A la muerte de su madre, la pérfida princesa Fedra descubre que tiene una hermana gemela, por lo cual su poder en el trono peligra. Envía a su acólito Quirón a matar a Ariadna, pero en el camino el príncipe Teseo topa con ella y la salva. Sin embargo, una serie de incidentes acabarán con Teseo y Ariadna en el laberinto del Minotauro.
Dirección: Silvio Amadio y Alberto de Martino (director asociado). Producción: Gino Mordini, Giorgio Agliani Cinematografica, Illiria Film. Productores: Giorgio Agliani, Gino Mordini, Rudolphe Solmesne. Guion: Gian Paolo Callegari, Sandro Continenza. Fotografía: Aldo Giordani. Música: Carlo Rustichelli. Montaje: Nella Nannuzzi. Diseño de producción: Piero Poletto. FX: Carlo Rambaldi (jefe de creación de la criatura), Joseph Nathanson (pinturas matte). Intérpretes: Bob Mathias (príncipe Teseo), Rosanna Schiaffino (princesa Fedra / Ariadna), Alberto Lupo (Quirón), Rik Battaglia (Demetrio), Carlo Tamberlani (Minos, rey de Creta), Nico Pepe (Gerión), Susanne Loret (Anfítrite), Nerio Bernardi (rey de Atenas), Paul Muller (médico de la corte), Tiziana Casetti (Illia, hija de Xanto), Alberto Plebani (Xanto), Tina Lattanzi (reina Pasifae), Milo Malagoli (el Minotauro), Alberto Barberito, Emma Baron, Maria Maleff, Vanni Materassi, Adriano Micantoni, Vladimiro Picciafuochi, Andrea Scotti, Erminio Spalla, Amedeo Trilli, Vittorio Vaser, Elena Zareschi, Bruno Ariè, Amerigo Santarelli… Nacionalidad y año: Italia 1960. Duración y datos técnicos: 105/98/92 min. color 2.35:1.
Aunque en Italia se llevaba haciendo películas “de romanos” desde tiempos del cine mudo, fue el éxito internacional del díptico conformado por Hércules (Le fatiche di Ercole, 1958) y Hércules y la reina de Lidia (Ercole e la regina di Lidia, 1959), dirigido por Pietro Francisci, el que propició una edad de oro del llamado péplum (también conocido como cine de “espada y sandalia”), y que llegaría más o menos hasta 1965, con producciones cada vez más depauperadas. Dentro de este ciclo de cintas pueden catalogarse determinados subciclos, como son los filmes eminentemente “de romanos” y los ambientados en otros períodos históricos, como es el griego (no en vano, su inauguradora fue dentro de ese ámbito). También podríamos considerar las de carácter más o menos realista y las que incursionan sin pudor dentro del fantástico. La presente obra entra en esas dos categorías alternas, al centrarse en la mitología griega, y en concreto dentro del célebre mito de Teseo contra el Minotauro.
Dejando a un lado el tema de quién dirigió en realidad esta película[1], algo que en muchas ocasiones es todo un quebradero de cabeza en determinadas producciones italianas, y que se resume en el anecdotario[2], El monstruo de Creta (Teseo contro il minotauro, 1960) es una de las jóvenes muestras del péplum variedad mitología griega, como decíamos, y adapta más o menos el mito del Minotauro, recogiendo particularmente la guerra entre Creta y Atenas y el enfrentamiento contra el monstruo por parte de Teseo, quien recibe la ayuda de Ariadna por medio del célebre suceso del hilo. Lo demás es una aventura muy típica del género, aunque también contamos con una breve subtrama en la cual Teseo es herido por una flecha y cae al mar, siendo rescatado por un grupo de hembras subacuáticas (nereidas o ninfas del mar) al mando de la diosa del mar Anfítrite, que se enamora de él.
Lo que más destaca en el film, desde luego, es su tendencia a la crueldad y el sadismo. La princesa Fedra ordena constantes sacrificios en loor al Minotauro, y en un momento determinado un personaje menciona que ella sonríe mientras se efectúan estas inmolaciones; además, no dudará en hacer matar a su propia hermana gemela con el fin de mantenerse en el trono. Por lo demás, hay una cámara de torturas en palacio donde vemos cómo a un hombre le colocan en una especie de parrilla, y al propio héroe Teseo se le aplicará un hierro al rojo en un pezón. El mismo Teseo no se anda con chiquitas en el momento de liquidar al Minotauro, regodeándose en quemarle los ojos con una antorcha y luego rematándolo de una pedrada en la cabeza.
El diseño del Minotauro, creado por un joven Carlo Rambaldi, es el de un hombre gigantesco (unos tres metros) y peludo, provisto de garras y cuernos, y con un rostro más humano que de toro, dentro de su deformidad. Hay una escena inicial, durante los créditos, donde vemos a una víctima vagar por el laberinto rocoso, para después verse una sombra, una garra y nada más. En el enfrentamiento final vislumbraremos al Minotauro en su totalidad, resaltando la máscara facial que dispone de algunos movimientos autónomos, algo bastante avanzado para lo que solían ser los pepla[3] de la época.
Al margen de esto, brilla una agradecida fotografía de Aldo Giordani, que matiza los coloridos vestuarios y, en los momentos en el laberinto, ilumina este con luces traseras de verdes y rojos, de forma muy baviana. Y, particularmente, una espléndida partitura de Carlo Rustichelli, que otorga de las adecuadas texturas a la variedad de escenas que se suceden. El film ofrece un despliegue de medios algo insólito para quienes estén más acostumbrados a posteriores y más depauperadas muestras del género, con dos escenas de batallas con gran diversidad de extras y muy bien rodadas. En el campo interpretativo tenemos a un campeón olímpico, el norteamericano Bob Mathias[4], y una bellísima Rosanna Schiaffino en el doble papel de princesa Fedra y su hermana gemela Ariadna. Ninguno de los dos destaca por unas labores demasiado expresivas, algo que subrayó de forma abundante la crítica de la época.
Sin ser una de las grandes muestras del género, El monstruo de Creta resalta por encima de la media del mismo, y es un espectáculo gozoso del denominado cine de espada y sandalia, y un ejemplar bastante digno y entretenido de ver, pese a ciertas lagunas de guion.
Anécdotas
- Título en Argentina: El guerrero de Creta. Título en México: Guerrero de Creta. Título en Venezuela: El minotauro.
- Títulos anglosajones: Warlord of Crete / The Minotaur, the Wild Beast of Crete / Minotaur, the Wild Beast of Crete / The Minotaur.
- Giorgio Capitani fue director de segunda unidad.
- A veces se acredita como director a Mario Bonnard. En otras se refiere que fue comenzada por Bonnard, con escenas también rodadas por Alberto De Martino (que en los créditos consta como “director adjunto”) y Giorgio Capitani, con Amadio quedando acreditado, sin, al parecer, haber hecho nada.
- El norteamericano Bob Mathias, que interpreta a Teseo, ganó dos medallas de oro en las Olimpiadas en la categoría de decatlón, primero en 1948 y de nuevo en 1952.
- La voz de Rosanna Schiaffino es doblada por Rosetta Calavetta.
- Otra versión del mito: Minotauro (Minotaur, Jonathan English, 2006), con Tom Hardy.
- Estrenada en Italia el 25 de noviembre de 1960. La fecha de resolución en España por parte del Ministerio de Cultura para su estreno en nuestro país fue del 12 de junio de 1963; en Madrid se estrenó el 9 de diciembre de 1963 en el cine Rialto, y en Barcelona el 6 de abril de 1964 en el cine Capitol, en sesión continua con el drama bélico Noche de angustia (Nacht fiel über Gotenhafen, Frank Wisbar, 1960).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **½
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Silvio Amadio, el realizador acreditado, solo tiene otro péplum más entre su filmografía, Siete rayos sobre Babilonia (Le sette folgori di Assur, 1962).
[2] Respecto a la contribución de Alberto De Martino, en la entrevista realizada por Diego López, y publicada en el blog La abadía de Berzano (https://cerebrin.wordpress.com/2015/06/04/entrevista-a-alberto-de-martino/), él mismo se califica solo como ayudante de dirección.
[3] Esta es la palabra, poco utilizada, de péplum en plural.
[4] En su país natal rodó una película autobiográfica en una carrera no demasiado abundante.