Sarah llega junto a su padre y su madrastra a Los Ángeles, después de haber vivido en San Francisco. Entra en el instituto y pronto traba amistad con tres chicas que practican la brujería y necesitan una cuarta para poder llevar a efecto la totalidad de los hechizos.
Dirección: Andrew Fleming. Producción: Columbia Pictures, Red Wagon Entertainment. Productor: Douglas Wick. Co-productor: Lisa Tornell. Productor delegado: Ginny Nugent. Guion: Peter Filardi, Andrew Fleming, según una historia de P. Filardi. Fotografía: Alexander Gruszynski. Música: Graeme Revell. Montaje: Jeff Freeman. Diseño de producción: Marek Dobrowolski. FX: Jim Beinke (supervisor del proyecto de efectos de maquillaje y artista de efectos de maquillaje), David P. Kelsey (coordinador de efectos especiales), Mageara Cameron (coordinadora de efectos visuales). Intérpretes: Robin Tunney (Sarah Bailey), Fairuza Balk (Nancy Downs), Neve Campbell (Bonnie), Rachel True (Rochelle), Skeet Ulrich (Chris Hooker), Christine Taylor (Laura Lizzie), Breckin Meyer (Mitt), Nathaniel Marston (Trey), Cliff De Young (Mr. Bailey), Assumpta Serna (Lirio), Helen Shaver (Grace Downs), Jeanine Jackson (Jenny), Brenda Strong (doctora), Elizabeth Guber (amiga de Laura), Jennifer Greenhut (amiga de Laura), Arthur Senzy, Endre Hules, Mark Conlon, Christine Louise Mills [acreditada como Christine Louise Berry], William Newman, Erin Tavin, Rod Britt, Brogan Roche, Rebecca McLaughlin, Tony Genaro, Janet Rotblatt, Jason Filardi, Karyn J. Dean, Danielle Koenig, Janet Eilber, Esther Scott, John Kapelos… Nacionalidad y año: Estados Unidos 1996. Duración y datos técnicos: 101 min. color 1.85:1.
A Douglas Wick, productor de Jóvenes y brujas (The Craft, 1996), se le ocurrió la idea de hacer una película centrada en la experiencia del instituto junto a brujería, y para ello estableció contacto con Peter Filardi, quien había escrito con anterioridad la prometedora pero fallida Línea mortal (Flatliners, Joel Schumacher, 1990). Este desarrolló una idea, que después convirtió en guion junto al realizador Andrew Fleming, quien había debutado en el cine con una espantosa serie Z de horror, Visiones, 13 años después (Bad Dreams, 1988), para después hacerse cargo de Tres formas de amar (Threesome, 1994), comedia romántica que exploraba el tema de la bisexualidad. Después de la presente ha hecho seis películas más, pero se ha centrado sobre todo en el mundo de la televisión, sin destacar de una manera especial.
Jóvenes y brujas es un film un tanto extraño, y solo pudo haber sido concebido en la época de los noventa, donde el cine buscaba fórmulas mixtas para lograr el éxito. Ciertamente, este título ofrece una curiosa argamasa de ligereza y gravedad, que puede desconcertar en un inicio, pero que supone su máxima virtud. Al inicio de la historia, la llegada de Sarah al instituto puede deparar los clásicos tópicos del cine de esa modalidad, con las chicas guapitas y repelentes que intimidan a quienes no son como ellas, o los chicos descerebrados y salidos. Poco a poco, a ese mundo se va superponiendo otro, o más bien entrecruzándose con él.
La protagonista, Sarah, echa de menos a una madre que nunca conoció, pues murió al nacer ella, y en el pasado ha tenido graves problemas, con un intento de suicidio de por medio, posiblemente por cuestiones de relación. Las otras tres amigas que se unirán a ella sufren otros problemas, como es el racismo (Rochelle), una grave enfermedad de la piel (Bonnie) o el convivir con el despreciable amante de su madre (Nancy). Todas, pues, son perdedoras en un sentido u otro, y buscan en la brujería el medio con el cual aliviar sus frustraciones. La llegada de Sarah será la que haga equilibrar la balanza, y de esa manera el cuarteto puede invocar los cuatro puntos cardinales y conseguir los favores de una entidad llamada Manon, que es algo así como la esencia de toda la naturaleza, ni buena ni mala, sino que depende del uso que des a los poderes que consigues.
Resulta también llamativo el hecho de que la película ofrezca a un cuarteto de amigas en apariencia inseparables, pero en cuanto logran el poder, esto es, el objetivo por el cual están unidas, esa firmeza se va derrumbando, ocasionado ello por un afán individualista. Cada una enfrenta lo conseguido de una manera distinta: Sarah se arrepiente del hechizo de amor que ha lanzado contra el repelente Chris; Rochelle siente algo de compasión hacia la racista que no paraba de acosarla; Bonnie, una vez ha superado sus problemas de piel, se ha convertido en una narcisista insoportable. Pero es, sobre todo, Nancy Downs, interpretada por un pletórica y estupenda Fairuza Balks, la que sufre un cambio más acusado, convirtiéndose en una peligrosa psicópata.
Fleming conduce la narración de un tono claro y luminoso (aunque la llegada de Sarah al lugar se define por una pavorosa tormenta, posible presagio de lo que vendrá) hasta unos matices oscuros y trágicos. Aporta algunos detalles imaginativos, como ciertos trucos de espejos, y los fx no están mal resueltos para la época de la película, aunando efectos físicos con visuales. El final, pese a las apariencias, aporta un poso de amargura que dispensa a la película de un dejo más interesante que el de otras películas más famosas de la época.
Anécdotas
- Título en Argentina, México y Perú: Jóvenes brujas.
- En 1997, la Academy of Science Fiction, Fantasy & Horror Films la nominó en las categorías de mejor película de terror y mejor actriz de reparto (F. Balk). Ese mismo año, los premios Fangoria Chainsaw la nominaron en las categorías de mejor película de estreno masivo, guion, actriz (tanto F. Balk como R. Tunney) y actriz secundaria (R. True). Y los premios MTV Movie + TV le concedieron el galardón por “la mejor pelea”, entre F. Balk y R. Tunney.
- Rodada con un presupuesto estimado de quince millones de dólares. A lo largo del mundo consiguió 55 millones en taquilla.
- Robin Tunney luce una peluca durante todo el film porque se había rasurado la cabeza para rodar Empire Records (Empire Records, Allan Moyle, 1995).
- Andrew Fleming afirma en el comentario del DVD que se buscó una clasificación PG-13. Siguieron todas las reglas para obtener esa calificación, pero en el resultado final la película fue calificada como R porque trataba sobre adolescentes que usaban brujería.
- Una escena involucró el uso de más de tres mil serpientes, incluidas pitones, boas, serpientes de agua, serpientes de liga, serpientes rata, serpientes albinas raras y una constrictor del Amazonas de tres metros.
- Angelina Jolie y Alicia Silverstone fueron consideradas para el papel de Sarah Bailey. Scarlett Johansson también optó para un personaje.
- Para la televisión norteamericana se preparó una versión donde se eliminaban las palabrotas, así como un comentario racial de gran importancia en la trama.
- En 2017, Andrew Fleming afirmó que la serie Embrujadas (Charmed, 1998-2006) plagió esta película. Fleming reveló que en realidad escribió un piloto basado en la película para Fox, en el que la WB también estaba muy interesada, y que fue su idea tener la canción «How Soon Is Now» como tema principal (en la película suena al poco de iniciarse, en el entrenamiento de fútbol). El piloto no fue aceptado, pero al año siguiente se estrenó Charmed. Además, Robin Tunney dijo que la copia era «totalmente obvia, hasta el punto de que la gente piensa que trabajé en Charmed durante años».
- Había planes para lanzar una secuela directa a DVD centrada en Nancy (Fairuza Balk). Sin embargo, esos planes se abandonaron por razones desconocidas.
- Secuela: Jóvenes y brujas (The Craft: Legacy, Zoe Lister-Jones, 2020).
- Estrenada en Estados Unidos el 26 de abril de 1996 en una premier en Hollywood, y después masivamente el 3 de mayo. En España se estrenó el 19 de septiembre.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ***
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra