Año 2029. Casi todos los mutantes han desaparecido. Logan sobrevive trabajando como chófer de limusina. Una mujer hispana se le presenta con el fin de contratarle para que la escolte a ella y una niña de once años hacia el norte. Parece que alguien va tras ellas…
Dirección: James Mangold. Producción: Donners’ Company, Kinberg Genre, Marvel Entertainment, TSG Entertainment, Twentieth Century Fox Film Corporation. Productores: Simon Kinberg, Hutch Parker, Lauren Shuler Donner. Co-productores: Dana Robin, Kurt Williams. Productores ejecutivos: Joseph M. Caracciolo Jr., Stan Lee, James Mangold, Josh McLaglen. Guion: Scott Frank, James Mangold, Michael Green, según argumento creado por J. Mangold. Música: Marco Beltrami. Fotografía: John Mathieson. Diseño de producción: François Audouy. Montaje: Michael McCusker, Dirk Westervelt. Efectos especiales: Captured Dimensions, Gentle Giant Studios, Halon Entertainment, Image Engine Design, Institute for Creative Technologies at the University of Southern California, Lidar Guys, Lola Visual Effects, Rising Sun Pictures, Soho VFX. Intérpretes: Hugh Jackman (Logan / X-23), Patrick Stewart (Charles), Dafne Keen (Laura), Boyd Holbrook (Pierce), Stephen Merchant (Caliban), Elizabeth Rodriguez (Gabriela), Richard E. Grant (Dr. Rice), Eriq La Salle (Will Munson), Elise Neal (Kathryn Munson), Quincy Fouse (Nate Munson), Jason Genao (Rictor), James Handy (doctor anciano), Al Coronel, Frank Gallegos, Anthony Escobar, Reynaldo Gallegos, Krzysztof Soszynski, Stephen Dunlevy, Daniel Bernhardt, Ryan Sturz, Brandon Melendy, Jeremy Fitzgerald, Luke Hawx, Chris Palermo, Paul Andrew O’Connor, Clinton Roberts, Rocky Abou-Sakher, Keith Jardine, Jean Claude Leuyer, Andrew Arrabito, Jef Groff… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2017. Duración y datos técnicos: 137 min. Color 2.35:1.
Debo reconocer que antes no presté excesiva atención a la carrera de James Mangold. Vi El tren de las 3:10 (3:10 to Yuma, 2007) debido a mi amor al wéstern, y me pareció una insignificancia que se centraba en exceso en escenas superfluas que, sin embargo, la versión de 1957 de Delmer Daves eludía en inteligentes elipsis. La segunda entrega de la presente trilogía, Lobezno inmortal (The Wolverine, 2013), exhibía determinados elementos que ya presagiaban el tono de la que acontece, como el aire solemne y circunspecto, pero se perdía en un sinfín de pretensiones para manifestarse hueca, pomposa y dispersa.
Aquí, sin embargo, parece que se ha templado y ha sabido adecuarse a ese tono buscado, equilibrando forma y fondo. Supongo que su acercamiento al wéstern vendría derivado de su interés por el género –Copland (Cop Land, 1997) podría ser también una aproximación al mismo de un modo igualmente esquinado, por lo que parece–. Aquí, aunque ambiente la historia en el futuro, la inflexión buscada es sin duda la del wéstern. Y no lo disimula en absoluto, al contrario; según algunas voces, incluso lo subraya en exceso. Por un lado, tenemos un momento en que Charles Xavier contempla extasiado en la pequeña pantalla la magistral Raíces profundas (Shane, 1953), de George Stevens[1]; esa conexión con el film interpretado por Alan Ladd se establece nuevamente con el momento en que los protagonistas van a parar a la granja y, hacia el final, cuando la niña recita el diálogo del pistolero ante una tumba. Con ello Mangold nos quiere decir que Logan es como Shane: un personaje de paso, que no tiene asumida su situación en el mundo, y que actúa por impulsos.
Sin embargo, Logan está más cercana a los wésterns crepusculares de los años sesenta del pasado siglo, tales como Duelo en la alta sierra (Ride the High Country, 1962), de Sam Peckinpah, o El hombre que mató a Liberty Valance (The Man Who Shot Liberty Valance, 1962), de John Ford. De este modo, nuestro (anti)héroe es un personaje desarraigado, situado en un tiempo (el futuro) que no le pertenece; se siente, en suma, desubicado en un entorno que ya no comprende, representa un pasado marchito –la mayoría de los mutantes han desaparecido–. Y tal como sucede en esos espléndidos ejemplares fílmicos, la cinta representa una desmitificación y, simultáneamente, una re-mitificación de sus referentes a partir de lo previo. Logan deja de ser un símbolo para convertirse en un ser humano y, de ahí, de nuevo en símbolo, más potente que él mismo.
En el film hay una constante e intencionada lucha por acercarlo a un realismo que impera en la actualidad en gran parte del cine de género, sea fantástico o no, y al tiempo buscar esa mitificación referida. Buen ejemplo de ello es el juego metalingüístico que representan los comics de la Patrulla X que lee Gabriela y de los que dispone Laura, y que Logan juzgará con dureza: todo ello no son más que fantasías, exageraciones de una realidad. Ello no será óbice para que, a lo largo de la historia, los elementos ahí plasmados se perciban como auténticos, reales. Parafraseando uno de los enunciados antológicos de El hombre que mató a Liberty Valance: «Entre la realidad y la leyenda hay que quedarse con la leyenda».
De esta manera, Logan se articula en un constante juego de contrastes, de aportar un referente y su contrario al mismo tiempo, para reflexionar sobre la fragilidad de todo lo que acontece. Los personajes más fuertes muestran sus debilidades, y los débiles sus fortalezas. Y todos se interrelacionan entre sí mientras tratan de huir hacia delante con el pasado fraguado a sus espaldas.
Todo esto no aportaría la energía que detenta si no fuera por un excelente reparto, perfectamente imbricado, donde, además, a mayor importancia argumental, mejores son los resultados. Buen plantel de secundarios, excelente descubrimiento el de la niña, portentosa interpretación de Hugh Jackman y sublime la de Patrick Stewart; si no hubiera prejuicios hacia el cine de superhéroes sin duda estos dos últimos al menos estarían el año próximo nominados a los mejores actores en los Oscar. Qué más da. Nosotros somos los que sabemos disfrutar de estos placeres. Quedémonos solos con ellos si no los saben apreciar.
En este sentido, Logan representa uno de los mejores ejemplares fílmicos en el cine de superhéroes, que equilibra a la perfección introspección y espectacularidad, aunque para los espectadores más vagos pueda parecer lenta. Ejemplares como el presente demuestran que pueden hacerse aproximaciones inteligentes a una temática de apariencia tan elemental como los superhéroes. Pero, como en ejemplos previos, volverá a caer en saco roto y se seguirán ofreciendo muestras cretinas para público de multicentro. ¿Nos apostamos algo?
Anécdotas
- Stephen Merchant interpreta a Caliban. El personaje antes fue encarnado por Tómas Lemarquis en X-Men: Apocalipsis (2016).
- Una de las pocas películas Marvel sin cameo de Stan Lee.
- Tercera y última entrega de la trilogía formada también por X-Men orígenes: Lobezno (X-Men Origins: Wolverine, 2009) y Lobezno inmortal (The Wolverine, 2013), de J. Mangold. Aún con eso, también está vinculada al resto de los films X-Men.
- El personaje de X-23 fue creado para la televisión, en la serie animada X-Men (X-Men: Evolution; 2000-2003). Aparece en el episodio 10 de la tercera temporada titulado “X-23”, con guion de Craig Kyle yChris Yost, basado en el argumento de C. Kyle. Su primera aparición en los cómics fue en NYX nº 3 (2004), con Joe Quesada como guionista y Joshua Middleton como dibujante. El propio Quesada decidió que los guionistas y creadores del personaje en la serie televisiva, Kyle y Yost, escribiesen un cómic contando el origen de X-23; el dibujo corrió a cargo de Billy Tan. Después de varios años apareciendo en los tebeos acabó convirtiéndose en “New Wolverine”, traducida en España como Lobezna.
- Rodada con un presupuesto estimado de 97 millones de dólares.
- Estrenada el 3 de marzo de 2017, tanto en Estados Unidos como en España.
Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)
CALIFICACIÓN: ****
- bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra
[1] Se da la curiosa circunstancia de que Patrick Stewart también admira esta película, y se inspiró en ella para uno de los momentos de uno de los episodios que dirigió de Star Trek: La nueva generación (Star Trek: The Next Generation; 1991-1994), “A Fistful of Datas” (1992).