nero encarnado por Eric Bana, y que recordaba demasiado al Shinzon (Tom Hardy) de la previa entrega, Star Trek: Némesis. Aquí, pese a remitir también a otro personaje anterior, la ligazón está más justificada, y además aquél tenía mucho más interés. Y, sobre todo, el actor que da vida a este “John Harrison” es el camaleónico Benedict Cumberbatch, que sencillamente se transforma en cada película o serie en que aparece, y que otorga los perfiles oscuros a su personaje sin, por ello, dejar de plasmar el grado de humanidad al mismo que permite comprender su postura, aunque por lógica no se comparta. Los matices interpretativos que Cumberbatch aporta son extraordinarios, como la escena, en primer plano, en que rememora la pérdida de sus compañeros, y al fondo percibimos a nuestros héroes escuchando.

El film arranca con una escena que, por un lado, remite a las cintas de James Bond, en el sentido de que es una especie de mini película casi desligada del resto con entidad propia; y por otro recuerda a las de Indiana Jones, por su componente narrativo. Sin embargo, sirve para mostrar al espectador (neófito) lo que es la Primera Directriz y, sobre todo, para ilustrar de nuevo el carácter rebelde y caprichoso de Kirk, que sencillamente hace lo que le sale de los mismos. Supone, también, el motor para que todo lo que prosigue vaya encadenándose de forma inevitable.

La acción rebelde de Kirk provoca que la Enterprise sea devuelta al mando de Pike, y aquél relegado a segundo de a bordo, y Spock transferido en ese mismo cargo a otra nave, la USS Bradbury. Hubiera sido interesante ver la interacción de cada uno de ellos en sus nuevos destinos, sin embargo, la situación varía de inmediato (a lo largo de la película todo cambia de continuo) y los tenemos de nuevo en sus ocupaciones habituales, yendo a detener a ese peculiar John Harrison.

Tendrán aparición breve los klingons, que emergen vestidos con un traje especial provisto de un casco que les cubre totalmente el rostro. Y cuando uno de ellos se lo quite, comprobaremos que, una vez más, el diseño facial de estos ha cambiado, si bien al transcurrir esta película en un universo alternativo no tiene porqué ser sorprendente. Más adelante, en la serie Star Trek: Discovery (Star Trek: Discovery, 2017-…), ese diseño volverá a variar por enésima vez, por cierto.

Cabe destacar las similitudes que la película, finalmente, presenta con Star Trek II: La ira de Khan (Star Trek II: The Wrath of Khan, Nicholas Meyer, 1982), a tal punto que, en cierto sentido, podría considerarse como un remake libérrimo, si bien aporta tantas novedades intrínsecas que ello otorga al film una personalidad propia, una independencia de por sí. Ello no es óbice para que haya escenas-espejo con respecto a aquel film, como el sacrificio de Kirk, ahora en lugar de Spock, pero el émulo de ambas manos uniéndose a través del cristal, y el consiguiente grito del segundo. O incluso el hecho de relegar a Chekov a ingeniería, como guiño al famoso error de la película previa y justificación de su ausencia en el puente de mando del episodio “La semilla espacial”.

¡Khaaaaaaan!

Tal como se ha dicho, J. J. Abrams (interesante estratega comercial, pero limitado y en exceso cerebral realizador) otorga una puesta en escena más equilibrada y dinámica a la presente entrega, después de la montaña rusa plagada de ascensos y descensos que era la previa. La narración va desgranando los distintos elementos que darán forma a la historia por medio de un tempo justo, aunque sigue insistiendo en apabullar con una acción imparable y brindar “grandes momentos”. Por supuesto, se ve apoyado una vez más por un diseño de producción alucinante y unos medios increíbles, lo cual le otorga al resultado un lustre de espectáculo de primera categoría. La inclusión del 3D aporta al film una mayor grandeza, y se utiliza únicamente para conferir de más profundidad a las imágenes, amén de un espectacular plano inicial donde el espectador parece navegar bajo un cielo estrellado, integrado en la aventura de un modo pleno.

Una vez logrado este equilibrio, y aunque aún aparecen bastantes más elementos por depurar, el futuro de la franquicia no hacía más que presagiar una continuidad que podría alegrar a los fans de la franquicia, tanto antiguos como neófitos. Aún estaba por llegar Star Trek Beyond

 

Anécdotas

  • Títulos de rodaje: Star Trek 2 / Star Trek XII / Untitled Star Trek Sequel.
  • Título en Venezuela: Star Trek 2.
  • Tanto en los premios Oscar como en los BAFTA de 2014 la película fue nominada en la categoría de mejores efectos visuales. Ese mismo año, la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films la nominó en las categorías de mejor película de ciencia ficción, actor secundario (Cumberbatch), director, efectos especiales y vestuario.
  • Rodada con un presupuesto estimado de 190 millones de dólares. Estrenada en mayo de 2013, en septiembre había acumulado una taquilla mundial de más de 460 millones.
  • La acción tiene lugar entre los años 2259 y 2260.
  • Una de las condiciones para que Leonard Nimoy hiciera una aparición como Spock en esta película fue que J. J. Abrams se asegurase de que hubiera disponible en todo momento en el set helado de café, que a Nimoy le encantaba.

  • Paramount quería que la película se rodase en 3D, mientras que Abrams la prefería en 2D con cámaras IMAX. Al final, se rodó en IMAX (una parte del film) y en post-producción se convirtió en 3D.
  • El puesto temporal de Chekov como ingeniero jefe en esta película se basa en una larga historia. Cuando Khan lo reconoce en Star Trek II: La ira de Khan (1982), durante mucho tiempo se consideró un error, ya que nunca se les vio juntos en Star Trek: “Space Seed” (1967), dado que Walter Koenig aún no se había unido al elenco. Los fans concibieron una explicación a esta inconsistencia al especular que Chekov fue asignado al departamento de seguridad durante el incidente de la Semilla Espacial, e intentó sellar la sección de ingeniería para evitar que Khan se hiciera cargo de la nave. Kirk quedó tan impresionado por su valentía que posteriormente trasladó a Chekov a la navegación de puentes. Eso también explica por qué Chekov era oficial de armas y tácticas en el puente en las tres primeras películas.
  • Según J. J. Abrams, el concepto de realidad alternativa de viaje en el tiempo utilizado en la película anterior fue una estratagema deliberada para permitir una borrón y cuenta nueva para las nuevas películas: «La idea, ahora que estamos en una línea de tiempo independiente, nos permite utilizar cualquiera de los ingredientes del pasado o inventar nuevos para crear historias potenciales».
  • Después del ataque al Kelvin Memorial Archive, todos los altos mandos son convocados a la sala de conferencias Daystrom en la sede de la Flota Estelar. El nombre de la sala se refiere a Richard Daystrom, que inventó el procesador duotronic, la base del ordenador de la Enterprise. El personaje también fue el inventor de la computadora defectuosa M-5 AI que aparece en Star Trek: “The Ultimate Computer” (1968).

Richard Daystrom en el episodio “The Ultimate Computer”

  • Cuando el capitán Kirk está en enfermería, la pantalla que muestra información sobre sus condiciones vitales incluye una anotación para el Dr. Boyce. Ese es el nombre del médico de la nave (interpretado por John Hoyt) en el episodio piloto original, Star Trek: “The Cage” (1986)… cuando Kirk aún no estaba al mando de la Enterprise, sino Pike.
  • Una de las lanzaderas se llama Takei, en obvio homenaje a George Takei, intérprete original de Sulu.
  • Al igual que en la película anterior, esta también contiene una referencia a la enfermera Chapel de la serie original. Curiosamente, ello rompe la continuidad con Star Trek (2009), ya que en esa película, se escucha a McCoy dirigiéndose a ella, mientras que en esta tenemos la impresión de que Christine Chapel se convirtió en una enfermera después de un encuentro con Kirk en el ínterin entre las dos películas.
  • Las colas de las chicas gato que están en la cama con Kirk son emulaciones animatrónicas.
  • Al igual que en la película previa, Abrams quería incorporar a William Shatner en algún pequeño papel, pero no vio la forma de integrarlo en la historia.
  • Antes de Benedict Cumberbatch (que le fue sugerido a Abrams por Spielberg), por el papel de John Harrison pasaron Benicio Del Toro (que lo rechazó por cuestiones salariales), Mickey Rourke, Demián Bichir, Édgar Ramírez y Jordi Mollà.
  • Abrams considera al villano que interpreta a Cumberbatch como una combinación del Joker, Hannibal Lecter y Jack Torrance.
  • Michael Dorn (Worf en TNG y DS9) fue contactado para realizar un papel de oficial, pero finalmente se decidió no mezclar tripulaciones antigua y nueva…
  • Hayley Atwell y Teresa Palmer hicieron una audición para el papel de la doctora Carol Marcus. Se suponía que Carol Marcus era estadounidense, pero se cambió a inglesa cuando fue elegida Alice Eve.

  • Heather Langenkamp, protagonista de Pesadilla en Elm Street (1984), tiene un papel pequeño e irreconocible como un miembro de la tripulación alienígena de la Enterprise.
  • Entre los créditos aparece un personaje llamado Gary 7. Gary Seven (siete) era el nombre de un mítico personaje de la serie clásica, “Assignment: Earth” (1968).
  • Para escribir el guion fueron estudiadas algunas novelas de Arthur C. Clarke y Larry Niven. Niven había escrito el guion de un episodio de la serie animada de Star Trek.
  • El oficial de transportes que aparece es Christopher Doohan, hijo de James Doohan.
  • Entre la orquesta que interpreta la banda sonora del film está Dermot Mulroney tocando el cello. Amén de actor, es un concertista clásico.
  • Siguiente película de la franquicia: Star Trek: Más allá (Star Trek Beyond, Justin Lin, 2016).
  • Estrenada en Estados Unidos el 16 de mayo de 2013 (aunque en otros países se estrenó antes, el 9 de mayo). En España fue retrasada hasta el 5 de julio.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Salió inicialmente como una miniserie de cuatro números. En España, Editorial Drakul, a través del sello Likantro, ha publicado el 24 de junio de 2013 una impecable edición española, en un solo tomo. La historia supone una especie de mezcla entre dos capítulos de la serie de televisión clásica, “Tentativa de salvamento” (Errand of Mercy), que era el nº 26 de la primera temporada, y que es el que ofrece la primera aparición de los klingon, y otro de la segunda, el nº 19, “Una pequeña guerra privada” (A Private Little War), famoso porque en él aparece la criatura llamada “mugato”. Junto a ello, introduce algunos guiños para el aficionado, como es la aparición del antiguo capitán de la Enterprise Robert April, o también de Mudd, pero que en esta ocasión no es un tipo gordo y feo, sino una chica delgada y guapa, pero igual de desagradable que su contrapartida del universo originario, y que además es bayorana.