Stephen Strange es un cirujano tan reputado como egocéntrico. Cuando sufre un accidente de coche sus manos quedan inservibles para operar. Buscando algún método para recuperar sus capacidades, alguien le conduce hasta un centro espiritual en Katmandú, donde será entrenado en artes místicas.

Dirección: Scott Derrickson. Producción: Marvel Studios, Walt Disney Studios Motion Pictures. Productor: Kevin Feige. Co-productor: David J. Grant. Productores delegados: Victoria Alonso, Stephen Broussard, Louis D’Esposito, Stan Lee, Charles Newirth. Guion: Jon Spaihts, Scott Derrickson, C. Robert Cargill, según el cómic creado por Stan Lee y Steve Ditko. Música: Michael Giacchino. Fotografía: Ben Davis. Diseño de producción: Charles Wood. Montaje: Sabrina Plisco, Wyatt Smith. FX: Crafty Apes, Exceptional Minds, Framestore, Industrial Light & Magic, Legend3D, Lola Visual Effects, Luma Pictures, Mark Roberts Motion Control, Method Studios, Perception, Plowman Craven & Associates, RISE Visual Effects Studios, Stereo D, Technicolor Creative Services VFX, The Third Floor, The Visual Effects Company. Intérpretes: Benedict Cumberbatch (Dr. Stephen Strange), Chiwetel Ejiofor (Mordo), Rachel McAdams (Christine Palmer), Benedict Wong (Wong), Mads Mikkelsen (Kaecilius), Tilda Swinton (La Anciana), Michael Stuhlbarg (Dr. Nicodemus West), Benjamin Bratt (Jonathan Pangborn), Scott Adkins, Zara Phythian, Alaa Safi, Katrina Durden, Topo Wresniwiro, Umit Ulgen, Linda Louise Duan, Mark Anthony Brighton, Meera Syal, Amy Landecker, Adam Pelta-Pauls, Sarah Malin, Eben Young, Stan Lee, Chris Hemsworth… Nacionalidad y año: Estados Unidos 2016. Duración y datos técnicos: 115 min. Color 1.90:1 [versión IMAX, algunas escenas] 2.35:1 [versión estándar] 2D – 3D.

 

A estas alturas parece que ha quedado claro que a Marvel Studios el tema de la “calidad artística” de sus filmes es algo que les tiene por completo sin cuidado. Son una compañía, y su misión es hacer dinero. Y nada más. Así pues, después de tantas películas –esta es el número catorce en el llamado “Marvel Cinematic Universe”– ya tienen perfectamente establecida la fórmula de la ecuación con la cual conseguir una buena taquilla. Les aportan un envoltorio decente, eso sí. Aquí, tenemos un actor protagonista de primera fila, más algún secundario de lujo –Tilda Swinton–, la música de Michael Giacchino es potente, aunque hay momentos que recuerdan a Star Trek, la fotografía de Ben Davis es atractiva, y como director han buscado a un hombre competente, con personalidad, y al cual el proyecto le iba como anillo al dedo. Pero da la impresión de que todo no es sino un revestimiento superficial, un intento de hacer aparentar, pero al final el contenido es el mismo de siempre, sin apenas variación. Llegados a este nivel, ningún aficionado debe plantearse dudas acerca del logro del siguiente producto Marvel que aparezca: todo es rutinario, no hay sorpresa, la fórmula, como se dijo, es inalterable: así, es forzoso el humor tonto (muy tonto), junto a personajes con detalles carismáticos (esto puede ir unido a lo anterior, o ir por libre), sumado a una acción desenfrenada, efectos especiales apabullantes, mucho ruido, apenas argumento, y algunos guiños para los marvelitas que, inevitablemente, aplaudirán todo estentóreamente, pues ya van al cine convencidos de que van a ver una obra maestra tras otra.

¿Y qué hay, detrás de todo esto? Muy poca cosa, realmente. El guion, con unos pequeños retoques, podría haber deparado, si no algo decente, sí al menos algo medianamente competente. Sin embargo, se ha buscado desarrollar todo lo mínimo posible, para que los espectadores no se pierdan, que esto de las artes místicas es muy complejo. El argumento no es solo muy simple, sino que además se recurre al engaño, al truco, al deus ex machina con un desparpajo y una desvergüenza que deja atónito. Sencillamente, con la excusa de que se trata de magia, cualquier cosa es admisible, y la incoherencia y la rectificación sobre la marcha se usan como la sal en cualquier receta culinaria.

También tenemos el detalle de los derechos de autor. ¿Pagarán algo a Christopher Nolan? Lo digo porque todo lo desarrollado en Katmandú es muy similar a lo que se narraba en Batman Begins (Batman Begins, 2005), con el entrenamiento de Bruce Wayne. Y después está el detalle que todo el mundo ha visto –y comentado– del tráiler, con ese efecto copiado de Origen (Inception, 2010), y del que se hace uso y abuso en variadas ocasiones, y que en realidad no aporta nada: elimínese mentalmente ese pormenor del film, y se observará que todo sigue igual, que lo demás se sostiene a la perfección –dentro de lo planito que es–.

Uno ya está bastante aburrido de lo ramplón de este Marvel Cinematic Universe. Los que amamos el cine fantástico, pero buscamos “algo más” –la excusa de “solo busca entretener” ya cansa– esperamos más compromiso, algo con más sustancia dentro de estos productos. Se suele intentar ajustar todos estos personajes creados hace cerca de medio siglo a la mentalidad e idiosincrasia actual, pero parece que no se busca ajustarlo a cánones narrativos adultos, se le da a todo simplemente un barniz aparente, y a tirar. Este Doctor Extraño es mucho, mucho ruido y pocas, muy pocas nueces.

 

Anécdotas

  • Título en Argentina, Chile y México: Doctor Strange: Hechicero Supremo.
  • Inicialmente, Benedict Cumberbatch rechazó el papel, debido a compromisos teatrales. Fue ofrecido a Joaquin Phoenix quien, tras unas dudas, no lo aceptó. Cuando las fechas fueron cambiadas Cumberbatch pudo aceptar al fin.
  • En todo caso, otros nombres sonaron para el rol principal: Colin Farrell, Jake Gyllenhaal, Tom Hardy, Ethan Hawke, Jack Huston, Oscar Isaac, Jared Leto, Matthew McConaughey, Ewan McGregor, Keanu Reeves, Justin Theroux, Jon Hamm, Johnny Depp, Joseph Gordon-Levitt…
  • Para el papel del Anciano (que finalmente es Anciana) fueron considerados Morgan Freeman, Ken Watanabe y Bill Nighy.
  • Como Mordo se pensó en Gary Oldman y Mads Mikkelsen. En 2013 Mikkelsen había sido considerado para el rol de Strange.
  • Según se dice, Stan Lee y Steve Ditko se inspiraron para la apariencia de Stephen Strange en Vincent Price. Sin embargo, el parecido con Ronald Colman es innegable, y todo el principio del cómic es muy similar a la película con este Horizontes perdidos (Lost Horizon, 1937), de Frank Capra, según la novela de James Hilton.
  • Hubo proyectos previos de adaptar el cómic que se frustraron: en 1992, iba a haber dirigido Wes Craven; en 2001, con guion y dirección de David S. Goyer; en 2008, a dirigir por Guillermo del Toro.
  • Como director de esta versión se barajó a Mark Andrews, Jonathan Levine, Nikolaj Arcel, Scott Derrickson y Dean Israelite. Al final, el elegido fue Derrickson.
  • El cameo de Stan Lee lo ofrece en un autobús, leyendo Las puertas de la percepción de Aldous Huxley.
  • A mitad de los títulos de crédito finales hay una escena más, y al final del todo, otra.
  • Estrenada en España el 28 de octubre de 2016. En Estados Unidos se estrenó el 4 de noviembre.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

CALIFICACIÓN: *

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra