Una bruja lanza un hechizo contra un príncipe desalmado, convirtiéndolo en bestia. Al castillo hechizado llegará un inventor que, cuando arranca una rosa del jardín, es encerrado en una celda. La hija del hombre, Bella, llegará con la intención de rescatarlo…
Dirección: Bill Condon. Producción: Mandeville Films, Walt Disney Pictures. Productores: David Hoberman, Todd Lieberman. Co-productores: Steve Gaub, Jeremy Johns, Jack Morrissey, Greg Yolen, Alexander Young. Productores delegados: Don Hahn, Thomas Schumacher, Jeffrey Silver. Guion: Stephen Chbosky, Evan Spiliotopoulos, según el cuento de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont [y según el guion de la versión de 1991]. Música: Alan Menken. Fotografía: Tobias A. Schliessler. Diseño de producción: Sarah Greenwood. Montaje: Virginia Katz. FX: Clear Angle Studios, Digital Domain, Evolution FX, Framestore, Lola Visual Effects, Painting Practice, Prime Focus World, Snow Business International, The Visual Effects Company. Intérpretes: Emma Watson (Belle), Dan Stevens (Bestia), Luke Evans (Gaston), Josh Gad (LeFou), Kevin Kline (Maurice), Hattie Morahan (Agathe / hechicera), Haydn Gwynne (Cothilde), Gerard Horan (Jean el alfarero), Ray Fearon (Père Robert), Ewan McGregor (Lumière), Ian McKellen (Cogsworth), Emma Thompson (Mrs. Potts), Nathan Mack (Chip), Audra McDonald (Madame Garderobe), Stanley Tucci (maestro Cadenza), Gugu Mbatha-Raw, Clive Rowe, Thomas Padden, Gizmo, Rita Davies, D. J. Bailey, Adrian Schiller, Harriet Jones, Rudi Goodman, Henry Garrett, Michael Jibson, Zoe Rainey, Daisy Duczmal, Jolyon Coy, Jimmy Johnston, Dean Street, Alexis Loizon… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2017. Duración y datos técnicos: 129 min. Color 1.90:1 (versión IMAX) 2.35:1 (versión cines) 2D-3D.
Si no me equivoco, fue 101 dálmatas: ¡Más vivos que nunca! (101 Dalmatians, 1996), de Stephen Herek, la primera película Disney en imagen real en adaptar una previa de su catálogo de clásicos animados, a partir de la película de 1961. Ayer mismo leí que la productora tiene en diversas fases de desarrollo otros dieciséis títulos para estrenar en los próximos años. No cabe duda de que la idea les ha resultado productiva. El tema de la legitimidad moral de una tarea de estas características se lo dejo a la conciencia de cada espectador, pues de lo que hablamos aquí es de resultados fílmicos.
Resulta irremediable, a la hora de considerar un remake, efectuar un ejercicio comparativo con su predecesor. Máxime en un caso como el presente, cuando se trata de la adaptación de un original literario de sobra conocido y que ya ha contado con otras versiones, y donde la presente se modula a partir de una revisión muy concreta. La película original duraba alrededor de hora y media, y la presente tiene cerca de cuarenta minutos más. ¿Qué se nos aporta?
Por un lado, el cine de animación posee un tempo concreto que no puede ser trasladado, sin más, a la imagen real, pese a que muchos momentos reproducen literalmente el escenario, los movimientos de cámara y los diálogos. Aquí se aporta un ritmo más natural. También, dentro de la animación, somos más abiertos al comportamiento de los personajes, y permitimos que estos actúen a su aire, sin más. Aquí hay momentos más prolongados para mostrar sus incertidumbres, sus reflexiones y, en definitiva, se plantean más las acciones, haciéndolas más normales a la conducta habitual, dentro de que, en realidad, todo no sea sino una fábula sin visos de realidad.
También se nos entregan unas cuantas canciones más y, en especial, una nueva escena centrada en la infancia de Bella. Pero en realidad los cambios tampoco son en exceso llamativos, y no se trata de ajustes para rellenar agujeros de guion, como he oído por ahí, y en realidad esa nueva escena referida tampoco era especialmente necesaria. Con todo, nada de lo nuevo molesta, y el acomodo del tempo sí era necesario, dadas las características de la obra. Y cabe destacar un número musical como “Be Our Gest”, uno de mis favoritos, que aquí se ha potenciado más en todos los aspectos, en especial en su alusión al coreógrafo Busby Berkeley, donde se ha aproximado la planificación a sus musicales con Esther Williams, agua incluida.
Dejando a un lado esa comparativa, como obra artística en sí misma La Bella y la Bestia, versión 2017, es un trabajo digno, con una fotografía excelente, unas canciones hermosas, una imbricación de la música con las imágenes muy propia del musical tradicional, pero, sobre todo, una labor interpretativa de altura. En este sentido, destaca por encima de todos Emma Watson, que conduce toda la película sin aparente esfuerzo, y logra conjugar sobre ella todos los distintos esquemas narrativos y visuales que se dan cita en el film. Pero también cabe apuntar las excelentes incorporaciones de Dan Stevens como la Bestia, que juega muy bien con la expresividad de su rostro, tapado por el efecto digital que transfigura sus rasgos, Kevin Kline como el padre, muy distinto en su apariencia al de la cinta de animación, un anciano bajito y rechoncho, Luke Evans como el odioso Gaston, y Josh Gad como su amigo LeFou, que se enriquece en matices con respecto a su predecesor bidimensional, no solo por su caracterización homosexual, sino por su evolución moral. Eso, en lo que respecta a los personajes “normales”; luego tenemos los muebles animados, con un reloj con la voz de Ian McKellen, una taza con la de Emma Thompson, un candelabro con la de Ewan McGregor y, sobre todo, un armario con la portentosa voz de la cantante de color Audra McDonald.
El resultado es una película muy grata de contemplar, que pese a su larga duración no se hace pesada, si bien cabe apuntar que pierde fuelle humorístico con respecto a su predecesora, y, sobre todo, le falta magia y carga emocional. Pero es un film muy digno que, desde luego, merece la pena verse. Pasar a gusto dos horas sentado en la oscuridad no es poco.
Anécdotas
- A Ryan Gosling le ofrecieron hacer de Bestia, pero lo rechazó para, en su lugar, aparecer en La La Land. A Emma Watson le ofrecieron aparecer en esta última, pero prefirió hacer la presente.
- Hubo un proyecto reciente, frustrado, de adaptar el cuento, ya con Emma Watson, y a dirigir por Guillermo del Toro.
- Esta versión incluye más canciones, también musicadas por Alan Menken, y con letra de Tim Rice. Algunas de las canciones antiguas tienen letras alternativas que escribió el difunto Howard Ashman.
- Ian McKellen ya estuvo previsto para poner voz a Cogsworth en la versión animada.
- Bill Condon quería que la Bestia llevara maquillaje tradicional, pero al final se decidieron hacer cambios al diseño y se recreó por CGI, pese al disgusto del director.
- Los títulos de crédito finales tienen la denominación de los cargos también en francés.
- Durante los títulos de crédito finales suenan dos canciones más, “Beauty and the Beast”, interpretada por Ariana Grande y John Legend, y “Evermore”, por Josh Groban. La canción final, “How Does a Moment Last Forever”, es interpretada por Céline Dion.
- Remake de La Bella y la Bestia (Beauty and the Beast, 1991), de Gary Trousdale y Kirk Wise.
- Estrenada en Estados Unidos el 17 de marzo de 2017, al igual que en España.
Bibliografía
- “Beldad y la Bestia”; por Gabrielle-Suzanne Barbot de Villeneuve. Inc. en El libro de hadas de Arthur Rackham; traducción de Alfonso Nadal. Barcelona: Juventud, 1992. T.O.: “La Belle et la Bête” (1740).
- “La Bella y la Bestia”; por Jeanne-Marie Leprince de Beaumont. Inc. en La Bella y la Bestia y otros cuentos; traducción de Elena del Amo. Madrid: Gaviota, 2005. T.O.: “La Belle et la Bête” (1756).
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: **⅟₂
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra