Año 2020. Charlie Kenton se dedica a montar peleas de robots en circuitos de segunda, lejos de las grandes competiciones de boxeo de la liga profesional, y vive a salto de mata. De pronto recibe la comunicación de que una antigua novia suya ha muerto, y que legalmente le corresponde hacerse con la custodia del hijo de diez años que tuvo con ella.

Dirección: Shawn Levy. Productores: Shawn Levy, Susan Montford, Don Murphy, Robert Zemeckis para Touchstone Pictures, DreamWorks SKG, 21 Laps Entertainment, Angry Films, ImageMovers, Reliance Entertainment. Productores delegados: Josh McLaglen, Mary McLaglen, Jack Rapke, Steven Spielberg, Steve Starkey. Guion: John Gatins, según argumento de Dan Gilroy, Jeremy Leven, basado en el relato “Acero” de Richard Matheson. Fotografía: Mauro Fiore. Música: Danny Elfman. Montaje: Dean Zimmerman. FX: Digital Domain, Giant Studios, Legacy Effects, New Deal Studios. Intérpretes: Hugh Jackman (Charlie Kenton), Dakota Goyo (Max Kenton), Evangeline Lilly (Bailey Tallet), Anthony Mackie (Finn), Kevin Durand (Ricky), Hope Davis (tía Debra), James Rebhorn (Marvin), Marco Ruggeri (Cliff), Karl Yune (Tak Mashido), Olga Fonda (Farra Lemkova), John Gatins (Kingpin), Sophie Levy, Tess Levy, Charlie Levy, Gregory Sims, Torey Adkins, Tom Carlson, John Hawkinson, David Alan Basche, Phil LaMarr, David Herbst, Julian Gant, Ken Alter, Leilani Barrett, Eric Gutman, Nicholas Yu… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2011. Duración y datos técnicos: 127 min. color 2.35:1.

Richard Matheson publicó en el número de mayo de 1956 de la revista The Magazine of Fantasy and Science Fiction el relato “Acero” (Steel). La presente película, que se dice inspirada en tal historia, solo mantiene de esta la ambientación en un futuro próximo donde se celebran combates de boxeo entre robots. Eso es todo.

Así pues, John Gatins, a partir de un argumento de Dan Gilroy y Jeremy Leven, monta una historia “original” construida a partir de un esquema que se repite invariablemente: ante determinada tesitura dramática, el espectador puede plantearse qué situación más tópica puede partir de ahí, e indefectiblemente esa será la que tome la película, siendo todo predecible desde el inicio de esta larga, cansina y simplona cinta.

Por un lado tenemos el personaje de Charlie Kenton (un poco esforzado Hugh Jackman), ex boxeador que ahora se dedica a montar combates entre robots, en un futuro donde el público exige cada vez más violencia, y la participación pues de seres humanos es inadmisible. Kenton es un perdedor, que incluso ha perdido la confianza en sí mismo, y solo monta espectáculos por medio de robots que son casi chatarra y sobrevive a salto de mata, muchas veces engañando. En esa tesitura ha de tomar a su cargo a un niño de diez años, fruto de una relación que tuvo tiempo atrás. El niño es cabezota, resabidillo y está impulsado por el ánimo de lucha que su padre abandonó tiempo atrás.

A partir de este esquema tan elemental se crea una dinámica de relación entre ambos, bastante inspirada en la de la mítica obra maestra del cine de boxeo Champ – El campeón (The Champ, 1931), de King Vidor, aunque carente por completo del factor emocional que movía a aquella maravilla, mutándose todo en una serie de elementales golpes de efecto ternuristas más propios de un telefilm de sobremesa.

El director Shawn Levy ha referido que quiso ambientar el film en el año 2020 para situarlo en un entorno cercano y reconocible. Difícil es concebir que en tan poco tiempo la robótica haya avanzado tanto como para llegar al nivel que aquí se ofrece. En todo caso, no importa. Lo que se busca no es la credibilidad, sino la emoción más primaria con respecto a la relación entre los dos protagonistas, así como las de las luchas que, para seguir con la tónica, se rigen por los clásicos tópicos que han movido el cine de boxeo desde su nacimiento. Levy dirige todo con un envoltorio de lujo pero con una urdimbre elemental, hueca y donde se percibe el artificio en todo momento.

La película es mala, no cabe la menor duda. Sin embargo, se agradece que sea un éxito y de ese modo consiga unos pequeños dividendos a la cuenta corriente de Richard Matheson, uno de los grandes nombres de la literatura fantástica de la segunda mitad del siglo XX, que desde hace bastante tiempo el mundo del cine se ve incapaz de saber aprovechar en su justa valía. Fue la última película que se rodó estando el autor en vida, por lo cual parece que llega tarde…

 

Anécdotas

  • Título en Argentina, Chile, Colombia y Perú: Gigantes de acero.
  • Rodada con un presupuesto estimado de 110 millones de dólares.
  • Otra versión del relato: Dimensión desconocida: “Acero” (The Twilight Zone: “Steel”), de Don Weis [4 de octubre de 1963; 5.2].
  • Desde hace mucho se habla de una secuela a dirigir por John Gatins, guionista de la presente.
  • Estrenada en Estados Unidos el 7 de octubre de 2011, tras una premier el día 2; en España se estrenó el 2 de diciembre.

 

Bibliografía

  • “Acero”. Inc. en Acero puro y otras historias; traducción de Edith Zilli y Norma B. de López. Barcelona: Edhasa, 2011. Colección: Nebulae (3ª época). Esta recopilación se publicó previamente como Las playas del espacio (Nebulae – 2ª época, nº 15). Traducción de: “Steel” (1956).

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra