Un grupo de amigas monta un video chat para convocar espíritus. Al inicio todo parece divertido, y una de ellas se inventa una presencia falsa, para bromear. Pero la experta del grupo refiere que eso es como abrir una puerta para que cualquier entidad tome como máscara esa personalidad inexistente. Pronto comienzan a manifestarse extrañas situaciones.

Dirección: Rob Savage. Producción: Shadowhouse Films. Productores: Douglas Cox, Emily Gotto, Samuel Zimmerman. Productores delegados: Craig Engler, Rob Savage, Jed Shepherd. Guion: Gemma Hurley, Rob Savage, Jed Shepherd. Montaje: Brenna Rangott. FX: Dan Martin (efectos de maquillaje), Mike Knights (efectos pirotécnicos), Steven Bray (supervisor de efectos visuales). Intérpretes: Haley Bishop (Haley), Jemma Moore (Jemma), Emma Louise Webb (Emma), Radina Drandova (Radina), Caroline Ward (Caroline), Alan Emrys (Alan), Patrick Ward (padre de Caroline), Edward Linard (Teddy), Jinny Lofthouse (Jinny), Seylan Baxter (Seylan), Jack Brydon (Legs), James Swanton (el espíritu)… Nacionalidad y año: Reino Unido 2020. Duración y datos técnicos: 57 min. color 1.78:1.

Rob Savage es un director británico que ha recibido muchos galardones. Debutó en el 2009 con el corto Sex Scene, y en 2012, con dieciocho años, hizo su primer largo, Strings; este es el segundo. También ha rodado infinidad de comerciales, así como diversos episodios de distintas series televisivas. Host (Host, 2020), que no llega a la hora de duración, parte de un corto en vídeo que concibió a principios de 2020, donde se le ve a él participando en un video chat mientras indaga sobre una serie de extraños ruidos en su ático. Con un golpe de efecto final, puso el video en línea y se convirtió en viral. Comprobó que el sistema era muy sencillo, en cierta manera, y fue el punto de partida para Host.

Las restricciones habidas con el COVID-19 no fueron impedimento para rodar la película, dado el modo en que esta se presenta, y él dirigía a los actores mientras estos seguían sus instrucciones acerca de cómo colocar las cámaras, la iluminación y preparar los diferentes trucajes de diversa índole. Doce semanas pasaron desde el momento en que Savage concibió la idea hasta que fue presentado el film, finalizado, a Shudder, una plataforma estadounidense de vídeos en demanda con suscripción, centrada en la temática fantástica.

La película comienza con una serie de conexiones que se van estableciendo entre un grupo de amigas para hacer una especie de sesión de espiritismo vinculada por medio de la electrónica. Una de ellas conoce a alguien que entiende de temática oculta, y la invita para participar también y darles instrucciones. Y también invitan a un amigo al grupo, pero al poco este se desconecta, tras tomarse todo un poco a pitorreo y llegar su esposa para llamarle y llevárselo con ella. Una de las chicas se inventa un fantasma, para asustar a las compañeras, y la conexión de Internet con la experta se pierde. Así, en cierta manera, ellas se quedarán solas y desprotegidas ante la incógnita de lo que comienza a acontecer. Una llamada al móvil de la experta solo ayuda a inquietar aún más a las muchachas.

En apariencia, hacer un film como el presente parece fácil, pero observándolo con detenimiento es un trabajo más complejo del que aparenta en un principio. Que cada actriz en su casa hay tenido que ir preparando toda la puesta en escena ―con ayuda, por supuesto― infiere una cantidad de complicaciones adicionales que hay que ir superando. Las actrices, además, son bastante buenas, lo que ayuda a proporcionar credibilidad a los resultados. El hecho de que los personajes se llamen igual que sus intérpretes es un juego metaficcional que ayuda a que todo funcione mejor.

Debajo de su experimento de cine de terror se deslizan algunas interesantes ideas acerca de las relaciones humanas. Ya he comentado que el film se rodó durante el confinamiento, y ese elemento se incorpora dentro de la trama ―hay un momento donde una de las chicas, antes de salir corriendo de casa, se pone minuciosamente la mascarilla―. También presenta los efectos del confinamiento dentro de algunos núcleos familiares, como la pareja que vemos, que pese al escaso reflejo que tienen en pantalla muestras las asperezas que se han establecido ya en la relación. O el padre de una de las chicas, desubicado del entorno, pese a su fingimiento.

Por necesidades, he tenido que ver esta película en el ordenador, solo y de madrugada, lo cual sin duda es un modo ideal para ver una obra de estas características, pues se entra muy bien en ambiente. Al inicio puede parecer más de lo mismo, pero no hay mucho tiempo dedicado a que las chicas hablen de trivialidades entre ellas, y pronto se entra en situación. El hecho de que, cuando comienzan a suceder cosas, ellas vayan con el ordenador a cuestas es un tanto comprensible, por el hecho de que están pasando miedo y es una manera de sentirse acompañadas por sus amigas. Más adelante, en el clímax, resulta ya un tanto más forzado el que sigan con él a cuestas, pero es un ingrediente del juego que hay que aceptar. Ingeniosa, chispeante, divertida y un poco acongojante, Host es la prueba de que con pocos medios pero con talento se pueden efectuar películas sólidas y efectivas.

Anécdotas

  • En el Heartland International Film Festival, en 2020, recibió el premio del público. En 2021, en los galardones British Independent Film fue candidata en las categorías de productor rompedor, montaje y sonido.
  • Estrenada en el Reino Unido el 30 de julio de 2020, vía internet. En España se ha estrenado en cines, de forma limitada, el 18 de diciembre, y al mismo tiempo vía internet.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: ***

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra