En una pequeña población costera aparecen unas extrañas criaturas marinas de aspecto antropomórfico que atacan a las personas: los hombres son despedazados, las mujeres violadas….

Dirección: Barbara Peeters [y Jimmy T. Murakami]. Producción: New World Pictures. Productor: Martin B. Cohen. Co-productor: Hunt Lowry. Productor delegado: Roger Corman. Guion: Frederick James, según un argumento de Frank Arnold y Martin B. Cohen. Fotografía: Daniel Lacambre. Música: James Horner. FX: Chris Walas, Roger George, Steve Johnson, Kenny Myers, Rob Bottin. Montaje: Mark Goldblatt. Dirección artística: Michael Erler. Ayudante de producción: Gale Anne Hurd. Intérpretes: Doug McClure (Jim Hill), Ann Turkel (doctora Susan Drake), Vic Morrow (Hank Slattery), Cindy Weintraub (Carol Hill), Anthony Penya (Johnny Eagle), Denise Galik (Linda Beale), Lynn Theel (Peggy Larson), Meegan King (Jerry Potter), Breck Costin (Tommy Hill), Hoke Howell, Don Maxwell, David Strassman, Greg Travis, Linda Shayne, Lisa Glaser, Bruce Monette, Shawn Erler, Frank Arnold, Amy Barrett, Jo Williams, Henry T. Williams, Lyle Isom, Jonathan Lehan, Rob Bottin… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1980. Duración y datos técnicos: 80 min. C 1.85:1.

El éxito de la magnífica Tiburón (Jaws, 1975) de Steven Spielberg, no podía pasar por alto a los grandes comerciantes del cine. Las italianos perpetraron sus copias y plagios y, en Estados Unidos, el avispado Roger Corman también echó el ojo a la idea: en 1978 produjo la deliciosa Piraña (Piranha), de Joe Dante, y dos años después abordó esta Humanoides del abismo, la cual, si uno se fija, no es sino una relectura superficial del film de Dante: así, de nuevo, tenemos unos experimentos científicos que crean una mutación (Ann Turkel asumiría aquí el papel que en la otra hacía Barbara Steele), elemento este muy pasado por encima, y que supondrá un peligro para una población. El ataque final durante una celebración era ya lugar común en la temática. En todo caso, hay aquí más elementos en el asadero, pues Humanoides del abismo podría verse como una visión salidorra de La mujer y el monstruo (The Creature from the Black Lagoon, 1953), de Jack Arnold. Se adorna ello con un enfrentamiento laboral entre pescadores, aspecto este que confiere algo de peso social a la cinta, y uno de los individuos que intervienen en la confrontación es un indio, por lo cual se añaden además unas gotas de tensión racial.

Por lo demás, el resultado aquí ofrece aún más propensión hacia las monster movies que Corman efectuaba en los cincuenta, entonces como productor, pero también como director, solo que aquí el film exhibe mayor firmeza a todos los niveles. De hecho, Corman refiere que esta es su nueva versión de la previa Monster from the Ocean Floor [tv: El monstruo del océano, 1954], de Wyott Ordung, y que él produjo con un presupuesto «cien veces inferior».

Extendiéndonos más en la proveniencia de las criaturas, el origen de estas es la experimentación por modificación genética (de hecho, se dice que esta es una de las primeras películas en abordar el tema) de truchas, con el fin de hacerlas más grandes; algunas escapan al río y, de ahí, al mar, donde son devoradas por celacantos, peces prehistóricos cuya evolución se ha detenido. El consumo de esas criaturas modificadas genéticamente provoca una evolución rápida de aquéllos, convirtiéndolos en unos seres mitad humanoides, de parecido muy similar al monstruo de la citada película de Arnold, pero con brazos largos y simiescos (de hecho, se mueven como monos), y el cerebro diríase sin protección craneal. Las algas que les cuelgan ayudan a aportarles un aire más macabro y extraño aún.

Insólita película, lo más llamativo en ella estriba en la realización de una mujer y el notorio acento erótico del film, si bien las escenas de sexo no fueron dirigidas por ella, sino posiblemente por Murakami[1]. Destaca en ella a nivel de producción la excelente cota de los efectos especiales, con unos muy conseguidos hombres-celacanto, y los elementos gore que inundan sus tropelías. En todo caso, hay trampa, ingeniosa, eso sí: solo se ven tres criaturas en un mismo plano, dos de las cuales estaban mal realizadas, por lo cual únicamente se las podía rodar desde determinado ángulo para ser creíbles; sin embargo, gracias al montaje da la impresión de que hay gran cantidad de monstruos. La partitura musical, por lo demás, fue obra de James Horner (que la compuso en catorce días), entonces un asalariadillo de Corman y muy lejos, por tanto, de sus titánicos éxitos posteriores. El resultado, por lo demás, es una agradecida monster movie, de un nivel medio superior a la norma, y que se ve beneficiado por un reparto de serie B tan consistente como efectivo.

 

Anécdotas

  • Título de rodaje: Beneath the Darkness.
  • Título en Colombia: Monstruos del abismo.
  • Los pases televisivos de esta película suelen tener amputados notablemente los planos gore.
  • Existe un remake razonablemente fiel, que solo atenúa los elementos eróticos y goreHumanoids from the Deep [vd: Terror profundo, 1997], de Jeff Yonis; fue producido por Corman para una serie de telefilms para la televisión por cable (bajo la denominación Roger Corman Presents…) que suponían nuevas versiones de antiguos films de su patrimonio. Las escenas del ataque final a la feria fueron repicadas de la versión primitiva en esta.
  • El plano final del parto fue después plagiado en la célebre serie V.
  • El tema de los “hombres con agallas” es recurrente en el género; la película más importante al respecto es La mujer y el monstruo (The Creature from the Black Lagoon, 1953), de Jack Arnold.
  • Barbara Peeters debutó con el film The Dark Side of Tomorrow (1970) y, tras otras pocas películas, dirigió la presente; después se refugió en televisión, donde trabajó en series como Los poderes de Matthew Star, Remington Steele o Rebeldes de la Ciencia.
  • La dirección fue ofrecida a Joe Dante, pero la rechazó.
  • Rob Bottin, aparte de participar en el equipo de efectos especiales, encarna a una de las criaturas.
  • Hubo prevista una secuela para 1991, y a producir por Menahem Golam, pero no se llegó a hacer.
  • Estrenada en Estados Unidos durante el mes de mayo de 1980. En España se estrenó el 25 de agosto de ese año.

 

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: **½

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] Tras el rodaje, Corman pensó que hacía falta más sexo. Peeters se negó a rodarlo, por lo cual un segundo director filmó más secuencias, si bien después la mayoría fueron eliminadas del montaje definitivo. Resulta obvio que una de esas escenas adicionales ha de ser la del ventrílocuo.