Una mujer corre aterrorizada y finalmente se lanza contra una verja puntiaguda. Poco después, requerido por el comisario que efectúa la investigación de esa muerte, a la región llega un médico, con el fin de realizar la autopsia del cadáver y comprobar el motivo de la defunción. Pronto el galeno descubre el miedo que asalta a todos los habitantes del pueblo, aterrorizados por la maldición del espectro de una niña…

Dirección: Mario Bava. Producción: F.U.L. Films. Productores: Luciano Catenacci, Nando Pisani. Guion: Mario Bava, Romano Migliorini, Roberto Natale, según argumento de R. Migliorini y R. Natale. Fotografía: Antonio Rinaldi, [Mario Bava, sin acreditar]. Música: Francesco De Masi, Angelo Francesco Lavagnino, Franco Mannino, Carlo Rustichelli, Armando Trovajoli, Roman Vlad (música de stock). Montaje: Romana Fortini. Decorados: Alessandro Dell’Orco. Ayudante de dirección: Lamberto Bava. FX: Ettore Catalucci (director de efectos ópticos). Intérpretes: Giacomo Rossi-Stuart (Dr. Paul Eswai), Erika Blanc (Monica Shuftan), Fabienne Dalí (Ruth, la bruja), Piero Lulli (inspector Kruger), Max Lawrence [Luciano Catenacci] (Karl, el alcalde), Micaela Esdra (Nadienne), Valerio Valeri (Melissa Graps), Gianna Vivaldi (baronesa Graps), Franca Dominici, Giuseppe Addobbati, Mirella Pamphili… Nacionalidad y año: Italia 1966. Duración y datos técnicos: 85 min. / 75 min. – Eastmancolor – 1.85:1 – 35 mm.

Uno se pregunta el motivo por el cual una película como la presente, una de las grandes obras maestras del cine de terror de todos los tiempos, permaneció tanto tiempo inédita en España[1]; ignoro la razón por la cual, tras la fecha de su estreno, los distribuidores de nuestro país no prestaran atención a esta joya de Mario Bava, ya que dudo que la censura tuviera mucho que decir, pues sexo y violencia están casi ausentes de las imágenes, dado que el autor de La frusta e il corpo –otra joya inédita durante mucho en nuestro país[2], ésta algo más inquietante para nuestros censores– efectúa la narración por medio de la sugerencia y la creación de atmósferas.

En efecto, este maravilloso cuento de fantasmas procura instigar pavor por medio de la iluminación, los encuadres, los movimientos de cámara –casi toda la película está narrada a través de elegantes travellings que toman distintos puntos de vista, e incluso en un audaz y único plano, Bava transmuta un plano subjetivo en uno objetivo–, efectos de sonido recurrentes únicamente en el lamento del viento y los gemidos de ultratumba de los espectros que rondan el camposanto y el caserón de la baronesa Graps, amén de zooms que, contra todo pronóstico, no están para economizar la narración, sino para otorgar un punto de vista; y, en especial, la presencia de esa niña espectral, a veces solamente sugerida por una mano apoyada en el cristal de una ventana.

Ver una película como la presente hoy día no solo provoca todo un regocijo para el cinéfilo con paladar, sino que resulta chocante por la gran cantidad de influencias que, sin duda, ha ejercido sobre los posteriores narradores del cine de miedo, pues hay momentos que luego emularán otros cineastas, como el Kubrick de El resplandor, o especialmente el moderno cine de terror oriental sobre fantasmas infantiles, donde se pueden detectar muchos encuadres de este filme con sesenta años a sus espaldas.

Hemos dicho que Operazione paura es un cuento de fantasmas tradicional. Pero también es algo más que eso. Bava maniobra con la sugerencia a lo largo de la cinta, haciendo uso de la ambigüedad para siempre plantear la duda de si todo es sobrenatural o solo consecuencia de los miedos y supersticiones de los habitantes de ese ignoto villorrio presumiblemente germano. Inclusive, en un momento sublime, Bava distorsiona los soportes de la realidad, al subvertir las leyes del tiempo y el espacio, y ofrece al protagonista –un Giacomo Rossi-Stuart algo envarado– atravesar una estancia, salir por una puerta y llegar a la misma estancia anterior, así sin parar, siempre más rápido, hasta que ve a alguien ante él, lo detiene, y comprueba que es él mismo. Operazione paura es, ante todo, un magistral ejercicio de estilo, que brinda ese maravilloso placer como es narrar una historia por medio de las imágenes, la cámara, la facultad de incursionarnos en la irrealidad por medio, en fin, de la técnica.

 

Anecdotario

  • Título en Argentina y Colombia: Mata, bebé, mata.
  • Títulos anglosajones: Curse of the Dead / Curse of the Living Dead / Don’t Walk in the Park / Kill, Baby… Kill! / Operation Fear.
  • En Alemania adoptó el peculiar título de Die toten Augen des Dr. Dracula, es decir, «Los ojos muertos del doctor Drácula».
  • En 2004 se realizó un documental en Italia por parte de Gabriele Acerbo y Roberto Pisoni, titulado Mario Bava: Operazione paura, y centrado en analizar toda la obra del realizador.
  • La niña fantasma está interpretada en realidad por un niño, Valerio Valeri, en la que es su única película.
  • Tras dos semanas de rodaje, el film se quedó sin presupuesto. Tanto Bava como los actores accedieron a seguir trabajando sin sueldo.
  • Rodada con un presupuesto estimado de 50.000 dólares, entre el 10 y el 21 de enero de 1966. Recaudó cincuenta millones de liras.
  • Estrenada en Italia el 8 de julio de 1966 en Turín, el 6 de agosto en Milán y el 19 de agosto en Roma.

Carlos Díaz Maroto (Madrid. España)

 

CALIFICACIÓN: *****

  • bodrio * mediocre ** interesante *** buena **** muy buena ***** obra maestra

 

[1] En 2011, al fin, apareció editada en nuestro país en formato DVD, en versión original subtitulada, publicada por Tribanda.

[2] Editada en 2016 por Regia Films en una espléndida edición en Blu-Ray, con un DVD de extras más libreto.