Tras un rodaje en una piscina, uno de los técnicos se queda dormido en una colchoneta mientras otro encargado se pone a vaciarla. Cuando el hombre despierta se encuentra a un nivel donde no puede alcanzar la superficie. Para más inri, a la piscina irá a caer un cocodrilo que pasaba por ahí…

Dirección: Ping Lumpraploeng. Producción: Dark Army Studio, TMoment. Productores: Amornthep Sukmanont, Charoen Kaithitisuwan, Nitcha-on Palakon. Guion: Ping Lumpraploeng. Fotografía: Prayuk Srithongkul. Música: Chapavich Temnitikul. FX: Jinanavin Veerapatra (director de efectos visuales), Alternate Studio, RiFF Animation Studio. Intérpretes: Theeradej Wongpuapan (Day), Ratnamon Ratchiratham (Koi)… Nacionalidad y año: Tailandia 2018. Duración y datos técnicos: 91 min. – color – 1.78:1.

 

El cine tailandés, por supuesto, es un ilustre desconocido en nuestro país. La presente película es la sexta en la filmografía de su responsable; hasta ahora, solo había hecho comedias o películas románticas, y esta es su primera incursión, pues, en el género de terror. Viendo este film quedaban dudas de si los elementos que causan risa eran intencionados o no; una vez confirmado el hecho precedente, creo que lo es, aunque no pondría la mano en el fuego.

The Pool (2018) arranca in media res, con el protagonista desmayado despertando mientras el cocodrilo le está royendo la pantorrilla. Después hay un rótulo de “cuatro días antes”, y comprobamos cómo llegó a esa situación. Él, Day, está trabajando en un rodaje, y mantiene una relación con la protagonista del mismo, Koi. Siendo solo un empleado, se siente un poco intimidado por el hecho de que ella sea una estrella y él un mindundi. Además, ella ha quedado embarazada, lo cual complica aún más la situación. Ese, a grandes rasgos, es el telón de fondo, el perfil psicológico de los protagonistas que se exhibe sobre el tapete para otorgar algo de enjundia al meollo. El caso es que resulta tan pueril que no puede ser tomado en serio. Después, a lo largo de la narración, habrá unos pocos flashbacks que ahondarán, en teoría, sobre esa relación, donde hay elementos ridículamente ingenuos, como lo del huevo musical con el bebito.

Por tanto, el plato fuerte del film es toda esa larga parte de Day en el fondo de la piscina, intentando salir de ella, mientras el cocodrilo pretende atacarlo (aunque a veces se echa la siesta). A la piscina irá a caer, también, Koi, a la que Day tendrá que proteger. Todo ello ansía representar un tenso ejercicio de suspense, con solo tres personajes de por medio. El caso es que hay un cúmulo de casualidades que no hace otra cosa que provocar que la suspensión de la incredulidad se desmorone y, a cada vuelta de tuerca del guion, en vez de preocupación por los personajes lo que se consigue es la carcajada. Ni siquiera la supuesta crueldad que podría exhibir la trama es del todo convincente, dado que, si esa fuera la intención, el film se queda muy corto en ese sentido.

Queda una chorradilla sin tensión, que sí, que puede resultar divertida de ver en una sala llena de un público que se la tome a pitorreo, porque no existe otra opción. En ese sentido, puede suponer un regocijo, en especial por la participación de ese perro que aparece y desaparece, y que tiene una gran contribución final especial. Aparte de ello, además, el film es una crítica al aborto, por si le interesa a alguien.

 

Anécdotas

  • Título alternativo en Tailandia: Narok 6 metre.
  • Título en México: La piscina.
  • En el Austin Fantastic Fest, en 2019, tuvo una mención especial del jurado como «película más divertida para ver con público». Ese mismo año, en el Brussels International Festival of Fantasy Film, tuvo el premio de la crítica.
  • Estrenada en Tailandia el 27 de septiembre de 2018. En España se ha ofrecido directamente en plataformas de pago.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra