Tras la muerte de su madre el adolescente Jeff vuelve a vivir con su padre, un veterinario, y ambos se trasladan a la vivienda largo tiempo abandonada en Ludlow. Jeff se hace amigo de Drew, un muchacho que sufre los tratos despóticos de su padrastro, el sheriff Gus. Cuando éste mata al perro del chaval, ambos irán a un cementerio indio del que la leyenda dice resucita a las mascotas…
Dirección: Mary Lambert. Producción: Paramount Pictures, Columbus Circle Films. Productor: Ralph S. Singleton. Guion: Richard Outten, basado en los personajes creados por Stephen King. Música: Mark Governor. Fotografía: Russell Carpenter. Diseño de producción: Michelle Minch. Montaje: Tom Finan. FX: XFX Inc. Intérpretes: Edward Furlong (Jeff Matthews), Anthony Edwards (Chase Matthews), Clancy Brown (sheriff Gus Gilbert), Jared Rushton (Clyde Parker), Darlanne Fluegel (Renee Hallow), Jason McGuire (Drew Gilbert), Sarah Trigger (Marjorie Hargrove), Lisa Waltz (Amanda Gilbert), Jim Peck (Quentin Yolander), Len Hunt, Reid Binion, David Ratajczak, Lucius Houghton, Wilbur Fitzgerald, Elizabeth Ziegler, Ken Fisher, Gil Roper, Robert Easton, Judson Vaughn, Bruce Evers, Janell McLeod, Christy Dennis, Rick Andosca… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1992. Duración y datos técnicos: 100 min. color 1.85:1.
Cementerio viviente (Pet Sematary, 1989), fue todo un éxito comercial, así pues la secuela estaba cantada. Aquélla fue una adaptación de una de las novelas de Stephen King que podrían considerarse de la categoría B (siendo la A las grandes obras como El resplandor o Salem’s Lot), el propio King se hizo cargo de la versión en formato de guion, sincretizando con corrección la atractiva trama, pero fallando al impregnar el conjunto con ese discutible humor del que suele hacer gala a veces. La dirección de Mary Lambert (en su segunda película, tras un corto, un vídeo de Madonna y un documental televisivo) tampoco mostraba demasiada habilidad, aunque cierto es que en ocasiones buscaba la creación atmósferas, pero su narrativa se mostraba plana y bastante televisiva. Su posterior carrera ha demostrado los romos alcances de su habilidad como realizadora, y hoy día sigue haciendo vídeos para Madonna, telefilmes o episodios para series.
Así pues, sin ser ninguna maravilla aquel Cementerio viviente, al menos se dejaba ver con simpatía. Cuando la propia Mary Lambert se hizo cargo de su secuela, el resultado alcanzó tal nivel que, por comparación, el original parece pura ambrosía.
Muchos son los defectos que se acumulan en este bodrio, pero es muy posible que el más acusado sea el muy desastroso guion debido a Richard Outten[1]. El arranque ya da claras muestras del artificio y engaño que supone toda la representación ante nosotros, ofreciendo a una mujer en camisón descendiendo un lóbrego torreón azotado por una tormenta, para luego descubrirse que estamos asistiendo al rodaje de una película de terror. La escena nada aporta a la película salvo procurar una muerte de lo más truculenta por parte de la madre del muchacho protagonista. Nada más aporta. Un poco después, en el instituto, el chaval será acosado “por su fama” por el clásico matón del lugar, pero las acciones de éste se ofrecen tan exageradas que son por completo inverosímiles.
Y ese es uno de los factores básicos en los personajes que adornan este subproducto: su inverosimilitud. Aunque se trate de cine fantástico, los personajes han de ofrecer un soporte convincente sobre el que situarse, para que el espectador se crea lo que está viendo. Otro de los problemas estriba en que el guionista es incapaz de encontrar un protagonista, ni unitario ni coral, y va dando bandazos de un lado a otro, sin saber cómo focalizar la acción: en el arranque el protagonista es el joven Jeff Matthews, después pasamos a su padre, el veterinario Chase Matthews (el magnífico Anthony Edwards de Urgencias, aquí totalmente perdido), luego parece que nos centramos en el muy secundario Drew Gilbert, el gordito hijastro del sheriff Gus al que da vida Clancy Brown, un actor excelente por lo habitual, y que aquí se hace por completo insoportable…
En una película de terror los héroes deben verse acosados por el Mal para de ese modo predisponer al espectador hacia la angustia y la congoja. Aquí eso se consigue creando dos personajes esquemáticos y arquetípicos; así, Jeff se verá acosado por un macarra de instituto tan obsesionado en su persecución que resulta increíble; mientras, su amigo Drew tendrá igual acoso por parte de su padrastro, otro cometido tan exagerado que pierde toda la credibilidad. Cuando el malvado sheriff muera y regrese de ultratumba, en principio se dedica a hacer guarrerías con la comida, como un crío de dos años, y más adelante, en un momento, de nuevo, increíble, salvará al protagonista y representará el castigo para el otro acosador, algo que desentona por completo con lo que debiera ser una película de terror (el mal ha de sentir afinidad por el mal).
De todos modos, da lo mismo lo que acontezca, pues los desatinos del guion son constantes. Al principio, Jeff parece un muchacho equilibrado y maduro; a mitad de película, sin embargo, y sin que se nos muestre muy bien, de pronto parece desequilibrarse –a través de una escena absurda que semeja onírica, pero que parece no serlo, tan mal narrado está todo–, para conseguir al final recuperar de súbito la razón. Los personajes, al fin y al cabo, son marionetas sin personalidad ni criterio, movidos por los hilos de un guionista sin razonamiento ni imaginación, que van dando bandazos al capricho de un demiurgo sin ingenio.
Mary Lambert dirige todo con desidia, tal vez consciente de la inanidad del guion, acaso desinteresada por el propio proyecto en sí. Incluso la magnífica música de la primera entrega, debida a Elliot Goldenthal, es aquí reemplazado por el muy mediocre Mark Governor, que además se ve alternado a menudo por canciones que destrozan por completo la atmósfera.
Anécdotas
- Título en México: Cementerio de mascotas II / Cementerio maldito dos.
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En 1992, en el Festival Imagfic de Madrid, fue premiada a los efectos especiales. Ese mismo año, en los premios Fangoria Chainsaw, fue candidata a mejor actor secundario (C. Brown). En 1993, la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films nominó al film a mejor interpretación juvenil (E. Furlong).
- David S. Goyer participó en la revisión del guion, sin aparecer acreditado.
- Existe un copión de trabajo (y con buena calidad de imagen) con planos gore mucho más explícitos.
- Estrenada en Estados Unidos el 28 de agosto de 1992. En España se estrenó el 21 de mayo de 1993.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ●
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Solo tiene seis guiones en su haber, según consta en el IMDB: Lionheart (1987), de Franklin J. Schaffner, El pequeño Nemo (Little Nemo: Adventures in Slumberland, 1989), de Masami Hata y William T. Hurtz, la presente, un episodio de la serie Las aventuras de Brisco County Jr. (The Adventures of Brisco County Jr.; 1993-1994), el telefilm El último ritual (Last Rites, 1998), de Kevin Dowling, y la reciente Viaje al centro de la Tierra 2: La isla misteriosa (Journey 2: The Mysterious Island, 2012). Es descendiente de Pocahontas, marino y mago.